¿Qué dice la candidatura de la jamaicana Kamina Johnson Smith a la secretaría general de la Commonwealth sobre la solidaridad política caribeña?

De izquierda a derecha: Foto de la actual secretaria general de la Commonwealth, Patricia Scotland, por la UNCTAD en Flickr (CC BY-SA 2.0). Foto de la candidata de Jamaica al puesto, Kamina Johnson Smith, por G20 Argentina en Flickr (CC BY 2.0).

El 21 de abril, en la Alta Comisión de Jamaica en Londres, Kamina Johnson Smith, ministra de Asuntos Exteriores y Comercio de Jamaica, presentó formalmente su candidatura al puesto de secretaria general de la Commonwealth.

La actual titular de este cargo, la abogada y política Patricia Scotland, dominiquesa criada en el Reino Unido, dirige la Secretaría de la Commonwealth, la organización que sirve a la Mancomunidad de Naciones, grupo de 54 miembros de excolonias británicas.

Sin embargo, el anuncio de la candidatura de Johnson Smith no ha estado libre de polémica, empezando por el hecho de que parecía surgir de la nada. Alrededor de un mes antes del anuncio de Johnson Smith, los miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM) se habían reunido y acordado respaldar a su titular para un segundo mandato.

Esto estaba de acuerdo con la declaración del primer ministro de Antigua y entonces presidente de la CARICOM, Gaston Browne, del 14 de septiembre de 2021, en la que afirmaba que la Commonwealth se había «aferrado a la tradición de al menos dos mandatos para un secretario general y al principio de rotación entre regiones». En ese momento, las propias regiones de África, Asia y el Pacífico de la Commonwealth habían presentado candidatos para competir con Scotland, que se ha visto envuelta en acusaciones de incorrección en transparencia y gasto de fondos públicos, a las que dio una respuesta oficial a través de la secretaría.

La ministra de Energía de Kenia, Monica Juma, había anunciado su candidatura en agosto de 2021, pero luego la retiró, pero el solo hecho de que hubiera aspirantes no gustó al primer ministro de Antigua, que sostuvo que «esto va contra el principio de rotación, que haría que África asumiera el cargo de secretario general en 2024, cuando normalmente terminaría el mandato del Caribe, seguido por el Pacífico». Sin embargo, este concepto de «turnos» no está consagrado en las normas de la Commonwealth.

Luego, Browne calificó la candidatura de Johnson Smith a la secretaría general de la Commonwealth como un «error monumental» por parte de Jamaica.

Apenas un mes antes, durante una visita real al Caribe como parte de las celebraciones por los 70 años de reinado de la reina Isabel II, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, expresó al príncipe Guillermo la intención de su país de considerar la posibilidad de convertirse en una república, siguiendo los pasos de Barbados, que se convirtió en república el 30 de noviembre de 2021. La presentación de Johnson Smith parece un poco irónica. Sin embargo, el primer ministro Andrew Holness ha sostenido que no hay ninguna relación entre la candidatura de Johnson Smith y el impulso de Jamaica para convertirse en república independiente.

Aunque el resultado final de la candidatura al puesto de secretario general se decidirá durante la próxima reunión de jefes de Gobierno de la Commonwealth (CHOGM) en Kigali (Ruanda), que tendrá lugar del 20 al 25 de junio, la batalla entre Johnson Smith y Scotland ha sido fuente de muchos debates en el Caribe, especialmente en torno a la cuestión de un bloque dividido de la CARICOM.

Ya el 13 de abril, el periodista regional Wesley Gibbings escribió una columna sobre el «desastre de múltiples capas», que, según observó, contenía «capas procesales, políticas y perceptivas (cognitivas)». Llamó la atención sobre el «lenguaje» de un comunicado del 3 de marzo sobre los procedimientos de la reunión intersesional en Belice, Gibbings y escribió:

There is an enormous difference between the contents of a public communiqué and the official report of proceedings. Some of us who keep tabs on the process have been inclined to press for more disclosure to ensure greater precision in the public framing of issues raised and agreements reached.

Had the latter been the case, it would have been known by everyone that when the subject of the candidacy came up there was neither unanimous agreement nor mention of Jamaica’s active interest in the matter.

Knowing more about what actually happened at the meeting, and what was not reflected in the single-sentence statement on the matter, would have better nuanced use of the word ‘overwhelming’ and not ‘unanimous’ support for Scotland.

Hay una enorme diferencia entre el contenido de un comunicado público y el informe oficial de los procedimientos. Quienes seguimos el proceso nos hemos inclinado por presionar para que se divulgue más, para que haya más precisión en el marco público de las cuestiones planteadas y los acuerdos alcanzados.

