Indecisión de China ante la invasión rusa de Ucrania amenaza su legado dentro y fuera del país

Captura de pantalla de un reportaje de CCTV sobre la invasión rusa de Ucrania titulado «Ucrania no acepta el ultimátum. ¿Ha participado la OTAN indirectamente en la guerra?».

Desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022, la posición oficial del Gobierno chino no hace más que cambiar, con acciones a menudo incongruentes con su retórica. China se ha abstenido de aprobar resoluciones de la ONU que condenaban la agresión rusa, ha acusado a la OTAN de provocar el conflicto y no cesa de amplificar las teorías conspiratorias rusas. Simultáneamente, el ministro de Exteriores pide negociaciones de paz y rechaza cualquier intervención de terceras partes, incluidas sanciones económicas o ayuda militar.

Aunque China ha sido el principal socio comercial de Rusia durante los últimos 10 años (un cuarto de las reservas de divisas de Rusia están en renminbi), el país se convirtió en 2021 en el mayor importador de bienes ucranianos, principalmente mena de hierro y maíz. China es un país enormemente dependiente de energía y alimentos importados, por lo que cualquier pequeño error de cálculo podría desembocar en hambrunas que afectarían a millones de ciudadanos chinos. Además, la mayoría de los países de la Iniciativa de la Franja y la Ruta dependen, al menos en parte, del trigo, cebada, maíz, aceite de girasol y aceite de colza de Ucrania y Rusia. Rusia es también el mayor exportador mundial de fertilizantes de nitrógeno. La imprevisible trayectoria de la región podría desestabilizar seriamente la esfera de influencia china en Asia Central.

Por otra parte, a Pekín le cuesta equilibrar las percepciones e intereses de Europa del Este. Ya antes, el Gobierno chino ha utilizado presiones económicas en Lituania para forzar su posición. Aunque Pekín ha invertido más de 129 000 millones de dólares en Europa del Este desde 2009, su continua justificación de las «operaciones especiales» de Rusia está empujando a los ucranianos aún más decisivamente hacia Europa y Estados Unidos. El personal diplomático de China intenta hacer equilibrios sin enfrentarse con nadie, aunque a menudo acaba defraudando a todos.

En la cuerda floja geopolítica

La política oficial de Pekín mantiene un ambiguo apoyo de la causa rusa, pero condena sus consecuencias. Los medios chinos no llaman «guerra» al conflicto, sino que suelen utilizar la denominación «operaciones especiales» del Kremlin. Las embajadas chinas han difundido ampliamente la versión rusa de la masacre de Bucha, que insinúa interferencias de Ucrania y terceros países. El ministerio chino de Exteriores también se ha hecho eco de las declaraciones de Rusia y acusan sin pruebas a Estados Unidos de desarrollar armas biológicas en Kiev.

Al mismo tiempo, China se ha ofrecido a mediar en la guerra. El embajador chino en Ucrania, Fan Xianrong, declaró el 14 de marzo

China will never attack Ukraine, we will help, in particular in the economic direction. In one year, our country imports goods from around the world worth more than $3 trillion. We are ready to help you develop. In this situation, which you have now, we will act responsibly. We have seen how great the unity of the Ukrainian people is, and that means its strength.

China nunca atacará a Ucrania, sino que los ayudará, sobre todo en el ámbito económico. En un año, nuestro país importa bienes por valor de más de 3000 millones de dólares de todo el mundo. Estamos preparados para ayudarlos a desarrollarse. En la situación en la que están ahora, actuaremos responsablemente. Hemos visto la gran unidad del pueblo ucraniano, y esa es su fuerza.

En una reunión con Emmanuel Macron y Olaf Scholz, Xi Jinping reiteró que Occidente debe esforzarse por crear «un marco europeo de seguridad equilibrado, efectivo y sostenible». El portavoz del ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, declaró el 1 de abril que los líderes occidentales no deben forzar a China a «elegir un bando o adoptar una postura simplista de amigo o enemigo. Deberían resistirse al pensamiento de Guerra Fría y enfrentamiento de bloques».

En una entrevista por video con Global Voices, el embajador retirado de Países Bajos en Ucrania, China, Turquía y Rusia entre 2005 y 2017, Ron Keller, dijo que en su opinión, «China está preocupada por la expansión de la OTAN y de Estados Unidos. porque temen una presión similar respecto a Taiwán, Tíbet y el mar de China».

