Enfermera australiana habla de su misión humanitaria en el frente de Ucrania

Helen Zahos visits damaged civilian buildings in Ukraine

Helen Zahos visita edificios civiles dañados en Ucrania – Foto cortesía de Helen Zahos

La enfermera de urgencias australiana Helen Zahos acaba de regresar a casa tras trabajar como voluntaria humanitaria cerca de la primera línea de fuego en Ucrania.

Helen ha hablado anteriormente con Global Voices sobre experiencias anteriores de voluntariado: La estimulante respuesta de una enfermera australiana a la crisis de los refugiados y Primera línea del COVID-19: Perspectivas de una enfermera humanitaria australiana

Ha accedido amablemente a nuestra petición de contar su última experiencia en Ucrania. Esta es la primera parte de una entrevista en dos partes.

Kevin Rennie (KR): En primer lugar, ¿cuánto duró tu visita? ¿Qué puedes decirnos sobre los lugares donde trabajaste y visitaste en Ucrania?

Helen Zahos (HZ): My visit went for five weeks with four weeks in Ukraine and one week in Moldova. I'm unable to disclose exact locations for safety reasons. The frontline was seven kilometers away with one section about 20 or 30 km away experiencing heavy bombing.

We were able to hear bombings during the night when we were getting warnings and it sounded like a heavy thunderstorm close by. We saw a missile strike coming into the area withthe large smoke cloud rising above from where the missile had hit. One night a gas station was targeted and the explosion was loud and felt like a small earthquake.

I was in Ukraine with a doctor and a coordinator of the organisation Adventist Help to do an assessment for a field hospital to go in near the frontline. We were unable to do any medical support but we visited all the hospitals in the area. The most difficult were the army hospital and children’s hospital.

We had meetings with the deputy Minister for Defence and the Minister for Defence as well as the mayor of the local region. It was a really different kind of  deployment and it was the first time I think that my consultancy and my advice were listened to. I spoke with army commanders and looked at bomb shelters. We did a needs assessment indicating there was pressing needs on the frontline such as x-ray equipment and surgical equipment.

I was able to visit Kiev but was unable to exit from there because of concentrated bombing. Going out by courier added a couple of days. It wasn't much safer but allowed me to see Irpin and Bucha which were heavily attacked at the beginning of the war, which included Russian soldiers coming in and destroying civilian housing. It gave me goosebumps to see the civilian housing destroyed and it actually was really eerie and it made you want to cry because you could just almost picture these people fleeing for their lives and you know they were innocent innocent victims in all of this.  I saw my driver’s and his brother’s homes that had been destroyed plus video footage of what actually happened on the security cameras from that night. There was intentional damage to churches and civilian housing and it really was clear that nothing was sacred and this was a very different kind of war.

Helen Zahos (HZ): Mi visita duró cinco semanas, cuatro en Ucrania y una en Moldavia. No puedo revelar los lugares exactos por razones de seguridad. La línea del frente estaba a siete kilómetros de distancia, con una sección a unos 20 o 30 kilómetros de distancia en la que se produjeron intensos bombardeos.

Podíamos oír los bombardeos durante la noche cuando recibíamos avisos y sonaba como una fuerte tormenta cerca. Vimos un ataque con misiles que llegaba a la zona con una gran nube de humo que se elevaba por encima de donde había impactado el misil. Una noche atacaron una gasolinera y la explosión fue fuerte, se sintió como un temblor.

Estuve en Ucrania con un médico y un coordinador de la organización Ayuda Adventista para hacer una evaluación de un hospital de campaña que se instalaría cerca de la línea del frente. No pudimos prestar apoyo médico, pero visitamos todos los hospitales de la zona. Los más difíciles fueron el hospital del Ejército y el hospital infantil.

Tuvimos reuniones con el viceministro de Defensa y el ministro de Defensa, así como con el alcalde de la región. Fue un despliegue realmente diferente y creo que fue la primera vez que se escuchó mi consultoría y mis consejos. Hablé con los mandos del Ejército y examiné los refugios antibombas. Hicimos una evaluación de las necesidades que indicaba que había algunas urgentes en el frente, como equipos de rayos X y equipos quirúrgicos.

