“La intervención de la OTAN en la guerra de Kosovo no fue justa”. Esto es lo que la propaganda rusa y serbia quiere elaborar.
Esto lo destacó el presidente ruso Vladimir Putin cuando se refirió a la intervención de la OTAN en la guerra de Kosovo después de su reunión del 15 de febrero con el canciller alemán Olaf Scholz en Moscú. En esta reunión, según un artículo del sitio web de EuroNews, el «líder ruso insistió en que no quería un guerra alrededor de Ucrania, tras semanas de tensiones avivadas por un despliegue de tropas rusas».
Labrar esta narrativa se volvió más relevante cuando la guerra rusa en Ucrania aumentó el 28 de febrero.
A través de diversas manipulaciones, las campaña de propaganda rusa y serbia busca fortalecer este punto de vista y cambiar la verdad sobre la guerra de Kosovo (1998-1999) como les conviene. Esa desinformación también se ha difundido en el vecino Montenegro y en Bosnia Herzegovina. Para detener la catástrofe humanitaria que se llevaba a cabo en Kosovo en ese momento. La OTAN intervino y empezó una operación aérea conocida como Operación Fuerza Aliada en marzo de 1999.
Desde entonces, la propaganda serbia y rusa ha periódicamente trató de presionar una narrativa que genera duda sobre la intervención de la OTAN. Esto incluye, sin limitarse, abuso de imágenes de víctimas de limpieza étnica, y de representarlos erróneamente como víctimas de Occidente, es decir, la intervención de la OTAN que detuvo la limpieza étnica y derramamiento de sangre en los Balcanes.
Por lo general, esto tiene el objetivo de justificar la agresión rusa contra Ucrania, o para justificar las guerras lideradas por el régimen del autoritario líder serbio de entonces, Slobodan Milošević en Croacia, Bosnia Kosovo. Un caso reciente es la negación del ministro del Exterior ruso, Sergei Lavrov de la masacré de Racak de 1999 como parte de una narrativa de desinformación dirigida a relativizar la masacre de Bucha de más de mil ciudadanos de Ucrania por parte de los ocupantes rusos en marzo.
Esta tendencia no es nueva. En 2019, Jelena Milić, directora del Centro de Estudios Euroatlánticos con sede en Belgrado, advirtió que el Kremlin, Sputnik, medio ruso con financiación estatal y sus delegados difundieron sistemáticamente desinformativo sobre los hechos relacionados con la intervención de la OTAN.
El analista Daniel Sutner advirtió sobre estas narrativas en 2020 en un artículo sobre desinformación en los Balcanes occidentales, publicado en el sitio web de la OTAN:
Kremlin-sponsored media content in the Serbian language is produced, republished and disseminated widely throughout the region. It is consumed by millions in societies with inherent fragilities and internal divisions, in a region which traditionally has a positive attitude towards Russia and where perceptions are still influenced by the ethnic conflicts in the 1990s and NATO’s Kosovo Air Campaign in March 1999. Unlike Eastern-flank EU and NATO member states, the region lacks negative historical experiences with Moscow and shares a common Orthodox religion.
Los contenidos de los medios en serbio patrocinados por el Kremlin se producen, reeditan y difunden ampliamente en toda la región. Lo consumen millones de personas en sociedades con fragilidades y divisiones internas inherentes, en una región que tradicionalmente tiene una actitud positiva hacia Rusia y en la que las percepciones todavía están influidas por los conflictos étnicos de la década de 1990 y la campaña aérea de la OTAN en Kosovo en marzo de 1999. A diferencia de los Estados miembros del flanco oriental de la Unión Europea y la OTAN, la región carece de experiencias históricas negativas con Moscú y comparte una religión ortodoxa común.
Un caso particular de información errónea relacionado con Kosovo se basa en explotar fotos famosas de Kosovo, presentadas en impresiones anteriores.
