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Conoce al equipo detrás del Desfile del Orgullo en Bangkok

Categorías: Asia Oriental, Tailandia, Derechos humanos, LGBTQI+, Medios ciudadanos, Política, Celebramos los derechos LGBTQ+ en todo el mundo, Orgullo 2022: Resistencia de la comunidad
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Organizadores del «Naruemit Pride», Bangkok, 6 de junio. Fotografía [1] de Prachatai.

Este artículo [1]de Teeranai Charuvastra se publicó originalmente por Prachatai, portal independiente de noticias en Tailandia, y publicamos una versión editada en virtud de un acuerdo de intercambio de contenido. 

El 5 de junio, tras una pausa de casi 20 años, el Desfile del Orgullo regresó a Bangkok, Tailandia, y atrajo una multitud de miembros de la comunidad LGBTQ+, trabajadores sexuales, feministas, disidentes políticos e incluso activistas corporativos.

El desfile tuvo tanto éxito que incluso los organizadores mencionaron en una entrevista para Prachatai en inglés que quedaron sorprendidos. Motivados por la inmensa aceptación, ahora buscan expandir la lucha por la igualdad de género más allá de Bangkok con campañas a favor del Orgullo Gay por todo el país.

En una entrevista para Prachatai en inglés, el equipo detrás del Desfile del Orgullo analizó el evento; cómo lograron ganar tanto apoyo en una Tailandia ampliamente conservadora; y cómo la reciente elección de Chadchart Sittipunt como nuevo gobernador de Bangkok inclinó el apoyo del público a su favor.

El Desfile del Orgullo «Naruemit», que significa «creación» en tailandés, incluyó discursos, espectáculos de drag y fiestas del baile durante todo el día. No hay una cifra oficial de la asistencia, pero de acuerdo a uno de los organizadores se estima que tuvo 10 000 participantes.

Chumaporn “Waaddao” Taengkliang [2], quien desde hace tiempo defiende la igualdad de género, dijo:

I felt really proud. It’s an empowering experience, to know that what we did brought a bit of life back to our city and its people. And I was really touched, because I could feel that people had fun and hope, taking pride in the diversity of gender identities.

Me siento muy orgulloso. Es una experiencia que nos fortalece saber que lo que hicimos devolvió un poco la vida a nuestra ciudad y a su gente. Y me conmoví porque pude sentir que la gente se divertía y tenía esperanza, que enorgullecía de la diversidad en la identidad de género.

El desfile atrajo a diversos participantes, desde miembros de la comunidad LGBTQ+ y sus simpatizantes, hasta defensores de los derechos de la mujer, turistas, trabajadores sexuales, defensores del matrimonios del mismo sexo y detractores del Gobierno que usaron la marcha para dar voz  a sus fines políticos.

Incluso asistieron políticos, y el más destacado fue el recién elegido gobernador Chadchart Sittipunt, quien se comprometió a apoyar el Desfile del Orgullo Gay desde la noche de su victoria electoral el 31 de mayo.

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Miembros de la comunidad LGBTQ y sus simpatizantes forman parte de la Marcha del Orgullo en Bangkok. Fotografía de Prachatai [1]

Los pocos, los orgullosos

La diversidad celebrada en el desfile del 5 de junio fue evidente entre los organizadores.

El comité de planificación estaba formado por bangladesíes, del norte y del sur. Uno se identifica como trans-no-binario, otro como intersexual, mientras que otro utiliza «ze» como pronombre preferido. La mayoría lleva años participando en campañas por la igualdad de género y los derechos LGBTQ+, pero para algunos era la primera vez que organizaban un evento.

Methawee Pannon, estudiante de cuarto año de la universidad de Khon Kaen, reflexionó sobre el desfile:

Before this, I was just an outsider. I just signed my name on petitions and retweeted other people’s posts. But now I’ve seen and learned so much about the details of preparation. It gave me a really good first impression. It’s so different from what I experienced from the outside.

Antes de esto, yo solo era un marginado. Solo ponía mi firma en las peticiones y difundía publicaciones de otras personas. Pero ahora he visto y aprendido mucho acerca de los detalles de la preparación. Me llevé una muy buena primera impresión. Es muy distinto a lo que había vivido desde afuera.

Las mismas opiniones expresaron muchos de los organizadores: estaban gratamente sorprendidos por el resultado del desfile y la cálida recepción del público y los medios.

«Superó mis expectativas. Cuando comenzamos a planearlo, no sabíamos que tanta gente saldría a marchar con nosotros»,  expresó Jingjai Jingjit de 34 años, miembro de «Feminist Mermaids», grupo de lucha por los derechos de la mujer establecido en la provincia de Songkhla.

