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Excursionismo en busca de hongos en el Himalaya

Categorías: Asia del Sur, Nepal, Ambiente, Medios ciudadanos, Viajes
Image by Sarah Watson, via Nepali Times. Used with permission. [1]

Imagen de Sarah Watson, vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

Este artículo [1] de Sarah Watson se publicó en Nepali Times. Una versión abreviada y editada reproduce en Global Voices como parte de un acuerdo para compartir contenidos.

Durante 25 años, Ang Jangmu Sherpa recogió setas en los bosques cercanos a su alojamiento en el pueblo de Tengboche [2], situado a 3867 metros de altura en Nepal. Una sola seta local, conocida localmente como «petak», rindió suficiente para una comida.

Bhesh Rag Dahal recoge y seca setas para los meses de invierno en su restaurante de Tashingma. Como las setas se conservan tan bien, todavía tiene una reserva de setas que no se consumió cuando el turismo colapsó durante la pandemia. Puede vender las setas en el mercado por 10 000 rupias (78 dólares) el kilo. Si no, las regala a sus familiares y a los lamas [3] (maestros budistas) de Tengboche y otros monasterios.

Bhesh Rag Dahal’s soup with dried mushrooms he collected. Photo by Thomas Roehl via Nepali Times. Used with permission. [1]

La sopa de Bhesh Rag Dahal con setas secas que recogió. Foto de Thomas Roehl vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

En el distrito de Solu Khumbu, en las faldas del Everest [4], las setas comestibles forman parte de la dieta local y una parte inmensa y olvidada de la biodiversidad del Himalaya [5].

Ahora, un grupo de micólogos nepalíes y estadounidenses –científicos que estudian los hongos [6]– están identificando las setas en un primer viaje de ecoturismo al Campo Base del Everest.

La expedición de tres semanas, que comenzó a mediados de junio de 2022, fue organizada por International Mountain Trekking (IMT) y contó con un equipo internacional de Nepal, Estados Unidos y México. El micólogo y botánico nepalí Shiva Devkota y los micólogos estadounidenses Britt Bunyard y Thomas Roehl identificaron más de 150 especies de setas durante el viaje.

A group of Nepali and American mycologists as well as citizen scientists pose for a picture. Photo by Alok Tuladhar via Nepali Times. Used with permission. [1]

Grupo de micólogos nepalíes y estadounidenses, y ciudadanos científicos, posan para una foto. Foto de Alok Tuladhar vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

Miles de excursionistas y montañeros hacen el viaje a los campamentos base del Everest [7] cada año, pero pocos se fijan en los cientos de especies de setas que crecen a lo largo del camino.

«Siempre había visto setas, pero siempre tenía demasiada prisa», dice Richard Silber, del IMT, que espera que las excursiones ecoturísticas permitan reconocer la región del Everest por su biodiversidad y la riqueza de las poblaciones de hongos que hay en sus montañas.

Silber ha trabajado con Devkota y Sonam Jangbu Sherpa, también del IMT, para construir la primera excursión de turismo ecológico de este tipo. Además de micólogos, se unieron ciudadanos científicos interesados en los hongos, guiados por Phu Chiri Sherpa y Tenzing Tashi Sherpa.

Image by Sarah Watson via Nepali Times. Used with permission. [1]

Imagen de Sarah Watson vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

«En Nepal existe una biodiversidad asombrosa, algo único debido al extraordinario gradiente de altitud: en una corta franja el terreno va desde los mil pies [poco más de 1800 metros] hasta el punto más alto de la tierra», afirma Silber.

La variación de altitud del Solu Khumbu [8] crea nichos para cientos de especies arbóreas únicas, lo que lo convierte en un entorno rico para que los hongos crezcan en relación con la vegetación. Hasta ahora, los hongos de la región nunca habían sido catalogados sistemáticamente.

Devkota tiene un doctorado en investigación de hongos y dice: «Para hacer planes de conservación y gestión, primero deberíamos explorar qué especies de hongos tenemos. Me di cuenta de que había un vacío y una oportunidad».

Ahora, los científicos de todo el mundo están presionando para documentar las cosas antes de que los preciados hongos desaparezcan. Dice Bunyard: «El bosque aquí está cubierto de vida, pero esta es una de las partes del mundo menos estudiadas. Aquí no hay libros, es una especie de caja negra».

Image by Sarah Watson via Nepali Times. Used with permission. [1]

Imagen de Sarah Watson vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

Los hongos no existen de forma aislada, son fundamentales para los ecosistemas. Enriquecen la diversidad de la vida en la biosfera. «Son socios de casi todas las plantas», añade Bunyard.

Los hongos forman inmensas redes subterráneas con las especies vegetales, ciclan los nutrientes, aseguran la sobrevivencia de las plantas y contribuyen a los ciclos del carbono y el fósforo.

