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La guerra en Ucrania ha aumentado las tensiones entre Kosovo y Serbia

Categorías: Europa Central y del Este, Kosovo, Rusia, Serbia, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Protesta, Relaciones internacionales, The Bridge, Rusia invade Ucrania

Ilustración de Big Eye [1], utilizada con autirización vía Sbunker.

Este artículo se publicó originalmente [2] en Sbunker como parte de la iniciativa regional Western Balkans Anti-Disinformation Hub. Global Voices publica una versión editada con permiso.

Mucho antes de que el conflicto de Ucrania se convirtiera en una guerra a gran escala, ya existían tensiones en los Balcanes occidentales, e interés de Rusia en que los Balcanes occidentales siguieran siendo una zona conflictiva dentro de Europa y se utilizaran como amenaza, siempre que se considerara útil para sus intereses.

Hace no más de seis años, se confirmó la participación de los servicios secretos rusos [3] en un golpe de Estado fallido en Montenegro. Esto ocurrió en un momento en que Montenegro estaba concluyendo los procedimientos de adhesión a la OTAN, lo que ciertamente no le convenía a Rusia. También se observaron relaciones cada vez más estrechas entre el primer ministro de Macedonia del Norte, Nikola Gruevski, y el presidente ruso, Vladimir Putin, relaciones que dificultaron claramente el avance del Estado macedonio hacia el ingreso en la OTAN [4]. Por otro lado, las estrechas relaciones [5] que el representante de la República Srpska en Bosnia Herzegovina, Milorad Dodik, cultivó con el presidente Putin, dieron una clara señal de los motivos e intereses de Rusia [6] en esta parte de Europa. Y, por último, mantener las tensas relaciones entre Kosovo y Serbia resulta ser una estrategia bien pensada de la Federación Rusa para cimentar su influencia [7] en la región.

Consciente del creciente interés ruso en los Balcanes, Kosovo se ha comprometido y ha tomado medidas oportunas para frustrar cualquier esfuerzo desestabilizador en el país. En este sentido, en 2021, el Gobierno de Kosovo declaró no gratos a dos diplomáticos rusos [8] que operaban en Kosovo, por considerar que suponían una amenaza para la seguridad nacional de Kosovo.

Sin embargo, tras el ataque ruso a Ucrania [9], saltó la alarma sobre la posibilidad de que se aumentara el conflicto en los Balcanes Occidentales, debido a la cuestión no resuelta entre Kosovo y Serbia y a la frágil situación política en Bosnia Herzegovina. Sin embargo, a pesar de la mayor atención prestada a Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea volvieron a centrar su atención en los Balcanes occidentales. Una alta delegación estadounidense visitó la región, donde la principal exigencia fue poner fin a la situación entre Kosovo y Serbia [10]. Por otro lado, desde el comienzo de la guerra en Ucrania, la Unión Europea ha sido más contundente al pedir que Serbia se ponga del lado de Occidente para imponer sanciones a Rusia [11].

Incidentes en el norte de Kosovo

Aún no está claro quién los llevó a cabo los dos atentados contra la Policía en el norte de Kosovo en abril, pero el Gobierno kosovar los ha descrito como un intento de desestabilización desde el exterior. Esto volvió a provocar acusaciones mutuas entre las partes. Aunque el caso se está investigando, el Gobierno de Kosovo lo calificó de ataque terrorista, afirmó que las balas disparadas [12] contra los vehículos de la Policía procedían de territorio serbio.

El ministro del Interior, Xhelal Sveçla, y el director de la Policía, Samedin Mehmeti, declararon en una rueda de prensa conjunta que los agentes de la policía fronteriza fueron atacados durante tres días seguidos, en los turnos de trabajo en el punto fronterizo con Serbia- Jarinje. Según Svecla, el primer intento de ataque se hizo con erizos metálicos en la carretera nacional, «con el fin de inutilizar el trabajo de la Policía de Kosovo y, al mismo tiempo, poner en peligro la vida de los policías». En el segundo ataque, se lanzaron piedras contra la Policía de Kosovo.

El tercer ataque fue cabo con armas de fuego cerca del puesto de control establecido para impedir el uso de carreteras ilegales. En el vehículo policial viajaban policías albaneses y serbios.

