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Por qué se teme un intento de golpe de Estado en las elecciones de Brasil

Categorías: Latinoamérica, Brasil, Elecciones, Historia, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales, Elecciones en Brasil 2022

Jair Bolsonaro durante el bicentenario de la independencia de Brasil | Imagen: Alan Santos/Presidencia de Brasil (CC 2.0).

Antes de pronunciar el discurso de apertura [1] de la Asamblea General de Naciones Unidas, el 20 de septiembre en Nueva York, el presidente brasileño Jair Bolsonaro [2] (Partido Liberal [3], PL), habló con los periodistas y saludó a sus partidarios en la puerta del hotel. En un video publicado por la BBC [4] dice que la población brasileña quiere la continuidad de su gobierno, que no cree en las encuestas y que ganará un segundo mandato en la primera vuelta del 2 de octubre.

El día anterior, en otra entrevista, Bolsonaro afirmó que si las urnas no le dan el 60 % de los votos el próximo 2 de octubre, entonces «algo anormal [5] debe haber ocurrido con el Tribunal Electoral».

El problema es que, el mismo día, otra encuesta [6] mostraba que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva seguía por delante, con un 47 % de intención de voto, frente al 31 % de Bolsonaro. Lula estuvo en prisión 580 días acusado de corrupción, pero luego las condenas fueron anuladas [7].

En las primeras horas del 29 de septiembre, a tres días de las elecciones, Bolsonaro publicó un hilo con una foto de Lula rodeado de figuras políticas de diferentes partidos, que ahora apoyan al expresidente, e hizo un alegato de cómo todos eran parte de un sistema que se sentía amenazado por el propio Bolsonaro, y concluyó:

- Pero quienes piensan que van a conseguir apartar de nuevo al pueblo de las decisiones nacionales y retomar las viejas prácticas que han condenado al país a la miseria, no conocen su fuerza. Si están unidos para defenderse, ¡nosotros estamos aún más unidos con el pueblo para defender sus valores!
————
Quien insiste en falsos recuerdos del pasado aún no ha entendido que vivimos en una nueva era. Los que desprecian al pueblo y sus valores deberían acostumbrarse a la falta de paz. Dios no me dio una nueva vida el 6 de septiembre de 2018 [cuando fue apuñalado en un acto de campaña] para ser un gerente, ¡sino para cambiar nuestro Brasil de una vez por todas!

La preocupación y las sospechas de un intento de golpe de Estado o de la negativa a reconocer los resultados electorales del actual presidente se han ido gestando [9] en Brasil desde hace tiempo. Pero aumentan con la cercanía de las elecciones, ante la posibilidad de una derrota del actual gobierno, la retórica del presidente que cuestiona el sistema electoral y la incertidumbre de lo que vendrá después.

A tres días de las elecciones, una nota con el logotipo del partido de Bolsonaro, volvió a plantear dudas [10] sobre la seguridad de las papeletas, algo que fue rápidamente desestimado por el Tribunal Superior Electoral.

En su propia nota para la prensa [11], el Tribunal dice que las conclusiones del documento son «falsas e incorrecto» y desconectadas de la realidad, «recogen informaciones fraudulentas y atentan contra el estado democrático de derecho y el Poder Judicial, especialmente a la justicia electoral, en un claro intento de avergonzar y perturbar el curso natural del proceso electoral».

Cuestionamiento a las encuestas

Bolsonaro y sus seguidores han estado alimentando la narrativa de que las encuestas se equivocaron en su elección en 2018, lo que es una mentira que se puede refutar fácilmente [12]. Bolsonaro también ha levantado sospechas sobre la seguridad de las urnas electrónicas que hicieron que él y sus hijos [13] fueran elegidos muchas veces en los últimos 20 años [14]. En julio, incluso invitó a embajadores [15] a un evento en el que se puso en duda el sistema de votación sin presentar ninguna prueba.

Global Voices ha pedido a la Policía Federal acceso a la investigación que el presidente afirmó más de una vez que sería pública, pero el departamento responsable aún no ha respondido.

El 22 de agosto, en entrevista con el principal noticiero del país, el Jornal Nacional de TV Globo, Bolsonaro se mostró reacio a prometer que respetará el resultado de las elecciones. Dijo que lo hará siempre que el proceso sea «limpio y transparente [16]«, lo que ya se ha demostrado [17].

El Tribunal Superior Electoral [18] (TSE) incluso ha aceptado las sugerencias de los militares, lo que llevó al propio hijo del presidente, el senador Flávio Bolsonaro [19], a declarar que la posibilidad de fraude es casi nula.

