Reformular narrativas sobre el cambio climático en el Gran Chaco de Bolivia

Reserva Ñembi Guasu luego de un incendio forestal. Foto de Juan de Dios Garay para la Fundación Nativa. Republicada con autorización.

Las sequias, los incendios forestales, las inundaciones y la deforestación son solo algunas de las presiones ambientales que sufre la región del Gran Chaco boliviano. Sin embargo, según las personas en el terreno que se ven afectadas por estas realidades, los medios internacionales ignoran sus problemas excepto cuando hay consecuencias catastróficas, como los incendios forestales que han devastado la región durante los últimos años. Además, aseguran que los medios locales también pasan por alto muchos aspectos importantes.

Un ingrediente clave que falta en la información que dan los medios es la perspectiva de la población local, particularmente de los pueblos indígenas y otras comunidades rurales, y de las mujeres, que suelen ser las más damnificadas por los efectos del cambio climático. Incluir las perspectivas locales o dar espacio a la gente de la zona para contar sus historias permitiría a los medios reformular las narrativas existentes y promover una comprensión más profunda de las consecuencias del daño ambiental y el cambio climático, y de los pasos que hay que seguir para mitigar estos efectos.

El Gran Chaco está situado al sureste de Bolivia, y es parte de un área ecológica o bioma más amplio que abarca unos 750 000 kilómetros cuadrados compartidos entre cuatro países. Es un territorios escasamente poblado y geográficamente distante de la mayoría de los grandes centros urbanos. La mayor parte de lo que el público sabe sobre la región se cuela a través de esporádicas coberturas mediáticas centradas en las catástrofes, sobre todo, en los incendios forestales. Aún menos conocidas son la importancia ecológica y la asombrosa biodiversidad de la región, que alberga cerca de 3400 especies de plantas y cientos de especies de aves, mamíferos, reptiles y anfibios. El segundo bosque más grande del continente se ve diariamente amenazado por los asentamientos humanos y los proyectos ganaderos y agroindustriales mal planificados, y por el resultado de esas actividades sobre la vida de las poblaciones locales. En 2020, un estudio del Global Change Biology Journal reveló que, a fin de conservar adecuadamente su biodiversidad, se debería proteger el 23 % del bioma, pero actualmente solo 5 % goza del estatus de protección.

El Gran Chaco y su representación mediática

Al examinar una nube de palabras generada por la plataforma Media Cloud a partir de varios medios digitales bolivianos, se pueden discernir patrones sobre cómo se habla de la región. Por ejemplo, la nube de palabras a continuación surgió de la búsqueda del término «Gran Chaco» durante 2021, y destaca la atención de los medios bolivianos sobre las industrias de hidrocarburos, la construcción de carreteras y otros proyectos de desarrollo de infraestructura, además del tema de la autonomía regional. Esta muestra solo incluye una alusión a catástrofes naturales: los derrumbes.

Nube de palabras a partir del término «Gran Chaco».

Dado que la plataforma no captura muchos medios de noticias y redes sociales, esta visualización no da una imagen exhaustiva de cómo los medios bolivianos hablan del Gran Chaco, pero sí ofrece un punto de partida útil para seguir debatiendo y reflexionando.

Para lograr una visión más amplia de cómo hablan el público y los medios sobre los problemas relativos al cambio climático y el ambiente en la región del Gran Chaco, Rising Voices entrevistó a 26 figuras regionales, desde periodistas locales y comunicadores indígenas guaraníes hasta el personal de las ONG y funcionarios del Gobierno local. La perspectiva obtenida a partir de las entrevistas dio una mirada local fundamental sobre los problemas que afronta la región desde puntos de vista diversos y creó una imagen mucho más amplia de la problemática y de cómo la enfrentan quienes viven y trabajan en la zona.

Entre las opiniones e ideas expresadas en las entrevistas, predominaban las siguientes narrativas:

  • Las autoridades hacen la vista gorda ante los asentamientos ilegales en áreas protegidas.
  • El acceso al agua potable debería abordarse como un derecho humano fundamental.
  • El cambio climático trae como consecuencia períodos de sequía más frecuentes.
  • La tala y quema no reguladas son la principal causa de los incendios forestales.

Fueron aún más reveladoras las opiniones e ideas que expresaron sobre las narrativas ausentes —o aparentemente ausentes— en los medios sobre el cambio climático en el Chaco boliviano. Estas son algunas de las narrativas ausentes:

  • Deberíamos prestar más atención a las activistas ambientales y colectivos de mujeres cuando buscamos soluciones al cambio climático.
  • El cambio climático está generando éxodos masivos del campo a las ciudades.
  • Las comunidades indígenas tienen un enfoque singular para encontrar un equilibrio entre la preservación y el uso de la tierra para la sobrevivencia.
  • El cambio climático amenaza las plantas medicinales esenciales para la calidad de vida de las comunidades indígenas.
  • Las autoridades apuntan a los pequeños productores para combatir los delitos ambientales pero no a las grandes corporaciones.