«Si se mataran todos los hongos del planeta, todos los árboles morirían. Así que los hongos son básicamente responsables de la vida de todos los habitantes de la superficie del mundo», añade Thomas Roehl.

Cuando un entorno se ve dañado por la actividad humana, los hongos pueden seguir prosperando y, en algunos casos, ayudar a poner en marcha una nueva vida. También significan la salud del ecosistema. Los hongos pueden utilizarse para indicar los niveles de contaminación del aire, ya que luchan por sobrevivir en zonas con fuertes emisiones.

Hongos en el Everest

Incluso antes de entrar en el Parque Nacional de Sagarmatha [9], en el Himalaya del este de Nepal, la expedición ya había identificado más de 60 tipos de hongos, incluidos los avistamientos de especies raramente vistas.

Amanita tullosiana, a highly poisonous mushroom species identified by scientists during the trek. Photo by Thomas Roehl via Nepali Times. Used with permission. [1]

Amanita tullosiana, una especie de seta muy venenosa identificada por los científicos durante la caminata. Foto de Thomas Roehl vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

El equipo encontró Tremella salmonea [10], descrita por primera vez en 2019, y documentó Amanita tullossiana, una nueva especie encontrada en 2019 en el Himalaya indio.

Los investigadores creen haber identificado la Amanita innatifibrilla, especie de la que se tienen pocos datos y cuyas zona de distribución se desconoce, pero que en su día se documentó en el sur de China. El equipo identificó la seta más alta jamás encontrada a una altura de 5193 metros.

Los investigadores trabajaron mientras caminaban, identificando nuevas setas y explicando sus descubrimientos a los ciudadanos científicos.

«Esto no se parece a lo que se ve en cualquier institución académica», explicó Silber durante la caminata, describiendo cómo los micólogos trabajaban sobre el terreno. «Se sienten atraídos por las setas como un imán. Se les pegan. Es inspirador, de verdad, es genial».

Además de engrosar la base de datos de setas de Nepal, Silber espera que esta excursión dedicada a las setas sea un modelo para el futuro turismo ecológico. En otras partes de Nepal, los turistas se apuntan a excursiones para observar aves, cocodrilos o tigres, y la botánica, la geología y la biodiversidad de la región del Everest podrían ofrecer oportunidades similares para el turismo durante la temporada baja de escalada.

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Imagen de Sarah Watson vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

Bhumiraj Upadhyaya, jefe de Conservación del parque nacional de Sagarmatha, ha trabajado en el sistema de parques nacionales durante más de 30 años, pero esta es la primera excursión centrada en hongos que ha visto. «Casi todos los turistas vienen aquí solo para ver montañas», dice. «Aquí hay mucho más que las montañas». Explica que siguen existiendo grandes lagunas de investigación sobre los leopardos de las nieves, el ciervo almizclero y la contaminación en las proximidades de los lagos de Gokyo [11].

Leccinum aurantiacum, a very popular and edible species of mushroom found in Nepal. Photo by Thomas Roehl via Nepali Times. Used with permission. [1]

Leccinum aurantiacum, una especie de seta muy popular y comestible que se encuentra en Nepal. Foto de Thomas Roehl vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

Sin embargo, la investigación científica en la región es limitada, por la irregularidad de los vuelos, los altos costos y el mal estado de las carreteras. Los investigadores son mucho más propensos a ir a las regiones más accesibles de Annapurna [12]o Chitwan [13].

Los lugareños cultivan sus propias setas o, más a menudo, las buscan en los bosques cercanos. Las setas pueden secarse, almacenarse y rehidratarse para su uso futuro, lo que beneficia a los alojamientos que se ven desbordados por los turistas en primavera y otoño.

Un mayor análisis científico de las setas de la región podría beneficiar a quienes dependen de este grupo alimenticio. «Quizá en el futuro, más gente pueda conocer las setas comestibles», dice Jangbu Sherpa. «Durante el invierno no hay verduras, así que podemos recogerlas y secarlas para el invierno».

Ya se está planificando otra excursión a las setas para 2023, y Silber espera que la actividad científica en el Solu Khumbu pueda ser accesible y comunitaria. «Por supuesto, es difícil hacer ciencia en zonas remotas. Si quieres subir y hacer este trabajo, es un compromiso grande e importante», dice.

Oyster mushrooms growing in a farmhouse. Photo by Thomas Roehl via Nepali Times. Used with permission. [1]

Setas de ostra creciendo en una granja. Foto de Thomas Roehl vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

Para futuros proyectos e investigaciones, el IMT espera trabajar con las poblaciones locales, e incluso construir un centro científico con una casa donada en Phortse. El objetivo principal de la investigación es ayudar a las comunidades locales a beneficiarse de los conocimientos.

«Sabemos por la historia que los científicos occidentales llegan, hacen su trabajo y se van», dice Silber. «No se involucran ni forman a la población local, eso no forma parte del protocolo de investigación. Y es una gran oportunidad perdida en cualquier comunidad».