Lula lidera las encuestas desde hace meses, y parece que ya se ha creado una tendencia. Pero hay una ola de desinformación que corre por diferentes plataformas de medios sociales tratando de desafiar esta realidad.

Jornal Nacional, el mencionado noticiero, tuvo que aclarar a los televidentes sobre un ultrafalso que se estaba difundiendo y que mostraba que sus presentadores tenían una encuesta en la que Bolsonaro lideraba los números.

«Desde el 15 de agosto, las encuestas de Ipec y DataFolha mostraban al candidato del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, como el que tenía mayor porcentaje de intención de voto. En todas, Bolsonaro aparece en segundo lugar», explicó el presentador de noticias William Bonner.

En estas elecciones, la guerra que se libra en internet ha ganado una nueva arma: el ultrafalso, instrumento de adulteración de sonidos e imágenes que usa inteligencia artificial. Uno de esos videos afirma que Bolsonaro estaría liderando la encuesta del Ipec, lo que es falso.

Cuando el Ipec, uno de los principales institutos de investigación de Brasil, publicó sus últimos resultados este 19 de septiembre, Fábio Faria, ministro de Comunicación de Bolsonaro, tuiteó:

TSE, fíjate en estos números que da IPEC, que el 2 de octubre la población exigirá que se cierre este instituto.

Basta ya de estas absurdas encuestas electorales.

¡Llega la hora de la verdad!.

El propio Ipec también ha sido objeto de noticias falsas [24] difundidas entre los bolsonaristas. Afirman que el grupo, antes conocido como Ibope, tiene la misma dirección [25] que el Instituto de Lula en São Paulo, lo que llevó a los bolsonaristas a llamar a la puerta [26] de la institución para comprobarlo.

Dificultad de predecir el comportamiento del elector

Hace cuatro años, cuando Bolsonaro fue elegido presidente, las encuestas sí indicaban que podía ser derrotado en la segunda vuelta, aunque los sondeos más cercanos al día de las elecciones daban números bastante cercanos a los resultados reales y dentro del margen de error.

En las semanas posteriores al ataque que sufrió en un acto de campaña –Bolsonaro fue apuñalado [27] a un mes de la primera vuelta– y más cerca del día de las elecciones, todos los sondeos apuntaban a su victoria sobre Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores. Como recordaba Reuters [28]:

O então candidato Jair Bolsonaro (PL, na época PSL) encerrou o primeiro turno em 2018 com 46,03% dos votos válidos, na frente do petista Fernando Haddad, que teve 29,28%. A última pesquisa de intenção de voto divulgada pelo Datafolha mostrou Bolsonaro com 40% dos votos válidos, contra 25% de Haddad. Na do Ibope, Bolsonaro teve 41% das intenções de votos válidos e Haddad, 25%.

El entonces candidato Jair Bolsonaro (PL, entonces PSL) terminó la primera vuelta de 2018 con el 46,03 % de los votos válidos, por delante del petista Fernando Haddad, que tuvo el 29,28 %. El último sondeo divulgado por Datafolha mostraba a Bolsonaro con el 40 % de los votos válidos, frente al 25 % de Haddad. En la encuesta de Ibope, Bolsonaro tenía el 41 % de los votos válidos y Haddad, el 25 %.

Este año, Brasil tiene 11 candidatos [29] que se presentan a la presidencia. Además de Lula y Bolsonaro, solo otros dos [6] tienen una intención de voto más o menos significativa en las encuestas: el exdiputado y ministro de Lula, Ciro Gomes, con el 7 %, y la senadora Simone Tebet, con el 5 %.

Otro instituto, Genial/Quaest, también captó un fenómeno que podría impactar en los comicios de este año, el llamado «voto avergonzado [30]«. Esto se refiere a los votantes que se avergüenzan de declarar quién será su candidato preferido, algo que la gente creía que era más fuerte entre las personas que votan por Bolsonaro. Sin embargo, la investigación mostró que en realidad podría tener más impacto en los votos para Lula [31].

Una de las razones, según un artículo [31] del director de Quaest, Felipe Nunes, y del investigador Frederico Batista, es el miedo al acoso o a los ataques. Desde asesinatos hasta agresiones físicas, ya hubo varias historias de violencia política [32] antes de las elecciones de este año.

La estimación es que alrededor del 6 % de los votantes estaría dispuesto a elegir el «voto útil», como muestra el medio UOL [30]. En lugar de votar por su candidato favorito, votan por quien tiene más posibilidades de ganar a alguien que no quieren ver elegido en primera vuelta.

