- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Asia Central entra en carrera de drones armados, mientras se gestan transferencias regionales de armas

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Armenia, Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Turquía, Ucrania, Uzbekistán, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales, Tecnología

Dron de combate Bayraktar TB2, de fabricación turca, se exhibe en el desfile militar. Ashgabat, 27 de septiembre de 2021. Captura de pantalla del canal de YouTube de Watan Habarlary [1].

El 27 de junio de 2022, la cuenta oficial de Twitter de Baykar, fabricante del destacado vehículo aéreo de combate no tripulado (UCAV) Bayraktar TB2, publicó un anuncio trilingüe en turco, inglés y ucraniano [2] en el que afirmaba que enviaría tres drones TB2 a Ucrania gratuitamente, para que los fondos recaudados a través de la campaña de financiación colectiva «Bayraktar del pueblo» se destinaran al «pueblo luchador de Ucrania». Este gesto de Baykar, influyente empresa privada de defensa, cuyo director tecnológico Selçuk Bayraktar es el yerno del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, parece suavizar por un momento la decepción de Ucrania por la reticencia de Turquía a sumarse a las sanciones antirrusas, declarada por İbrahim Kalın, el portavoz presidencial, quien afirmó que las sanciones perjudicarían más a la economía de Turquía que a la de Rusia [3]. Esta «diplomacia de los drones» sigue siendo una herramienta importante para mantener la cordialidad de las relaciones turco-ucranianas a pesar de los recurrentes altibajos reflejados, por ejemplo, en el bloqueo temporal de Turquía [4] a la candidatura de Finlandia y Suecia a la OTAN o la supuesta intervención de los puertos turcos en el transporte de grano ucraniano robado [5].

Asia Central comenzó a buscar vehículos aéreos militares no tripulados (UAV) mucho antes de la etapa actual de la guerra entre Rusia y Ucrania [6], y la búsqueda estuvo marcada por dos tendencias evidentes: el inminente auge de los drones militares [7], que se espera asuman un papel clave en la guerra del futuro, y el progresivo retraso de Rusia [8] en tecnologías militares avanzadas y armas de precisión. Esto último también se reflejaría en la caída general de la cuota rusa en las exportaciones militares mundiales, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) [9], principal instituto de investigación sobre el gasto militar y el comercio de armas, las exportaciones totales de armas de Rusia en 2017-2021 (cinco años) se redujeron en un 26 % en comparación con 2012-2016, mientras que su participación en las exportaciones mundiales de armas se redujo del 24 al 19 % para los mismos períodos.

El mercado mundial de drones militares [10], que alcanzó los 4400 millones de dólares en 2015, estuvo dominado por Estados Unidos, China, Israel, Irán y Turquía, que convirtió este último en el quinto Estado en desarrollar y producir sus propios sistemas de aeronaves no tripuladas (UAV). Actualmente, el mercado de los drones militares está valorado en casi 12 000 millones de dólares [11] y se estima que alcanzará más de 17 000 millones de dólares en 2028. El ANKA, el primer dron militar autóctono turco [12] elaborado por la empresa estatal Turkish Aerospace Industries (TUSAŞ) se dio a conocer en julio de 2010, mientras que el primer UAV armado Bayraktar TB2 [13] completó las pruebas de fuego en 2015. China ya había avanzado en la tecnología de drones militares, y en 2012 tenía al menos tres UCAV en funcionamiento [14] (CH-3, CH-4 y Wing Loong), con el UCAV sigiloso que completó su vuelo inaugural en 2013. Entretanto, Rusia tenía previsto iniciar la fabricación de UCAV a partir de 2014 [15], y las pruebas de vuelo no comenzarían hasta 2017. El 13 de junio de 2022, Yury Borisov, exviceministro de Defensa y actual viceprimer ministro, admitió que Rusia se retrasaba en la introducción de los UAV militares [16], y este problema se hizo evidente en la campaña rusa en Siria.

Presidente turco Recep Tayyip Erdoğan en las instalaciones de producción del UCAV de gran altitud y larga resistencia Bayraktar Akıncı. Hadımköy, Estambul, 21 de octubre de 2021. Captura de pantalla del canal de YouTube de Haber Lütfen [17].

Según la base de datos de transferencias de armas del SIPRI [18], los Estados de Asia Central, cuyo gasto militar global en 2021 ascendió a 1800 millones de dólares [19], empezaron a pedir vehículos aéreos no tripulados armados ya en 2013 para entregarlos a partir de 2014. Uzbekistán y Kazajistán optaron por el Wing Loong-1 chino, y Turkmenistán compró drones armados CH-3 y WJ-600 chinos. Al mismo tiempo, a pesar de ser uno de los principales proveedores de armas de la región, no se pidieron ni entregaron UCAV a Rusia.

