Escena musical africana se recupera tras devastadora pandemia

Miembros de la banda de King Bell y Soukous Ba Congo bailan en el Festival de Música y Cultura Africana 2014. Imagen de Chris Phutully, 20 de diciembre de 2014 (CC BY 2.0).

Los músicos africanos están agitando las aguas dentro y fiera del continente. El rubro de la música se está convirtiendo en generador de ingresos para muchos países.

Solamente en 2018, las industrias creativa en Nigeria, el mayor mercado de arte de África, recaudó más de 7000 millones de dólares a los ingresos totales económicos del país. Se espera que en los años por venir, según Aubrey Hruby, destacada integrante del Centro de África en el Consejo del Atlántico, con sede en Washington. El rubro musical de Nigeria tendría un valor de cerca de 73 millones de dólares.

Esto ha aumentado significativamente la fama de los músicos africanos y les ha permitido lograr acuerdos con músicos occidentales y disqueras. Sin embargo, las complicadas realidades del consumo y distribución de música dentro de África es una camino tortuoso para muchos artistas. Esta situación aumentó con la interrupción global causada por la pandemia de COVID-19.

Este artículo es parte de una serie que explora cómo se consume la música en África.

Conciertos, radio y festivales

Antes de la pandemia, los músicos africanos encontraban éxito y fama a través de actuaciones en vivo, seguidas de anuncios en la radio y festivales musicales.

Las actuaciones en vivo ofrecían una emoción especial para los amantes de la música, y también fueron por mucho tiempo las únicas vías para vender música directamente a su público. Eran los años de los CD y los  discos de vinilo.

Por el alto nivel de la piratería local, la mayoría de los músicos en el continente no tenía opción de tener un ingreso decente. Según un estudio del académico de humanidades Sunday Nnamani, Nigeria tiene el mayor mercado que afecta los derechos intelectuales creativos en el continente. Dentro de este mercado, “cerca del 80 % de CD de música internacional y el 40 % de los CD de música local se copian, falsifican y se venden ilegalmente”, reveló es estudio de Nnamani. Esta crisis de la piratería en Nigeria, la mayor mercado musical de África desde la década de 1980, se ha visto exacerbado por “contrabandistas y blogueros» que distribuyen música a través de  canales ilegítimos, afirma Tom Simmert, antropólogo de medios en la Universidad Johannes Gutenberg Mainz de de Alemania. Estos factores bloquean las ganancias para músicos y disqueras.

Los músicos también han recurrido a la radio para promocionar sus temas. La razón es obvia, la radio sigue siendo la medio masivo más dominante en África. Tiene la «mayor audiencia y el mayor alcance geográfico”, más que la televisión, medios impresos e internet, afirma Mary Mayers, profesora de comunicaciones del Reino Unido.

La radio también fue adoptada por el movimiento de liberación de Sudáfrica para contrarrestar la propaganda estatal del apartheid. Esto lo logró con la trasmisión de música política y canciones de libertad que sirvió como medio de movilización para los luchadores de derechos.

Desde 2019, ha habido presión para mayor contenido local por las ondas del continente, cuando las estaciones de radio no tocaban suficiente música africana. En Sudáfrica, el regulador de transmisiones del país aplicó una “cuota de 90 % para música local». A esto le siguió un similar “80 % de la campaña GH Music On Our Airwaves” en Ghana, según un informe de Geo Poll.

Los festivales musicales también fueron un medio clave para los artistas africanos. El continente alberga diversos festivales musicales cada año. El festival musical Lago de Estrellas de Malaui, y Sauti za Busara (Sonidos de Sabiduría) de Zanzíbar-Tanzania . Zimbabue organiza dos festivales, el Festival Internacional de las Artes de Harare (HIFA) y el carnaval Vic Falls. El Festival Internacional de Jazz de Ciudad del Cabo de Sudáfrica y Bushfire de Eswatini, son los festivales de música más prestigiosos de África Subsahariana. Estos festivales impulsan la economía local pues llevan turismo desde una audiencia internacional con alta capacidad de gasto.

Música africana durante y después de la pandemia

La pandemia de COVID-19 paralizó todas las actuaciones en directo, los festivales de música y la cadena de valor musical. Según el Foro Económico Mundial, las restricciones de la pandemia costaron a la industria musical mundial unos 10 000 millones de dólares en patrocinios.

Los músicos nigerianos tuvieron que cancelar abruptamente sus espectáculos y actuaciones, lo que provocó una drástica disminución de sus ingresos. Fue igualmente devastador para el sector de la música en vivo de Sudáfrica. De los músicos de todas las provincias sudafricanas encuestados en un informe, el 41 % se vio obligado a vender sus «instrumentos y equipos para pagar sus facturas; otros viven de préstamos que tendrán que devolver».

Los artistas africanos también se vieron afectados por la cancelación de diversas giras musicales a Europa debido al cierre de fronteras por la pandemia. Esto privó a muchos de una parte importante de ingresos, y de oportunidades de reconocimiento internacional.

Sin embargo, desde que la pandemia amainó, las cosas parecieron volver poco a poco a la normalidad.

Los ingresos mundiales de la música aumentaron un 18,5 %, 25.900 millones de dólares, en 2021, según un informe de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), organización sin fines de lucro que promueve la música grabada en todo el mundo. África Subsahariana, según la IFPI, también registró un crecimiento de los ingresos del 9,6 % en 2021, impulsado en gran medida por las plataformas de transmisión y la publicidad. Además, una previsión de PricewaterhouseCoopers afirma que el gasto de los consumidores en música grabada aumentará en 2022 en la asombrosa cifra de 43 millones de dólares y 19 millones de dólares en Nigeria y Kenia, respectivamente.

A medida que se relajaron las restricciones, los músicos africanos han buscado oportunidades de actuación internacional para aumentar sus ingresos.

El concierto de Wizkid (cuyo nombre oficial es Ayodeji Balogun) en el 02 Arena de Londres, celebrado entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre de 2021, atrajo a unos 20 000 fans y recaudó 5200 millones de nairas (unos 12,5 millones de dólares) con la venta de entradas. Asimismo, el 29 de abril, el cantante nigeriano Burna Boy (Damini Ogulu), ganador de un Grammy, encabezó un concierto con todas las entradas agotadas en el Madison Square de Nueva York. Burna Boy es el primer músico nigeriano que agota las entradas de este recinto con capacidad para más de 20 000 personas. Consiguió unos 3000 millones de nairas (unos pcho millones de dólares) en entradas.

Estas actuaciones de gran envergadura ponen de manifiesto las grandes posibilidades del panorama musical africano. A medida que estos géneros, antes infravalorados, se vuelven más codiciados en los mercados globales, los artistas africanos y las plataformas de transmisión trabajan para posicionarse en el éxito global y aumentar su rentabilidad y sus bases de seguidores.

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