- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Abogado brasileño tras asesinatos del Amazonas: «Necesitamos que el Estado esté presente en la región»

Categorías: Latinoamérica, Brasil, Ambiente, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Política, Pueblos indígenas

Eliesio Marubo | Imagen: Avener Prado/Agência Pública/Usada con permiso.

El presente artículo, escrito por Ciro Barros y Avener Prado, fue originalmente publicado [1] por Agência Pública el 22 de junio de 2022, y se reproduce aquí en una versión editada, desde la traducción de Liam Anderson, en virtud de un acuerdo de colaboración.

El 21 de junio, el representante legal de la Unión de los Pueblos Indígenas del Valle de Javari (Univaja), Eliesio Marubo, dio una entrevista a Agência Pública en Tabatinga, en el estado Amazonas del noroeste brasileño, poco antes de viajar a Brasilia

Tras haber participado en la búsqueda intensiva del experto indígena Bruno Pereira y el periodista británico Dom Phillips, a quienes encontraron muertos el 15 de junio, Marubo se dirigía a la capital brasileña junto a un grupo de representantes indígenas con la agenda repleta de reuniones con los organismos estatales.

Luego de la conmoción internacional y la cobertura mediática que provocaron los asesinatos, el movimiento indígena quería atraer la atención hacia su reclamo de larga data: fortalecer las instituciones estatales en el Valle de Javari, que alberga la mayor población de pueblos indígenas aislados y recientemente contactados del planeta.

En la siguiente entrevista, Marubo recordó las búsquedas, analizó las actividades de las organizaciones criminales en la región y pidió al Estado mayor presencia en el lugar, incluso entre las comunidades ribereñas. Tres hombres fueron imputados [2] por el doble homicidio.

Agência Pública: ¿Cómo se enteró de la desaparición de Bruno y Dom?

Eliesio Marubo: Por volta das 9h, 10h isso aconteceu [em 5 de junho]. O Orlando [Possuelo, indigenista membro da Univaja] falou que Bruno e Dom tinham desaparecido. E eu disse inicialmente: ‘olha, vamos ver, porque a gente não pode disparar o protocolo de segurança se isso não for verdade. Dá duas horas de carência, que é o tempo que vocês verificam se é isso ou não’. Deu às duas horas, eles não apareceram, não conseguiram contato. Aí saiu a primeira embarcação com o Orlando e não encontraram. A gente ficou preocupado e acionamos o protocolo de segurança. E eu já acionei o Batalhão da PM e o comandante destacou imediatamente três policiais. Eu fretei uma lancha daqui de Tabatinga que levou os policiais. A gente fez o caminho de volta que eles iriam fazer. Também não encontramos nada. Voltamos por volta das dez da noite e começamos a imaginar o pior.

Segunda-feira de manhã [6 de junho], Falei com a Marinha, a Polícia Federal e o Exército. E na terça-feira [7 de junho] a gente foi pra Atalaia e instalamos a sala de situação para controlar tudo de lá. Inicialmente, as autoridades não deram muita trela pra situação e a gente passou a pressionar os chefes deles pra que eles fizessem alguma coisa. Na terça-feira à noite [7 de junho], nós entramos na Justiça em uma Ação Civil Pública que tramita em Manaus obrigando o Estado brasileiro a se fazer presente e começar as buscas. Saiu a decisão na quarta [8 de junho], nós começamos a dar publicidade para essa decisão da Justiça Federal. Aí foi quando começou a aparecer o Exército, as Forças Armadas e cada qual tava fazendo um trabalho ainda conforme o seu entendimento, não era uma busca ordenada.

Enquanto isso, nossa equipe a partir de segunda-feira [6 de junho] passou a fazer acampamento no local de busca onde a gente tinha conversado com as pessoas locais e eles tinham indicado que a partir de determinado ponto eles tinham sido avistados pela última vez. Esse acampamento passou a funcionar full-time lá. Na quarta-feira, o comandante do 8º Batalhão da PM destacou uma equipe de cinco policiais e ficaram junto da nossa equipe desde então. Na quinta-feira, apareceu os helicópteros. E as buscas continuaram até a gente localizar os corpos do Bruno e do Dom.

