Experimento de Shanghái sobre modelo de control medio de COVID-19 termina con confinamiento de la ciudad

Autopistas de Shanghái están vacías con bloqueo de dos fases en toda la ciudad. Captura de pantalla devideo del Diario del Pueblo en Weibo.

Después de dos semanas de confinamiento leve bajo la estrategia de control de la pandemia de prevención y control precisos, Shanghái, hogar de 25 millones de residentes, comenzó un confinamiento en dos fases, ya que el sistema de salud pública de la ciudad está al borde del colapso y el número de casos confirmados de ómicron ha seguido aumentando.

Muchos creen que la decisión de un confinamiento a gran escala significa el fracaso del modelo de Shanghái, camino intermedio entre las estrategias de COVID-19 cero y de vivir con COVID-19.

Como centro financiero nacional de China, Shanghái había evitado un confinamiento total de la ciudad a pesar del estallido de ómicron. En cambio, la ciudad ha adoptado una estrategia de prevención y control precisos que implican pruebas masivas a nivel de distrito y el cierre de la ciudad. La razón es controlar la escala del brote y evitar el colapso del sistema de salud pública.

Sin embargo, el 27 de marzo, las autoridades de Shanghái anunciaron que dividirían la ciudad en dos grandes distritos, que quedarían cerrados durante cinco días. Todo el transporte público se suspendería y los habitantes debían someterse a rondas de pruebas durante el periodo de confinamiento.

El repentino anuncio desencadenó el pánico en las compras. Los videos en varios medios sociales muestran a gente peleándose por alimentos en los supermercados. Este es uno publicado por @shaunrein en Twitter:

Las cosas se están desmoronando en Shanghái mientras se producen compras de pánico en los supermercados y Pudong entra en confinamiento.

Mucha comida pero pocos hermanos para repartir,

Hasta hace poco, las autoridades de Shanghái hacían un trabajo excelente. Siguen haciéndolo, pero hay formas de mejorar para calmar al público

A la mañana siguiente, las autoridades de la ciudad hicieron público que el número de casos confirmados el 27 de marzo alcanzaba los 3500, cifra sin precedentes.

Los rumores sobre el confinamiento de la ciudad llevaban unos días circulando, pero las autoridades lo desmintieron y detuvieron a dos personas.

El sistema sanitario de la ciudad estaba al borde del colapso, ya que el brote ha perjudicado la atención médica de los pacientes no afectados por el COVID-19. En redes sociales se ha desatado la rabia tras la muerte de una enfermera que falleció de asma después de que se le negó servicio médico en la sala de emrgencias de su propio hospital.

Las opiniones sobre el confinamiento de Shanghái están divididas. Algunos creen que el protocolo de la estrategia de COVID-19 cero es la única manera de salir del caos, señalan el éxito del confinamiento de Shenzhen en comparación con el enfoque de prevención y control preciso de Shanghái. En Twitter, @limingchu998 comparó el número de casos confirmados entre el 12 y el 25 de marzo. Tras el confinamiento de la ciudad, el número de casos confirmados en Shenzhen se redujo a un solo dígito:

Datos de Shenzhen (izquierda) y Shanghái (derecha).
12 de marzo 65 casos –  66 casos
13 de marzo 169 casos – 86 casos
14 de marzo 139 casos – 60 casos
15 de marzo 202 – 92
16 de marzo 158 – 91
17 de marzo 260 – 105
18 de marzo 374 – 77
19 de marzo 509 – 66
20 de marzo 758 casos – 44 casos
21 de marzo 896 casos – 28 casos
22 de marzo 982 casos – 18 casos
23 de marzo 983 casos – 9 casos
24 de marzo 1 609 casos – 3 casos
25 de marzo 2269 casos – 7 casos
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El efecto del confinamiento de la ciudad es evidente. Ambas ciudades están bien desarrolladas y cuentan con una capacidad de gestión urbana de alto nivel. La epidemia es como un espejo que refleja la actuación de las ciudades. Además de la gestión, también se trata del nivel de obediencia. La llamada prevención y control precisos han perdido el control.

Sin embargo, algunos han señalado que el costo de un confinamiento en las ciudades de primer nivel es enorme e insostenible. El veterano periodista chino @rongjian1957 tuiteó:

Las máximas autoridades dijeron que China tenía que combatir el brote con un costo mínimo. El costo del confinamiento de tres días en Shenzhen es de unos 60 000 millones de yuanes [aproximadamente 95 millones de dólares]. Durante los tres días, se identificaron 643 casos, de los cuales el 21 % eran asintomáticos, el 72 % eran casos leves y el 7 % exigían atención médica. No hubo ningún caso grave ni mortal. En promedio, la ciudad gastó unos 60 millones de yuanes (9.40 millones de dólares estadounidenses) para identificar un caso positivo. Este es el costo mínimo.

El costo social de un confinamiento de la ciudad también es enorme. Aunque la mayoría de los distritos de Shenzhen han reabierto, algunos que no habían alcanzado el objetivo de cero casos llevaban más de dos semanas cerrados y los personas estaban desesperadas. Un video publicado por @kamogawaryouma mostraba a personas molestas protestando contra el equipo de cuarentena y rompiendo el bloqueo en uno de los distritos.

Durante el confinamiento del país, solo Guangdong y Shenzhen se atrevieron a salir y resistir.
😅
La gente de Guangdong no solo se atreve a comer, sino que también se atreve a hacerlo.
👍👍

Desde que ómicron llegó a China, varios médicos chinos han expresado la opinión de que China necesita explorar una vía intermedia para combatir el brote de COVID-19, dado el enorme costo económico y social del actual modelo de control.

El modelo de prevención y control precisos de Shanghái se considera un experimento de este enfoque intermedio.

Sin embargo, el experimento de Shanghái ha enfrentado una gran presión política, ya que su fracaso en la supresión y contención del brote ha afectado a las ciudades y provincias vecinas. Además, algunos señalaron que el modelo de Shanghái no podría aplicarse a otras provincias que tienen una gestión urbana y unos sistemas de apoyo público menos avanzados.

Por eso, algunos interpretaron la decisión del confinamiento de dos frases como un indicio del fracaso del experimento de Shanghái. Algunos denunciaron la existencia de un enfoque de control de la pandemia a medio camino. Por ejemplo, un comentario de Weibo, que critica los modelos de control COVID-19 de Hong Kong y Shanghai, dice:

​​所谓的中国采取与病毒共存,大家就可以开开心心照常生活只存在于某些人的想象,激增的病例和死亡人数很快就会冲击中国社会的方方面面,美国付出了100万人的代价,中国准备付出多少代价?而且这是一条无法回头的路,一旦放开就不可能再清零!

La idea de que, una vez que China adopte la estrategia de vivir con COVID-19, la gente podrá recuperar su vida normal y vivir feliz es sólo una ilusión. Solo conducirá a una oleada de casos confirmados y de muertes que golpearán duramente a la sociedad. Estados Unidos ha pagado el precio de un millón de vidas, ¿cuántas vidas se prepara China para pagar? Este es un camino sin retorno, una vez que aflojamos el control, no podemos volver a cero.

Ahora que Shanghái ha vuelto al modelo de COVID-19 cero con el bloqueo de la ciudad en dos fases, es probable que China siga aplicando estrictas medidas de control de la pandemia en todo el país en un futuro próximo.

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