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Habitantes de Bakú se preparan para aumento de costos, molestias y problemas logísticos antes de la carrera de Fórmula 1

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Azerbaiyán, Derechos humanos, Economía y negocios, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política

foto de Glen Wheeler [1] en Unsplash [2]. Uso libre con llicencia Unsplash [3].

Bakú (Azerbaiyán) volvió a acoger una carrera de Fórmula 1 entre el 10 y el 12 de junio, y los habitantes de la capital están en desacuerdo [4] sobre si la carrera vale la pena por su costo, sus molestias y sus problemas logísticos. Según algunos residentes, los inconvenientes anuales [5] están poniendo a prueba su paciencia, ya que el aumento de las tarifas de los taxis, la limitación de la circulación de los peatones a lo largo del circuito, los atascos y la contaminación acústica perturban sus vidas. La administración municipal empezó a restringir el tráfico a partir del 6 de junio.

Como si el país estuviera en estad ode emergencia.

Algunas de las escuelas que se encuentran en el centro de la ciudad, a lo largo del circuito, programaron [6] para cambiar a enseñanza en línea durante la carrera en previsión del aumento del tráfico y los desafíos logísticos.

El diseño y la ubicación del circuito son lo que hacen de Bakú un destino atractivo [7] para la carrera. La pista está diseñada alrededor del centro histórico de la ciudad, en el corazón del centro de Bakú.

Captura de pantalla del sitio web de [8]. del circuito de la ciudad de Bakú.

Captura de pantalla tomada del circuito de la ciudad de Bakú de un video de YouTube [9]..

En 2014 [10], Azerbaiyán firmó un contrato vinculante de cinco años para organizar y acoger el circuito del Gran Premio. En 2019, el país amplió su contrato y, según el sitio web RacingNews365 [11], su contrato actual expira en 2024.

La primera carrera tuvo lugar en junio de 2016 [12]. En ese momento había poca información sobre cuánto costó el contrato a Azerbaiyán, salvo algunas investigaciones [13] limitadas de periodistas locales. Pero, tal como informó RacingNews365 en enero de 2022, Azerbaiyán es uno de pocos países, entre los que se encuentran Arabia Saudí y Catar, que pagan una cuantiosa suma [11] de 55 millones de dólares cada año por albergar la carrera.

Sin embargo, los costos no se comparan con los beneficios, según el organizador de la carrera de Fórmula 1, el Circuito de la Ciudad de Bakú (BCC). La empresa es propiedad y está dirigida por Arif Rahimov [14], hijo [13] del exministro de Juventud y Deportes de Azerbaiyán, Azad Rahimov. En enero de 2020, el BCC publicó [15] el Informe de Impacto Económico elaborado por PricewaterhouseCoopers (PwC) en nombre del BCC, que estimó que las últimas cuatro carreras (2016, 2017, 2018 y 2019) añadieron acumulativamente más de 500 millones de dólares a la economía local.

Debido a la pandemia del COVID-19, no hubo carrera en 2020, y en 2021, la carrera se celebró sin espectadores.

En una entrevista con Motorsport de 2020,  BCC dijo [16] que la carrera contribuyó a los «campos intangibles de la reputación de la marca nacional y a aumentar la conciencia global de Azerbaiyán como un país moderno y dinámico capaz de organizar eventos deportivos y de entretenimiento de clase mundial».

Captura de pantalla tomada del circuito de la ciudad de Bakú de un video de YouTube [9].

Captura de pantalla tomada del circuito de la ciudad de Bakú de un video de YouTube [9]..

El impacto real de la carrera en la economía local se sigue discutiendo, así como las consecuencias de acoger la carrera en un país marcado por violaciones de derechos y libertades [17]. El mencionado informe de PwC nunca se hizo público, ni la primera ni la segunda edición. Esto ha provocado el escrutinio de economistas independientes sobre la realidad de este informe y sus afirmaciones. Togrul Valiyev, economista independiente, describió en un tuit las supuestas repercusiones de la carrera en la economía que se destacan en el informe:

El GP de Azerbaiyán afirma que la celebración de la carrera de F1 ha supuesto un impulso de 500 millones de dólares.
Los organizadores del GP de Azerbaiyán afirman que su carrera de Fórmula 1 ha aportado más de 500 millones de dólares a la economía local durante sus cuatro años de existencia.

Para una discusión normal, los oponentes tenían que ser personas normales. Aquí está el lado económico del «problema»:
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Es una afirmación sin sentido. En primer lugar, el supuesto documento nunca se publicó (ni el comunicado de prensa indica gasto alguno). En segundo lugar, los ingresos son hipotéticos (si hubiéramos gastado en publicidad, habríamos gastado tanto. ¿Cree que eso tiene algún beneficio? Realmente es una metodología sin sentido).

Para una discusión normal, los oponentes tenían que ser personas normales. Aquí está el lado económico del «problema»:
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Hablemos claro, ¿alguien ha visto este documento de PwC (la breve nota de prensa no es un documento)? Si alguien lo ha visto, ¿podría darnos números concretos? No me refiero a los números hipotéticos, sino a los números concretos..

