Mujeres solicitantes de refugio se ven privadas de sus derechos por el examen de género en Hong Kong

Algunas refugiadas están atrapadas en Hong Kong con sus hijos «apátridas». Foto de Pathfinders Hong Kong, usada con autorización.

Cuando Global Voices entrevistó a Ind (seudónimo), de 47 años, y Sasa (seudónimo), de 37 años, ambas refugiadas de Filipinas, estaban recogiendo donaciones de alimentos de los voluntarios de Refugee Union, organización no gubernamental centrada en los derechos de los refugiados en Hong Kong, el 20 de abril de 2022.

Ind solicitó asilo de no devolución en 2020 y Sasa en 2017, lo que significa que creían que su seguridad estaría en peligro si volvían a su país. Ambas han estado atrapadas en Hong Kong mientras los funcionarios de inmigración de la ciudad tramitan sus solicitudes. Durante este periodo, ni siquiera han tenido recursos ni apoyo económico suficiente para alimentar a sus familias.

Adella Namagembe, presidenta de la Unión de Refugiados, explicó en una entrevista con Global Voices que la mitad de los refugiados a quienes ayuda la organización en Hong Kong son mujeres. La mayoría son exempleadas domésticas extranjeras procedentes de comunidades de bajos ingresos del Sudeste Asiático, como Indonesia y Filipinas. Ind y Sasa son dos de los 14 000 solicitantes de refugio en el limbo de Hong Kong.

Política local de selección de refugiados impone condición de ilegalidad

En general, los refugiados no son bienvenidos en Hong Kong. El Gobierno de Hong Kong no es signatario de la Convención de Naciones Unidas sobre los Refugiados de 1951. La ciudad no concede asilo a nadie, ni reconoce a nadie como refugiado. Cualquier persona que afirme estar amenazada o perseguida en su país de origen debe presentar una solicitud de no devolución al Departamento de Inmigración una vez que haya expirado su visa válida, lo que significa que todos los solicitantes de asilo no tienen condición legal en Hong Kong.

Esta condición ilegal les hace extremadamente vulnerables, según un informe de Naciones Unidas de 2021 redactado por la organización de inmigrantes Justice Center Hong Kong:

This perpetual illegal status affects every aspect of claimants’ daily lives, such as accessing healthcare, housing and education. This illegality is also inherited by children born to claimants in Hong Kong, who may be stateless.

Esta situación de ilegalidad perpetua afecta todos los aspectos de la vida cotidiana de los solicitantes, como el acceso a la sanidad, la vivienda y la educación. Esta ilegalidad también la heredan los hijos de los demandantes en Hong Kong, que pueden ser apátridas.

La Ordenanza de Inmigración de la ciudad prohíbe que los recién nacidos de no chinos y no residentes permanentes adquieran la ciudadanía. Por tanto, los hijos de los refugiados y de los trabajadores domésticos extranjeros, si ninguno de sus padres es residente permanente o ciudadano chino, se convierten en apátridas.

Por su condición de ilegales, los solicitantes de asilo no pueden obtener ingresos ni acceder a los servicios patrocinados por el Estado, como salud y educación. Solo pueden solicitar una ayuda mensual de 1500 dólares de Hong Kong (151 dólares estadounidenses) para vivienda, una ayuda mensual de 1200 dólares de Hong Kong (152 dólares estadounidenses) para comida y unos 200 dólares de Hong Kong (25 dólares estadounidenses) para el transporte al mes a la oficina del Servicio Social Internacional de Hong Kong. Esta cifra no ha cambiado desde 2014.

La situación de los refugiados en Hong Kong ha empeorado desde que comenzó la pandemia de COVID-19, ya que luchan por sobrevivir en medio de la escasez de alimentos y la subida de los precios.

Revisión lenta y sin diferenciar géneros

El examen de las solicitudes de no devolución es un proceso muy lento con un índice de éxito extremadamente bajo.

Desde marzo de 2014, Hong Kong ha recurrido a un Mecanismo de Selección Unificado (MSU) para todas las solicitudes de no devolución, lo que significa que todas las solicitudes aplicables se evalúan de una sola vez. Las personas cuyas solicitudes de no devolución se fundamentan en el MSU por motivos de riesgo de persecución se remiten a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados para que las reconozca como refugiados en virtud de su mandato y, si las reconoce, las reubica en un tercer país.

Hong Kong solo puede servir como punto de tránsito para los refugiados y no como destino.

Actualmente, la tasa de sustanciación es inferior al 1 % y el número de impugnaciones judiciales al resultado de la selección se ha multiplicado por 30, y han pasado de 103 casos en 2015 a 3000 en 2018.

Las organizaciones de la sociedad civil han criticado mucho el MSU, entre otras cosas por no tener en cuenta el género al evaluar los riesgos de persecución. En una entrevista de Zoom con Global Voices, Isabella Ng, fundadora de la Sociedad de Hong Kong para Solicitantes de Asilo y Refugiados, señaló:

There are very few cases where female refugee status has been recognized, and among the cases that we have come across, almost none of the claims have been confirmed.

Hay muy pocos casos en los que se haya reconocido la condición de refugiada a una mujer, y entre los casos que hemos conocido, casi ninguna de las solicitudes ha sido confirmada.