Pude visitar Kiev, pero no pude salir de allí debido a los bombardeos concentrados. Salir por mensajería añadió algunos días. No era mucho más seguro, pero me permitió ver Irpin y Bucha, que fueron fuertemente atacadas al principio de la guerra, lo que incluyó la entrada de soldados rusos que destruyeron viviendas civiles. Se me puso la piel de gallina al ver las viviendas civiles destruidas y fue realmente espeluznante y te daban ganas de llorar porque casi podías imaginar a estas personas huyendo para salvar la vida y sabías que eran víctimas inocentes en todo esto.  Vi las casas de mi conductor y de su hermano que habían sido destruidas, además de imágenes de video de lo que realmente ocurrió en las cámaras de seguridad de esa noche. Hubo daños intencionales en iglesias y viviendas civiles, y realmente estaba claro que nada era sagrado y que esta era una guerra muy diferente.

KR: ¿Qué fue lo más difícil para ti como enfermera que trabaja en una zona de guerra?

HZ: Initially it was all very overwhelming, I think after seeing so many hospitals and people injured from bombings and being shot, it was difficult to not be able to nurse, I wanted to care for these people and comfort them. Because of the concern that foreigners were being targeted, as well as the language barrier, authorities didn’t want them assisting near the frontline. The army commander said it was more of a hindrance and a danger than help.

HZ: Al principio fue todo muy abrumador, creo que después de ver tantos hospitales y personas heridas por los bombardeos y los disparos, era difícil no poder atender a estas personas y reconfortarlas. Por la preocupación de que los extranjeros fueran un objetivo, y por la barrera del idioma, las autoridades no querían que prestaran asistencia cerca de la línea del frente. El comandante del Ejército dijo que era más un estorbo y un peligro que una ayuda.

KR: ¿Cómo se compara esto con tu experiencia anterior de voluntariado en una zona de guerra como Irak?

HZ: This is a completely different war with the largest frontline in Europe since World War II. In Iraq, I was living in a compound outside Mosul surrounded by American and Australian soldiers. Ukraine was a lot scarier. Due to the unpredictable nature of this war, you were that much more hypervigilant and on guard.

In Iraq I caught a taxi from the airport by myself to the compound. In Ukraine I waited in Moldova for the Doctor and the Coordinator to drive to the border together and be met by Ukraine Government officials. In both countries people were trying as hard as they could to live as much a normal life as they could, but Ukraine had depleted grocery shelves and the air raid sirens were frequent. I did not experience that in Iraq.

HZ: Esta es una guerra completamente diferente con la mayor línea de frente en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. En Irak, vivía en un recinto a las afueras de Mosul que estaba rodeado de soldados estadounidenses y australianos. Ucrania fue mucho más aterradora. Debido a la naturaleza impredecible de esta guerra, estabas mucho más hipervigilante y en guardia.

En Irak tomé un taxi desde el aeropuerto por mi cuenta hasta el recinto. En Ucrania esperé en Moldavia a que el médico y el coordinador condujeran juntos hasta la frontera y fueran recibidos por funcionarios del Gobierno ucraniano. En ambos países la gente se esforzaba al máximo por llevar una vida lo más normal posible, pero en Ucrania las estanterías de los supermercados habían quedado vacías y las sirenas de ataque aéreo eran frecuentes. Eso no lo viví en Irak.

KR: ¿Cuál fue la reunión o misión encubierta más memorable que tuviste?

HZ: There was a period of two weeks when I was there by myself. I had volunteered to wait for containers to arrive and was sick with bronchitis. I met with the frontline commander and it resembled something out of a movie. The interpreter and I were given instructions, the location kept changing and we met in a secret location where there was a big German Shepherd dog, plus the commander and armed soldiers. I remember thinking anything could happen right now and no one knows where we are. I had tried to capture our location on Google Maps and send it through to my solicitor who was to activate a retrieval if I hadn’t made contact within 24 hours, so at least she knew my approximate location. There were about 12 people in the community on a list to be contacted should I be captured by insurgents, taken hostage, killed, or critically injured. The unpredictability meant a completely different approach compared to other missions, the risk was high and each step was assessed so no unnecessary risks were taken.

