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Nueva exposición en el Reino Unido replantea legado de brutal gobernador británico; ¿Seguirá Trinidad y Tobago?

Categorías: Caribe, Reino Unido, Trinidad y Tobago, Historia, Medios ciudadanos
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Dos lugares en Trinidad nombrados en honor a Thomas Picton, que fue gobernador de la isla entre 1797 y 1803, periodo en el que dejó un sangriento legado. Capturas de pantalla de Google Maps [1].

El 25 de mayo de 2020, la muerte pública del afroamericano George Floyd [2], lenta y tortuosa a manos de un policía en Minneapolis, Minnesota, generó un incremento de los niveles de indignación por el trato a las personas negra en Estados Unidos y también la participación en el movimiento global Black Lives Matter [3].

Este efecto dominó redirigió la atención del mundo a los problemas de desigualdad racial en un intento concertado para desmantelar los sistemas que permiten que esa desigualdad ocurra, y que en parte siguen estando intactos. Esto ha aprobado tácitamente las injusticias con símbolos que son glorificados bajo la bandera de ser históricos. Luego de la muerte de George Floyd aparecieron nuevos llamados para eliminar estatuas [4] de celebres esclavistas y racistas. El Gobierno de Barbados, por ejemplo, retiró la estatua de Horatio Nelson [5] de su posición destacada en la plaza de Héroes Nacionales de Bridgetown. Por años fue conocido como astuto oficial naval británico, y se pasaba por alto su rol en el comercio transatlántico de esclavos.

Una nueva exhibición [6] en el museo nacional de Cardiff, que estará hasta el 3 de septiembre, espera reformular el legado de otra de las figuras históricas controversiales del Caribe, el teniente general Sir Thomas Picton, gobernador de Trinidad entre 1797 y 1803, cargo que ejerció con mano de hierro. Un retrato de Picton había ocupado [7] un destacado lugar en el museo por más de un siglo, para rendir homenaje a sus hazañas militares. Por su brutal trato a las personas de color –indígenas y africanos esclavizados– fue retirado [8] en 2021. Ahora, está en exhibición de nuevo, aunque las circunstancias y el contexto son muy diferentes.

Primero que todo, el retrato ya no se encuentra en la galería principal, sino en un espacio más modesto. Ya no cuelga de la pared, está dentro de una caja de madera que sutilmente sugiere que está más fuera que dentro del museo, como un arte que ya no pertenece a un espacio y tiempos más modernos. Es más, ahora Picton está apropiadamente contextualizado, rodeado de información e imágenes que denotan el brutal trato [9] hacia sus dirigidos, incluida la infame tortura a Luisa Calderón [10], muchacha mestiza de 14 años que había sido acusada de robar.

La exhibición también incorpora los más recientes trabajos encargados [11] a la artista trinitense-nigeriana Gesiye Souza-Okpofabri [12] y del colectivo de artistas británicos Laku Neg [13], que tienen fuertes vínculos con Trinidad y Tobago. Su exhibición experimental “Vivaz”, permite a los visitantes tener la sensación de lo que Calderón, y también Thisbe y Present, otras dos víctimas de Picton, habrían experimentado. El enfoque multidisciplinario de Souza-Okpofabr incorpora [12] diseño de tatuajes, interpretaciones y películas.

Las personas en Trinidad están tomando nota y sumando sus voces a la conversación [14] sobre cuál es la mejor manera de abordar complicados legados, como el de Picton. La mezcla del intento del Museo Nacional de Cardiff de reformular el legado de Picton mientras en Trinidad y Tobago se “sigue rindiendo honor al tirano [15]” es muy evidente.

En noviembre de 2021, poco después de que el museo retiró el retrato, Trinidad and Tobago Express escribió [16] un editorial:

T&T’s blasé attitude to its retention of symbols honouring a man who governed this country with unbridled ruthlessness and made his wealth from the slave trade when even his own country is recoiling from its glorification of him is just bizarre.

