Propaganda militar de Myanmar sobre las escuelas prolifera en redes sociales
Ilustración de Global Voices
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Tras el golpe militar de Myanmar en 2021, los trabajadores civiles participaron en grandes huelgas y formaron el Movimiento de Desobediencia Civil. Los profesores de las escuelas públicas de todos los grados y de las universidades participaron, junto con el personal médico y los trabajadores del Gobierno, y se negaron a ir a trabajar. El régimen militar birmano reprimió a los profesores en huelga e hizo arrestos domiciliarios selectivos.
A ese momento, las escuelas de Myanmar estuvieron total o parcialmente cerradas durante 15 meses por la pandemia de COVID-19. De las escuelas que permanecieron parcialmente abiertas, algunas quedaron atrapadas en el fuego cruzado entre los militares y grupos organizados de civiles armados. Save the Children informa que entre mayo de 2021 y abril de 2022 se produjeron al menos 260 ataques a edificios escolares, a menudo con explosivos.
En junio de 2022, cuando el sistema educativo reabrió para el nuevo año académico, las escuelas carecían de personal, a pesar de la amenazante insistencia de los militares en que los profesores volvieran a las aulas. Mientras tanto, muchos padres optaron por no enviar a sus hijos de vuelta a la escuela, temerosos de los ataques y recelosos de un sistema educativo bajo un régimen militar, inquietantemente similar a su propia infancia, en la década de 1960.
El equipo del Observatorio de Myanmar se ha dedicado a explicar cómo la Junta y sus partidarios intentan dar vueltas a las narrativas sobre el sistema educativo del país.
Por qué importa
El sistema educativo es un tema candente en Myanmar, ya que los partidarios del Ejército intentan posicionar a Myanmar como un país funcional después del golpe de estado. Sin embargo, la situación es inestable: las escuelas han sido objeto de ataques por parte de civiles armados rebeldes en un contexto de control militar. No se sabe cuántos niños están volviendo a la escuela. La caída de la educación en Myanmar puede tener consecuencias en el desarrollo futuro del país.
Tanto los militares como los partidarios de la democracia han expresado sus opiniones sobre el sistema educativo posterior al golpe en las redes sociales, especialmente en Facebook (si quieres saber más sobre el uso de Facebook dentro de Myanmar, consulta una edición anterior de Undertones sobre cómo los partidarios del Ejército de Myanmar usan Facebook para justificar la violencia).
Los partidarios de los militares y los participantes del grupo de Facebook တပ်မတော်ချစ်သူ တပ်မတော်သားများဆုံဆည်းရာ («Lugar de contacto para amantes de los militares») afirman que el régimen militar llevará a los niños del futuro «a la luz que es la gloria del conservadurismo birmano y del budismo». Para ellos, el gobierno civil del partido NLD –partido democrático liberal derrocado por el golpe de Estado– ha estado perturbando la mente de los niños. Esto se hizo muy evidente cuando el Ministerio de Educación del gobierno civil anunció que incorporaría la educación sexual en los futuros planes de estudio, lo que provocó un gran revuelo. Este incidente fue citado por los partidarios de los militares como un ejemplo del «lavado de cerebro de los progresistas».
Narrativas militares
1. «El gobierno civil es incompatible con los valores nacionalistas budistas»
La principal oposición al gobierno civil cuasi democrático de la LND se refería a sus opiniones «progresistas» sobre religión y nacionalidad. Los partidarios de los militares siempre han favorecido al partido apoderado Partido de la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo por su fuerte preferencia por el ultranacionalismo y el conservadurismo.
Desde el golpe, cuando los políticos destituidos formaron un gobierno alternativo en el exilio y algunos manifestantes tomaron las armas en grupos al estilo guerrillero, los partidarios de los militares empezaron a expresar de nuevo este sentimiento. Uno de sus principales argumentos es que cualquier gobierno civil destruiría sus valores.
En contraste con esta narrativa, algunos partidarios de la democracia contaron sus experiencias personales de haber recibido educación bajo el régimen militar que comenzó en 1962, cuando el plan de estudios fue severamente manipulado para reforzar las agendas del régimen (como el nacionalismo y el budismo como religión superior). Esto también sirvió para reforzar el privilegio birmano y borrar la historia y las luchas de las minorías étnicas.
Afirman que la corrupción en el sistema educativo también es galopante en las calificaciones, los exámenes y los requisitos de acceso. Los partidarios de la democracia afirman que el gobierno civil iba por el buen camino, que introdujo cambios muy necesarios en el plan de estudios que llevaba más de 20 años en vigor, al intentar que los sistemas educativos fueran más transparentes e inclusivos.
2.«Solo los partidarios de los militares valoran el budismo y se preocupan por la nación»
Esta es otra narrativa ligada al budismo para justificar el uso de la violencia en las escuelas contra la oposición política. El budismo ultranacionalista siempre ha sido el principal valor central de los partidarios del Ejército, ya que creen que la LND y el gobierno civil han estado destruyendo estos valores.
En esta publicación de Facebook se afirma que el gobierno dirigido por la LND estaba tratando de lavar el cerebro a los niños y que les enseñaba supuestamente que el islam surgió en el año 2000 a.C. y no en el siglo VII a.C. El autor lo llamó «educación de esclavos», término que tiene sus raíces en la época colonial, cuando los grupos independientes criticaban a quienes participaban en la educación orientada al inglés por tener una «mentalidad de esclavos». El autor también afirma que el gobierno civil quería incluir la educación sexual en el plan de estudios para inculcar a los niños valores inmorales, en lugar del budismo y el nacionalismo.
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Además, los partidarios del Ejército han aumentado artificialmente el número de estudiantes que han vuelto a la escuela, lo que refuerza aún más la noción de que el Ejército siempre salvará la situación y que el negocio continúa como siempre a pesar de los ataques a las escuelas.
3. “Los militares, y no el Gobierno de Unidad Nacional, tienen el apoyo de la mayoría de la población”
Falsear las cifras no es una estrategia nueva en Myanmar. Desde la anterior dictadura, los partidarios de los militares se sienten la mayoría de la población, y hasta el «mejor grupo». Usan esta narrativa para subrayar la justificación de los militares para su golpe: que arreglaron un fraude electoral. Creen que la LND no podría haber recibido la mayoría de los votos en 2020, cuando ganó con el 82 % de los votos.
En esta publicación de Facebook se afirma que hay más de 5.2 millones de estudiantes que acudieron a la escuela el primer día de junio de 2022, y luego 400 000 más el segundo día, con una tasa global de asistencia del 93,13 % en todo el país. No hay pruebas ni fuentes que respalden esta afirmación.
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4. «Los ciudadanos de Myanmar deben adaptarse a la vida bajo el régimen militar»
Como la economía y la seguridad general han empeorado tras el golpe, los partidarios de los militares han empezado a afirmar que el país no está tan mal como parece y que la estabilidad nacional se restablecerá siempre que los militares se encarguen de las cosas y la gente respete las normas.
Esta publicación de Facebook dice que los niños en su primer día del nuevo año escolar son inocentes, sin miedo ni preocupaciones a los «terroristas», en referencia a los activistas armados a favor de la democracia. Se trata de un ejemplo de propaganda militar por parte de un autor del partido militar apoderado que quiere pintar la imagen de un país que funciona después del golpe.
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