Algunos votantes pro-Lula han estado insistiendo en el llamado «voto útil [33]«, que podría garantizar su victoria en la primera vuelta y hacer más difícil que Bolsonaro impugne los resultados. Este año, los brasileños tienen que votar por cinco representantes diferentes: un diputado estatal y uno federal, un senador, un gobernador estatal y un presidente. Esto significa que, si Bolsonaro pierde y no acepta el resultado, pondría en duda la elección de varios aliados también.

Amenaza a la democracia

A principios de septiembre, The Economist [9] publicó una portada con Bolsonaro como «El hombre que sería Trump», y tituló un artículo: «Gane o pierda, Jair Bolsonaro representa una amenaza para la democracia brasileña», y dicen:

[Bolsonaro] seems to be laying the rhetorical groundwork to cry ballot fraud and deny the voters’ verdict. Brazilians fear he could then incite an insurrection, perhaps like the one America suffered when a mob of Donald Trump’s supporters invaded the Capitol on Jan. 6, 2021—or perhaps even worse.

(…)

He thus poses as great a threat to Latin America’s largest democracy as he does to the world’s largest rainforest. (On his watch, the slashing and burning of the Amazon has proceeded 70% faster than before, because he does almost nothing to stop it.) And whatever happens, he and his movement are not going away. He has learned from Mr. Trump how to snatch influence and power from the jaws of defeat.

[Bolsonaro parece estar sentando las bases retóricas para gritar fraude electoral y negar el veredicto de los votantes. Los brasileños temen que pueda incitar una insurrección, tal vez como la que sufrió Estados Unidos cuando una turba de partidarios de Donald Trump invadió el Capitolio el 6 de enero de 2021, o tal vez algo peor.

(…)

Por lo tanto, representa una amenaza tan grande para la mayor democracia de América Latina como para la mayor selva tropical del mundo (en su mandato, la tala y la quema del Amazonas han avanzado un 70 % más rápido que antes, porque no hace casi nada para detenerlo). Y pase lo que pase, él y su movimiento no van a desaparecer. Ha aprendido del señor Trump cómo arrebatar la influencia y el poder de las fauces de la derrota.

En un editorial titulado «No importa los votantes – Bolsonaro planea ganar», el periódico británico The Guardian [34] analiza lo que parece estar en juego en las elecciones de Brasil de 2022.

El diario afirma que «los opositores temen no solo la violencia preelectoral, sino también un intento al estilo Trump de aferrarse al poder desafiando al electorado», pero con el agravante de que las fuerzas armadas forman parte del gobierno de Bolsonaro y este dice contar con su apoyo:

Though few accept his sweeping assertion, there is real concern that he could find significant support within the armed forces. A clear, outright victory for Lula, ideally in the first round but more likely in a runoff, is the best result for Brazilian democracy and the planet. Other countries must make it clear that they will not tolerate any attempt by Mr Bolsonaro to cheat, bully or menace his way to a second term.

Aunque pocos aceptan su arrolladora afirmación, existe una preocupación real de que pueda encontrar un apoyo significativo dentro de las fuerzas armadas. Una victoria clara y rotunda de Lula, idealmente en primera vuelta pero más probablemente en una segunda vuelta, es el mejor resultado para la democracia brasileña y el planeta. Otros países deben dejar claro que no tolerarán ningún intento de Bolsonaro de hacer trampas, intimidar o amenazar para conseguir un segundo mandato.

El recién elegido presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo en agosto a la revista Time [35] que «América Latina debe reaccionar si hay un intento de golpe de Estado en Brasil». Bolsonaro afirmó que Boric había incendiado estaciones de metro durante los disturbios de 2019 en Santiago, lo que fue repudiado por el canciller chileno [36]. Luciana Taddeo, corresponsal brasileña en la región, subraya [37] que nunca hubo nada que indicara la participación de Boric en esos actos en Chile. El presidente brasileño no se retractó [38] de sus afirmaciones.

Hacia mediados de septiembre, en un podcast auspiciado por evangélicos [39], Bolsonaro habló durante más de cuatro horas, y cerca del final dijo que, si perdía, pasaría la banda presidencial y se retiraría, ya que a su edad –tiene 67 años– no le quedaba nada más por hacer.

Terminó defendiendo la adición de la palabra «libertad» a su lema «Dios, patria y familia», y explicó que era más importante que la propia vida y que nunca podría sobrevivir [40] en la cárcel.