Los medios estatales chinos culpan sobre todo a la OTAN y a Estados Unidos del conflicto. Zhao Lijian señaló que Rusia no tuvo otra opción porque «como culpable y principal instigador de la crisis ucraniana, Estados Unidos ha llevado a la OTAN a intervenir en cinco rondas de expansión hacia el este en los últimos 20 años, desde 1999″. Durante los Juegos Olímpicos de invierno 2022, Rusia y China hicieron pública una declaración conjunta en la que afirmaban que «nos oponemos a futuras ampliaciones de la OTAN y pedimos a la Alianza que abandone sus métodos de ideología estancada en la guerra fría».

El mayor temor de China son las sanciones. El ministerio chino de Exteriores ha señalado que «desaprobamos la resolución de problemas mediante sanciones y jurisdicciones de largo alcance que no se basan en las leyes internacionales». En 2021, la Unión Europea sancionó a China por los abusos en la región de Sinkiang, y postergó un acuerdo de inversión multilateral e inició un «ojo por ojo» económico. El ministro chino de Exteriores, Wang Yi, reiteró en una conversación con su homólogo español que «China no forma parte de la crisis, ni desea verse afectada por las sanciones».

Keller concluye que «en China hay un auténtico temor histórico a la temeridad política extranjera. Consideremos el legado de los bombardeos franceses y británicos de Shanghái, la ocupación de Pekín por alemanes e italianos, la invasión rusa de grandes franjas del oeste de China, la expansión británica por el Himalaya y muchos casos más».

Presiones crecientes en redes sociales

Los medios sociales chinos, fuertemente controlados por los censores nacionales, limitan los debates sobre la guerra en Ucrania. La mayor parte de las opiniones objetivas han sido eliminadas. Un comentario que decía «Nadie se atreve a apoyar a Ucrania en este momento, todo es un apoyo en bloque a Rusia» fue eliminado pocas horas después de que se publicara. Los comentarios a favor de Rusia también han ido desapareciendo, incluido uno del canal estatal ruso RT, en el que agradecía a China su apoyo a Rusia en la guerra contra Ucrania.

En abril, The Digital Times filtró instrucciones de la Administración del Ciberespacio Chino a las redes sociales que aconsejaban a «sitios web comerciales, medios locales y autopublicados no llevar a cabo emisiones en directo ni utilizar etiquetas sobre el conflicto ucraniano». Douyin, Weibo, Bilibili y WeChat han eliminado miles de publicaciones sobre la invasión rusa de Ucrania.

Aunque se ha intentado mantener la guerra totalmente fuera de internet, la censura no se aplica equitativamente. Los canales oficiales del Gobierno apoyan y difunden un número aplastantemente mayor de comentarios favorables a la narrativa rusa extraídos de medios tradicionales y sociales. La prensa china menciona regularmente informes de Sputnik y RT, ha apoyado sin fisuras la justificación rusa de las «operaciones especiales», culpan a ucranianos de crímenes de guerra y reprenden a Estados Unidos

Voces chinas desde Ucrania

Por otra parte, desde Ucrania suenan otras voces chinas. Wang Jixian, que ha hablado con Global Voices con anterioridad, es un programador de 37 años que trabaja en Odesa desde 2021. El 24 de febrero, Wang comenzó a publicar cortos videoblogs a WeChat y YouTube. Wang también se ha negado a trasladarse a Belarús por la complicidad de este país en el conflicto armado, y sigue informando de los daños causados por la invasión rusa.

Wang ha sido muy criticado en su país. Algunos internautas afirman que trabaja para potencias extranjeras como actor pagado, y algunos exigen que sea extraditado y juzgado en China. Wang declaró que ha sido atacado en dos frentes, por soldados rusos y por propagandistas chinos. Con frecuencia termina sus videodiarios con las palabras «Hemos sobrevivido otro día» (又活过了一天).

Según va mudando la situación y cambian las alianzas, se hace cada vez más difícil distinguir la línea entre la retórica local y la internacional de China, entre su estrategia militar y económica, y su actitud moral y ética. El 12 de marzo, Wang subió un video dirigido a los críticos de los medios chinos

Who are you? What are you afraid of? Why are you so scared of me being able to speak? I do not utter any threats; I don’t advocate murder. All I do is make a plea for people to respect life and end this war. Why are you so afraid of people knowing what’s really going on? We don’t have nuclear weapons; we don’t have any guns. Why do you only want the voices that advocate murder to be heard?

¿Quiénes son? ¿A qué le temen? ¿Por qué les da tanto miedo que yo pueda hablar? Yo no amenazo. No predico el asesinato. Todo lo que hago es pedir a la gente que respete la vida y acabe con esta guerra. ¿Por qué les aterra tanto que la gente sepa lo que está pasando realmente? No tenemos armas nucleares, no tenemos armas de fuego. ¿Por qué ese empeño en que solo se oigan las voces que llaman a matar?


Imagen cortesía de Giovana Fleck.

Más información sobre este tema en nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania.

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