¿Qué significa para Ucrania la historia de la guerra urbana de Rusia en Alepo y Grozny? 

Captura de pantalla del canal de YouTube del Archivo de Material Militar que muestra a soldados ucranianos defendiendo un edificio en Kiev

A medida que se prolonga la invasión rusa de Ucrania, el conflicto se ha centrado cada vez más en los núcleos urbanos. Las ciudades de Mariupol, cerca del mar Negro, y Kharkiv, cerca de la frontera bielorrusa y rusa, han quedado completamente rodeadas por las fuerzas rusas, y enfrentan campañas de bombardeo por horas durante semanas. Los 350 000 habitantes de Mariupol han quedado totalmente asediados, y están sin comida ni agua.

La capital de Ucrania, Kiev, ha sido atacada desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero de 2022. El 8 de marzo, Rusia abrió un segundo frente sobre la capital desde el noreste, en un intento de rodearla por completo. Hasta el 19 de marzo, seis millones de personas han sido desplazadas internamente y tres millones han abandonado el país.

Las maniobras militares rusas están avanzando desde los lentos movimientos terrestres a través del país hacia una agresiva guerra urbana. Los combates se alejan cada vez más del control de las rutas de suministro críticas para pasar a controlar los barrios claves. Los informes indican que Rusia ya está reclutando a combatientes sirios y chechenos expertos en guerra urbana, en previsión de las batallas por los centros de las ciudades.

Es probable que los combates dentro de las principales ciudades de Ucrania retrasen considerablemente la ofensiva rusa. En 2016, el Ejército iraquí, con 100 000 soldados, tardó más de ocho meses en capturar Mosul, ciudad con algunos miles de combatientes del Estado Islámico. En 1994, 60 000 soldados rusos pasaron cinco meses en Chechenia intentando ocupar su capital, Grozny.

Si las anteriores ofensivas urbanas de Rusia indican un patrón más amplio, el combate en las ciudades de Ucrania provocará bajas masivas, hambre y el fracaso de la mayoría de los convoyes humanitarios. Rusia podría volver a armar a los refugiados, usar municiones ilegales o recurrir a ataques nucleares tácticos contra infraestructuras clave para presionar la rendición total. Independientemente de los métodos, la invasión rusa de Ucrania seguirá agravando una de las peores crisis humanitarias en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

History de la guerra urbana de Rusia

A varios expertos militares y políticos internacionales les preocupa que el ataque ruso a Kiev se parezca a los combates en Chechenia y Siria. Michael Kofman, experto en Ejército ruso del Centro de Análisis Navales, señaló: «Pero me preocupa bastante que eso se convierta en una versión más pequeña o menor de Grozny».

En 1994, a pesar de las expectativas de una rápida victoria, 60 000 soldados rusos pasaron cinco meses en Chechenia intentando ocupar su capital, Grozny. Pavel Grachev, ministro de Defensa de Rusia de 1992 a 1996, predijo que Rusia podría tomar Grozny, ciudad de 490 000 habitantes, en menos de dos horas con unos pocos paracaidistas. Antes de la invasión, Rusia predijo que los chechenos no se resistirían, sino que darían la bienvenida a las tropas invasoras.

Aquí Rusia rompió una regla clave de la propaganda: mentir a los demás, no a uno mismo. Hay ejemplo revelador: En un regimiento de la 90ª División de Tanques, 49 de los 56 líderes de pelotón acababan de graduarse en la academia; la mitad nunca había disparado una bala viva con sus tanques. A muchos les habían dicho que iban a una misión de entrenamiento, no a una intervención militar en Chechenia.

En la víspera de Año Nuevo de 1995, las tropas rusas rodearon Grozny por tres lados y comenzaron la invasión desde el norte. Tras las graves pérdidas sufridas por la brigada rusa «Maikop» en los primeros días de la invasión, el Ejército comenzó a depender principalmente del apoyo de la artillería. Durante 20 días y noches, las bombas cubrieron Grozny, a menudo con más de 3000 impactos por hora.

Cuando las tropas rusas entraron en la ciudad, no estaban preparadas para la guerra urbana, lo que provocó incidentes de fratricidio desenfrenados. La superposición de capas y límites de Grozny dio una clara ventaja a las tropas defensoras, familiarizadas con los edificios, los barrios, los metros y los sistemas de alcantarillado. Los chechenos habían eliminado o revuelto las señales de las calles, y puesto trampas en los portales y en los cuerpos de los soldados.

