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Santa Lucía tiene previsto implantar enseñanza escolar del kwéyòl, pero ¿basta para revitalizar la lengua?

Categorías: Caribe, Santa Lucía, Arte y cultura, Educación, Juventud, Lenguaje, Medios ciudadanos, Política
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Orgullo de Satna Lucía. Foto [1] de Caribb en Flickr, (CC BY-NC-ND 2.0 [2]).

El inglés es el idioma oficial de Santa Lucía, pero el kwéyòl -a veces llamado patois o patwa [3]- se habla mucho; su singular entonación se abre paso en el bello acento de Santa Lucía, aunqne la gente hable en inglés. Es tan común el uso del kwéyòl (que mezcla sintaxis de las lenguas de África Occidental y del vocabulario regional francés del siglo XVII, un reflejo del pasado colonial de la región caribeña), que muchos comunicados gubernamentales e incluso los noticiarios se trasmiten tanto en kwéyòl como en inglés. Ahora, la atención se centra en la enseñanza formal de la lengua en las escuelas de Santa Lucía [4].

La noticia de esta reciente iniciativa [5] lleva un par de años acaparando la atención [6] del público, pero el debate en línea sobre la importancia de integrar el kwéyòl lleva mucho más tiempo, en toda la región [7], y a algunos habitantes de Santa Lucía les preocupa que la lengua desaparezca en dos generaciones [8] si no se transmite a los jóvenes del país.

En una conversación de WhatsApp, Hubert Devonish, lingüista y profesor emérito de la Universidad de las Indias Occidentales en Mona (Jamaica), puso la iniciativa en contexto. Después de que el Partido Laborista de Santa Lucía (SLP) ganó las primeras elecciones del país [9] tras la independencia, en 1979, y de que Kenny Anthony se convirtió en ministro de Educación del país, se celebró un seminario para idear un sistema de escritura estándar para el kwéyòl. Este es el sistema, dice el profesor Devonish, que «se estableció y probablemente se usara en la educación formal ahora bajo la nueva política».

Sin embargo, ya que la política lo que es, los avances se estancaron cuando cambiaron las administraciones, e incluso cuando el SLP fue reelegido a mediados de la década de 1990, esta vez con Anthony como primer ministro, no se hizo mucho sobre el idioma. Aunque el actual gobierno del SLP tiene previsto cambiar eso, el profesor Devonish señaló:

In 1980, the majority of children entering the school system [had] Kwéyòl as a first language. And the majority of the others had some competence in the language. Forty-two years on, according to the language education policy, less than 20 percent of children entering school have Kwéyòl as a native or home language. A policy which, had it been adopted and implemented 40 years ago would have provided effective education in the children’s first language is now one which is going to have to take the form of teaching Kwéyòl as a second language for the majority of the children in schools.

En 1980, la mayoría de los niños que entraban en el sistema escolar [tenían] el kwéyòl como primera lengua. Y la mayoría de los demás tenía alguna destreza en la lengua. Cuarenta y dos años después, según la política de educación lingüística, menos del 20 % de los niños que entran en la escuela tienen el kwéyòl como lengua materna o de origen. Una política que, si se hubiera adoptado y aplicado hace 40 años, habría dado una educación eficaz en la primera lengua de los niños, ahora va a tener que adoptar la forma de enseñanza del kwéyòl como segunda lengua para la mayoría de los escolares.

¿Más vale tarde que nunca? El profesor Devonish no está tan seguro. Dice que la historia está «llena de casos en los que la introducción en la educación de una lengua de poco prestigio la destruye en lugar de apoyarla y promoverla como lengua de uso cotidiano»:

Though the introduction of Kwéyòl into the school system could play an important role in the revival and revitalisation of the language, this is not where the battle will be won. Unless there is a commitment on the part of ordinary people to use it in their homes, with their children, in everyday life, in jokes, at play and at work, even when it is stressful and uncomfortable because they are not yet at ease with using the language in those contexts, the school could end up being the graveyard for the language.