Es simplemente extraña la actitud hastiada de Trinidad y Tobago hacia la conservación de símbolos que honran a un hombre que gobernó el país con crueldad desenfrenada e hizo su riqueza a costa de la trata de esclavos, cuando hasta su propio país está en retroceso de su glorificación de este personaje,

En la celebración del Día de la Emancipación del país, el 1 de agosto, la fundadora de Freedom Project Caribbean [17], Shabaka Kambon, hizo un llamado al Gobierno [15] para reconsiderar cualquier monumento o lugar que lleve su nombre para honrar a Picton y a otros colonizadores que masacraron a un sinnúmero de africanos e indígenas esclavizados.

El ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, Fitzgerald Hinds, anunció [18] que el primer ministro, Keith Rowley, creó un comité hace unos meses, para que evaluara la apropiada contextualización de la historia de la nación, y determinar cuáles son las formas más adecuadas.

En Facebook, Dominic Kalipersad, aficionado a la historia y profesional de medios, señalo [19] que Picton había autorizado hasta 35 ejecuciones durante su cargo. A pesar de esto, existen muchos lugares en Trinidad y Tobago que llevan su nombre [20].

En una publicación anterior, Kalipersad señalo [21]:

History is written – and sometimes rewritten – by the victors, which is arguably why we find the likes of Sir Thomas Picton, Trinidad’s British Governor from 1797–1803, being lionised.

As Lieutenant General he was the highest ranking British officer to fall at the Battle of Waterloo in Belgium, 200 years ago.

However, the British military hero was the tyrant of Trinidad.

He was known to have used the slave trade to build up his considerable fortune and his treatment of enslaved Africans marked him out as a particularly cruel leader.

Picton used strong-handed methods against anyone he suspected of trying to undermine his government, and went so far as to erect gallows on the premises of Government House to show he meant business.

La historia la escriben –y a veces reescriben– los victoriosos, y es la razón por la que posiblemente podemos pensar que los similares a Sir Thomas Picton, el gobernador británico de Trinidad y Tobago entre 1797 y 1803, son enaltecidos.

Como teniente general, fue el oficial de más alto rango británico en caer en la batalla de Waterloo en Bélgica, hace 200 años.

Sin embargo, el héroe militar británico fue el tirano de Trinidad y Tobago.

Era bien sabido que había utilizado el comercio de esclavos para acumular su cuantiosa fortuna y el trato que dio a los africanos esclavizados lo dejo marcado como un despiadado líder.

Picton utilizo métodos de mano dura contra cualquiera de quien sospechara de intentar debilitar su gobierno. Llegó hasta erigir la horca dentro de las instalaciones de la Casa de Gobierno, para demostrar que hablaba en serio.

El Día de Emancipación, la pagina de Facebook trinidadfolklo [22] agregó:

Slavery was a complete and total annihilation of self and sociocultural systems.

Picton as Governor even ordered the destruction of silk cotton trees because the trees were visited by Africans as places of power. […] We can never replace the things that we lost but in seeking we will always find our way.

La esclavitud fue una completa y total aniquilación de los sistemas socioculturales.

Como gobernador, Picton llegó a ordenar la destrucción de los árboles de algodón de seda porque los africanos los visitaran como lugares de poder. […] Nunca podremos reemplazar lo que perdimos, pero en la búsqueda encontraremos siempre nuestro camino.

Algunos comentarios en la exhibición en el Museo Nacional de Cardiff lamentaron que se derrumbara la historia, y en Facebookm LF Buckland sugiere [23]:

Very soon, we shall have no history left. How will any future generation understand previous ages, when everything has been removed? The irony is that this evaluation is ‘youth-led’, and specifically those with a Trinidad background.

Muy pronto, ya no quedara más historia. ¿Cómo las futuras generaciones podrían entender las épocas pasadas, cuando todo ha sido eliminado? La ironía de esta apreciación es que está liderada por jóvenes, especialmente quienes tienen orígenes trinitenses.

En Trinidad, algunos usuarios de las redes sociales pensaron igual [24], mientras que otros creen [25] que el país tiene cuestiones mucho mas urgentes [26]. Quizás en su editorial, el Express [16]resumió mejor los matices cuando dijo, “Es la mayor de las ironías que de todos los lugares, Trinidad, es la que debería de guardar silencio con respecto a Picton. Sin embargo, el nerviosismo con el que las autoridades y sectores de la comunidad nacional abordan estos problemas de la historia deja en evidencia lo lejos que estamos todavía de encontrar el coraje para enfrontar nuestro torturado pasado”.