Eliesio Marubo: [El 5 de junio], entre las 9 y 10 de la mañana, Orlando [Possuelo, experto indigenista e integrante de Univaja] avisó que Bruno y Dom estaban desaparecidos. Al principio dije: «Esperemos, porque no se puede activar el protocolo de seguridad sin estar seguros. Hay dos horas de espera, tenemos ese tiempo para confirmarlo». Pasaron las dos horas, y no aparecían ni pudimos hacer contacto con ellos. Entonces salió el primer bote [de búsqueda] con Orlando, y tampoco los encontraron. Empezamos a preocuparnos y activamos el protocolo de seguridad. Enseguida llamé al Batallón de la Policía Militar, y el comandante envió de inmediato a tres policías. Tomé una lancha aquí en Tabatinga que llevó a los policías [a Atalaia do Norte, principal centro urbano cerca del Valle de Javari, donde Bruno y Dom volverían antes de desaparecer]. Hicimos el mismo camino de regreso que ellos iban a hacer. Tampoco encontramos nada. Volvimos cerca de las 10 de la noche y empezamos a imaginar lo peor.

El lunes por la mañana [6 de junio], hablé con la Marina, la Policía Federal y el Ejército. El martes [7 de junio], fuimos a Atalaia y establecimos un campamento para supervisar todo desde ahí. Al principio, las autoridades no dieron mucha importancia al asunto, y empezamos a presionar a sus superiores para que hicieran algo. Así, iniciamos una acción civil pública para obligar al Gobierno de Brasil a hacerse presente e iniciar la búsqueda. El miércoles [8 de junio], empezamos a hacer publicidad a la decisión judicial [favorable]. Fue entonces cuando el Ejército y las fuerzas armadas aparecieron, aunque sus acciones no estaban coordinadas ni bien organizadas.

Mientras tanto, desde el lunes [6 de junio], nuestro equipo tenía un campamento a tiempo completo en el sitio de la búsqueda, donde los lugareños aseguraban que a Bruno y Dom se les había visto por última vez. El miércoles, el comandante del Octavo Batallón de la Policía Militar desplegó un equipo de cinco agentes que se quedaron con nosotros desde entonces. El jueves, aparecieron los helicópteros, y la búsqueda continuó hasta que encontramos los cuerpos de Bruno y Dom.

AP: ¿Cómo se lidió con la inoperancia de los organismos estatales?

EM: Foi bem estranho. O Exército, por exemplo, disse que ia fazer busca na cidade de Atalaia do Norte e na estrada de Atalaia do Norte, um local totalmente inadequado. A Marinha ficava no rio andando pra cima e pra baixo, não entrava nos ‘furos’, nas partes alagadas. A Polícia Federal passou a entrevistar pessoas de forma indiscriminada e de forma não programada. Em nenhum momento, as autoridades se juntaram conosco para fazer buscas na região. Isso aconteceu nos últimos dias. Foi quando acharam as mochilas que eles passaram a ir pros locais de busca, mas eles faziam outras buscas diferentes das que estávamos fazendo.

EM: Fue muy extraño. El Ejército, por ejemplo, dijo que buscarían en la ciudad de Atalaia do Norte y en la carretera de Atalaia do Norte, una locación totalmente inadecuada. La Marina buscaba subiendo y bajando el río; no entraban a los «furos» [ríos más pequeños], ni a las partes anegadas [de la selva]. La Policía Federal entrevistó a la gente de forma arbitraria y desorganizada. En ningún momento las autoridades trabajaron con nosotros en la búsqueda. Eso solo se dio en los últimos días, cuando [los grupos indígenas] encontraron las mochilas [3] [de Dom y Bruno], que empezaron a registrar las zonas [donde buscábamos nosotros].

AP: Dijo que Univaja había denunciado muchas veces la ocupación ilegal de tierras indígenas y actividades del crimen organizado en el Valle de in Javari ante varias instituciones. ¿Qué respondían las autoridades?

