Familias se esfuerzan por ayudar a azerbaiyanos en ciudad ucraniana asediada

Captura de pantalla del video del informe de France 24 desde Mariupol.

Este artículo se publicó orignalmente en Chaikhana Media. Reproducimos una versión editada en virtud de un acuerdo de asociación de contenidos.

La última vez que Lala Amiraslanova vio a su familia en Ucrania fue el 23 de febrero de 2022, un día antes de la invasión rusa.

Ese día, Lala, su madre y su hermano menor regresaron a Bakú (Azerbaiyán). Su padre y su hermano mayor se quedaron en Mariúpol, ciudad de aproximadamente medio millón de habitantes en el sureste de Ucrania.

Durante los días siguientes al inicio de la guerra, Lala no pudo contactar con su hermano ni con su padre.

«La situación es realmente mala ahí. Solo pueden recibir llamadas en una parte de la ciudad», y añadió que su hermano Kamil Amiraslanov, de 30 años, dijo que se han quedado en un refugio y se están quedando sin comida.

«Dice que cuando sale, enfrenta una escena horrible: hay cadáveres en la calle, sangre, y por todas partes hay ruinas. Nuestros dos autos quedaron destruidos, y no saben si nuestra casa sigue en pie».

Mariupol está sitiada desde el 3 de marzo, y las fuerzas rusas llevan varios días bombardeando la ciudad. Los intentos de evacuación fueron en gran medida infructuosos, hasta el 14 de marzo, cuando más de 160 autos particulares abandonaron finalmente la ciudad.

Fue la primera evacuación con éxito desde que la ciudad fue cercada por las tropas rusas, según las autoridades locales.

Human Rights Watch informó recientemente que los civiles de la ciudad han quedado atrapados en una «pesadilla reseca y gélida» sin electricidad y «viviendo bajo la amenaza constante de los bombardeos rusos».

«Mi hermano sale a buscar comida, pero es difícil. Los niños se mueren de hambre», dijo Lala.

Sabir Safarov, de 31 años, está en Bakú y busca a su hermana y su familia, que viven en Mariúpol. La última vez que tuvo noticias de ellos fue el 2 de marzo, cuando le dijeron que iban a un refugio y que posiblemente no estaban en contacto. En los últimos días, Sabir ha intentado contactar con sus cuñadas, pero no lo ha logrado.

Sabir dijo que él y sus familiares han intentado obtener ayuda del Ministerio de Asuntos Exteriores y otros organismos estatales, pero la única respuesta fue que el Ministerio no tiene ninguna información porque «hay un bombardeo en la ciudad, la gente no sale y está en los refugios».

«Pregunté por lo ocurrido con el corredor. Me han dicho que lo están esperando y que solo la parte rusa y la ucraniana pueden confirmarlo», dijo. «Cuando pregunté por el número de azerbaiyanos en Mariúpol, no dijeron nada ni hicieron una lista».

No se sabe cuántos ciudadanos azerbaiyanos viven en la ciudad, y hay poca información del Gobierno azerbaiyano sobre los esfuerzos para ayudarlos. El Ministerio de Asuntos Exteriores informó que más de 7500 ciudadanos azerbaiyanos han sido evacuados del país hasta el momento y se envió una delegación para reunirse con los ciudadanos azerbaiyanos que huyeron a Moldavia.

El abogado de derechos humanos Emin Abbasov sostiene que el Gobierno azerbaiyano tiene la obligación de proteger los derechos e intereses de los ciudadanos azerbaiyanos que viven en el extranjero.

«Hay que tener en cuenta que Azerbaiyán tiene numerosos acuerdos bilaterales y relaciones diplomáticas con las dos partes del conflicto. Azerbaiyán también es parte de una serie de acuerdos multilaterales con las partes del conflicto», dijo Abbasov, y señaló que los acuerdos dan a Azerbaiyán el derecho a exigir que las partes del conflicto evacuen a sus civiles.

Sin embargo, una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores declaró a Chai Khana que no tenía ninguna información sobre las evacuaciones de Mariúpol.

Abandonados a su suerte, los azerbaiyanos con seres queridos en Mariúpol han creado un grupo de WhatsApp llamado «Mariúpol-Odesa» y están publicando información sobre sus familiares desaparecidos y pidiendo consejo.

«Por favor, cuando alguien hable con sus familiares, pídales que hagan una lista de azerbaiyanos que tengan al lado. O si esa persona ve a otra en la cola de la comida o en la calle. Entonces, pásense esta información por aquí», dice un mensaje.

Mirkhalid Akhmadov, de 23 años, vive en Bakú y usa el grupo de WhatsApp para buscar a su tío y a sus primos. La última vez que hablaron fue el 1 de marzo, cuando se escondían en un sótano de las bombas.

También está ayudando a otras personas a encontrar a sus familiares con publicaciones de sus datos en el grupo de WhatsApp.

Mirkhalid dijo que su tío y sus familiares llevan 20 años viviendo en Mariúpol. «No pensamos que llegaríamos a esto. Ahora nadie puede contactarse con nadie en Mariúpol, nadie puede saber nada», dijo.



Para más información sobre este tema, consulta nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania.

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