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Asia Central teme aumento de militancia en Afganistán mientras Moscú invade Ucrania

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Afganistán, Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Libia, Rusia, Siria, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania, Uzbekistán, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Migración e inmigración, Mujer y género, Política, Refugiados, Religión, La caída de Kabul, dos años después, La gran dispersión de Afganistán, Rusia invade Ucrania

Combatientes talibanes. Captura de pantalla recortada del canal de YouTube de Vice News [1].

El 8 de mayo de 2022, el Gobierno afgano, dirigido por los talibanes, informó que está investigando [2] el ataque con cohetes del Estado Islámico contra Tayikistán desde la provincia afgana de Takhar, ya que el Estado Islámico admitió [3] haber disparado ocho cohetes el 7 de mayo hacia «objetivos militares no especificados en Tayikistán». Como reacción, los funcionarios tayikos mencionaron con cautela las balas disparadas accidentalmente [4] durante un combate entre fuerzas talibanes y militantes del Estado Islámico en el lado afgano de la frontera, pero mantuvieron la disponibilidad operativa de sus tropas fronterizas. Con el aumento de la tensión en la región, se podría concluir que la luna de miel de los talibanes ha terminado definitivamente, en lo que respecta a sus vecinos de Asia Central.

Según algunas percepciones [5], los talibanes podrían considerar que Rusia está atrapada en la guerra con Ucrania, por lo que es el momento ideal para presionar a los Estados centroasiáticos para que hagan concesiones políticas. Tayikistán, país que ha desatinado abiertamente al nuevo gobierno talibán, podría ser un importante objetivo. Desde el inicio de la toma de posesión de los talibanes en agosto de 2021, el Gobierno tayiko, respaldado por presencia militar rusa, se negó a comunicarse con los talibanes [6]. Dusambé no reconocería el gobierno talibán, mientras el nuevo gobierno siga excluyendo a los tayikos étnicos, que constituyen la cuarta parte de la población [7] de Afganistán.

Esta presión no se limitó al uso de la fuerza, ya que denuncias de amenazas verbales dirigidas a sus vecinos se convirtieron en algo habitual en la Política afgana. Así, el 6 de mayo de 2022, Gulbuddin Hekmatyar, ex primer ministro y líder del partido pro talibán Hezb-e Islami [8], declaró que Tayikistán prácticamente había declarado la guerra a Afganistán cuando dio refugio a la oposición afgana [5]. Por tanto, en represalia, Afganistán debería dar refugio a la oposición tayika. Pronunció su amenazante discurso en dari, lengua estrechamente relacionada con el tayiko, tras su reunión con Amir Khan Muttaqi, ministro de Asuntos Exteriores en funciones de los talibanes, que describía a Tayikistán como débil, pequeño y frági [9]l (ضعیف، کوچک، شکننده).

No es de extrañar que las amenazas y los ataques dirigidos a Tayikistán se produjeran en medio de los informes de enfrentamientos en la provincia nororiental de Panjshir [10] entre las fuerzas talibanes y el Frente Nacional de Resistencia de Afganistán [11], la alianza antitalibán dominada por la etnia tayika que abrió una oficina de representación en Tayikistán [12] en octubre de 2021. Además, Tayikistán fue el tercer país que acogió refugiados afganos registrados [13] (después de Pakistán e Irán), y es el cuarto destino de afganos recién llegados desde 2021 (después de Pakistán, Irán y Uzbekistán).

Vista del valle de Panjshir, Afganistán. Foto de UN Photo/Homayon Khoram [14] vía Flickr (CC BY-NC-ND 2.0)

Antes, el 18 de abril de 2022, la Provincia de Jorasán del Estado Islámico (ISKP) [15], filial del Estado Islámico activa principalmente en Afganistán y Pakistán, afirmó que había lanzado un cohete de asalto contra una base militar en Uzbekistán [16], cerca de la ciudad de Termez, pero los funcionarios uzbekos desmintieron inmediatamente las afirmaciones [17] de manera similar a la de Tayikistán.

Ya en enero de 2022, el ministro de Defensa de los talibanes, Mohammad Yaqoob, hijo del mulá Omar, fundador del Taibán, instó a Tayikistán y a Uzbekistán a devolver a Afganistán los aviones militares que llevaron los pilotos de la Fuerza Aérea afgana entrenados por Estados Unidos, que huyeron a Asia Central [18] junto con el retiro de las tropas estadounidenses en agosto de 2021, y les pidió que no pusieran a prueba su paciencia [19] y que no los obligaran a tomar «todas las represalias posibles». En este sentido, el 10 de enero de 2022, en la conferencia de la alianza militar liderada por Rusia, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) [20], el presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, advirtió a sus colegas jefes de Estado sobre los más de 40 campos de entrenamiento para terroristas [21] del noroeste de Afganistán, que albergan a más de 6000 militantes, y añadió que algunos en Asia Central opinan igual.