Manifestaciones y desfiles en apoyo a los derechos de la comunidad LGBTQ+ ya se han celebrado en Tailandia; el último fue en Bangkok en 2006 [3]. Pero eran diseñados como desfiles gay o eventos etiquetados como de apoyo por el día Internacional contra la Homofobia, Biofobia y Transfobia, y no como actividades relacionadas con el mes del orgullo global en junio, señaló Waaddao, activista que también lidera el grupo llamado Unión por la Igualdad y Acción (TEA [4] por su nombre en inglés).

Dijo que en este sentido, el desfile del 5 de junio fue el primero de este tipo en la capital. Añadió que el Desfile del Orgullo se trataba de más que solo igualdad de género.

This is democracy: we needed to take to the streets and call for our rights to be respected. We wanted to practice street democracy.

Esto es democracia: necesitábamos tomar las calles y exigir que se respeten nuestros derechos. Queríamos ejercer la democracia de la calle.

La primera reunión de planificación para el desfile tuvo «menos de 10 personas,  y cero baht [moneda tailandesa]», recuerda Waaddao. Después, se corrió la voz a otros grupos del círculo LGBTQ+ y activistas feministas. Se recaudó un total de 400 00o bahts (11 350 dólares) para el desfile. Los fondos provinieron de organizaciones de apoyo a la igualdad, donaciones del público, y ganancias de venta para fiestas de celebración.

Los organizadores adoptaron lo que llamaron una gestión de «poder compartido», en contraposición a un estilo de gestión jerárquico. No había líder ni portavoz oficial. Durante las entrevistas, los miembros del equipo subrayaron repetidamente que el desfile era un esfuerzo colectivo. Por este motivo, también intentaron evitar las entrevistas con los medios en las que participaran representantes individuales del grupo.

Efecto Chadchart

Los miembros del equipo también atribuyeron la gran afluencia y la aceptación del público al respaldo que dio el gobernador Chadchart, que asistió a varios actos previos al desfile del 5 de junio. Waaddao dijo:

Chadchart’s support was a critical factor. The Chadchart effect is still strong. It helped to mobilize people. Even though Chadchart didn’t organize the parade, he helped to build the impression that our activity was supported by the city.

El apoyo de Chadchart fue un factor decisivo. El efecto Chadchart sigue siendo fuerte. Ayudó a movilizar a la gente. Aunque Chadchart no organizó el desfile, ayudó a crear la impresión de que nuestra actividad contaba con el apoyo de la ciudad.

Con el apoyo pleno del jefe de la jerarquía del Gobierno de Bangkok a la marcha, el apoyo de las autoridades no tardó en llegar. El 5 de junio, los policías acordonaron la ruta de la marcha y dirigieron los flujos de tráfico en el corazón del distrito de Silom. También se desplegaron funcionarios estatales y personal médico para prestar apoyo.

El resultado fue algo raro en Tailandia, donde las manifestaciones son habitualmente obstruidas o dispersadas con violencia.

Más sorprendente aún para los organizadores de Naruemit fue la muestra de solidaridad del sector privado, incluidas algunas de las mayores empresas de Tailandia, que suelen rehuir los movimientos civiles y de defensa de derechos.

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Cartel que pide la dimisión del primer ministro Prayut Chan-o-cha cuelga sobre la Marcha del Orgullo en Bangkok. Foto [1] de Prachatai.

Según los organizadores, el apoyo casi universal a la marcha se vio empañado por la hostilidad del Gobierno. El Departamento de Salud intentó avivar el temor de la población a que la enfermedad de la viruela del mono se extendiera en Tailandia debido a la asistencia de turistas extranjeros al Desfile del Orgullo.

La Organización Mundial de la Salud declaró que tales temores eran infundados, pero eso no impidió que los portavoces del Gobierno repitieran la advertencia a los medios.

«No me sorprendió que trataran de pintarnos de esa manera. Pero me enfadé mucho al verlo», dijo Jingjai, la activista de Feminist Mermaids.

Orgullo más allá de Bangkok

El éxito de Naruemit fue suficiente para animar a los organizadores a centrarse en otros actos del Orgullo fuera de Bangkok. Empezaron a estudiar la posibilidad de celebrar una marcha en el distrito de Hat Yai de la provincia de Songkhla el 26 de junio y otra en la provincia de Khon Kaen el 30 de junio.

Pero ampliar la lucha más allá de Bangkok conlleva sus propios retos, como la posible resistencia de los habitantes de las zonas más conservadoras del país. Hace apenas 10 años, un desfile gay en Chiang Mai tuvo que cancelarse tras las protestas de los habitantes locales.

Otros dicen que confían en que los tiempos han cambiado y que Tailandia está ahora más preparada que nunca para acoger la diversidad.

«Por supuesto, pienso en el riesgo. Supongo que es normal que nuestro desfile reciba ataques de algunas personas», dijo Jingjai. «Pero organizaremos el desfile de forma agradable. No creo que haya una gran reacción».

Y añadió: «Creo que los tailandeses son ahora más conscientes de sus derechos».