Repensar los movimientos nacionales tártaros de Crimea a través del realismo mágico

book cover 'Ak Bure. Crimean Tatar Saga', publishing house Blitz. Author Renat Bekkin

Portada del libro «Ak Bure. Saga tártara de Crimea», editorial Blitz. Autor Renat Bekkin

En el marco del reciente enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, los medios internacionales suelen ignorar a los tártaros de Crimea, como si los acontecimientos de hace ocho años no tuvieran nada que ver con la realidad actual.

Mientras tanto, los tártaros de Crimea no solo viven dentro de la península de Crimea, sino que están repartidos por toda Ucrania.

La identidad nacional de los tártaros de Crimea dentro de Ucrania es cada vez más fuerte, especialmente en la industria cinematográfica, ya que directores y actores como Akhtem Seytablaev o Nariman Aliyev se hacen conocidos fuera de Ucrania. Los investigadores de todo el mundo se fijan cada vez más en esta identidad y movimiento nacionales. Global Voices entrevistó a Renat Bekkin, orientalista, escritor e investigador, autor de obras de ficción y documentales, tártaro por nacionalidad y, por último, autor de «Hawa-la» y «Ak Bure. Saga tártara de Crimea«. El libro se publicó en 2021 con motivo del centenario de la República Autónoma Socialista de Crimea.

Renat Bekkin habló del movimiento nacional de los tártaros de Crimea, que reflejó a través del prisma de las relaciones entre los tártaros de Kazán y los de Crimea en su libro. Renat aclara con razón que los «tártaros» y los «tártaros de Crimea» son dos pueblos diferentes con su propia historia, destino y cultura.

Bekkin explica que, como hay muchas contradicciones en torno a esta historia, no solo se ha basado en fuentes históricas como archivos y memorias, sino también en representantes de la nación tártara de Crimea, como los veteranos del Movimiento Nacional de los Tártaros de Crimea: Ruslan Eminov, Gamer Baev, Ayder Emirov y otros. Bekkin incluso grabó entrevistas en video con algunos representantes de la nación tártara de Crimea sobre su movimiento nacional.

La novela «Ak Bure. La saga de los tártaros de Crimea» explora la historia de tres generaciones de una familia tártara de Crimea. El protagonista de la novela, Iskander (tártaro de Crimea), tendrá que averiguar si su padre, que participó activamente en el movimiento nacional de los tártaros de Crimea, es un héroe romántico o un traidor y un cobarde. La historia se relaciona con importantes acontecimientos de la historia de Rusia y Crimea.

Bekkin se animó a investigar esta historia tras descubrir que en distintas localidades, la gente entiende o percibe la historia de los tártaros de Crimea y la historia del movimiento nacional de los tártaros de Crimea de forma diferente. Mientras que en el oeste algunos conocen la figura política e histórica de Mustafa Dzhemilev y el Mejlis, al este de las fronteras ucranianas son más conocidos Yuri Osmanov y el NDKT (Movimiento Nacional de los Tártaros de Crimea).

Así, en «Ak Bure» el autor reflexiona sobre qué camino deberían tomar los tártaros de Crimea durante la Perestroika (década de 1980): seguir la vía más liberal del NDKT, más larga y contenida, o elegir una vía decisiva más radical, como hizo Occidente a través del Mejlis. El autor subraya que solo los propios tártaros de Crimea saben lo que es útil para el pueblo.

Renat, explica que, al no ser tártaro de Crimea, fue una decisión bastante audaz elegir a un tártaro de Crimea como protagonista.

Renat Bekkin (RA): Normally, writers apologize for taking, for example, an Indian for the protagonist, not being an Indian, or a Negro, not being a representative of one or another people. I did not want to apologize, but still I was worried about how the representatives of the nation that I put at the head of the plot would eventually react. But despite all my fears, the Crimean Tatars received my book very warmly. They were glad that the topic was covered by a person from the outside, but they regretted that none of them [Crimean Tatars] took it on.

