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Condenan a muerte a exjefe de espionaje de Gambia por asesinato de activista político

Categorías: África Subsahariana, Gambia, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Política

Yankuba Badjie fue director de la desaparecida Agencia Nacional de Inteligencia de Gambia. Imagen del Alkamba Times, usada con autorización.

Este artículo apareció por primera vez en The Alkamba Times [1] el 14 de julio de 2022. Esta versión editada se reproduce en Global Voices en virtud de un acuerdo de asociación de contenidos.

El 13 de julio, un tribunal de Banjul, capital de Gambia, condenó a muerte por asesinato a Yankuba Badjie [2], ex director general de la Agencia Nacional de Inteligencia (NIA [3]). Badjie y otras cinco personas –Sheik Omar Jeng, Baboucarr Sallah, Tamba Masireh y Lamin Darboe– fueron declarados culpables del asesinato de Ebrima Solo Sandeng en las instalaciones de la NIA en Banjul hace siete años. Badjie dirigió la agencia de espionaje entre diciembre de 2013 y 2016 bajo la dictadura del expresidente Yahya Jammeh.

El 14 de abril de 2015, Sandeng, líder del ala juvenil del opositor Partido Democrático Unido (PDU), encabezó una marcha pacífica de la oposición en favor de la reforma política. Sandeng fue detenido junto a seis miembros del partido PDU. En las horas siguientes, los activistas del PDU fueron gravemente torturados en la sede de los servicios de inteligencia de la NIA. Sandeng murió bajo custodia, tras lo que los fiscales describieron como un trato severo e inhumano por parte de los agentes de la NIA y de los miembros de un conocido escuadrón de asalto llamado Junglers. La muerte de Sandeng desató [4] «una ola de ira» en el país más pequeño de África, informa Al Jazeera.

Los acusados fueron declarados culpables de 25 cargos imputados por la fiscalía, que van desde conspiración para cometer asesinato, delito grave, daños graves, encubrimiento, falsificación y desobediencia de órdenes legales, entre otros..

La sentencia pone fin a juicio de seis años

Ebrima Solo Sandeng murió bajo custodia, tras las inhumanas torturas de los agentes de la NIA en 2015. Imagen de Alkamba Times, usada con autorización.

La jueza del Tribunal Superior, Kumba Sillah Camara, citó el artículo 188 del código penal y otras leyes de Gambia y declaró que la acusación había satisfecho la «carga de la prueba más allá de toda duda razonable». Esto, según ella, se logró gracias a las pruebas materiales y corroborativas presentadas al tribunal que describen cómo los acusados conspiraron y torturaron a Sandeng hasta la muerte.

La jueza Camara dijo además a una sala repleta que los acusados fabricaron un certificado de defunción en el que se indicaba que Sandeng había muerto por «shock e insuficiencia respiratoria». Estas pruebas fundamentales sentaron las bases que establecieron la culpabilidad de los acusados en ocultar el asesinato. Reveló que las pruebas demostraban que los Jungler eran responsables del trato inhumano dispensado a las víctimas. El juez adujo que Sheik Omar Jeng y Yankuba Badjie fueron los principales artífices de las torturas, que provocaron daños temporales y permanentes a las víctimas sobrevivientes.

El jefe de espionaje Badjie y los otros cuatro exagentes de inteligencia de la NIA fueron igualmente condenados a penas de entre cinco y diez años de prisión por diversos delitos, que se computarán de forma simultánea al tiempo de permanencia en prisión. El médico Lamin Lang Sanyang fue condenado a 10 años por falsificación. Durante el largo juicio por asesinato, que comenzó en marzo de 2017, otro acusado, el ex subdirector general y jefe de operaciones de la NIA, Leese Gómez, murió, mientras que otro fue retirado del caso. Otro de los acusados, Haruna Suso, fue absuelto de todos los cargos por la jueza que presidía el juicio..

Familia de Sandeng celebra el veredicto

Muhammed Sandeng, hijo del difunto líder de la oposición, Solo Sandeng. Imagen del Alkamba Times, usada con autorización.

En el juicio estuvieron presentes algunas personas, incluida la familia del difunto Sandeng. Muhammed Sandeng, que lideró la defensa para que los asesinos de su padre fueran juzgados, declaró a Alkamba Times:

The judgment is quite diligently done, and the sentences are befitting. The perpetrators of the murder committed it with disdain and quite deliberately because they thought they were invincible until justice caught up with them. It signals that anybody holding power must not abuse power because the arms of justice are long.

El juicio se hizo con bastante diligencia y las sentencias son adecuadas. Los autores del asesinato lo cometieron con desprecio y de forma bastante deliberada porque se creían invencibles hasta que la justicia los alcanzó. Indica que quien tiene el poder no debe abusar porque los brazos de la justicia son largos.