The Economist enfrenta críticas de medios independientes de Myanmar

Periodistas de Myanmar y periodistas ciudadanos enfrentan grandesriesgos por cubrir el conflicto en curso en el país. Captura de pantalla de un video de YouTube de Myanmar Now News.

Varios medios independientes de Myanmar criticaron un artículo publicado por The Economist el 19 de mayo, en el que se critica a los medios locales por «pintar una imagen demasiado optimista de la guerra».

La publicación se refiere a la resistencia armada contra la junta que tomó el poder en el golpe de Estado de febrero de 2021.

Con el título de «La resistencia de Myanmar corre el riesgo de creerse su propia propaganda«, el artículo pone en duda la exactitud de los informes en línea que parecen describir la inminente derrota de la junta.

To spend time on Burmese social media or online news sites is to think the end is near for Myanmar’s military junta, which seized power in a coup last February.

But peer past the virtual fog, and a far bleaker picture emerges.

Pasar tiempo en las redes sociales birmanas o en los sitios de noticias eb línea es pensar que el fin está cerca para la junta militar de Myanmar, que tomó el poder en un golpe de estado en febrero.

Pero si se mira más allá de la niebla virtual, surge un panorama mucho más sombrío.

El artículo terminaba con un recordatorio de que «el autoengaño es una mala estrategia militar» que se dirige a todos los medios, incluidos los portavoces de la Junta.

Mizzima, red de noticias independiente, sugiere que «el escritor de The Economist no tiene un conocimiento particularmente bueno de Myanmar y de la crisis actual». Añadió que los informes de los medios independientes deben distinguirse de lo que se difunde en redes sociales. Aclaró que mientras las redes de medios independientes son más cautas al informar sobre el conflicto, muchos usuarios de las redes sociales suelen publicar «afirmaciones exageradas mezcladas con todas las fotos y memes» en apoyo de las fuerzas contra la junta.

What is published in the independent media and what pours out as outlandish claims and memes in social media need to be separated. Many in the independent media have their feet firmly placed on the ground and are under no illusion that the bitter battle between the “Spring Revolution resistance” and the military junta will end soon.

Hay que separar lo que se publica en los medios independientes y lo que se vierte como afirmaciones extravagantes y memes en redes sociales. Muchos de los medios independientes tienen los pies en el suelo y no se hacen ilusiones de que la amarga batalla entre la «resistencia de la Revolución de Primavera» y la Junta Militar vaya a terminar pronto.

Mientras tanto, la respuesta de la Voz Democrática de Myanmar, otro medio independiente, se titula «The Economist corre el riesgo de creer la propaganda de los militares birmanos». Disecciona los argumentos planteados en el artículo de The Economist e insiste en que hay bases para afirmar que la resistencia está avanzando. Cita las pérdidas militares sin precedentes de la Junta en el terreno, el escaso número de nuevos reclutas del Ejército, la dificultad para recaudar el pago de impuestos de los ciudadanos opuestos al golpe y el creciente número de empresas multinacionales que se retiran del país. También señaló que, al repasar la historia moderna de la lucha democrática del país, «la oportunidad para que el pueblo birmano acabe por fin con sus torturas y extorsiones a manos de la Junta nunca ha sido mayor».

Tras el golpe, la Junta revocó las licencias de los medios independientes, mientras que a los periodistas acusados de apoyar a la oposición los detuvieron bajo cargos dudosos. Los medios dependen cada vez más de la labor de periodistas ciudadanos para su cobertura. Global Voices ha informado anteriormente sobre los retos y peligros que enfrentan los periodistas, especialmente los que informan desde la primera línea.

Voz Democrática de Myanmar reconoció que los prejuicios son habituales en entornos caóticos como el de Myanmar tras el golpe de estado, pero afirmó que los informes de los periodistas ciudadanos son creíbles.

…these are still trained individuals with an understanding that excluding unfortunate facts relating to the failings of the revolution may actually be harmful to the resistance movement as a whole.