Un ejemplo muestra otra manipulación que, también se origina en la guerra de Kosovo y la intervención de la OTAN em marzo de 1999. Un niño albanés de dos años que murió a manos del Ejército serbio fue presentado como víctima del bombardeo de la OTAN, en un texto publicado en el sitio web ruso College36.
Para desmontar esta desinformación debíamos verificar la foto, y con una búsqueda en una de las plataformas o herramientas que que permiten la verificación de una foto, «Google Lens«, «Yandex Images» o «TinEye» entendimos la verdad sobre esa foto.
En realidad, la foto no es de un niño serbio, supuestamente víctima de un bombardeo de la OTAN. Esta foto de 1998, del ganador del premio Pulitzer Yannis Behrakis, la publicó originalmente Reuters, y muestra a un padre de etnia albanesa de Kosovo que pone en un ataúd el cuerpo de su hijo, a quien mataron las fuerzas serbias.
Manipulaciones como esta no las hacen solo los medios o el Estado ruso, desde Putin hasta las declaraciones públicas de altos funcionarios del Ministerio del Exterior ruso o los tuits de las cuentas oficiales de las embajadas rusas en todo el mundo (incluida Sudáfrica). También se hace a través de otros canales de comunicación, ya sea a través de las redes sociales o incluso por parte de escritores rusos consagrados que han publicado libros de prosa o poesía. Tal fue el caso de la manipulación del contexto de una fotografía de Mustafa Xaja, kosovar de etnia albanesa.
En 2012, una página serbia de Facebook llamada Kosovo i Metohija reprodujo una foto de Reuters con la leyenda, “Víctimas del bombardeo de Serbia de 1999”. La misma imagen con la misma información errónea la usó dos años después la escritora moscovita Nadezhda Miroshnichenko en su perfil de VKontakte (VK), plataforma de medio social rusa similar a Facebook, que usan millones de rusoparlantes. Sin embargo, la verdad de esta foto es diferente de la propaganda que se promocionó en esas dos fuentes de medios.
“El albanés Mustafa Xaja de la ciudad de Mitrovica en Kosovo muestra fotos de sus dos hijos que teme mataron los serbios durante la guerra de Kosovo en 1999”, dice la leyenda de la foto de Peter Turnley, originalmente publicadas en 1999. Hasta el hombre de la foto muestra esto, 22 años después, cuando lo entrevistó el programa matutino en T7, televisora de Kosovo.
Como en el funeral del niño y otros miembros de su familia, la historia de Mustafa Xaja y su foto se pueden verificar fácilmente con una de las plataformas de búsqueda de imágenes mencionadas.
Presentar casos como estos con la posibilidad de un abuso actual o posterior por parte de la diplomacia rusa o serbia con un efecto desorientador y desinformativo es perjudicial, hasta peligroso, para el estado de Kosovo y su imagen.
Particularmente perjudicial y peligrosa es la difusión de esta información equivocada en países donde no se sabe mucho del caso de Kosovo. Un ejemplo de esto es un tuit del perfil oficial de la embajada rusa en Sudáfrica, que publicó una foto alterada del refugiada albanesa Sherifa Luta cuando huía de las fuerzas serbias, y se la identificó erradamente como una sobreviviente serbia del bombardeo de la OTAN.
Joan Donovan, director de investigación del Centro Shorenstein de Harvard, llama a esta táctica de información equivocada “guerra de información de bajo nivel”.
En la nueva oleada de desinformación rusa, tras la nueva situación creada por la invasión que se está produciendo por la ocupación de Ucrania, el nombre de Kosovo puede volver a usarse engañosa y malintencionadamente y, tal vez, en la difusión de narrativas sesgadas y falsas que tergiversan la historia reciente. Por lo tanto, las instituciones de Kosovo deberían movilizarse y reaccionar ante estas falsas narrativas; de lo contrario, corremos el riesgo de dejar que la verdad se desdibuje y se desvirtúe mientras abundan los engaños y las mentiras.
Para más información sobre este tema, ver la cobertura especial Rusia invade Ucrania.