Aunque la introducción del kwéyòl en el sistema escolar podría desempeñar un papel importante en el renacimiento y la revitalización de la lengua, no es ahí donde se ganará la batalla. Si no hay un compromiso por parte de los ciudadanos de a pie para hablarlo en casa, con sus hijos, en la vida cotidiana, en las bromas, en el juego y en el trabajo, incluso cuando sea estresante e incómodo porque todavía no se sienten cómodos con el idioma en esos contextos, la escuela podría acabar siendo el cementerio de la lengua.

Por tanto, apoya la política, «pero SOLO como parte de una campaña mayor para el renacimiento nacional de la lengua en el uso cotidiano de todos los sectores de la sociedad». De lo contrario, prevé, aprender a leer y escribir la lengua en la escuela se convertirá en «otro símbolo de identidad junto a la corbata de cabeza madwa (madrás) en el traje nacional» [10]:

National identity, particularly in relation to language, is a lived identity. Using an endangered language (and that’s what Kwéyòl is right now in St. Lucia) in school, is only useful as part of a series of other national measures to support the language and is not a substitute for such measures.

La identidad nacional, especialmente en relación con la lengua, es una identidad vivida. El uso de una lengua en peligro de extinción (y eso es lo que es el kwéyòl ahora en Santa Lucía) en la escuela, solo es útil como parte de una serie de otras medidas nacionales para apoyar la lengua y no es un sustituto de esas medidas.

Hasta cierto punto, adoptar el kwéyòl en Santa Lucía incluyó integrar la lengua en las artes y la cultura; el país tiene [11] incluso dos diccionarios bilingües [12] kwéyòl-inglés (también disponibles como aplicación [13]):

En Santa Lucía y Dominica, las familias hablan criollo, las escuelas lo enseñan, incluso hay un festival de música criolla

Mientras tanto, el objetivo del Gobierno es que quienes terminen la escuela primaria sean totalmente bilingües y que los de secundaria sean totalmente bialfabetizados. En Twitter, un usuario explicó por qué era importante:

Es sumamente divertido que la ortografía de una palabra del francés criollo se realice a través del sistema fonético inglés (tienen la misma reacción cuando lo hacemos con una palabra basada en inglés criollo).
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Bueno, soy de Guadalupe, te enseñan criollo en las escuelas, Santa Lucía no hace eso, así que aprendemos a escribir criollo como lo escuchamos hablar.
☺️

La actitud hacia el kwéyòl también ha ido cambiando, y la lengua se considera un motivo de orgullo:

En Santa Lucía, ¿por qué tanta gente se ofende cuando lo hablas? Es como un tabú hasta octubre. Y no solo el idioma, toda la cultura. Te llaman campesino, o bookie hasta que es el mes de la herencia criolla. Ahora todos orgullosos de eso.
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Tal vez sea por mi lugar de origen, pero nunca he experimentado que la gente se sienta ofendida por el criollo en Santa Lucía. Tal vez la gente del sur sea diferente, porque todos hablan patois abiertamente. Quienes no lo hablan con fluidez aún lo intentan especialmente en la escuela.

En un artículo para el St. Lucia Voice, Sylvestre Phillip, antiguo defensor de la enseñanza del kwéyòl en las escuelas, escribió [18]:

It is a fact that Creole is our ‘Mother Tongue’ or first language. English is our second language, but we are busy teaching our children in English when many of those children are coming from homes where Creole is the main medium of communication.

Es un hecho que el criollo es nuestra «lengua materna» o primera lengua. El inglés es nuestra segunda lengua, pero nos ocupamos de enseñar a nuestros hijos en inglés cuando muchos proceden de hogares donde el criollo es el principal medio de comunicación.

Añadió [18] que Haití ha comenzado a enseñar el kreyòl haitiano en las escuelas en lugar del francés:

Mother tongue makes it easier for children to pick up and learn other languages.