EM: Nós enviamos documentos ao Ministério Público e à Polícia Federal, mas nós não tivemos respostas sobre quais inquéritos foram abertos, a partir de quais denúncias. Sei que nós informamos a eles o que a gente estava fazendo. Até porque a gente sentia uma certa tendência por parte da Funai de tentar criminalizar as funções da Univaja. Nós já tínhamos esse histórico dentro do movimento indígena. Nós abrimos o diálogo com a Polícia Federal e com o Ministério Público para que eles acompanhassem o resultado do nosso trabalho, que consistia em levantar as informações que nós levantávamos para que eles fizessem o trabalho de polícia.

EM: Enviamos documentos a la Fiscalía Pública y a la Policía Federal, pero no tuvimos respuesta sobre cuáles indagaciones estaban abiertas o a partir de qué denuncias. Informamos lo que estábamos haciendo, porque sentíamos cierta tendencia de la Funai [4] (organismo estatal Fundación Nacional del Indio) de tratar de criminalizar la labor de Univaja. Es algo que ya habíamos experimentado en los movimientos indígenas. Por eso, abrimos el diálogo con la Policía Federal y la Fiscalía Pública, de manera que siguieran los resultados de nuestras actividades, que consistía en pasarles la información que recopilábamos para que hicieran el trabajo policial.

AP: ¿Cuándo empezaron a enviar cartas a la Fiscalía Pública y a la Policía Federal?

EM: A partir da instalação da EVU [Equipe de Vigilância da Univaja], que foi instalada a partir do dia 20 de novembro de 2021. A partir daí, a gente passou a dar essas informações detalhadas com qualificação, identificação de pessoas, mapas, lugares, locais onde havia maior concentração. No mapa, nós identificamos 60 pontos de invasão, pontos sensíveis à entrada de invasores [no território da Terra Indígena Vale do Javari]. Informamos quem eram as pessoas, os acusados [do assassinato de Bruno e Dom] estavam entre essas pessoas. Antes da EVU nós já enviávamos informações, mas a resposta das autoridades era que não havia uma qualificação das denúncias. Foi por essa razão que nós instalamos a EVU, para qualificar as informações e dar com maior precisão e clareza essas informações.

EM: Desde que se creó el EVU [Equipo de Vigilancia de Univaja], el 2 de noviembre de 2021. Desde entonces empezamos a enviar información detallada con descripciones, identificación de personas, mapas y lugares de mayor concentración [de intrusos]. En el mapa identificamos 60 puntos vulnerables a las invasiones [en el territorio indígena del Valle de Javari]. Denunciamos quiénes eran. Los acusados [del asesinato de Bruno y Dom] estaban entre ellos. Antes del EVU ya enviábamos información, pero la respuesta de las autoridades era que no había suficiente fundamento para las denuncias. Por eso creamos el EVU, para analizar la información y darla con más precisión y claridad.

AP: ¿Podría explicar cómo opera el comercio de la pesca ilegal para una audiencia no familiarizada con la región? ¿Cuán lucrativo es el negocio?

EM: É um negócio altamente lucrativo. Essas pessoas que aparentemente são simples, na verdade, são parte de uma estrutura, de uma organização criminosa que se utiliza delas para fazer a pesca e a caça ilegal dentro da terra indígena.

O financiamento dessas ações é extremamente caro. A logística de uma viagem de Tabatinga ou de Atalaia para a terra indígena pode custar a partir de 250 mil reais e o lucro dessa atividade ilegal pode gerar a partir de 500 mil reais. Pra que essa estrutura chegue dentro da terra indígena são necessários muitos barcos, muita gasolina, uma grande quantidade de gelo, toneladas. É uma estrutura muito grandiosa e eles são a parte final dessa estrutura que faz esse tipo de atividade, inclusive para exportação. O excedente que não é utilizado internamente, vai para o Peru, para Colômbia. Gera muito dinheiro. É possível que uma expedição dessas gere mais de um milhão de reais.

EM: Es un negocio sumamente lucrativo. Estas personas [pescadores ilegales, como los sospechosos del doble homicidio], que parecen inofensivas, en realidad son parte de una organización delictiva que las usa para la pesca y caza ilegales dentro de los territorios indígenas.

