Encarcelan a superestrella de la lucha libre por asesinato mientras. Alto índice de criminalidad alarma a los mongoles

Campeón olímpico y titular del rango de élite «elefante nacional» (улсын заан) Naidangiin Tüvshinbayar con el traje tradicional de lucha mongola. Captura de pantalla recortada del canal de YouTube de hero.e entertaiment.

El 9 de junio de 2022, el tribunal del distrito de Khan-Uul de la capital mongola, Ulán Bator, condenó al campeón de judo y expresidente del Comité Olímpico Nacional de Mongolia (CNM), Naidangiin Tüvshinbayar, a 16 años de cárcel por asesinar brutalmente a su amigo de la infancia y compañero judoka Erdenebilegiin Enkhbat, lo que puso fin a una saga judicial que mantuvo a la nación en vilo durante más de un año.

Tras convertirse en el primer mongol en ganar una medalla de oro olímpica en Pekín 2008 y, después en Londres 2012, en el primer multimedallista olímpico mongol, Tüvshinbayar estaba destinado a alcanzar el estrellato en un país que tradicionalmente venera a los luchadores. Según Reuters, su éxito «hizo que los líderes de los partidos enfrentados se unieran a miles de juerguistas en las calles para celebrar a su campeón». Pronto se le conoció como la persona cuya victoria ayudó a Mongolia a superar el bloqueo parlamentario entre los rivales Partido Democrático y Partido Revolucionario del Pueblo de Mongolia tras la violencia postelectoral que cobró cinco vidas en julio de 2008, mientras que CNN lo acreditaría generosamente como la leyenda del deporte que desencadenó por sí sola el interés del país por el judo.

Junto con ser condecorado con los más altos premios y títulos profesionales y deportivos del país, incluida la orden de Héroe del Trabajo (Хөдөлмөрийн баатар), pronto se convirtió en uno de los iconos mediáticos más destacados de Mongolia. Apareció en anuncios de Pepsi y, por supuesto, en campañas políticas, ya que su fama de «unificador de los mongoles en tiempos difíciles» continuó. Así, se convirtió en el promotor de la campaña del candidato presidencial del Partido Democrático, Khaltmaagiin Battulga, excampeón mundial de lucha, que finalmente ganó las elecciones en 2017 en la segunda vuelta con un estrecho margen del50,6 %. Es un político y empresario extravagante y controvertido, bautizó a su grupo de empresas como «Genco», en referencia al nombre de la empresa de la familia Corleone en «El Padrino». Es el constructor de la estatua ecuestre más grande del mundo, y fue también presidente de la Federación de Judo de Mongolia, por lo que el éxito de los judokas mongoles, incluido el triunfo olímpico de Tüvshinbayar, se le atribuye a menudo.

Presidente de Mongolia, Khaltmaagiin Battulga (derecha), concede a Naidangiin Tüvshinbayar (izquierda) la Orden de Chinggis Khaan. Ulán Bator, 19 de noviembre de 2017. Captura de pantalla del canal de YouTube de Battulga Khaltmaa.

Ya antes de las elecciones presidenciales de 2017, Tüvshinbayar era considerado el protegido y estrecho colaborador de Battulga y del Partido Democrático. En 2016, Tüvshinbayar, que es oriundo de la provincia de Zavkhan, participó en las elecciones parlamentarias de la provincia de Bayankhongor, en el suroeste de Mongolia, circunscripción tradicional del futuro presidente, solo para perder escandalosamente por un margen de 98 votos. Unas semanas después, renunció a su candidatura a la tercera medalla olímpica cuando perdió en la primera ronda de Río 2016, y este fracaso se relacionó con su participación en la campaña electoral y el abandono de tareas deportivas. En 2020, estuvo a punto de volver a participar en las elecciones parlamentarias por el mismo distrito, pero se presentó como candidato único a la presidencia del Comité Olímpico Nacional de Mongolia con el respaldo del presidente del país, y fue elegido por un arrollador 94,6 %. Curiosamente, en febrero de 2022 fue nombrado asesor del actual primer ministro Luvsannamsrain Oyun-Erdene, que, por cierto, preside el rival Partido Popular de Mongolia.

Sin embargo, después de que su protector se convirtió en el presidente de Mongolia, Tüvshinbayar fue acusado de ser un matón, mientras adquiría notoriedad por su excesivo consumo de alcohol. Antes de la reyerta mortal de 2021, estuvo involucrado en al menos tres casos de violencia física, uno justo en vísperas de las elecciones presidenciales de 2017. El futuro presidente tuvo que negarlo e incluso defendió a Tüvshinbayar en una entrevista pública mientras emitía su voto:

Юу гэж тийм юм байхав дээ. Тэр чин таа нар одоо, тийм юуманд үнэмшдэгээ болих хэрэгтэй. Түвшинбаяр аварга хүн зодох нь байтугай хүнд гар хүрэхгүй.

¿Cómo puede ser eso posible? Deberían dejar de creer en eso. El campeón Tüvshinbayar no solo nunca golpearía a nadie, sino que nunca tocaría a nadie.

Se demostró que el presidente estaba equivocado. El 2 de abril de 2021, en reunión con algunas figuras destacadas del Partido Democrático de su provincia natal de Zavkhan, incluido el gobernador provincial, el presidente y representantes del consejo municipal, un alcoholizado Tüvshinbayar atacó y golpeó a Erdenebilegiin Enkhbat, su amigo de la infancia y prometedora estrella de la lucha mongola (үндэсний бөх), y que tenía rango de «halcón nacional» (улсын начин), tras supuestamente derribarlo con un objeto pesado. Afectado de numerosos traumatismos y graves daños cerebrales, Enkhbat falleció en una clínica surcoreana el 24 de diciembre de 2021, a los 37 años, sin recuperar la conciencia.

Foto: Rendimos nuestros últimos honores al fallecido Erdenebilegiin Enkhbat, el prometedor halcón de Mongolia.

Tras el sangriento asalto, muchos dudaron en culpar abiertamente al legendario atleta, como fue el caso del primer ministro Oyun-Erdene, que declaró sin rodeos que era «inapropiado decir si Tüvshinbayar tenía razón o no«, y alabó sus «gloriosas» acciones para unificar la nación durante la época de agitación. Hoy, tras más de un año del el atroz ataque, el legendario héroe que dio honor a la nación se está convirtiendo lenta pero constantemente en un villano nacional, y se está llevnado la reputación política del expresidente Battulga.

Mientras tanto, según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Mongolia tiene una de las peores tasas de homicidio de Asia, que oscila anualmente entre 7,24 y 5,98 (por cada 100 000 habitantes) entre 2014 y 2020, en comparación con el 6,66 de Afganistán (2018), el 3,23 de Kazajistán (2020) y el 2,19 de Kirguistán (2018). En Europa, solo Rusia tiene una tasa de homicidios más alta, de 10,7 (2020). Según los datos de homicidios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 se registraron 197 homicidios dolosos en Mongolia, frente a los 90 de Georgia, país con población compatible. Según datos estadísticos nacionales oficiales, el número de acciones criminales que causan muertes (homicidios intencionales y no intencionales, accidentes, suicidios e inducción al suicidio) aumentó un 17,3 %, pasó de 382 en 2020 a 448 en 2021. Según un informe parlamentario, entre el 70 y el 80 % de los asesinatos intencionados en el país se cometen bajo la influencia del alcohol. Y lo que es aún más alarmante, durante los seis primeros meses de 2022, la tasa global de criminalidad en Mongolia aumentó un aterrador 89,9 % en comparación con el mismo periodo de 2021.

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