Mother tongue develops a child's personal, social and cultural identity.

Using mother tongue helps [children] develop their critical thinking and literary skills. […] Fluency in their mother tongue helps them understand where they came from. And they are better able to decide where they are going.

La lengua materna facilita a los niños adquirir y aprender otras lenguas.

La lengua materna desarrolla la identidad personal, social y cultural del niño.

El uso de la lengua materna ayuda a [los niños] a desarrollar su pensamiento crítico y sus habilidades literarias. […] La fluidez en su lengua materna les ayuda a entender de dónde vienen. Y pueden decidir mejor a dónde van.

El profesor Devonish citó otros ejemplos regionales de este tipo:

Creole (French-lexicon Creole) is the national language of Haiti, one which the constitution says ‘unites all Haitians’ and is one of two official languages of the republic, the other being French.

In Martinique, Guadeloupe and Guyane (French Guiana), which are overseas departments of France, Creole has official recognition as a regional language, on par with the other regional languages of mainland France such as Basque and Catalan.

In Dominica, (French-lexicon) Creole is receiving some attention in the education system where efforts are being made to teach it as a second language via a programme introduced last year. Loss of competence in Kwéyòl has advanced much further in Dominica even than it has done in St Lucia.

El criollo (léxico francés) es la lengua nacional de Haití, que según la Constitución «une a todos los haitianos» y es una de las dos lenguas oficiales de la república. La otra es el francés.

En Martinica, Guadalupe y Guyana, departamentos de ultramar de Francia, el criollo está reconocido oficialmente como lengua regional, al igual que otras lenguas regionales de la Francia continental, como el vasco y el catalán.

En Dominica, el criollo (léxico francés) está recibiendo algo de atención en el sistema educativo, donde se está tratando de enseñarlo como segunda lengua a través de un programa introducido en 2021. La pérdida de competencia en kwéyòl ha avanzado mucho más en Dominica incluso que en Santa Lucía

Sin embargo, Jamaica tiene una relación mucho más complicada con su lengua criolla de léxico inglés (también conocida como patois/patwa). Este usuario de Twitter sugirió que la competencia lingüística en inglés podría ser «complicada» por la enseñanza del patois jamaicano, a lo que un compatriota respondió:

¿Te das cuenta de que estaríamos obligados a certificar nuestras habilidades para hablar inglés internacionalmente usando TOEFL si izamos el patois, verdad? Ya tenemos problemas para probar nuestra competencia en el idioma… ¿por qué complicarlo aún más?

Enseñen patois JUNTO al inglés. A quién le importa un carajo si los blancos no entienden el patois. Nunca han entendido nada africano a menos que puedan beneficiarse de eso a pesar de todo.

Lo que necesita el criollo jamaicano es estandarización.
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Escucha, todo lo que dices aquí es una excusa. La certificación TOEFL es de 135 horas en el mejor de los casos. ¿No es tan profundo? Santa Lucía tiene un diccionario completo para su criollo que está estandarizado y se enseña en las escuelas. Lo estoy mirando ahora. Si es algo que queremos que se haga, se puede hacer.

Sí, pero puede complicar las cosas… abre aún más una brecha entre los que tienen y los que no tienen porque obtener la certificación es caro. Entiendo lo que dices, pero no creo que estemos abordando el tema en el ángulo correcto.
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Pero ¿por qué crees que es tan difícil para las personas entender el inglés? Porque no es su primer idioma. Todo esto HA SIDO porque la sociedad se acuña entre quienes tienen y quienes no tienen. Hemos sido condicionados a odiar nuestro propio idioma. La gente de Liverpool no cambia de código.

Se puede acusar a las opiniones sobre el valor del patois jamaicano. Cuando se habló de convertir el español en la segunda lengua oficial de la isla, en 2016, hubo un clamor, y mucha gente sintió que el patois, como siempre, había sido rebajado [21].