HZ: Hubo un periodo de dos semanas en el que estuve allí sola. Me había ofrecido para esperar la llegada de los contenedores y estaba con bronquitis. Me reuní con el comandante de primera línea y parecía algo sacado de una película. El intérprete y yo recibimos instrucciones, el lugar cambiaba constantemente y nos reunimos en un lugar secreto donde había un perro pastor alemán grande, además del comandante y soldados armados. Recuerdo que pensé que podía pasar cualquier cosa en este momento y que nadie sabía dónde estábamos. Había intentado capturar nuestra ubicación en Google Maps y enviársela a mi abogada para que activara una recuperación si no me ponía en contacto en 24 horas, así que al menos sabía mi ubicación aproximada. Había unas 12 personas de la comunidad en una lista con la que había que ponerse en contacto en caso de que me capturaran los insurgentes, me tomaran como rehén, me mataran o me hirieran de gravedad. La imprevisibilidad suponía un enfoque completamente diferente al de otras misiones, el riesgo era alto y se evaluaba cada paso para no correr riesgos innecesarios.

KR: ¿Hubo muchas situaciones frustrantes? ¿Alguna vez temiste por tu propia seguridad o la de los demás?

HZ: Yes, frustration goes hand in hand with humanitarian aid work, particularly in unstable or unpredictable environment so you have to go in having little to no expectations and go with the flow and expect whatever may be planned will often change, sometimes several times in one day. Frustrating because I didn’t know the language and things slow down when you are using interpreters. At times when I was on my own trying to buy groceries I would be using Google Translate which really slowed things down but got us a lot of laughs as well. I found it frustrating being a woman in some of the meetings when the coordinator or doctor were not there and I was speaking to men. It felt like I was dismissed at times because of this but ultimately, they had to listen to what was being said.

HZ: Sí, la frustración va de la mano con el trabajo de ayuda humanitaria, especialmente en un entorno inestable o impredecible, por lo que hay que ir con pocas o ninguna expectativa y dejarse llevar por la corriente y esperar que lo que se haya planeado cambie a menudo, a veces varias veces en un mismo día. Es frustrante porque no hablo el idioma y las cosas van más lentas cuando se utilizan intérpretes. A veces, cuando estaba sola intentando comprar comida, utilizaba Google Translate, lo que hacía todo muy lento, pero también nos hacía reír. Me resultó frustrante ser mujer en algunas de las reuniones cuando el coordinador o el médico no estaban y yo estaba hablando con los hombres. A veces tenía la sensación de que se me desestimaba por ello, pero al final tenían que escuchar lo que se decía.

KR: ¿Cuáles fueron los momentos más gratificantes de tu estancia allí?

HZ: Being able to follow through on a promise and making things happen, teaching and sharing my knowledge with medics on the frontline who reached out for support and guidelines. Being able to console someone that has just been told a family has been killed on the front line. Being able to support a woman whose husband is fighting on the front line and whose son is just about to turn 18 and is preparing to be sent away to fight. Cooking for and washing clothes for people in a refuge.

Interviewing journalists from CNN, BBC, and independent journalists on my phone in my role as an expert consultant for the Dart Centre for Asia Pacific, was invaluable.

HZ: Poder cumplir una promesa y hacer que las cosas sucedan, enseñar y compartir mis conocimientos con los médicos en primera línea que pidieron apoyo y directrices. Poder consolar a alguien que acaba de recibir la noticia de que una familia ha muerto en el frente. Poder apoyar a una mujer cuyo marido está luchando en el frente y cuyo hijo está a punto de cumplir 18 años y se prepara para ser enviado a luchar. Cocinar y lavar la ropa para la gente en un refugio.

Entrevistar por teléfono a periodistas de la CNN, de la BBC y a periodistas independientes en mi papel de consultor experto del Centro Dart para Asia-Pacífico, fue de un valor incalculable.

KR: Te has autodenominado defensora. Qué voces ucranianas intentas amplificar y cuál es tu mensaje?

