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Comienza una nueva era política en Sri Lanka

Categorías: Asia del Sur, Sri Lanka, Derechos humanos, Gobernabilidad, Guerra y conflicto, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Protesta, The Bridge
Entrance to the presidential residence and the central bank, a former high security zone, now bears the mark of the demands of the protesters. Image by Amalini via Twitter. Used with permission. [1]

Entrada a la residencia presidencial y al Banco Central, antigua «zona de alta seguridad», lleva ahora la marca de las reivindicaciones de los manifestantes. Imagen de Amalini [1] vía Twitter, usada con autorización.

Este artículo lo publicó por primera vez el jurista, autor, poeta y activista de Sri Lanka Basil Fernando en Groundviews [2], galardonado sitio web de medios ciudadanos. Una versión editada se publica aquí como parte de un acuerdo para compartir contenidos con Global Voices.

El 9 de julio de 2022, un levantamiento pacífico [3] puso fin a una era política [4] que comenzó con la promulgación de la Constitución de 1978 de Sri Lanka [5], constitución que socavó por completo la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos en el país. Durante un periodo de continuas protestas de más de tres meses, el pueblo exigió la renuncia del presidente Gotabaya Rajapaksa [6]. Sin embargo, se negó repetidamente a hacerlo, decía que había sido elegido por una abrumadora mayoría del pueblo. El pueblo, exasperado, dio un ultimátum [7] al presidente para que renunciara antes del 9 de julio. Un gran número de personas de todo el país se reunieron en la residencia oficial del presidente y la ocuparon, así como el edificio de la secretaría. Como resultado de esta clara demostración de insatisfacción extrema con la avaricia de su familia y su propia incompetencia, que provocó un completo colapso de la economía, el presidente finalmente aceptó renunciar [8] el 13 de julio. Su decisión fue comunicada al presidente del Parlamento. El primer ministro también ha presentado su renuncia.

Más adelante conoceremos los detalles de cómo se establecerá una nueva administración. Sin embargo, también debemos mantener nuestra atención en los cambios que se requieren a largo plazo. Hay varios aspectos fundamentales a tener en cuenta si queremos resolver los problemas estructurales que se han heredado como resultado de la introducción de la Constitución de 1978. A efectos prácticos, esta constitución es letra muerta. Sin embargo, es necesario abolirla formalmente mediante un proceso que implique la plena participación del pueblo. Necesitamos promulgar una constitución que se base en los principios del Estado de Derecho, la democracia y el respeto a los derechos humanos; estos principios básicos son el fundamento y el marco esenciales para construir nuevas estructuras gubernamentales y reformar las instituciones públicas. Dado el robo sistémico de los recursos y la riqueza del país y del pueblo perpetrado por unas cuantas familias, para acabar de forma decisiva con la corrupción y el abuso de poder, la necesidad más urgente es el establecimiento de un marco jurídico integral, con controles y equilibrios estructurales, así como una rendición de cuentas clara y abierta.

Sin una ley clara, exhaustiva y aplicable para acabar con la corrupción [9], no habrá ningún cambio fundamental en el funcionamiento del Estado. El establecimiento de un Estado funcional es una condición previa esencial para resolver los problemas relacionados con el colapso total de la economía que provocó la crisis de la deuda. Librar al país de la corrupción es una condición esencial para crear un sistema político estable, que podría dar el liderazgo necesario para resolver los actuales problemas económicos y sociales de larga duración. Solo entonces el Gobierno estará en condiciones de asegurar el pleno bienestar de toda la población.

Image by Amalini via Twitter. Used with permission. [10]

«Devuelvan el dinero robado». Imagen de Amalini [10] vía Twitter, usada con autorización.

Un sistema político estable solo puede construirse y mantenerse sobre la base de un sistema eficaz de administración de justicia. Esto implica necesariamente la reforma de la Policía, en particular de las ramas de investigación policial, someter a la Fiscalía General al imperio de la ley y eliminar los obstáculos a la independencia del Poder Judicial. Esto requiere la aplicación estricta de las leyes relativas a la no injerencia en la administración de justicia.

En las circunstancias actuales, el Parlamento debería dar prioridad a los cambios legislativos necesarios, incluida la asignación presupuestaria necesaria, para lograr estos cambios. Dada la desesperada crisis financiera actual, todas las personas con mayores ingresos deberían aceptar contribuir con su parte justa en impuestos para lograr la estabilidad económica y política.

Establecer un sistema político creíble que pueda eliminar la corrupción sistémica y ofrecer una plena rendición de cuentas es esencial para obtener la cooperación y el apoyo de todos los habitantes de Sri Lanka, incluidos los que actualmente viven fuera del país. Una vez que esos sistemas estén en marcha y funcionen eficazmente, los ceilandeses que viven en el extranjero estarán más preparados para contribuir a solucionar la crisis del dólar y, por tanto, a resolver muchas de las dificultades que enfrenta la población.

Sin este cambio global del sistema político, no será posible conseguir la cooperación y el apoyo de las masas populares que han salido a las calles y también de otras que no están dispuestas a contribuir económicamente por falta de confianza en el sistema político. Obtener apoyo de los organismos internacionales y de otros Gobiernos también dependerá de estas medidas que deben tomarse para garantizar una verdadera estabilidad política.

Es necesario condenar el ataque a los medios [11] que cubrían el asedio a la residencia del primer ministro y tomar medidas inmediatas para investigar el incidente, detener a todos los sospechosos y estudiar la posibilidad de presentar cargos penales para garantizar la justicia.

Como han demostrado las intervenciones de la población en los últimos meses, la libertad de expresión y la libertad de asociación y reunión son los pilares básicos para la protección de la sociedad y las personas. El momento actual debe aprovecharse para consolidar estos derechos; esa consolidación creará un cambio fundamental en la cultura política de Sri Lanka.

La vigilancia constante [12] del pueblo es la única manera de garantizar que los nuevos sistemas de administración que se establezcan funcionen en beneficio del pueblo y de la nación. Por lo tanto, el pueblo debe mantener una vigilancia pacífica, especialmente en el momento actual y en los meses venideros, para garantizar que se pueda lograr el necesario cambio sustancial a mejor en Sri Lanka. El pueblo también debe establecer nuevos grupos de la sociedad civil para vigilar el desarrollo del panorama político y garantizar que los futuros cambios estructurales permanentes incluyan nuevas características sobre la base de la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos, y que los protejan.