Historia de un proyecto que destruyó la vida de una aldea en Angola

Estação de Bombagem do Cafú

Estación de Bombagem do Cafú | Foto: Simão Hossi/Global Voices

En abril de 2022 se abrió el Sistema de Transferencia de Agua del río Cunene en el canal del Cafú. El sistema es responsable de llevar agua a los municipios de Okwanyama, Ombandja, OuNamakunde y zonas de Ndombondola y Ombala-Yo-Mungo, en la provincia do Cunene, al sur del país.

El canal fue inaugurado por el presidente de lRepública, João Lourenço, y dejó a centenas de vecinos y aldeanos sin indemnización por la destrucción de sus minas, casas, cultivos, chimpacas (estanques abiertos), frutos silvestres y otros artículos pertenecientes a la comunidad.

Las obras del canal se iniciaron a fines de 2019, para mitigar los efectos de la sequía en la provincia de Cunene. En su recorrido pasa por aldeas, comunidades que quedaron directa o indirectamente perjudicadas por las obras.

Bombo de Cafú | Foto: Simão Hossi/Global Voices

Los habitantes de las aldeas y comunidades de Onamwenho, Oukango, Oshikololo Sha Nanga, Onanime, Epolo, Omatemba, Onangwena –algunas pertenecientes a la comuna de Chiedi– no fueron indemnizados, ni se les informó sobre el proyecto cuando estaba en ejecución en toda la extensión de más de 160 kilómetros de recorrido que compone la ribera del canal. No se sabe con certeza cuántas personas han sido afectadas por la situación.

Desde su inauguración se vio el proyecto como un local de visita en las tierras del rey de Kwanyamas, por lo que se tornaba en una de las mayores atracciones turísticas para quien visitara esta parte del territorio nacional.

¿Qué dicen los lugareños?

Durante visitas a las comunidades entre mayo y junio de 2022, Global Voices entrevistó y conversó con varias personas, entre ancianos, ciudadanos comunes y corriente en forma colectiva e individual en las aldeas citadas y otras.

Bombeo de Cafú | Foto: Simão Hossi/Global Voices

Al inicio de nuestro reportaje se destacan las conversaciones e historias de dos mujeres en la aldea de Oshamutitima, a poco más de 50 kilómetros de la capital, Ondjiva. La señora Reginalda Longehiliwa, de 63 años, reveló no estar en contra de la existencia del proyecto del Canal, pero que estaba descontenta y los ejecutores de la obra, en el caso de la empresa constructora Sinohydro, según confirmó la administración local de la zona.

Longehiliwa afirmó además que no tenía conocimiento de que había un estudio anticipado en la localidad sobre el impacto ambiental, para evaluar posibles daños por la existencia o conclusión de la obra, ahora en pleno funcionamiento.

Não houve consultas, se houve, aqui na aldeia não chegou, não houve informações para as pessoas daqui na aldeia (comunidade). Nós fomos surpreendidos com a presença dos homens a fazerem as marcações, desmatando o percurso onde passou o canal.

Nós só estamos a ver as destruições dos nossos bens, divisão das nossas lavras, divisão das nossas casas com as dos nossos filhos, sem mesmo sabermos onde e a quem reclamar ou ainda pedir informações e contas sobre uma possível compensação, indenização dos bens que perdemos com a existência do canal.

No hubo consultas, y si las hubo, aquí al pueblo no llegaron, no hubo información para la gente aquí en el pueblo (comunidad). Nos sorprendió la presencia de los hombres que hacían las marcas, que limpiaron el camino por donde pasaba el canal.

Solo vemos la destrucción de nuestras propiedades, la división de nuestros campos, la división de nuestras casas con las de nuestros hijos, sin saber siquiera dónde y a quién reclamar o siquiera pedir información y cuentas sobre posibles compensaciones, compensaciones por las propiedades que perdimos con la existencia del canal.

Según Longehiliwa, la única vez que hubo información sobre la situación fue por intermedio de algunos miembros de la aldea, que le hablaron que se venían  destrucciones por la construcción de un canal de agua.

Ninguém aqui na comunidade recebeu uma compensação ou foi indemnizado pelas perdas dos seus bens, lavras, árvores frutíferas, cultivos, chimpacas, casas e outros bens da comunidade.

Nadie de la comunidad ha recibido una indemnización ni compensación por la pérdida de sus propiedades, arados, árboles frutales, cultivos, chimpacas, casas y otros bienes de la comunidad.

Según algunos aldeanos, después de la inauguración del canal del Cafú, la justificación que recibieron por la falta de compensaciones se basaba en los supuestos beneficios del proyecto para la comunidad, como dice uno de nuestros entrevistados:

As respostas que recebemos das autoridades é que a melhor recompensa, indemnização ou mesmo reparação dos danos causados e destruições dos nosso bens eram ou seja se refletiam na entrega do canal que leva a água para os aldeões que vivem perto ou arredores do percurso do Canal do Cafú, a (menina bonita) da província do Cunene.

Las respuestas que recibimos de las autoridades fueron que la mejor recompensa, compensación o incluso reparación por los daños causados y la destrucción de nuestra propiedad era o se reflejaba en la entrega del canal que lleva el agua a los aldeanos que viven cerca o alrededor del curso del canal Cafú, la (niña bonita) de la provincia de Cunene.

Ministerio de Energía y Aguas
Instituto de Recursos Hídricos
Estación de bombeo de Cafú
Bombeo do Cafú | Foto: Simão Hossi/Global Voices

Engracia Tulengepo, de 48 años, que también vive en la comunidad de Oshamutitima, afirmó que ve en el proyecto del canal una oportunidad para solucionar sus problemas de escasez y falta de agua al concluir la obra ya inaugurada.

Sin embargo, sus campos y terrenos de pastoreo han sido completamente consumidos por las obras del canal, y recuperar estos espacios sigue siendo la principal preocupación de Tulengepo. Informa que enfrenta escasez de alimentos por falta de lluvias para reforzar la producción de massango (ceral), principal producto agrícola de la región, seguido del ganado, en las localidades de la cultura oukwanyama de toda la provincia de Cunene.

Eugenia tampoco tenía información sobre la construcción antes de que empezaran las obras, ni tenía idea de lo que realmente era el proyecto. Afirmó que nunca se escuchó ni consultó a los vecinos para entender el proyecto del canal:

Não houve compensação ou indemnização pela destruição dos nossos bens mais preciosos, as nossas lavras, as nossas terras, os nossos cultivos, as nossas chimpacas, zonas de pastos dos nossos animais. Estou ciente de que os benefícios que o canal trará para as nossas vidas, após as conclusões das obras.

No ha habido ninguna compensación ni indemnización por la destrucción de nuestros bienes más preciados, nuestros arados, nuestras tierras, nuestros cultivos, nuestras chimpacas, zonas de pastoreo para nuestros animales. Soy consciente de los beneficios que el canal aportará a nuestras vidas cuando finalicen las obras.

Se trata de la primera obra de este tipo en Angola, y la están usando como muestra de campaña política por el actual presidente, que se presenta a la reelección. No se sabe cuál es la posición de las autoridades judiciales en la resolución del caso de la falta de indemnización, y los aldeanos siguen abandonados a su suerte.

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