Este articulo es parte de Pandemia de Control, serie que tiene como objetivo promover el creciente discurso público sobre autoritarismo digital en Asia y el Pacifico en medio del COVID-19. Pandemia de Control es una iniciativa de EngageMedia, en asociación con CommonEdge. Una versión editada del articulo de Samik Kharel se publica en Global Voices bajo una asociación de contenido.
En Nepal, la pandemia del COVID-19 aceleró el proceso de brindar servicios públicos y privados en línea: desde la entrega de comida y las compras, hasta transacciones gubernamentales. Estos cambios vinieron con muchas desventajas, como datos y derechos privados no respetados.
Nepal no tiene todavía la tecnología ni conocimientos para ser globalmente competitivo en el mundo digital. En cambio, ha mirado a sus vecinos más cercanos, China e India, como guía. Sin embargo, buscar ideas de países que en gran parte no han respetado los derechos digitales básicos pone a Nepal en una situación vulnerable.
Desde practicas cuestionables de recolección de datos hasta la reducción de la libertad de expresión, Nepal va inclinándose hacia un modelo autoritario de control de internet, t el COVID-19 está acelerando el proceso.
Influencia de China e India
China mantiene un mal registro en derechos digitales, grupos de derechos han señalado sus reglas de censura en línea y el despliegue de vigilancia masiva a musulmanes uigures, entre otras violaciones a los derechos. Similarmente, India ha recibido muchas críticas por adquirir un software de espionaje, imponer apagones de internet y aprobar leyes de información tecnológica que no se ajustan a los derechos globales.
En 2019, un medio nepalí informo sobre los planes del Gobierno de instalar más de 21 000 cámaras de CCTV para vigilar a nivel de la calle. Esto es un agregado a las mil cámaras de vigilancia que ya han sido instaladas en el valle de Katmandú. Las autoridades dicen que las cámaras impiden la actividad criminal, pero también las ha utilizado la Policía para dar seguimiento a protestas y otras formas de expresión. Durante la pandemia del COVID 19, la Policía uso estas cámaras y drones para vigilar los movimientos de la población y el cumplimiento de las normas de confinamiento, y alardeaban públicamente del uso de esta tecnología en su canal oficial de YouTube.
En abril de 2022, un importante diario nepalí informó que el Gobierno había comprado el sistema de software espía Pegasus y lo había entregado para uso de prueba al Ejecito de Nepal. Aunque el Gobierno asegura que el sistema es para garantizar la seguridad de los ciudadanos, ha habido criticas generalizadas al software espía y al mal uso que le dan los Gobiernos alrededor del mundo.
Masiva recolección de datos e inseguridad de datos
El enfoque del Gobierno con la vacunación del COVID 19 incorporó muchos datos personales. A fines de agosto, el 70 % de la población ha recibido al menos una dosis, lo que implica que mas de 20 millones de personas den su información personal al Gobierno, incluido un certificado oficial de vacunación. Sin embargo, se duda que este masivo conjunto de datos de información personal sea seguro.
Cuando el Gobierno anuncio las dosis de refuerzo para los trabajadores de primera línea a mediados de enero de 2022, el periodista Rajendra Rai (nombre cambiado) fue al centro de vacunación. Llenó un formulario de vacunación en el sitio web del Ministerio de Salud a través de su teléfono, y dio información personal que incluía su nombre, fecha de nacimiento, dirección y ocupación.
Esta información podrían usarla los partidos políticos y el Estado, especialmente en las elecciones federales y provinciales de finales de 2022.
¿Quiénes resguardan la seguridad de los datos recolectados, especialmente dados los casos previos de un posible mal uso que pone en duda la capacidad del Gobierno para proteger la seguridad de los datos? En las elecciones locales de 2022, votantes de áreas especificas recibieron mensajes en su celular y correos electrónicos de los partidos políticos; no está claro cómo obtuvieron la información de contacto de los votantes, pudieron haber venido de formularios de servicios públicos entregados al Gobierno.
Body and Data, organización de derechos digitales en Nepal, señaló problemas de privacidad relacionados con las campañas electorales:
Another example of how citizens’ phone numbers are shared without their consent for the election campaigns.
Sign our signature campaign petition requesting the Election Commission to secure our privacy!https://t.co/WzMUxgc0sa#dataprivacy #privacy #localelection2022 https://t.co/oHZphEak5j
— Body & Data (@bodyanddata) May 11, 2022
La Comisión Electoral ha distribuido mi número de teléfono a los candidatos sin informarme.
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Otro ejemplo de cómo se difunde el numero telefónico de los ciudadanos sin su consentimiento para las campañas electorales.Firma nuestra petición de campaña de firmas para solicitar a la Comisión Electoral que garantice nuestra privacidad:
https://docs.google.com/document/d/1qe3SNGVm6L1svwnJFxigA8wR_vY1XYKV7FK7AKCuWkg/edit
La Comisión Electoral de Nepal también recibió críticas por publicar una lista de los 17.7 millones de votantes en su sitio web, que incluía detalles de nombres, edades, géneros, cabinas de votación, número de identificación de los votantes, e incluso el nombre de sus padres y cónyuges. A pesar de que la sociedad civil y los grupos de derechos criticaron esta violación a la privacidad, las autoridades no eliminaron la lista con el argumento de que “no debería haber preocupación por violaciones a la privacidad”, porque los datos no incluían la foto de los votantes, huellas dactilares ni números telefónicos.