En una comparecencia pública, el ministro del Interior, Xhelal Sveçla, declaró:

“The serious commitment of the institutions of Kosovo, especially the Kosovo Police, to establish order and law in every corner of Kosovo, has become an obstacle for Serbia, for certain groups, which are directly supported by Serbia and it truly thwarts the plans of all those who have seen Kosovo as a potential cradle for their criminal activities and as a continuation of other crises.”

El serio compromiso de las instituciones de Kosovo, especialmente de la Policía de Kosovo, para establecer el orden y la ley en todos los rincones de Kosovo, se ha convertido en un obstáculo para Serbia, para algunos grupos, que tienen el apoyo directo de Serbia, y realmente frustra los planes de todos aquellos que han visto a Kosovo como una cuna potencial para sus actividades criminales y como una continuación de otras crisis.

En cuanto a la no publicación de los atentados con anterioridad, el ministro ha razonado que han dejado tiempo a la Policía para averiguar las causas. Pero, tras el atentado en el que se puso en peligro directo la vida de los policías, según el ministro del Interior, los órganos de seguridad expresaron que se trataba de un atentado terrorista y se difundió información con la opinión pública para evitar toda desinformación.

A pesar de que en el pasado se alcanzaron algunos acuerdos que también abordan el aspecto de la seguridad en el norte, no han contribuido a mantener la calma. En algunos casos, los propios funcionarios de Kosovo [13] han reiterado que Serbia sigue manteniendo vivas las estructuras paralelas en el norte, con el objetivo de crear tensiones cada vez que Belgrado lo exige. Ataques como estos en el norte han servido a menudo para crear una nueva situación sobre el terreno, tras la cual se han iniciado las negociaciones. Desde la posguerra, la llamada estructura de «Protección Civil» ha operado en el norte mediante la intimidación y el chantaje como medio para mantener la presencia del Estado de Serbia en esta parte del territorio. El intento de las instituciones kosovares de extender la soberanía al norte se ha encontrado normalmente con la resistencia de los serbios. Esto ha ido acompañado de bloqueos de carreteras y ataques a la Policía.

Cabe mencionar que Kosovo y Serbia han firmado un acuerdo [14] para desmembrar la «Protección Civil» y los antiguos miembros de esta estructura –que llegan a 483– están integrados en las instituciones centrales de Kosovo.

Los diplomáticos exigen evitar tensiones

Conscientes de la frágil situación en el norte del país, las embajadas occidentales en Kosovo y la Oficina de la Unión Europea han condenado los ataques a la Policía, pero al mismo tiempo han tratado de evitar especulaciones que puedan desatar tensiones en esta parte de Kosovo. Así, el embajador de Estados Unidos en Pristina, Jeff Hovenier [15], expresó su preocupación por los informes sobre disparos y lanzamiento de piedras contra policías cerca de Zubin Potok. Mientras tanto, la Oficina de la Unión Europea ha condenado enérgicamente [16] lo que ha calificado de «ataque violento contra una patrulla de la Policía de Kosovo». En la misma línea de condena estuvo la Misión de la OTAN en Kosovo [17], que además de condenar los ataques contra la Policía, ofreció su disposición a apoyar a la Policía de Kosovo, si se le solicita.

Lista Serbia condena los atentados

Como ocurre en raras ocasiones, la Lista Serbia [18] y otros funcionarios de Belgrado reaccionaron a estos ataques. Aunque se desconocen los motivos y los autores de los ataques, la entidad que representa a los serbios de Kosovo la describió como una tendencia oficial de Pristina a desprestigiar a los serbios.

«Este incidente tiene como objetivo desestabilizar la situación, pero también es un intento de presentar a los serbios como bandidos, lo que no es cierto», dice un comunicado [19] de la Lista Serbia [19].

Este sujeto hizo un llamado «a todos los ciudadanos para que se abstengan, no caigan en las provocaciones y no permitan este tipo de incidentes que ponen en peligro la tan necesaria paz en esta zona».