Y también está la cuestión del costo de las entradas. La entrada más barata cuesta 70 dólares (aproximadamente 118,9 manats), mientras que la más alta y, según el sitio web del circuito de la ciudad de Bakú [21], el mejor paquete de vistas garantizadas, cuesta 5370 dólares (aproximadamente 9123 manats) en el Paddock Club para toda la carrera. Según los últimos datos disponibles [22], el salario nominal mensual en Azerbaiyán asciende a 768,3 manats (452 dólares), por lo que las entradas para la carrera son una inversión muy cara.

¿Le importará a Netflix?

Aunque no habrá actuaciones de estrellas [23] como en años anteriores, por la pandemia, un invitado fue presentado [24] en los medios de Azerbaiyán. Representantes de Netflix estarán presentes para filmar la carrera como parte de su serie «Fórmula 1: Drive To Survive». Es muy poco probable que los productores de la serie toquen alguno de los delicados temas de Estado, ya que suele centrarse [25] en los pilotos y en el drama de la carrera, más que en las intrigas políticas.

Pero no solo Netflix guarda silencio sobre el pésimo historial de derechos humanos del país. Cada vez que Azerbaiyán acogía un evento deportivo o cultural, activistas y defensores de los derechos humanos aprovechaban la oportunidad para poner de manifiesto las violaciones de los derechos humanos y los errores políticos del país. Pero este año no. En una entrevista con Global Voices, Rebecca Vincent, directora de Operaciones y Campañas de Reporteros sin Fronteras, dijo que hay varias razones para eso:

Unfortunately we're at a moment where campaigning in connection with mega global events is often less impactful than it may have been in previous years. We've campaigned heavily in connection with mega events in Azerbaijan for years — such as Eurovision in 2012 and the European Games in 2015. We had successes in gaining widespread international attention to human rights violations in the country, and eventually in securing releases in individual cases of jailed journalists and activists, but unfortunately the cycle of politically motivated arrests continued, as did the international community's business as usual with the Aliyev regime.

Por desgracia, estamos en un momento en que las campañas relacionadas con megaeventos mundiales suelen tener menos impacto que en años anteriores. Llevamos años haciendo una gran campaña en relación con megaeventos en Azerbaiyán, como Eurovisión en 2012 y los Juegos Europeos en 2015. Conseguimos que la comunidad internacional prestara atención a las violaciones de derechos humanos en el país y, finalmente, conseguimos la liberación de periodistas y activistas encarcelados, pero, por desgracia, el ciclo de detenciones por motivos políticos continuó, al igual que los negocios de la comunidad internacional con el régimen de Aliyev.

Sin embargo, Vincent señala que la falta de supervisión pública o es una tendencia constante en el conglomerado de carreras.

Formula One has demonstrated it cares very little about the human rights standards in the countries where it chooses to hold races, including Bahrain and Saudi Arabia. But Azerbaijan is an excellent example of the sort of hardening of public attitudes towards these issues over time. The international public becoming more accustomed to countries with poor human rights records hosting these events, [and] also becoming far too comfortable with these events triggering a wave of violations themselves, either to silence critics ahead of the media spotlight that accompanies such events, or to punish them afterwards for speaking out.

La Fórmula 1 ha demostrado que le importan muy poco las normas de derechos humanos de los países en los que decide celebrar carreras, incluidos Baréin y Arabia Saudita. Pero Azerbaiyán es un excelente ejemplo del tipo de endurecimiento de las actitudes públicas hacia estas cuestiones con el paso del tiempo. La opinión pública internacional se está acostumbrando cada vez más a que países con un malos antecedentes de derechos humanos acojan estos eventos, [y] también se está sintiendo demasiado cómoda con que estos eventos desencadenen una oleada de violaciones, ya sea para silenciar a los críticos antes de que los medios se fijen en esto, o para castigarlos después por denunciarlos.

Para los defensores de los derechos humanos de Azerbaiyán, el impacto negativo de la pandemia y la guerra en Ucrania, ambos tuvieron que ver con la falta de campañas de promoción. En una entrevista con Global Voices, Anar Mammadli afirmó que, aunque el país ya había protagonizado varias campañas internacionales –Eurovisión, los Juegos Europeos y otras–, estos incidentes internacionales desplazaron la atención mundial. «La atención está en Ucrania, hay una crisis humanitaria. Así que toda la atención de las organizaciones internacionales está en Ucrania». Pero estas no son las únicas razones, explicó Mammadli. «En países como el nuestro, el trabajo de las organizaciones internacionales es prácticamente inexistente. Azerbaiyán está cerrado como Rusia y Belarús al mundo, mientras que las organizaciones locales de derechos humanos son débiles. Su trabajo está restringido en lo que pueden hacer. Y a falta de apoyo internacional, no pueden organizar campañas porque no tienen capacidad».

Lo que parece claro, es que cuando el BCC dé el pistoletazo de salida a su circuito de 2022 el 10 de junio, los vítores de los espectadores y el estruendo de los motores pueden ser lo suficientemente fuertes como para acallar las voces de críticos y opositores, tal como ha hecho la carrera desde 2016.