La respuesta del Gobierno sugiere que las autoridades no entienden suficientemente los riesgos asociados a la falta de preservación de la seguridad digital. Funcionarios designados a supervisar el proceso de registro de vacunación a menudo no saben dónde se almacena la información, por cuánto tiempo se guardará ni cómo se usará, según una fuente anónima y personal del Ministerio de Salud. Entonces, ¿como se puede garantizar que tus datos personales están seguros?
Aunque la sociedad civil, defensores de derechos humanos y personas preocupadas han indicado al Gobierno que sea mas responsable con los datos, Nepal todavía tiene que promulgar leyes de privacidad y protección de datos exhaustivas. Los ciudadanos tampoco saben ni entienden el potencial mal uso de los datos.
Restricciones a la libertad de expresión
En 2020, Nepal se ubicó en el puesto 112 de 180 países en el Índice de Libertad de Prensa de Reporteros sin fronteras. La pandemia dio al Gobierno una oportunidad para debilitar la libertad de prensa aún más en un intento de controlar las narrativas en la situación de salud. Periodistas Nepaleses fueron atacados, censurados, y arrestados por sus criticas a la respuesta del Gobierno al COVID-19. La Policía arrestó a Lok Karki, reportero de Radio Dhangadhi, por filmar la desacuerdo por la distribución de comida y artículos de ayuda. El jefe de oficina de Nagaraki News, Nagendra Upadhyay recibió mensajes amenazantes de un funcionario del Gobierno regional por informar que la esposa del funcionario había sido conducida en un automóvil de gobierno en el punto álgido del confinamiento. En marzo de 2020, un articulo en el portal de noticias Kathmandu Press fue removido por la presión ejercida por un ayudante del primer ministro. En el artículo se decía que presuntos familiares de varios funcionarios gubernamentales de alto rango estuvieron involucrados en la compra de un costoso equipo médico de China.
En abril de 2020, hubo informes periodísticos de un éxodo de trabajadores del valle de Katmandú debido al confinamiento del COVID-19. En respuesta a la noticia, el primer ministro dijo a los editores de los periódicos gubernamentales que los informes le parecieron “misteriosos”, y cuestionó su fundamento. A estos comentarios les siguió una campaña de acoso en línea orquestada por el Gobierno contra el periodista Binu Subedi con cuentas falsas de Twitter.
Durante este tiempo, el Gobierno ha seguido usando la Ley de Transacciones Electrónicas del 2006 (ETA). La ley, que inicialmente fue redactada para regular estafas financieras, se ha convertido en una herramienta muy conveniente para criminalizar discursos en línea. La sección 47 de la ley prohíbe la publicación electrónica o difusión de material considerado ilegal bajo las leyes existentes, pero es tan amplia que incluye aquellos «que podrían ser contrarios a la moral pública o al comportamiento decente», o materiales que puedan propagar el odio, los celos o poner en peligro “las relaciones armoniosas” entre las personas. Esta ley fue utilizada contra Deepak Pathak, miembro de la junta de Radio Nepal, que fue arrestado en abril de 2020 por difamar al líder del partido comunista de Nepal, Pushpa Kamal Dahal, en redes sociales.
Un proyecto de ley de tecnología de la información, que daría al Estado el poder de censurar contenido en línea que considere ofensivo, esta en proceso. La ley también incluye disposiciones de arresto y cárcel para quien publique contenido que se considere contrario a “la unidad nacional, el autorrespeto, el interés nacional, de las relaciones entre unidades federales”. La ley propuesta también contiene disposiciones imprecisas y abiertas a interpretaciones y posibles abusos.
Peor que el proyecto de ley de tecnología de información es la propuesta de la Directiva de Redes Sociales 2021, que obligaría a las compañías de redes sociales a registrarse en Nepal y cumplir con las leyes del país. La norma propuesta ha sido ampliamente criticada por su intento de regular el contenido en redes sociales, y por abrir la posibilidad a una futura censura estatal. Al trazar solo una idea imprecisa de lo que constituye el contenido ilegal, quien critique las estructuras de poder o usen humor y sarcasmo contra el Estado podría enfrentar un castigo. El proyecto de ley también persigue el anonimato y amenaza la libre expresión de las personas. El principal propósito de la norma es controlar el discurso en línea, minimizar la participación del público en asuntos controversiales de Estado y neutralizar a los críticos del Gobierno.
La respuesta del Gobierno a la pandemia abrió la puerta a diversas amenazas a los derechos humanos y digitales en Nepal, desde la campaña contra las voces críticas hasta la falta de preservación de datos digitales y leyes que restringen la libertad de expresión. Con la influencia de sus vecinos con malos antecedentes en derechos digitales, Nepal debe decidir sobre su propio camino si imagina un ecosistema digital libre, igualitario, y democrático.