HZ: I think as a nurse it is difficult in these situations where you really don’t want to get dragged into the politics, there are wrongs on both sides that is what war is about. As a nurse I look at the human being in front of me, if they need help, I help them. It is important when coming into these areas on a mission to understand a bit about the history in the area, and in this situation this war really has been going on for eight years now.

What I can comment about is what I have seen with my own eyes and that is the war crimes, civilian buildings, and churches destroyed, not just by bombs, but soldiers shooting at close range and holding hammers and destroying civilian houses, something which Russia has denied. I guess it’s the voices of all Ukrainians that the war and senseless killing must end, that Ukraine needs support from around the world and that at the end of the day, there are human beings on both sides that are innocent. We have been allowed to see what is happening on the Ukraine side, but know and trust little of what is being said on the Russian side. Irrespective of whichever side you may have family or friends on, there are innocent lives that are being used as pawns in a very vicious game. From what I saw the people of Ukraine are resilient, their spirits remain high, they have faith and they are strong. The message from Ukrainian people is “We will win this war.”

HZ: Creo que como enfermera es difícil en estas situaciones en las que realmente no quieres verte arrastrada a la política, hay errores en ambos lados, de eso se trata la guerra. Como enfermera, miro al ser humano que tengo delante, si necesita ayuda, lo ayudo. Es importante, cuando se llega a estas zonas en una misión, entender un poco la historia de la zona, y en esta situación, esta guerra ha durado realmente ocho años.

Lo que puedo comentar es lo que he visto con mis ojos y son los crímenes de guerra, edificios civiles e iglesias destruidos, no sólo por las bombas, sino por los soldados que disparan a corta distancia y sostienen martillos y destruyen casas civiles, algo que Rusia ha negado. Supongo que son las voces de todos los ucranianos las que dicen que la guerra y la matanza sin sentido deben terminar, que Ucrania necesita el apoyo de todo el mundo y que, al fin y al cabo, hay seres humanos inocentes en ambos bandos. Se nos ha permitido ver lo que ocurre en el lado ucraniano, pero sabemos y confiamos poco en lo que se dice en el lado ruso. Independientemente del bando en el que tengas familia o amigos, hay vidas inocentes que se están utilizando como peones en un juego muy cruel. Por lo que he visto, el pueblo ucraniano es resistente, su ánimo sigue siendo alto, tiene fe y es fuerte. El mensaje del pueblo ucraniano es: «Ganaremos esta guerra».

KR: ¿Cuáles son algunas de las historias que te contaron? 

HZ: So many stories, from personal to what happened to family or in the neighborhood. Daily reports like “My mum’s next door neighbours house in the village was bombed last night, my mum is ok but they are in shock.” “My best friend was just killed on the frontline. We went to school together.” “We have girls here that have been raped but we don’t talk about it because it is too upsetting and we protect them.” “My wife and children left, we can’t leave as men here in Ukraine but we are prepared to fight.” “Children are too scared to look outside the window. It is too bright for them as they are used to being in the dark down in a bomb shelter.” “There was no possibility they would survive as the injuries were catastrophic after the explosion.”

HZ: Hay muchas historias, desde las personales hasta las de la familia o el vecindario. Informes diarios como «La casa de los vecinos de mi madre en el pueblo fue bombardeada anoche, mi madre está bien pero ellos están en conmocionados». «Acaban de matar a mi mejor amigo en el frente. Íbamos juntos a la escuela». «Aquí hay niñas que han sido violadas, pero no hablamos de ello porque es demasiado perturbador y las protegemos». «Mi mujer y mis hijos se fueron, no podemos irnos como hombres aquí en Ucrania pero estamos preparados para luchar». «Los niños están demasiado asustados para mirar por la ventana. Hay demasiada luz para ellos, ya que están acostumbrados a estar en la oscuridad en un refugio antiaéreo». «No había ninguna posibilidad de que sobrevivieran ya que las heridas eran catastróficas tras la explosión».

Helen Zahos visiting a resuscitation room in Ukraine

Helen Zahos visita una sala de reanimación en Ucrania. Fotografía por cortesía de Zahos

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