Mapa de las fuentes mediáticas

Son también de importante consideración las fuentes por las cuales reciben información las personas que viven trabajan en la región para reducir los efectos del cambio climático. Las fuentes que citan incluyen medios tradicionales, especialmente la televisión, los boletines creados y distribuidos por las ONG, los medios digitales independientes, los grupos de redes sociales, los grupos de mensajería e influyentes locales.

Los medios independientes, como Nómadas, La Región y La Brava, emplean métodos de investigación para destacar los problemas estructurales que contribuyen a la degradación del ambiente. Nómadas publicó un importante informe sobre la construcción de un puente clandestino cerca de un área protegida que llevó a la deforestación de 3000 hectáreas. Los boletines informativos, como El Chajá de la organización Nativa, se difunden por correo electrónico y en aplicaciones de mensajería.

Radio Santa Cruz, con sede en la mayor ciudad del país, también produce un podcast sobre temas conservacionistas y difunde anuncios de los servicios públicos en las lenguas indígenas de la región. Las comunidades originarias —como la guaraní, los ayoreos y chiquitanos— abarcan el 8 % de toda la región plurinacional del Gran Chaco y usan cada vez más la radio comunitaria y las redes sociales para dar a conocer su trabajo. Dos ejemplos son la radio Ñande ñee y el podcast Paso a Paso con la Autonomía Charagua Iyambae, producidos por la comunidad autónoma indígena de Charagua Iyambae.

También existe una aplicación de celular de la Plataforma Colaborativa de Comunicación del programa de Defensoras Ambientales que brinda un espacio para el intercambio de información y recursos, y un medio para enviar alertas sobre infracciones medioambientales.

Otros, como Leonardo Tamburini, director ejecutivo de la organización ORE, difunden enlaces y comentarios sobre asuntos de interés para la región, como el puente clandestino antes mencionado, sobre los que la gente, a su vez, comenta y también publica y amplifica a través de sus amistades y seguidores. Este video producido por la ORE arroja luz sobre los efectos de los incendios forestales sobre los integrantes de la comunidad indígena Ayoreo, quienes se aislaron voluntariamente en la zona.

No siempre fue posible encontrar datos sobre la propiedad de muchos de los medios, lo que podría dar indicios de posibles sesgos, conflictos de interés u otras motivaciones para difundir u omitir opiniones e ideas. En el marco de los hallazgos de Rising Voices sobre las fuentes mediáticas de la región, nos encontramos con que, generalmente, los medios financiados por las ONG o los Gobiernos locales tienden a ser más transparentes, por lo que ofrecen a las audiencias una mayor comprensión contextual.

Oportunidades para participar en la estructuración de narrativas

En muchas oportunidades, se ha buscado involucrar en la creación de medios a las comunidades históricamente excluidas, actividad que se ha materializado en la conectividad y en la capacitación, así como en potenciar la labor de las comunidades. Aquellas que producen sus propios medios y juegan un papel más importante en la vida cívica pueden jugar un papel aún mayor en la diversificación de la cobertura de los medios locales.

«Soy chaqueño, soy río, soy bosque. Preservar mi tierra es mi deber. ¡Basta de desmonte!». Mural en Villamontes, Bolivia. Foto de Knorke Leaf, usada con autorización.

Mejorar la conectividad es, precisamente, una de las metas del proyecto plurinacional Nanum: Mujeres Conectadas, que busca proveer acceso a internet para facilitar que las mujeres rurales tengan un rol activo en la búsqueda de soluciones para los efectos del cambio climático.

En Charagua Iyambae, la escuela de periodismo indígena administrada por la organización ORE y la Fundación Arakuaarenda, se brinda capacitación en medios para la juventud indígena y afroboliviana de la región. En una entrevista con Charagua Radio Santa Cruz, la escolar Briza Abapori, dijo:

En nuestras comunidades hay mucha información que tiene que ser difundida; muchos comunarios no saben qué es lo que ocurre en el territorio. También la comunicación es importante en esta etapa de cambio a Autonomía.

También el medio Muy Waso brinda capacitación en periodismo ciudadano en alianza con la Fundación Nativa y Mujeres Nanum. Existen otras actividades, como los proyectos de murales participativos en los pueblos de Charagua, Villamontes y Puerto Quijarro, organizados por la artista Knorke Leaf, que también llevan a cabo acciones para introducir las narrativas fuera de línea.

Estas actividades capacitan a más personas para consumir información de manera crítica, y también para desafiar activamente las ideas o la información incorrecta o incompleta, para así ofrecer una imagen más holística sobre las graves consecuencias del cambio climático sobre estas comunidades.

Nota: Este proyecto de Rising Voices cuenta con el apoyo de la Fundación AVINA dentro del proyecto Voices for Just Climate Action.

Fabiola Gutiérrez e Isapi Rua contribuyeron en la investigación y los análisis para este artículo.

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