Financiar estas actividades es extremadamente costoso. La logística de un viaje desde Tabatinga o Atalaia a los territorios indígenas cuesta desde 250 000 reales (cerca de 46 000 dólares), y la ganancia de esta actividad ilícita puede superar los 500 000 reales (92 000 dólares). Se necesitan muchos barcos, gasolina y toneladas de hielo para que este operativo llegue a los territorios indígenas. Es una operación de gran envergadura, y ellos [los pescadores ilegales] son el último eslabón de la cadena que lleva a cabo esa actividad, incluso para la exportación. El excedente que no se utiliza para el mercado interno va hacia Perú, hacia Colombia. Genera mucho dinero. Una expedición como esa puede generar más de un millón de reales.

AP: ¿Le pareció que fue prematura la declaración de la Policía Federal de que nadie había ordenado específicamente el asesinato de Bruno y Dom?

EM: A própria polícia reconheceu que essa foi uma declaração prematura. Qualquer pessoa e qualquer leigo que acompanhou a conjuntura e o desenrolar do desaparecimento do Dom e do Bruno pode fazer essa afirmação de que não poderia ter sido concluído a partir da prisão de apenas duas pessoas. Porque como eu disse, tem muitas outras pessoas envolvidas, essa cadeia não foi desmontada. Com a prisão dos dois, caso a Polícia Federal e a Polícia Civil concluam esse inquérito só com a prisão dos dois eles estão deixando que toda uma organização criminosa atue na região e certamente outros Dons e outros Brunos ainda pela frente.

EM: La propia Policía reconoció que fue una declaración prematura. Cualquier persona que hiciera seguimiento de la situación y del desarrollo de los hechos en torno a la desaparición de Dom y Bruno sabría que [el caso] no se pudo dar por resuelto con el arresto de dos personas, porque, como dije, hay muchas otras involucradas: Esta red no ha sido desmantelada. Si la Policía Federal y la Policía Civil cierran la investigación solo con el arresto de estos dos [sospechosos que admitieron haber asesinado al experto indigenista y al periodista], están permitiendo que toda una organización opere en la región y que, ciertamente, haya otros Doms y Brunos en el futuro.

AP: Ahora, usted y sus colegas están presentando varios reclamos no solo para evitar futuras tragedias similares, sino para proteger las tierras de los pueblos indígenas en el Valle de Javari. ¿Podría explicarnos brevemente esos reclamos?

EM: O movimento indígena no Vale do Javari tem sido pautado pelo diálogo com as instituições e com o Estado brasileiro. Nós estamos abrindo diálogo com as autoridades para fazer com que essas instituições participem da vida regional, uma vez que, como eu já mencionei inúmeras vezes nas muitas entrevistas que dei, o Estado é ausente na região. Ele é ausente justamente pela ineficiência das instituições.
[…] É para que a gente possa conversar com o Poder Legislativo e fazer por exemplo um destaque orçamentário ou fazer um remanejamento de despesa repassando dinheiro para Funai, porque esse é um grande gargalo: a falta de atuação da Funai. Quando a gente vai dialogar com o Poder Judiciário, é justamente fazer com que as investigações não sejam paralisadas a partir de um delegado que está aqui na região. Com o Poder Executivo, nós queremos fazer um diálogo para que ele realinhe o entendimento dele, e passe a fazer com que os órgãos atuem de acordo com sua função precípua, sua teleologia, sua finalidade dentro do Estado brasileiro.
A gente precisa que a Funai atue, que o Exército faça a segurança e garanta a soberania nacional, que a Polícia Federal realize as investigações da forma que determina o Código de Processo Penal, a gente precisa que o Estado esteja presente na região.

EM: El movimiento indígena en el Valle de Javari ha tratado de dialogar con las instituciones púbicas y el Estado brasileño. Estamos abriendo el diálogo con las autoridades para hacer que las instituciones participen de la vida de la región, porque, como dije innumerables veces en muchas entrevistas, el Estado está ausente, precisamente por la ineficiencia de las instituciones.