Incluso antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 y de la guerra en curso, que puso de manifiesto el enorme retraso de la tecnología militar rusa [20] (especialmente en los campos de precisión, guiado y sistemas de armas autónomos, incluidos los sistemas aéreos no tripulados), la reputación de las bien alabadas y promocionadas armas rusas ya se vio comprometida durante los recientes conflictos de Siria, Libia y Nagorno-Karabaj, en los que los UCAV desempeñaron un papel importante. Hasta hace poco, la enorme campaña mediática de Rusia para promover la imagen de la modernización militar rusa, que presentaba incesantemente al país como el «líder mundial por la cuota de armas modernas y modernizadas [21]«, parecía empezar a convencer incluso a las potencias occidentales, como fue el caso del general John Hyten, que elogió a Rusia por su «ejército increíblemente poderoso [22]» que se transformó en los últimos 20 años, o de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, que discutió el retraso de la OTAN [23] con respecto a Rusia en algunas tecnologías de defensa.

En 2018, Rusia lanzó una campaña mediática de promoción de las capacidades contra los UAV de su ejército, seguida de la formación de unidades especiales contra los drones [24], incluso en las bases militares rusas de Kirguistán y Tayikistán. Se afirmó que el Ejército ruso había adquirido amplia experiencia en la campaña siria, y se introdujeron numerosos sistemas de defensa aérea y de guerra electrónica contra los UAV, algunos de los cuales ofrecían una defensa eficaz «contra todos los UAV existentes [25]» dentro del rango de 100 km. Sin embargo, durante la guerra civil libia, se destruyeron nueve [26] de los más recientes sistemas rusos de defensa aérea de corto alcance Pantsir-S1, diseñados, entre otras cosas, para la guerra contra los UAV. Luego, tras la guerra entre Armenia y Azerbaiyán en 2020, los nuevos sistemas rusos de defensa aérea y de guerra electrónica fueron duramente criticados por el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, por su fracaso contra los drones turcos e israelíe [27]s. Los sistemas de guerra electrónica rusos, incluidos los sistemas de interferencia antidrones, también parecen ir mucho peor de lo anunciado [28] en la actual guerra ruso-ucraniana, ya que probablemente se exageró «para impulsar las ventas de exportación o para impresionar a los líderes de Rusia».

Sistema ruso de misiles antiaéreos y de artillería Pantsir-S1 destruido en Ucrania. Captura de pantalla del canal de YouTube de Butusov Plus [29].

A medida que los sistemas de armas rusos se probaban en combate en todo el mundo, y que a menudo han fracasado contra drones armados, los clientes tradicionales de la exportación de armas rusas en Asia Central intentaban apresuradamente cubrir el vacío en los sistemas aéreos no tripulados, ya que Rusia no ofrecía ninguna alternativa viable. Tras cerrar un acuerdo con la israelí Elbit Systems [30] en 2019 sobre la producción conjunta de drones de vigilancia y reconocimiento en Kazajistán, el Ministerio de Defensa kazajo envió una delegación [31] en noviembre de 2020, pocos días después del final de la guerra de Nagorno-Karabaj, al XIV Mando de Base de Sistemas Aéreos no Tripulados en Batman (Turquía) para evaluar los drones Bayraktar TB2 ahí desplegados. Este interés se interpretó como un intento de Kazajistán de «deshacerse de los UAV chinos [32]» en favor de los drones turcos, lo que era un caso bastante común, ya que, a pesar de su precio asequible, los UAV chinos parecen tener problemas de fiabilidad [33] y de repuestos.  Ciertamente, desde 2015, ningún estado de Asia Central ha encargado UAV militares chinos [34], mientras que tanto Turkmenistán como Kirguistán tienen pedidos de Bayraktar TB2 que se entregarán entre 2020 y 2022.

Una delegación del Ministerio de Defensa de Kazajstán visitó el XIV Comando Base de Sistemas de Aeronaves No Tripuladas entre el 23 y el 25 de noviembre de 2020 como parte de la inspección del UAV y sus instalaciones.

Sin embargo, la carrera de Asia Central por los drones armados no siempre fue sencilla, ya que las perspectivas de compra de los mismos Bayraktar TB2 para Kirguistán y Tayikistán –dos estados vecinos, cuyo persistente conflicto fronterizo dejó 55 muertos [39] solo en abril de 2021– causaron indignación en ambas sociedades. El asunto parecía tan vital que, a pesar de desplegar estos drones armados para el control fronterizo [40], la parte kirguisa instó a Turquía a no venderlos a su vecino [41], como reveló Jeenbek Kulubayev, actual ministro de Asuntos Exteriores. La respuesta de Turquía a la exhortación kirguisa de no vender drones armados a Tayikistán en el futuro sigue siendo desconocida hasta ahora, pero fue Irán quien intervino e inició la producción de sus drones de combate Ababil-2 [42] en Tayikistán el 17 de mayo de 2022, lo que calentó la carrera regional de drones. Pocos días después, el presidente tayiko Emomali Rahmon visitó Irán [43], lo que reforzó los lazos entre los dos países «hermanos». Mientras tanto, como el futuro de la industria de defensa rusa parece condenado [44] por las sanciones y al actual estado de guerra con Ucrania, Kazajstán decidió optar por una línea de producción conjunta de drones de combate Anka [45] en Kazajstán, mientras que Uzbekistán ya inició la producción [46] de su dron de vigilancia y ataque autóctono.