Improbable acercamiento de Rusia al Talibán

Es más, desde que colapsó el Gobierno afgano tras el retiro de las tropas estadounidenses y aliadas y la rápida toma del poder por parte de los talibanes, los tres estados centroasiáticos que limitan con Afganistán –Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán– se propusieron defender sus fronteras mediante el refuerzo de la seguridad y la diplomacia, y se apoyaron principalmente en las iniciativas rusas. En ese marco, durante la consulta celebrada en Moscú el 8 de julio de 2021, Rusia pareció incluso conseguir que los talibanes se comprometieran a no violar las fronteras de los Estados centroasiáticos [22]. Sin embargo, hay que señalar que en esa misma reunión, los talibanes aseguraron estar dispuestos a respetar los derechos humanos, incluidos los de las mujeres, pero con el tiempo siguieron endureciendo las políticas hacia las mujeres, las obligaron a cubrirse la cara [23], restringieron el trabajo y la educación. Después, los diplomáticos afganos que representaban al gobierno talibán recibieron una acreditación [24] en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, mientras que la embajada afgana en Moscú fue entregada a los talibanes [25].

Mujeres en las urnas electorales en Kabul, Afganistán, 20 de agosto de 2009. Foto de UN Photo/Eric Kanalstein [26] vía Flickr (CC BY-NC-ND 2.0 [27]).

En cuanto al refuerzo de la seguridad en la región tras la toma del poder de los talibanes, Rusia, que tiene una gran base militar en Tayikistán y participa en el equipamiento y entrenamiento de las tropas fronterizas tayikas desde hace décadas, no vio inicialmente la necesidad de involucrar a las fuerzas de la OTSC en proteger la frontera con Afganistán [28], y destaca en cambio la necesidad de equipamiento militar y asistencia técnica. Sin embargo, en agosto de 2021, Rusia hizo un ejercicio militar conjunto con las tropas tayikas y uzbekas [29] en el campo de entrenamiento de Kharbmaidon, en Tayikistán, cerca de la frontera afgana, y modernizó [30] el equipamiento militar de su base. Luego, en octubre de 2021, la OTSC llevó a cabo ejercicios militares [31] en Tayikistán, con la participación de tropas de Armenia, Belarús, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán.

Consecuencias de la invasión rusa de Ucrania

Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania [32] y su brutal conducción de la guerra, que a menudo se compara con el fracaso soviético en Afganistán [33], hizo que hasta los talibanes los instaran a «desistir de tomar posiciones que pudieran intensificar la violencia [34]«, y desplazar el equilibrio estratégico de poder en la región lejos de Rusia.

No solo liberaría a los talibanes de ser el agresor más prominente del mundo y distraería la atención de Occidente de Afganistán, también podría llegar a desvincular a los talibanes de sus acuerdos de seguridad con Rusia [35], que ahora «no tiene dinero ni fuerza militar de sobra» por las sanciones y al fracaso militar, y por tanto no puede desempeñar un papel vital en la búsqueda de reconocimiento internacional de los talibanes.

Desde el punto de vista militar, los planes de Rusia de rearmar sus bases militares en Kirguistán y Tayikistán [36] para finales de 2022, así como el ambicioso programa de asociación estratégica 2022-2024 de Rusia con Kazajstán [37], parecen ahora imprecisos, ya que algunas semanas después de la guerra de Ucrania, Rusia supuestamente pidió ayuda militar y económica a China [38]. Ucrania afirmó que Rusia podría retirar algunas tropas de su base en Armenia [39], mientras que el retiro de tropas y mercenarios de Siria [40] y Libia [41] para reforzar su campaña ucraniana, abrió la puerta a oportunidades estratégicas para pequeñas y grandes potencias en la región.

Tanque ruso destruido en Ucrania. Captura de pantalla del canal de YouTube de BBC News [42]-

En medio de estos acontecimientos, los Estados de Asia Central, cuyas economías empezaron a sufrir [43] incluso antes de la guerra ruso-ucraniana, se ven ahora amenazados por el aumento de la violencia y la inestabilidad dentro de Afganistán [44], que activó a grupos militares, incluido el ISKP, que llevó a cabo ataques en Tayikistán y Uzbekistán. Algunos de estos grupos reclutan a personas de etnia tayika y uzbeka [45] y llevan a cabo campañas mediáticas y de propaganda en lenguas centroasiáticas, proclaman la «gran yihad a Asia Central [46]«. Además, algunos incluso los consideran atentados talibanes ejecutados a través de la filial local del IS [5], ya que esta última ha establecido vínculos con la red Haqqani [47], la rama de los talibanes.

Por el momento, mientras los fracasos militares de Rusia en Ucrania y su aislamiento económico y político han dejado a los Estados de Asia Central solos con sus temores ante el aumento de la militancia islámica en Afganistán, las noticias sobre el intercambio de fuego de horas entre las fuerzas talibanes y las tropas fronterizas tayikas [48] del 15 de mayo de 2022 empezaron a romper el silencio que duró apenas una semana. Por otra parte, el presidente ruso Vladimir Putin parece expropiar la cumbre de la OTSC que comenzó en Moscú el 16 de mayo de 2022, para expresar sus quejas sobre el «furor del neonazismo en Ucrania [49]«, alentado por Occidente, y amenazar a Finlandia y Suecia por sus intenciones de ingresar en la OTAN [50], en lugar de ocuparse realmente de la amenaza afgana.