Undertones: ¿Existe una perversión de las narrativas decoloniales en Malí?

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Malí atraviesa una guerra de información que destaca las narrativas anticolonialistas. La junta militar del país –que derrocó al cada vez más impopular presidente Ibrahim Boubacar Keïta en 2020– culpa de todos los males de Malí a su antigua potencia colonial, Francia. Mientras tanto, los mercenarios rusos han ganado poder en las narrativas y el territorio del país.

La historia colonial de Malí tiene solamente algunas generaciones. En 1960, Malí se independizó de Francia, que se había hecho con el control de la región a finales del siglo XIX durante la «Lucha por África» de Europa. En siglos anteriores, Malí había formado parte de tres grandes y ricos imperios de África Occidental que controlaban el comercio transahariano de oro, sal y otros productos básicos. En la actualidad, Malí es uno de los principales productores de oro de África.

Francia entró al terreno en 2013 a petición de la capital, Bamako, cuando Malí atravesaba una ola de inestabilidad política y amenazas terroristas. El norte de Malí llevaba años luchando con diferentes grupos rebeldes. Poco después de su llegada, los soldados franceses lograron retomar tres ciudades capturadas a los extremistas islamistas, y en febrero de 2013, el presidente francés François Hollande viajó a Malí, donde fue recibido como un héroe.

Aunque no se puede descartar la motivación de Francia para proteger sus intereses mineros y nucleares en la región, para muchos observadores, los militares franceses sí ayudaron a recuperar territorios de los grupos rebeldes, aunque la victoria total no se produjo. Hoy en día, muchos niños malienses se llaman François en honor al ex presidente francés François Hollande, según algunas fuentes.

Sin embargo, el gobierno militar interino afirma que Francia ha estado de acuerdo con los grupos rebeldes, lo que ha provocado su expansión. Políticos, periodistas y activistas con opiniones diferentes se arriesgan a sufrir daños corporales. Malí ha bajado 12 puestos en el índice de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras, de 2021 a 2022. Debido al endurecimiento de la junta, «las presiones para un ‘tratamiento patriótico’ de la información se multiplican», afirma RSF. Varios periodistas han desaparecido y están «enfermos de miedo«. Es difícil precisar las múltiples fuerzas que están detrás de las tácticas de intimidación.

La junta militar se negó a convocar elecciones a principios de 2021 y declaró una transición de cinco años, lo que choca con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que aplicó un embargo económico a Malí. Francia no reconoce a la junta y algunos malienses han protestado contra la presencia militar francesa, especialmente en Bamako. En febrero de 2022, se pidió a las tropas francesas que abandonaran el país en medio de fuertes discursos anticolonialistas. En mayo, las autoridades malienses rompieron los lazos de defensa con Francia. En las zonas rurales del norte, donde el Estado está menos presente, como en Ménaka, la población teme que la salida de los franceses deje un vacío de poder a los yihadistas.

Para nuestros investigadores malienses, el énfasis del gobierno militar en la presencia de Francia y no en la desmoronada democracia del país «es una perversión del discurso decolonial».

En Facebook, y ante decenas de miles de seguidores, el activista Kemi Seba dio su apoyo a las autoridades malienses en su decisión de expulsar al embajador francés Joël Meyer, afirmó que es «un imperialista, negrofóbico y partidario del terrorismo». Pide a los demás países africanos que sigan el ejemplo de Malí. Para nuestros investigadores, este vídeo ocupa el puesto «-1″ en las calificaciones de impacto cívico del Observatorio, ya que refleja un amplio sentir de la población, pero también difama al embajador de Francia. Seba mantiene estrechos vínculos con las autoridades malienses y rusas. Seba se reunió públicamente con el líder de la junta, el coronel Assimi Goïta, en mayo, y viajó a Moscú para reunirse con las autoridades rusas poco después de que estallara la guerra contra Ucrania. Análisis completo aquí.

KEMI SEBA: «MALI 🇲🇱 PIDE LA EXPULSIÓN DEL EMBAJADOR FRANCÉS JOEL MEYER. DIOS BENDIGA A MALI».

De nuevo en Facebook, la página pro-junta «Farafina Authorite Krymo» publicó la noticia no verificada de que los militares malienses detuvieron a uno de los más importantes líderes yihadistas, Amadou Koufa. De su detención, o su muerte, se informó mal antes, como es habitual con los líderes yihadistas. La publicación desinforma para promover el régimen militar, cuya popularidad depende de sus victorias contra los grupos terroristas y separatistas. Análisis completo aquí.

🛑Según múltiples fuentes, soldados malienses  habrían detenido a Amadou kouffa [sic] en un pueblo de la región de Mopti. (Por verificar)

En Twitter, un autodenominado ex soldado maliense acusó a los militares franceses de matar a civiles y enterrarlos en fosas comunes antes de abandonar su campamento en Gossi, junto con imágenes gráficas. Más de un centenar de personas comentaron el tuit, y muchas acusaron al «grupo Wagner», mercenario ruso, de organizar la masacre. Desde entonces, la cuenta ha sido eliminada. Este artículo fue calificado con -3, la puntuación más baja del Observatorio, por difundir desinformación de alto nivel a una amplia audiencia. Análisis completo aquí.

Según diferentes definiciones, el Grupo Wagner es un grupo privado ruso de mercenarios no reconocido, agentes de seguridad privada u paramilitares vinculados a las autoridades rusas, que ha adquirido relevancia internacional en Ucrania en 2014. En África, sus operaciones implican a Libia, África Central y Malí, donde estos soldados rusos supuestamente entrenan a los militares malienses y, por tanto, extienden la influencia de Rusia en la región. Supuestamente. el Grupo Wagner ha estado implicado en numerosas violaciones de los derechos humanos, especialmente en la reciente masacre de Moura, pueblo del centro de Malí. La creciente influencia de Rusia en la región ha contribuido a deteriorar aún más la relación de Francia con Malí.

Al día siguiente del tuit en el que se acusaba a Francia de la masacre de Gossi, los militares franceses respondieron con imágenes de vigilancia de la base de Gossi. Un periodista de France24 publicó las imágenes que supuestamente muestran a mercenarios rusos enterrando cadáveres. El subtexto es que los hombres de Wagner mataron a personas –probablemente civiles– y están tratando de culpar al Ejército francés. La mayoría de los comentaristas afirman que Francia difundió imágenes falsas. Análisis completo aquí.

#Mali: El Ejército francés se adelanta y transmite por primera vez imágenes de vigilancia grabadas hace menos de 24 horas que muestran a «mercenarios rusos» enterrando cuerpos cerca de la base de Gossi recientemente evacuada por Barkhane.

En este contexto de narrativas contrapuestas, algunas voces disidentes critican a la junta militar de Malí. En particular, los líderes religiosos populares tienen una gran responsabilidad en el peso de la opinión pública.

En marzo de 2022, el imán Mahmoud Dicko criticó duramente a la junta –sin llamarla por su nombre– y afirmó que ha «decidido salir de su silencio, porque el país está dirigido por traidores y gente deshonesta». El imán Dicko se había pronunciado contra regímenes democráticos que luego han caído.

El video del imán Dicko fue difundido por Diawoye Diaby, maliense que publica videos e información de otros medios. Ha obtenido más de un millón de visitas y más de 4000 comentarios. En nuestra tabla de puntuación, este artículo obtuvo una puntuación de +1 porque contribuye a mejorar la libertad de expresión y los espacios de debate. Análisis completo aquí.

Imam dicko [sic.] [está] muy molesto.

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