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Bosnia Herzegovina desde el extranjero: Imprecisa percepción de hogar y patria

Categorías: Europa Central y del Este, Bosnia y Herzegovina, Economía y negocios, Etnicidad y raza, Medios ciudadanos, Migración e inmigración, Relaciones internacionales
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Foto [2] de Sébastien Goldberg, publicada bajo licencia Unsplash [3].

Este artículo de Léa Périllat fue publicado originalmente en Balkan Diskurs [4], proyecto de Post-Conflict Research Center [5] (PCRC). Global Voices ha vuelto a publicar una versión editada en virtud de un acuerdo para compartir contenidos.

Las autoridades de Bosnia y Herzegovina deberían centrarse en los jóvenes y las familias que abandonan el país. La gran cantidad de ciudadanos en el extranjero puede ser también una de las posibles fuentes de desarrollo económico del país de origen. Trasladarse al extranjero, como dicen, no borra los recuerdos ni los lazos con la patria, sino que crea una percepción cambiante de lo que es el hogar.

Uno de los principales sentimientos que comparten casi todos los bosnios que viven en el extranjero cuando visitan su país son sentimientos encontrados. Las primeras impresiones suelen ser positivas: algunos se sienten como en casa; la mayoría están encantados de reunirse con sus seres queridos, y son felices de ver el entorno familiar en el que vivían. Además, los bosnios en el extranjero suelen visitar en sus vacaciones, momentos agradables «sin preocupaciones». Poco después, la realidad se impone y «estropea la imagen idealizada y el sentir que tienen».

Balkan Diskurs hizo una encuesta y recibió respuestas de 88 bosnios en el extranjero , más de la mitad de los cuales viven en Francia, Gran Bretaña, Alemania, Países Bajos o Noruega. Afirman estar decepcionados porque nada ha mejorado o cambiado en su patria, Bosnia Herzegovina.

La mayoría coinciden en que los problemas de 2921 son también los de 2922 y que serán los mismos cuando vuelvan a Bosnia Herzegovina. Según la mayoría, la impresión que prevalece es que el país está congelado en el tiempo y que, aunque el Acuerdo de Dayton puso fin a la guerra, nada ha cambiado desde entonces.

Los políticos son en gran parte culpables de que la situación no haya cambiado y haya impedido que el país avance por una senda democrática, económica y social estable.

Una bosnia de 49 años que vive en Países Bajos describió la situación de Bosnia Herzegovina con las siguientes palabras:

Disappointment and hopelessness for a better tomorrow have been present for many years … With such nationalist-oriented leadership, we have no progress! The feeling that even after 30 years, nothing is getting better, what’s more, the political situation is getting worse and worse …. It creates anger, repulsion, sadness in me.

La decepción y la desesperanza por un mañana mejor existen desde hace muchos años… ¡Con un liderazgo tan orientado al nacionalismo, no tenemos ningún progreso! La sensación de que, incluso después de 30 años, nada mejora, es más, la situación política es cada vez peor …. Me crea rabia, repulsión y tristeza.

Una bosnia de Suecia tiene una opinión similar, admite con tristeza que «no hay nada nuevo desde la década de 1990, el mismo tema, la misma política».

Condiciones para regresar a casa

Durante la guerra de Bosnia [6], que duró de 1992 a 1995, 2,2 millones de personas abandonaron Bosnia Herzegovina. Hoy, 30 años después del inicio de la guerra en Bosnia Herzegovina, más del 55 % de los bosnios no viven en su país. Han construido nuevas vidas en otros países, sobre todo en Europa y Estados Unidos. Las razones para permanecer en otros países incluso después del fin de la guerra son, en la mayoría de los casos, mejores condiciones económicas. Además, como algunos han formado familias con personas de esos países, el sistema escolar es más fiable y eficiente para sus hijos. El regreso a Bosnia Herzegovina depende del desarrollo socioeconómico, pero también del progreso político del Estado.

La mayoría de los encuestados admiten que no quieren volver debido a la situación económica de Bosnia Herzegovina, que dicen que es «terrible y muy inestable». Condenan la corrupción, que consideran omnipresente y que frena el desarrollo del país en la dirección correcta.

Los bosnios del extranjero admite que no les resulta fácil determinar dónde está su hogar porque el tiempo afecta a su percepción. Los hogares del pasado no son necesariamente los mismos que los del presente o los imaginados para el futuro. En este sentido, se sienten desgarrados entre la «patria perdida» y el «territorio de acogida» en el que nunca pueden arraigar del todo.

Esta ambigua sensación de «pertenencia» es especialmente difícil de manejar. Los entrevistados admiten que se sienten como «yugonostálgicos [7]«, lo que significa que añoran el antiguo clima político, cultural y económico. A este respecto, explicaron que desean que la sociedad de Bosnia Herzegovina se convierta en un lugar y unas pautas de interacción que se basen en la coexistencia étnica pacífica, la curiosidad y el respeto multicultural, y la solidaridad sobre la base de dimensiones de la vida cívica que sean comunes a todos, independientemente de la pertenencia étnica concreta.

“Obstrucción de la creación de un Estado armonioso”

Además, algunos reconocen que ya no se sienten legítimos en su país natal porque se fueron. Explican que los bosnios a veces están resentidos por cómo perciben el país y lo que piensan de la situación actual en Bosnia Herzegovina. En cierto modo, haber abandonado (voluntaria o involuntariamente) Bosnia Herzegovina hace unos años los hace sentir que no tienen voz en lo que está ocurriendo en la medida en que son víctimas o testigos indirectos. Sienten que se oponen a sus amigos bosnios que se quedaron en Bosnia Herzegovina y enfrentan la situación a diario.

Los bosnios del extranjero también temen la situación política actual, que en su opinión supone una gran amenaza para la estabilidad del Estado. Muchos critican los abusos de los derechos humanos, la frágil democracia y las figuras políticas inmutables que envenenan todo el sistema. También condenan y temen los duraderos discursos nacionalistas que dividen el país y dificultan la creación de un Estado unido y armonioso.

La actual agresión de Rusia contra Ucrania [8] ha evocado dolorosos recuerdos con el inevitable temor de que los mortíferos sucesos de Ucrania puedan extenderse a Bosnia Herzegovina. Aunque algunos temen que se repita el escenario de 1992, hay quienes consideran impensable un nuevo conflicto y piensan que la actual crisis política podría conducir a una reforma política democrática y pacífica.

Los encuestados del extranjero creen que la sociedad de Bosnia Herzegovina no está preparada para tomar las armas debido a los dolorosos recuerdos de los crímenes del pasado. Como dijo un encuestado de 63 años que vive en Francia: «Creo que ya hemos tenido suficiente muerte, odio y dolor».

La mitad de los miembros encuestados, como el bosnio de 36 años que vive en Suiza, están convencidos de que, en Bosnia Herzegovina, la gente no cree en los discursos nacionalistas y beligerantes de los políticos interesados y que, al final, «la gente no está lo suficientemente loca como para luchar por los objetivos políticos de un gobierno corrupto».