…siguen siendo personas capacitadas que entienden que excluir hechos desafortunados relacionados con los fracasos de la revolución puede ser perjudicial para el movimiento de resistencia en su conjunto.

También explicó por qué las redes de medios independientes tiene cuidado al publicar informes sobre temas delicados, como las deserciones en el Ejército, las víctimas civiles y el impacto de la guerra civil.

And why does this feedback loop between CJ, independent media, and forensic fact-checker exist? To promote current awareness leading to real-world action; to record a tragedy so others can learn from posterity; and, most crucially, to guarantee that, when the country’s war criminals finally face The Hague, lawyers will be armed to the teeth with evidence to fight for the memory of each individual life that has been torn apart, over decades, by the Burmese military.

¿Y por qué existe este bucle de retroalimentación entre periodistas ciudadanos, los medios independientes y verificadores de hechos forenses? Para promover un conocimiento actual que conduzca a la acción en el mundo real; para registrar una tragedia de modo que otros puedan aprender de la posteridad; y, lo que es más importante, para garantizar que, cuando los criminales de guerra del país estén finalmente frente a La Haya, los abogados estarán armados hasta los dientes con pruebas para luchar por la memoria de cada vida que ha quedado desgarrada, durante décadas, a manos de los militares birmanos.

Advirtió que no se debe mezclar a los medios independientes con los medios estatales que publican información no verificada.

…dismissing reports as “propaganda” is unhelpful, and perpetuates suffering that could be lessened if those in power chose instead to listen to the voices of those affected by the conflict.

…desestimar los informes como «propaganda» es inútil y perpetúa un sufrimiento que podría reducirse si los gobernantes optaran por escuchar las voces de los afectados por el conflicto.

Igor Blazevic, asesor principal del Centro de la Sociedad Civil de Praga, que lleva varios años siguiendo la situación en Myanmar, defendió la integridad de los medios independientes. Comparó la cobertura de los medios en Ucrania y Myanmar, y señaló las grandes diferencias de cobertura en cada uno:

We are able to read much more about losses of resistances fighters in Myanmar than we get to read about the Ukrainian army’s losses in the war with Russia. However, I have not noticed The Economist criticizing the Ukrainian media (or any international media which has a significant presence in Ukraine) for not reporting Ukrainian military losses.

Podemos leer mucho más sobre las pérdidas de los combatientes de la resistencia en Myanmar de lo que podemos leer sobre las pérdidas del Ejército ucraniano en la guerra con Rusia. Sin embargo, no he notado que The Economist critique a los medios ucranianos (o a cualquier medio internacional que tenga presencia significativa en Ucrania) por no informar sobre las pérdidas militares ucranianas.

También defendió la pasión de los periodistas locales de Myanmar y su coherencia al denunciar las atrocidades de las fuerzas de la junta:

They do that with emotion, but without distorting any facts. There is nothing ‘propagandist’ about reporting crimes and atrocities or identifying who is to be blamed for them with outrage and anger.

Lo hacen con emoción, pero sin distorsionar ningún hecho. No hay nada de «propagandista» en denunciar crímenes y atrocidades o en identificar a quién hay que culpar con indignación y rabia.

En Twitter, The Economist fue criticado por su información «inexacta» y «poco ética» sobre el trabajo de los medios independientes.

La resistencia de Myanmar corre el riesgo de creer su propia propaganda.
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El artículo de The Economist es inexacto y poco ético. Ataca la credibilidad de los medios independientes de Myanmar, cuyos periodistas arriesgan y sacrifican la vida para informar sobre el terrorismo militar de Myanmar sin ofrecer un derecho de réplica.

Los grupos opositores que organizaron una campaña de desobediencia civil también aconsejaron a The Economist que comprobara sus afirmaciones.

No reconocer el hecho de que esta es una situación sin precedentes es un error fatal en cualquier análisis sobre Myanmar. Las personas son muy conscientes de sus propias deficiencias. Nadie cree que una victoria sea inminente tampoco. Obtén mejpres datos, The Economist.

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