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Colombia, dividida y frente a un cambio rotundo

Categorías: Latinoamérica, Colombia, Elecciones, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, Lucha contra el aumento de la desigualdad en Colombia

Foto de Leon Hernandez/Flickr [1] (CC BY-NC-ND 2.0 [2])

Colombia elegirá a su Presidente y Vicepresidente en elecciones que se celebrarán el domingo 19 de junio y, a diferencia de otros años, existe una polarización sin precedentes, y una posibilidad real que la izquierda popular, que nunca ha llegado al poder, gane. 

Al finalizar los resultados [3] del preconteo de la primera vuelta a la presidencia y vicepresidencia el 29 de mayo, se observó que no se superó el 50% más un voto que daría un ganador. En consecuencia pasarán a la segunda vuelta Gustavo Petro y Francia Márquez con el 40.32% de los votos y el «outsider» Rodolfo Hernández y Marelen Castillo, con 28.15%. Según analistas [4]del medio independiente la Silla Vacía, el establecimiento político — representado por el uribismo, un movimiento [5]político populista y neoliberal del expresidente Álvaro Uribe Vélez [6] —  fue el más grande perdedor en estos comicios, dejando el campo libre a «una batalla entre dos populismos.»

Los candidatos del Pacto Histórico son Gustavo Petro, un antiguo miembro de la desmovilizada guerrilla urbana Movimiento 19 de abril [7] (M19), senador y exalcalde de Bogotá, y se destaca su fórmula vicepresidencial, Francia Márquez [8], una activista ambiental y abogada afrodescendiente, que además fue empleada del servicio doméstico. Por primera vez en la historia de Colombia, una coalición izquierdista popular puede llegar al poder y reconfigurar las alianzas geopolíticas [9] de la región. 

«Colombia nunca estuvo dirigido por revolucionarios como México o Bolivia, o por movimientos populares como el peronismo en Argentina, o por un socialista como Salvador Allende en Chile,» destaca la BBC [10]. «Los políticos reformistas de izquierda que estuvieron cerca de llegar al poder fueron asesinados

Del equipo Ligas Gobernantes Anticorrupción, el candidato multimillonario Rodolfo Hernández, imputado [11] por corrupción, pero centrando su campaña [12] contra la corrupción y los políticos tradicionales. Además, ha generado polémica no solo porque varios uribistas le han confirmado su apoyo, a pesar de que él dice ser independiente [13], sino también porque muchos lo asimilan [14] como un espejo del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Su candidata a vicepresidenta Marelen Castillo [15] también es Afro-Colombiana, lo que significa que el país tendrá su primer vicepresidenta Afro-Colombiana posesionada el 7 de agosto, independientemente de quien gane en la segunda vuelta.

Según el medio El Espectador [16], lo que ha ocurrido en Colombia «responde a un fenómeno político que ha sacudido a varias naciones del continente,» con populismos de derecha como el de Donald Trump de Estados Unidos, Jair Bolsonaro de Brasil, Nayib Bukele de El Salvador, o incluso de izquierda como Pedro Castillo del Perú.

En estas elecciones se ha generado desconfianza porque la Comisión Nacional Electoral no pudo contratar [17] a una auditoría internacional, por lo tanto éstas se realizaron con las tradicionales auditorías de software a nivel nacional. Esto ha generado ansiedad en la población sobre posibles fraudes electorales de varios partidos.

¿Por qué el país está dividido?

Para muchos [18], la polarización política extrema empezó en 1948 cuando el político progresista Jorge Eliecer Gaitán [19] fue asesinado [20] y luego se formaron los bandos de guerrilla y contraguerrilla que propiciaron la violencia que aún no cesa sobre todo en áreas rurales, con una trayectoria de transformaciones de narcoparamilitarismo y narcoguerrilla. Recientemente, por ejemplo, el grupo paramilitar el Clan del Golfo [21] propició un paro armado [22] que afectó a 178 municipios de zonas rurales [23] de Colombia, como una retaliación a la extradición de su máximo líder, Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, a Estados Unidos.

Entonces, la polarización procede de la guerra civil en Colombia, que ha dejado cientos de miles de muertos y millones de desplazados, y sigue vigente. Muchos cuestionan [24] el seguimiento que el actual presidente Iván Duque [25] le ha dado al proceso de paz [26] entre el gobierno y las FARC-EP, firmado en 2016. En una encuesta de febrero 2022, un 73% de la población desaprobaba [27] su gobierno. La mayoría esta insatisfecha en temas clave [28] como la corrupción, la seguridad ciudadana, la economía, el empleo, la salud, el medioambiente y la educación. El 4 de junio 2022, Duque fue condenado [29] a un arresto domiciliar por incumplir una decisión judicial para la protección de una reserva natural.

Por un lado, las fuerzas de la derecha, aprovechándose el malestar general que generaron las guerrillas, han manejado información en contra de las ideas de izquierda y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), especialmente en los medios [30] tradicionales, con intensificación [31] desde el gobierno de Uribe desde 2002. Ahora gran parte de la población le teme a un gobierno de izquierda porque le han infundado que, de ganar Gustavo Petro, Colombia «se convertiría [32] en Cuba o Venezuela». Temen que Petro sea un populista que pueda llevar a Colombia a la bancarrota económica o volverse autoritario. Más del 90% de la población colombiana desaprueba [27] el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Por otro lado, otro sector dice haber despertado [33] al conocer la verdad de los «falsos positivos [34]» — el asesinato de miles de ciudadanos principalmente por parte de miembros del ejército colombiano para hacerlos pasar como un logro en el combate contra la guerrilla y el narcotráfico — pero también a raíz del paro nacional ocurrido en 2021 ocasionado por el anuncio de una reforma tributaria. Durante el paro resultaron asesinados [35] 80 jóvenes y muchos lesionados; organismos responsabilizan [36] a las fuerzas estatales por el uso arbitrario y desproporcionado de la fuerza. También se protestó por las masacres y asesinatos de tantos líderes sociales (cuyas muertes aún no cesan), la corrupción, la inflación y se demandó la defensa de la dignidad, la vida, la igualdad social y los derechos humanos. Hubo un rechazo al gobierno de Duque de parte de los manifestantes quienes consideran que hizo que los poderes de control estén a su servicio [37].

El 19 de junio una Colombia dividida votará por su futuro. Gane quien gane, la ciudadanía colombiana quiere cambio.