Este artículo se publicó por primera vez en el periódico Nepali Times [1]. Global Voices reproduce una versión ligeramente editada en virtud de un acuerdo para compartir contenidos.
El 26 de julio, activistas en favor de los derechos humanos salieron a las calles de Katmandú para protestar contra la ejecución [2] de Phyo Zeya Thaw, Kyaw Min Yu (Ko Jimmy), Hla Myo Aung, y Aung Thura Zaw por parte de la junta militar gobernante de Myanmar.
Los cuatro activistas democráticos, incluido el exlegislador Thaw, fueron acusados de cometer «actos terroristas», y condenados [3]a muerte en un juicio a puertas cerradas. La medida fue duramente criticada [4]por activistas en favor de los derechos humanos, u por otras organizaciones internacionales, como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En Nepal, National Alliance for Human Rights and Social Justice (Human Rights Alliance) [5] ha condenado la brutal tortura del gobierno militar ejercida contra luchadores por la libertad y sus esfuerzos por restaurar libertades y la democracia.
«Este acto atroz del gobierno militar ha violado gravemente los valores y principios fundamentales de la democracia en nuestro país», reza la declaración de la Human Rights Alliance [6], que también interpreta el acto de ejecución como una flagrante violación de los derechos a la vida, libertad y seguridad de las personas.
Human Rights Alliance condenó también la cruel y bárbara ejecución de los activistas prodemocráticos [7], y la calificó de incidente devastador, atroz e intolerable.
Los activistas en favor de los derechos humanos han mantenido que Myanmar es un Estado miembro de Naciones Unidas y debe respetar y honrar [8]los valores y normas democráticas fundamentales, la ley humanitaria internacional y los principios de los derechos humanos.
«Exigimos encarecidamente que se ponga fin a toda tortura, secuestro, restricción de reunión o manifestación, intimidación y castigos crueles, y que se garantice restablecer los derechos democráticos y entregarlos al pueblo de Myanmar», afirma Human Rights Alliance en la carta [9] firmada por su presidente, Min Bahadur Shahi, que era miembro [10] de Comisión Nacional de Planificación.
Human Rights Alliance ha instado [9] a la comunidad internacional, incluidas la sociedad civil y organizaciones regionales como la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN), la Iniciativa de la Bahía de Bengala para la Cooperación Técnica y Económica Multisectorial (BIMSTEC) y la Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (SAARC), a tomar medidas inmediatas para proteger y promover el movimiento democrático, a los activistas prodemocráticos y el pueblo soberano sin que sufran mayores daños ni pérdidas, y a alzar la voz y crear presión con el objetivo de restaurar la democracia.
Myanmar ha visto violentas represiones [11] hacia partidarios de la democracia tras el golpe de Estado militar [12] el 1 de febrero de 2021, llevado a cabo por Min Aung Hlaing, comandante en jefe de las fuerzas armadas del país. Desde entonces, más de 2000 personas han sido asesinadas [13]y cerca de 15 000 están detenidas, incluidas Aung San Suu Kyi y otras destacadas personalidades del Gobierno.
Los manifestantes en su gran mayoría recurrieron [14] a formas de protesta pacíficas y no violentas, ante las que los dirigentes militares adoptaron diversas contramedidas, como cierre [15]de varios medios e internet y la difusión de información equivocada [16].
La declaración de Human Rights Alliance concluye: «Exigimos que los militares de la junta queden aislados y apartados de la cooperación y asociación mundial para restaurar y apoyar el movimiento democrático, así como de las campañas en Myanmar».
A comienzos de agosto, Human Rights Organisation of Nepal [17] (HURON) también celebró una concentración [18] en Katmandú, en la que condena la ejecución de los cuatro hombres. Algunos grupos en favor de los derechos humanos también protestaron contra la inmunidad en el propio país, y contra un proyecto de ley en el Parlamento que permitiría la inmunidad judicial a los acusados de crímenes atroces durante el conflicto maoísta de 1996-2006 en Nepal.