¿Y qué hay de la impresión de que las lenguas criollas son consideradas ampliamente como lenguas de segunda clase? La lingüista trinbagoense Jo-Anne Ferreira explicó en una entrevista por correo electrónico el origen de esa percepción, sobre todo en lo que respecta a los criollos de léxico francés:

Haiti, and French Guiana, Guadeloupe and Martinique (the latter three being the départements français d'Amérique or DFA) have rejected the proper name Patois and the label patois, because patois in French and in France refers to a set of regional, rural varieties of the French language. (Unfortunately, socioeconomics and sociopolitics often cause rural to be equated with ignorant and inferior.) Haitian and French Caribbean Creole speakers (and others) generally do not use the name Patois (to avoid confusion with French patois), simply because French-lexicon Creole is not French — the languages just share vocabulary sources. They reject the identification of their speech as a «patois» of French. They opt for the label Kreyòl/Créole which marks their speech as belonging to a language separate from French. (In France, Créole is actually France's number 1 langue régionale, not a dialect or patois of French!) The naming of the language as Kreyòl/Créole avoids non-existent links to and unnecessary (and odious) comparisons with French (especially for those territories which still have some ties to French and France)*, avoids stigmatisation, and is about language equality, not superiority or inferiority. (*Note that Trinidad, Grenada and Venezuela treat Patois as an autonym, with no disrespect, because of different sociohistorical and sociolinguistic realities, with less of a connection to France.)

Haití y la Guayana Francesa, Guadalupe y Martinica (estos tres últimos son los departamentos franceses de América) han rechazado el nombre propio patois y la etiqueta patois, porque el patois en francés y en Francia se refiere a un conjunto de variedades regionales y rurales del francés (desgraciadamente, la socioeconomía y la sociopolítica hacen que a menudo se equipare lo rural con lo ignorante y lo inferior). Los criollos haitianos y caribeños franceses (y otros) no suelen usar el nombre de patois (para evitar la confusión con el patois francés), sencillamente porque el criollo del léxico francés no es francés, las lenguas solo comparten fuentes de vocabulario. Rechazan la identificación de su habla como un «patois» del francés. Optan por la etiqueta Kreyòl/Créole que marca su habla como perteneciente a una lengua separada del francés (en Francia, el criollo es en realidad la primera lengua regional, ¡no un dialecto o patois del francés!) La denominación de la lengua como kreyòl/créole evita los vínculos inexistentes y las comparaciones innecesarias (y odiosas) con el francés (sobre todo para los territorios que todavía tienen algunos vínculos con el francés y Francia)*, evita la estigmatización y trata de la igualdad lingüística, no de la superioridad ni la inferioridad (*nótese que Trinidad, Granada y Venezuela tratan el patois como un autónimo, sin faltar al respeto, por las diferentes realidades sociohistóricas y sociolingüísticas, con menos conexión con Francia).

El profesor Devonish agregó:

Haitian Creole is spoken by two-thirds of the [Caribbean Community] CARICOM population and is an official language of two-thirds of that population. Thus, French-lexicon Creole is the preeminent language within that trading bloc, whatever our own perceptions might tell us.

El criollo haitiano lo hablan dos tercios de la población de la [Comunidad del Caribe] CARICOM y es una lengua oficial de dos tercios de esa población. Por tanto, el criollo de léxico francés es la lengua destacada dentro de ese bloque comercial, independientemente de lo que nos digan nuestras propias percepciones.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) [22], en consonancia con su apoyo al multilingüismo como herramienta de inclusión e integración social y con el objetivo de desarrollo sostenible [23] de una educación de calidad, está ayudando a Santa Lucía a elaborar un plan de aplicación de su política de enseñanza de idiomas [5]. Las sesiones de trabajo con las partes interesadas, como profesores, diseñadores de planes de estudio, investigadores, etc., están programadas para julio [4].