El informe de Naciones Unidas de 2021 del Centro de Justicia también abordó el mismo problema:

…there is little recognition that violence against women, such as domestic violence, forced marriages, trafficking or female genital mutilation, can constitute legitimate grounds for international protection where violence against women is tolerated by the State. Even in cases where the perpetrators were state actors, decision-makers often conclude that these actors were not acting under state orders and do not recognise their acts of violence as indicative of the women’s past experience or future risk of persecution or other violations.

…hay poco reconocimiento de que la violencia contra la mujer, como la violencia doméstica, los matrimonios forzados, la trata de personas o la mutilación genital femenina, puede constituir un motivo legítimo de protección internacional cuando la violencia contra la mujer la tolera el Estado. Incluso en los casos en los que los autores eran actores estatales, los responsables de la toma de decisiones suelen concluir que estos actores no actuaban bajo las órdenes del Estado y no reconocen sus actos de violencia como indicativos de la experiencia pasada de las mujeres o del riesgo futuro de persecución u otras violaciones.

Ind y Sasa pasaron años esperando los resultados de las pruebas de detección con el temor de ser deportados a su país de origen mientras vivían con la escasa asignación del Gobierno.

Ind cuenta que llegó de Filipinas a Hong Kong en julio de 1997 como trabajadora de un restaurante porque su marido la maltrataba. No puede divorciarse ya que Filipinas sigue debatiendo su ley de divorcio.

Estuvo desempleada durante la pandemia de 2022, y se vio obligada a prolongar su visa. Optó por solicitar la condición de no devolución como último recurso.

Por su parte, Sasa llegó a Hong Kong en 2013 como empleada doméstica extranjera y solicitó no devolución en 2017.  Durante su empleo, sufrió abusos y enfermó. Su empleador la despidió mientras estaba en el hospital, lo que supone una violación de la legislación laboral local. La visa de Sasa en Hong Kong expiró al no poder encontrar otro contrato de trabajo dentro del periodo de gracia de 14 días.

La ordenanza de inmigración de Hong Kong permite un periodo de gracia de 14 días para que los ayudantes domésticos extranjeros encuentren otro trabajo tras la finalización de sus contratos. Si el ayudante doméstico extranjero no abandona Hong Kong una vez finalizado este periodo, puede ser objeto de un proceso penal.

Sin embargo, entre quienes rompen su contrato antes de tiempo, muchas son muy vulnerables: algunas con conflictos laborales con sus empleadores y otras estaban enfermas o incluso embarazadas. El plazo de 14 días de vencimiento de la visa las deja indefensas ante los abusos laborales, físicos y sexuales, y otras formas de explotación.

Carmen Lam, subdirectora general de PathFinders, organización benéfica que protege a las mujeres embarazadas y a los bebés que están desprotegidos en Hong Kong, explicó en una entrevista de Zoom con Global Voices:

40 percent of the cases we contacted until 2019 had overstayed in Hong Kong and applied to become non-refoulement claimants, for being pregnant or disabled [usually due to sickness] to find a new job in time.

El 40 % de los casos con los que contactamos hasta 2019 habían sobrepasado su estancia en Hong Kong y solicitaron convertirse en solicitantes de no devolución, por estar embarazadas o incapacitadas [normalmente por enfermedad] para encontrar un nuevo trabajo a tiempo.

De acuerdo con las directrices de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la violencia de género, como violencia doméstica, violencia sexual o discriminación sistemática, puede considerarse persecución en la selección de las solicitudes de no devolución.

En Hong Kong, la MSU no ha adoptado las directrices del ACNUR sobre persecución por motivos de género y la mayoría de las solicitantes de refugio son rechazadas en el proceso de selección.

Aunque las organizaciones de la sociedad civil han abogado por políticas más humanas, como conceder el derecho al trabajo a los solicitantes, y por un proceso de selección más justo, las narrativas dominantes sobre las solicitantes de refugio. A los solicitantes se les suele estigmatizar como «falsas refugiadas», «tumores tóxicos» y «ladrones del sudeste asiático», lo que ha creado un ambiente hostil y xenofóbico en Hong Kong y ha añadido barreras sociales a los cambios de política.

Sin embargo, la propia etiqueta de «falsas refugiadas» es el resultado del mecanismo de selección de Hong Kong, que pasa por alto la violencia sistemática que enfrentan las refugiadas en su país de origen y en Hong Kong, como señala Isabella Ng:

Our society divides people into different classes and people don’t want refugees to be here forever because they assume that the refugees don’t have any skills and belong to the lower class… Although many female refugees have encountered discriminations, injustices and different forms of violence from their own countries, their sufferings are not recognized as political persecutions and hence do not meet USM's screening criteria for non-refoulement claimant status. That's why the majority of female claimants can't substantiate their refugee status and become disposable for Hong Kong.

Nuestra sociedad divide a la gente en diferentes clases y la gente no quiere que los refugiados estén aquí para siempre porque suponen que los refugiados no tienen ninguna habilidad y pertenecen a la clase baja… Aunque muchas refugiadas han enfrentado discriminaciones, injusticias y diferentes formas de violencia desde sus propios países, sus sufrimientos no se reconocen como persecuciones políticas y, por tanto, no cumplen los criterios de selección de MSU para la condición de solicitante de no devolución. Por eso, la mayoría de las solicitantes no pueden acreditar su condición de refugiadas y se convierten en desechables para Hong Kong.

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