De haber sido así, todo el mundo habría sabido que cuando salió la candidatura no hubo acuerdo unánime ni se mencionó el interés activo de Jamaica en el asunto.

Saber más lo que realmente ocurrió en la reunión, y lo que no se reflejó en la declaración de una sola frase sobre el asunto, se habría matizado mejor el uso de la palabra «abrumador» y no «unánime» apoyo a Scotland.

Por su parte, Gibbings recordó a la región la historia de fondo. En 2015, una mayoría de la CARICOM apoyó la candidatura del diplomático de Antigua y Barbuda Ronald Sanders. Pero entonces, Dominica, donde nació Patricia Scotland, la nominó en su lugar, e impulsó su «caribeñidad» como parte de su campaña electoral. Scotland, criada como británica, ha ocupado algunos puestos muy altos en el Reino Unido, y aunque nunca ha negado sus raíces antillanas, tampoco nunca negocio con eso, antes de esta nominación.

Por su parte, Twitter tomó el sentir de la opinión de Gibbings de que «la capa «política» del desastre se ha sumergido en un pantano tóxico de insultos, grandilocuencia patriotera y desconocimiento general del papel del movimiento regional»:

Llevamos décadas hablando de regionalismo. ¡Décadas! Las naciones caribeñas nunca se han unido, solamente por los deportes, y de todos modos…
El sueño del Caricom ha muerto.
No comerciamos de forma justa.
No fomentamos la facilidad para viajar. Tratamos a grupos selectos con desprecio.
Admítelo y sigue adelante.

Gibbings consideró que, dado que los líderes caribeños resuelven la mayoría de los asuntos «por consenso y con relativamente poco alboroto», en la CARICOM, como cualquier agrupación geopolítica, hay «mucho que necesitan ser arreglado», pero ésto no equivale a una «decadencia terminal».

Sin embargo, un editorial de The Jamaica Gleaner, considerado en gran medida como el diario de referencia del país, consideró que el momento del anuncio de la candidatura de Johnson Smith era «desordenado», y afirmaba que podía «enturbiar la [reciente] visita del presidente de Ruanda, Paul Kagame, a la isla», y empañar «las perspectivas de Johnson Smith de ocupar el puesto, en caso de ser elegida». Kagame presidirá la próxima reunión en Kigali en la que se elegirá el secretario general.

El editorial también se ocupó por la posible interpretación «de que Kingston está operando de pretexto para otros», y la percepción de «la postura de la política exterior de Jamaica, como cuando apoyó las iniciativas de la administración de Trump para sacar a Venezuela de la Organización de Estados Americanos y se detuvo justo antes de reconocer a Juan Guaidó como presidente de Venezuela en lugar de Nicolás Maduro». La CARICOM ha defendido efectivamente la legitimidad de Maduro.

Y así, Jamaica vuelve a estar en la perrera regional, acusada de tener una opinión contraria. Es más, la fiscal general de Jamaica, Marlene Malahoo Forte, ha dicho en el contexto de la candidatura de Johnson Smith a la Secretaría General de la Commonwealth, que los jamaicanos deberían poner al país por encima de las preocupaciones regionales. Aunque Gaston Browne, de Antigua, ha admitido que en la región no hay unanimidad en su apoyo a Escocia, sugirió que a Jamaica la estaban «alentando otros países que buscan dividirnos para crear una vía para que surja un candidato de consenso no perteneciente a la CARICOM».

Este tuit, del abogado jamaicano Kenyatta Powell, parecía coincidir:

La mejor manera de entender lo que está pasando con la nominación de Kamina Johnson es observar que el Partido Laborista de Jamaica es escéptico de CARICOM y la Commonwealth blanca está usando esto para tratar de deshacerse de la baronesa Scotland, a quien les desagrada intensamente por, pues, razones.

Se está sugiriendo, en gran parte por una carta filtrada en junio de 2020 del primer ministro británico y actual presidente de la Commonwealth, Boris Johnson, en la que se afirmaba que un número «significativo y diverso» de jefes de Gobierno eran contrarios a renovar el mandato de Scotland, que el Reino Unido es uno de esos «otros países» que intentan desviar el apoyo hacia ella, aparentemente por la óptica que rodea a las acusaciones en su contra, ninguna de las cuales ha sido probada todavía y todas las cuales ella ha negado.

Scotland está bien conectada, tiene experiencia y ha triunfado antes sobre otros rivales; Johnson Smith, a pesar de su impresionante currículum, sus esfuerzos de presión y la fe de la gente en su capacidad, es una relativa recién llegada a este terreno. El 25 de junio, la decisión estará tomada, aunque sus posibles efectos sobre la unidad del Caribe están por verse.

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