Renat Bekkin (RA): Normalmente, los escritores se disculpan por tomar, por ejemplo, a un indio como protagonista, no siendo indio, o a un negro, no siendo representante de uno u otro pueblo. Yo no quería disculparme, pero aún así me preocupaba cómo reaccionarían los representantes de la nación que puse al frente de la trama. Sin embargo, a pesar de todos mis temores, los tártaros de Crimea recibieron mi libro con mucho cariño. Se alegraron de que el tema fuera tratado por una persona de fuera, pero lamentaron que ninguno [los tártaros de Crimea] lo asumiera.

Bekkin señala que muchos tártaros de Crimea suelen evitar hurgar en sus heridas aún recientes. Y, sin embargo, hay una comprensión completamente diferente entre los que están en o desde Ucrania en Occidente, y los que están en el Este, en los países de la antigua URSS.

«También es sorprendente que la percepción del Mejlis en Crimea sea completamente diferente a la de Occidente», afirma Bekkin. Mucha gente ha desarrollado una percepción negativa del Mejlis, especialmente entre las generaciones mayores.

Para entender estos matices, hay que tener en cuenta que, históricamente, la política nacional de Ucrania no tuvo en cuenta la propia autonomía de los tártaros de Crimea. Los mayores recuerdan que los dirigentes de la entonces Ucrania soviética no permitían a los tártaros de Crimea regresar a su tierra natal. Sin embargo, en 2014 la percepción de la situación volvió a cambiar, y muchos tártaros de Crimea adoptaron una actitud ambivalente hacia los Estados de entonces, a pesar de la crisis. Muchos jóvenes de Crimea también tienen una percepción negativa de Rusia.

Esto dejó a los tártaros de Crimea entre la espada y la pared. Y en la propia Ucrania, los ánimos de los tártaros de Crimea eran ambiguos, no hay un monolito, no hay un frente unido para «volver a la Madre Patria», lo que era típico en la URSS, sino que hay una división. Sin embargo, los tártaros de Crimea en Ucrania y los tártaros de Crimea en Rusia ocupan mundos completamente diferentes.

RA: The main protagonist of the book, Iskander, has his own path, he did not become Ukrainianized by 2014, for him the main language is Russian — after all, he lived in Tashkent since childhood, then in the 90s he studied in the international environment of the city of Kyiv. It is necessary to understand the atmosphere of Kyiv in the 90s, where, apart from Ukrainians, Russians, Jews, and Crimean Tatars lived. Indeed, the Iskander family lived for some time in the Crimea, but at that time, the main issue was survival, or the struggle for survival, the issue of self-consciousness, identity was not a priority.

RA: El protagonista del libro, Iskander, tiene su propio camino, no se ucranianizó en 2014, para él el idioma principal es el ruso –después de todo, vivió en Taskent desde la infancia–, luego en la década de 1990 estudió en el ambiente internacional de la ciudad de Kíev. Hay que entender el ambiente de Kiev en la década de 1990, donde, además de ucranianos, vivían rusos, judíos y tártaros de Crimea. En realidad, la familia Iskander vivió durante algún tiempo en Crimea, pero en aquella época, la cuestión principal era sobrevivir, o la lucha por sobrevivir, la cuestión de la autoconciencia, la identidad no era una prioridad.

EL: He notado un interesante paralelismo entre la película de Nariman Aliev «Evge (Homeward)» (2019) y tu novela «Ak Bure» (2019), la descripción, que no se menciona a menudo, de la proclamación de Crimea, como la «Tierra Prometida«, algo así como un Israel para los tártaros de Crimea. En la película, era una idea principal, pero en su libro, ni siquiera lo sugiere el protagonista.

RA: In my story, this comparison is rather used by the Kazan Tatar, the antagonist of Iskander — Dinar-Hazrat [an islamic honorific]. He offers an alternative to his ideological Turkic project, “Crimea is a land for the Turks, as Israel is for the Jews.” In this vein, he only argues. But one must distinguish between the Zionist project and the national movement. Nevertheless, the Zionist project was planted by force, through the purchase of land, and armed seizures, moreover, a thousand years ago, where so many peoples ceased to exist and others formed from some ethnic groups. Whereas the national movement of the Crimean Tatars (through the NDKT) saw a peaceful path, it is still the same national, people's movement, but not through squatting.