Queremos dialogar con el Poder Legislativo, por ejemplo, para revisar presupuestos o asignar fondos a Funai [agencia gubernamental de asuntos indígenas], porque ese es el gran obstáculo: la inacción de Funai por falta de personal y recursos; [queremos dialogar] con el Poder Judicial, para asegurar que las investigaciones no sean paralizadas por un jefe policial de la región; [queremos dialogar] con el Poder Ejecutivo para que reconsidere su enfoque y para garantizar que los organismos públicos actúen de acuerdo con su función principal, su misión, su finalidad dentro del Estado brasileño.

Necesitamos que Funai accione, que el Ejército garantice la seguridad y la soberanía nacional, y que la Policía Federal lleve a cabo investigaciones en concordancia con el Código de Procesamiento Penal: necesitamos que el Estado esté presente en la región.

AP: ¿Están contemplando medidas para que también se legalice a las comunidades ribereñas vecinas del Territorio Indígena del Valle de Javari?

EM: A história do movimento indígena na região do Vale do Javari é marcada pelo diálogo não só com as instituições do Estado, mas também com os nossos vizinhos, os ribeirinhos. No passado, nós organizamos os ribeirinhos, ajudamos a criar uma organização representativa deles e fazer o diálogo com o poder público local, para que fossem criadas políticas públicas que direcionassem o interesse dessa população. Na medida que eles tenham um plano [sustentável] de manejo vigente, eles deixam de invadir a terra indígena, de criar ilícitos. Quando eu digo que a gente quer abrir diálogo, é exatamente isso: para que a gente possa incluir não só a questão indígena, mas do ribeirinho também que não pertence a organizações criminosas, que quer fazer produção sustentável.

EM: La historia del movimiento indígena del Valle de Javari es de un diálogo no solo con las instituciones estatales, sino también con nuestras comunidades ribereñas vecinas. Hace algún tiempo, ayudamos a crear una organización representativa de esas comunidades y a establecer diálogos con el Gobierno local, para que desarrollaran políticas en pos de los intereses de la población. En la medida en que tengan un plan [sostenible] para la pesca y lo que necesitan para generar ingresos, no invadirán las tierras indígenas ni se involucrarán en actividades delictivas. Cuando digo que queremos establecer un diálogo, se trata exactamente de eso: que se aborden no solo las necesidades indígenas, sino también las de las comunidades ribereñas que no pertenecen a organizaciones criminales, las que quieren mantener una vida sostenible.

AP: Mucho se habla del abandono del gobierno de Jair Bolsonaro a las causas socioambientales. ¿Cómo ha sido la experiencia del Gobierno de Bolsonaro aquí en el Valle de Javari?

EM: É bom que a gente frise mais uma vez que o movimento indígena do Vale do Javari sempre esteve aberto ao diálogo. Nós inclusive não nos vinculamos às questões ideológicas dos governos. No governo do PT nós apresentamos muitas demandas e cobramos muito do governo para que ele atuasse em determinadas ações. A própria pauta da Funai foi iniciada no governo do PT. Mas na gestão Bolsonaro foi muito pior não só porque ele repetiu o que o PT já vinha fazendo, que era a omissão, como também ele incentivou grupos que exploram ilegalmente a terra, como o garimpo. O governo quando se posiciona através de um mandatário favorável à uma atividade ilegal, ele está sinalizando que os grupos organizados que trabalham com ilícitos atuem livremente. Isso acontece não só no Vale do Javari, mas no Brasil inteiro.

EM: Es importante señalar una vez más que el movimiento indígena del Valle de Javari ha estado siempre abierto al diálogo. No nos involucramos en las cuestiones ideológicas de los gobiernos. Antes y durante el Gobierno del PT [Partido de los Trabajadores, que gobernó Brasil de 2003 a mediados de 2016], el vaciamiento [de Funai] ya estaba ocurriendo, y criticamos muchas veces al Gobierno. Pero con el gobierno de Bolsonaro ha sido mucho peor, no solo porque repetía lo que el PT ya hacía, que era la omisión, sino que también incentivó a los grupos que explotaban ilegalmente las tierras, como la minería ilegal. Cuando la posición de un gobierno la define un mandatario que está a favor de las actividades ilegales, está invitando a los grupos organizados ilícitos a actuar libremente. Esto no pasa solo en el Valle de Javari, sino en todo Brasil.