Para frenar el contrabando, la Policía de Kosovo cerró a principios de 2022 varias carreteras ilegales en la zona fronteriza con Serbia. Pero entre el 26 y el 28 de abril, la Fuerza Militar de Kosovo anunció [20] que, en coordinación con la Policía de Kosovo y la Instrucción Administrativa, ha tomado medidas para abrir la carretera cercana a la frontera administrativa.

Según ellos, cualquier medida de seguridad destinada a mejorar a la Policía y a mantener un entorno seguro y pacífico debe sopesarse en proporción a las necesidades de las comunidades locales y a la libertad de movimiento de los habitantes.

Una situación inestable

La subsecretaria de Estado estadounidense para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Karen Donfried, afirmó que [21] esta situación solo conviene a Rusia, que está interesada en ampliar el conflicto. Por eso, se exigieron pasos concretos para llegar a un acuerdo definitivo que incluya todas las cuestiones no resueltas entre las dos partes.

Casi 10 meses después de la última reunión Kurti-Vucic, se les invitó a una cena informal [22] en Berlín ofrecida por el enviado especial de la Unión Europea para el diálogo, Miroslav Lajçak. Antes, el canciller alemán, Olaf Scholz, se reunió por separado con Vucic y Kurti, y buscó el compromiso de ambos para alcanzar una solución definitiva.

Pero las partes no han dado señales claras de que vayan a cambiar sus posiciones. Mientras Kurti insiste [23] en que el reconocimiento mutuo debe estar en el centro del acuerdo, Vucic [24] lo ha descartado, y exige que Kosovo cumpla su obligación de establecer una asociación de municipios de mayoría serbia.

El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que los avances en el diálogo entre Kosovo y Serbia [25] son de gran importancia para la paz y la estabilidad en el sureste de Europa, así como para la integración europea de ambos países. Según Scholz, el futuro acuerdo Kosovo-Serbia tendrá muchos detalles, y el más importante –en el que insiste Kosovo– incluirá el reconocimiento mutuo. Sin embargo, Miroslav Lajçak no ha expresado tal claridad respecto al epílogo del acuerdo. Esto se debe a que cinco países no reconocen la independencia de Kosovo, por lo que la Unión Europea tiene una actitud neutral respecto a la situación de Kosovo. La única promesa para Kosovo en materia de diálogo es la confirmación de un futuro europeo para Kosovo y los Balcanes occidentales [26]. A falta de claridad que ponga fin al estancamiento del diálogo, la Unión Europea vuelve de vez en cuando a exigir la aplicación de los acuerdos de las rondas de diálogo anteriores, incluida la creación de una asociación de municipios de mayoría serbia. Los funcionarios de Kosovo también han criticado a la Unión Europea por adoptar un enfoque unilateral [27], por no tratar a las partes como iguales en el diálogo.

Putin compara Kosovo con las regiones de Ucrania y el Cáucaso

El caso de Kosovo los han seguido mencionando los funcionarios del Kremlin para justificar la anexión de territorios en Ucrania. Tras reunirse con el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, Vladimir Putin dijo que había leído personalmente la sentencia de la Corte Internacional de Justicia [28] sobre Kosovo, según la cual la aplicación del derecho de autodeterminación del territorio de una parte determinada no le obliga a pedir permiso para declarar la soberanía del país del que se separa.

«Esto está escrito en relación con Kosovo y esta decisión ha sido apoyada por todos. Si este es el caso, entonces la República de Dombás y la República de Donetsk tienen el mismo derecho a no aplicar la autoridad central de Kiev al declarar su soberanía, ya que existe el precedente», dijo Putin [29].

El interés de Rusia por vincular sus acciones políticas y militares a los Balcanes no es nuevo, pero se ha intensificado tras el ataque a Ucrania.

Es precisamente este intento de Rusia de comparar Kosovo con las regiones de Ucrania y el Cáucaso lo que ha impulsado a las estructuras occidentales –la Unión Europea y la OTAN– y a algunos líderes políticos a acelerar la consecución de un acuerdo definitivo entre Kosovo y Serbia. Esta sería la única manera de que la situación no sirva a Rusia y de que la región consolide su camino hacia la integración euroatlántica.


 

Imagen cortesía de Giovana Fleck.

Para más información sobre este tema, consulte nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania [9].