RA: En mi historia, esta comparación es más bien utilizada por el tártaro de Kazán, el antagonista de Iskander, Dinar-Hazrat [honorífico islámico]. Ofrece una alternativa a su proyecto ideológico turco: «Crimea es una tierra para los turcos, como Israel lo es para los judíos». En esta línea, solo argumenta. Pero hay que distinguir entre el proyecto sionista y el movimiento nacional. Sin embargo, el proyecto sionista fue plantado por la fuerza, mediante compras de tierras, y tomas armadas, además, hace mil años, donde tantos pueblos dejaron de existir y otros se formaron a partir de algunas etnias. Mientras que el movimiento nacional de los tártaros de Crimea (a través del NDKT) vio una vía pacífica, sigue siendo el mismo movimiento nacional, popular, pero no a través de la ocupación.

En su libro, Renat revela cuestiones específicas de los tártaros de Crimea (o de los tártaros y de Tataristán), que normalmente son invisibles para las personas ajenas a estas comunidades. Presenta a los filósofos, autores, escritores y líderes tártaros, a la literatura turca y a los ritos espirituales islámicos, y al mismo tiempo ridiculiza las características específicas de algunos líderes, que resultan familiares para los que están «al tanto». Al mismo tiempo, Renat salpica la historia con personajes mágicos que representan a quienes están en el poder, como funcionarios de seguridad y líderes espirituales.

EL: Iskander («Iskender» es también un nombre de Aleksander el Grande utilizado en las lenguas túrquicas) nos conduce por las calles de Kazán, sus acogedores lugares y entabla relaciones con personas de diferentes religiones e incluso razas. También lleva al lector a través de la historia de su familia, a través de diferentes siglos y varios lugares a los que muchas familias tártaras de Crimea estaban destinadas a visitar, en muchos casos involuntariamente. ¿Puedes hablar de esto?

RA: I wrote for those who are interested in the path of this representative of the Crimean Tatar who ended up in Kazan, his interactions with the Kazan Tatars. I cannot avoid topics such as muftiates and succession, about another future of Russia, which is characterized by leaderism.  At the same time I provided the alternative way of the future’ development, through the history of this Crimean Tatar, when there can be miracles and life without strong leaders. Individual leaders still cannot move the block called Russia. For those who are interested in the perspective of a popular movement in the context of a national minority.

RA: He escrito para quienes están interesados en la trayectoria de este representante de los tártaros de Crimea que terminó en Kazán, sus interacciones con los tártaros de Kazán. No puedo evitar temas como los muftiatos y la sucesión, sobre otro futuro de Rusia, que se caracteriza por el liderismo.  Al mismo tiempo, di el camino alternativo del desarrollo del futuro, a través de la historia de este tártaro de Crimea, cuando puede haber milagros y vida sin líderes fuertes. Los líderes individuales todavía no pueden mover el bloque llamado Rusia. Para quienes tienen interés en la perspectiva de un movimiento popular en el contexto de una minoría nacional.


 

Imagen por cortesía de Giovana Fleck.

Para más información sobre este tema, consulte nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania.

1 comentario

  • Juana

    Se idealiza mucho la historia de los tártaros de Crimea y se victimiza el trato que recibieron de Stalin luego de la guerra, como si fuese peor que el de los campesinos ucranianos y de otros pueblos desplazados y diezmados por las políticas estalinistas.
    Lo que no cuentan es que la riqueza de Crimea dependía de las aceifas contra poblaciones eslavas para esclavizarlos y venderlos al mercado otomano. Más de la mitad de la población se componía de esclavos y sobre todo esclavas para los harenes.
    Al igual que los turcos acecharon Viena, los tártaros de Crimea llegaron a incendiar Moscú en 1571. Sólo dos siglos más tarde los rusos consiguieron eliminar la constante amenaza tártara y ocupar Crimea. Los rusos hubiesen llegado más lejos si no fuera por el apoyo franco-británico a los otomanos.

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