Este artículo es una versión editada de dos informes redactados por Almond Li y Peter Lee de Hong Kong Free Press (HKFP) el 11 de julio de 2022. Se reproduce en Global Voices bajo un acuerdo de colaboración de contenido con la HKFP.
Hong Kong es uno de muchos países que implementó el uso de una aplicación de seguimiento para desacelerar el contagio del COVID-19. Hasta ahora, los ciudadanos han podido proteger su privacidad con nombres inventados, y los datos se guardan en el teléfono de cada persona.
Sin embargo, el nuevo gobierno del recién electo jefe ejecutivo, John Lee, cambiará estas políticas para que sea obligatorio usar un nombre real al momento de registrarse en la aplicación, lo que algunos ven como una amenaza a la privacidad. De igual forma, la ciudad adoptará un código sanitario parecido al de China en un esfuerzo para combatir el reciente brote de COVID-19.
Hong Kong exigirá un nombre real al registrase en la aplicación de seguimiento LeaveHomeSafe e implementará un código sanitario parecido al de China para “identificar” a los infectados y a quienes se encuentren en cuarentena, según anunció el 11 de julio de 2022 el nuevo jefe de salud, Lo Chung-mau. La aplicación LeaveHomeSafe se actualizará “lo más pronto posible”.
Luego de la actualización, será obligatorio que los usuarios usen su nombre real junto con su documento de identidad para registrarse. Después, la aplicación generará un código de color que categorizará al usuario de acuerdo a su riesgo de salud.
Por otra parte, Chung-mau añadió que, a partir del 12 julio, todas las personas que den positivo a la prueba de COVID-19 tendrían que llevar puestos un brazalete electrónico para asegurarse de que no salgan de sus casas mientras estén contagiados.
Chung-mau explicó que con el nuevo sistema, las personas que den positivo a la prueba de COVID-19 recibirán un código rojo y no tendrán permitido salir de sus casas ni entrar en lugares como hospitales o residencias de ancianos.
Todos los viajeros que lleguen y quienes hayan tenido contacto cercano con un paciente con COVID recibirán un código amarillo. Aun así, Chung-mau no explicó qué significaría el código amarillo, sobre todo en términos de movilidad y acceso a los negocios.
Aunque el registro con nombre real, verificación de movilidad y el código sanitario son parecidos al código sanitario y a las aplicaciones de seguimiento de China, Chung-mau recalcó que la actualización es para “identificar casos confirmados y a personas que deban someterse a una cuarentena, y no para rastrearlas”. Por otro lado, Chung-mau dijo:
It will not restrict the freedom of most people, who are neither infected nor required to isolate themselves either.
No limitará la libertad de la mayoría de los ciudadanos, tampoco a quienes estén infectados ni a los que tengan que estar en cuarentena.
China tiene algunas de las medidas de restricción y sistema de seguimiento más estrictos del mundo. El sistema de códigos sanitario de tres colores facilitó el controvertido confinamiento de la ciudad de Shanghái a principios de 2022, mientras que aún hay otros confinamientos. Solo las personas que tengan el código verde pueden moverse con tranquilidad por la ciudad. A pesar de esto, si en un edificio residencial se detecta tan siquiera un caso, todos los ocupantes recibirán un código amarillo y no tendrán permitido salir de su casa por toda una semana hasta que todos los ocupantes den negativo en varias pruebas PCR.
Los legisladores de Hong Kong, favorables al sistema, abogaron por que se adoptara un sistema de códigos parecido al de China a comienzos de la pandemia de 2020. Sin embargo, hubo un fuerte rechazo público. El activista Joshua Wong, ahora encarcelado, señaló en Facebook que la vigilancia de salud digital era comparable con “esposas electrónicas”.
Por motivos de seguridad, Hong Kong no adoptó el sistema sanitario de códigos de China bajo el mandato de la anterior jefa ejecutiva, Carrie Lam.
Chung-mau explicó en un programa de televisión el 10 de julio que el sistema actual no tiene un mecanismo para evitar que las personas infectadas entren a algunos locales y, por tanto, era una práctica “injusta” para el resto de la población. Luego sostuvo que el cambio para requerir un nombre real en la aplicación LeaveHomeSafe es para establecer un método eficaz que “notifique al público del riesgo de salud al que podrían enfrentarse”.
Las pruebas PCR obligatorias son la estrategia clave en el plan de control de la pandemia (Zero-COVID) de China, mientras que en Hong Kong, las pruebas PCR no son una normativa obligatoria.
En el mismo programa, Chung-mau señaló que es posible que se les pida a los hongkoneses que se hagan pruebas PCR más seguido, en particular quienes se consideren de “alto riesgo”, como los trabajadores de salud. La frecuencia podría ser una vez a la semana o cada 48 horas. El nuevo sistema obligaría a las personas que tengan un código rojo o amarillo a realizarse varias pruebas PCR para anular sus restricciones.
Asimismo, Chung-mau explicó la lógica del cambio:
In fact, those who are infected are the minority, [whilst] the majority of people are not infected. If we allow the infected to roam freely, the freedom of the non-infected would be jeopardised.
En realidad, quienes están infectados son una minoría; la mayoría de la población no está infectada. Si permitimos que los infectados paseen con libertad, estaríamos poniendo en peligro la libertad de los que no están infectados.
De acuerdo a los medios estatales, las autoridades del centro de China recibieron críticas en junio por el supuesto uso del sistema de seguimiento para frenar protestas programadas. Wong Tsong, periodista de tecnologías, señaló el incidente en Twitter:
Suspicion of bogus «red» health codes in #Henan Province raises red flags in Chinese social media.
Reports that authorities appears to be exploiting #China‘s anti-#COVID tracking system to stop depositors from accessing frozen funds from a rural bank has caused a public outcry. pic.twitter.com/siN1PCUaj7— Wong Tsong (@wangcongxh) June 15, 2022
Sospechas de falsos códigos sanitarios «rojos» en la provincia de Henan genera alarmas en las redes sociales chinas.
La noticia de que las autoridades parecen estar aprovechándose del sistema de seguimiento contra el COVID de China para impedir que las personas accedan a sus fondos en un banco rural han provocado una protesta pública.
El 11 de julio, el director de salud aseguró a los reporteros que las autoridades no asignarían códigos rojos “sin razón aparente” y añadió que espera que los ciudadanos no se dejaran “manipular”, pensando que sus códigos pasarían a ser rojo o amarillos de manera imprevista.
Hong Kong reportó 2992 casos de infección el domingo 10 de julio, de los cuales más de 2700 se transmitieron de manera local. El Centro de Protección de la Salud advirtió que el número de infecciones podría duplicarse en las próximas semanas, ya que la tendencia actual refleja que la variante ómicron BA.5 está impulsando las reinfecciones de COVID.
La ciudad reportó un total de más de 1-2 infecciones desde el inicio de la pandemia y unas 9410 muertes.