En el Journal of Military Medicine, el general de división V. S. Novikov señaló que, tras cuatro meses de combate, «el 72 % [de los soldados] tenía algún trastorno psicológico (el 46 % presentaba síntomas de depresión asténica –insomnio, falta de motivación, ansiedad, estrés neuroemocional o cansancio– y el otro 26 % mostraba reacciones psicóticas, como gran ansiedad o agresividad, deterioro de valores morales o de las relaciones interpersonales, y excitación o depresión)». Los síntomas se agravaban cuanto más tiempo combatía el soldado en la ciudad. La guerra también causó daños duraderos en los niños de la ciudad. Un médico de la guerra señaló que los niños «se han vuelto más agresivos, nerviosos, crueles».

Aunque el Ejército ruso ha cambiado y se ha modernizado considerablemente desde la década de 1990, ha usado estrategias similares en Siria. Durante la guerra civil siria, debido en parte al apoyo aéreo ruso, la batalla de 2016 por Alepo marcó algunos de los combates más mortíferos de toda la guerra. Las campañas de bombardeo rusas tuvieron como objetivo casas, mercados y escuelas. Más de 400 civiles y 90 niños murieron en los ataques, en los que se usaron municiones incendiarias y de racimo, armas oficialmente prohibidas por el Protocolo III de la Convención sobre Armas Convencionales.

Los oficiales y analistas rusos siguieron diciendo que todos sus ataques se centraron en las infraestructuras enemigas. Alexander Lapin, coronel general del Distrito Militar Central de Rusia, declaró que los ataques aéreos rusos solo tenían como objetivo las rutas logísticas del enemigo, y culpó a las fuerzas contrarias a Assad de todos los bombardeos contra civiles.

Durante la participación de Rusia en la guerra civil siria, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) informó que probablemente se usaron armas químicas en 17 ocasiones. Moscú retrasó adrede la investigación de la OPAQ, mientras negaba activamente y encubría todo uso de armas químicas en Siria.

Durante el ataque de Moscú a la infraestructura civil, Rusia armó a los ciudadanos que huían de sus hogares para desestabilizar la región. A partir de 2016, las campañas de bombardeos ilegales de Rusia tuvieron como objetivo 14 hospitales. Los ataques en las ciudades obligaron a más de 10 millones de sirios a huir de sus hogares. En 2016, el entonces primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoğlu, y exlíder del partido Justicia y Desarrollo (AKP), dijo que Rusia se estaba «comportando como una organización terrorista y obligando a los civiles a huir», con bombardeos «sin ninguna discriminación entre civiles y soldados, o niños y ancianos».

Okba Mohammad, periodista de Baynana, medio especializado en derechos humanos en árabe en España, señaló que «Rusia fue la artífice de los corredores humanitarios, que, como sirios, consideramos desplazamientos bajo la supervisión de Rusia. Actualmente está reproduciendo esta estrategia en Ucrania. Rusia suele tener como objetivo a los civiles y sus concentraciones para crear presión y conseguir beneficios». Los informes e investigaciones se han expresado un punto similar.

En general, la formación militar rusa ha cambiado su enfoque hacia las ciudades como principal campo de batalla. Alexander Zhuravlev, coronel general que dirigió las fuerzas rusas en Siria, en 2018 expresó su preocupación por las «fuerzas armadas ilegales» alojadas en las ciudades. Grupos como ISIS se concentrarían en las geografías urbanas y «las convertirían en fortalezas». Como resultado, desde 2018, los militares rusos han construido varios centros de entrenamiento de guerra urbana en todo el país en previsión.

Si Rusia decide entablar una guerra urbana prolongada en toda Ucrania, probablemente durará años y costará cientos de miles de vidas. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, declaró públicamente que «cada casa, cada calle, cada puesto de control resistirá, hasta la muerte si es necesario». Los civiles de toda Ucrania han estado mezclando cócteles molotov, cambiando las señales de dirección en todo el país y realizando sabotajes.

Debido al fracaso militar en algunas ciudades, el Ejército ruso ya ha empezado a recurrir a los bombardeos de artillería y a la matanza indiscriminada de civiles. El ataque ruso al teatro de Mariupol, en el que murieron 300 civiles, es solo el comienzo de una campaña urbana mucho más sangrienta.



Para más información sobre este tema, mira nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.