Vistazo a las protestas de GotaGoGama como curva de aprendizaje para Sri Lanka

Image taken at the GotaGoGama Library - via Pranith Wirasinha/Groundviews. Used with permission.

Imagen tomada en la Biblioteca GotaGoGama vía Pranith Wirasinha/Groundviews, usada con autorizacipon.

Este artículo de Pranith Wirasinha se publicó originalmente en Groundviews, galardonado sitio web de medios ciudadanos. Reproducimos una versión editada en virtud de un acuerdo de intercambio de contenidos con Global Voices.

GotaGoGama se fue. Gota ha regresado.

Las cosas se han revertido en los últimos cinco meses aproximadamente. El núcleo de las protestas populares de Sri Lanka ha dejado de existir. Sus últimos días fueron una sombra de lo que fue. El último grupo de manifestantes que ocupó las estructuras esqueléticas que conformaban los restos de GotaGoGama seguía resistente. Un manifestante se mantuvo firme en la creencia de que si las mismas multitudes que se reunieron el 9 de julio hubieran acudido a apoyar a GotaGoGama a principios de agosto, esta habría salido adelante y habría continuado su lucha. Pero, por desgracia, el silencio del público en general fue ensordecedor. Desilusionante fue la idea de tener un asentamiento improvisado de «vagabundos y sin techo» frente al estacionamiento, ahora lleno, del hotel Kingsbury.

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El Día Internacional de la Alfabetización es un día que suele celebrarse en Sri Lanka. Se trata de un país que puede presumir de una tasa de alfabetización extremadamente alta. Pero ¿qué puede mostrar la alfabetización en un país que se tambalea por una crisis económica de la magnitud de la que estamos viviendo? ¿Qué puede decirse de la extrema falta de alfabetización política que hace que gran parte de los ciudadanos voten por quienes ni siquiera han completado la educación secundaria? ¿O la incapacidad de los representantes elegidos para rectificar o reconocer años de problemas sistémicos y estructurales que han llevado al país a la quiebra moral y económica? La alfabetización, en su definición más básica, es la capacidad de leer y escribir, pero ¿de qué sirve si lo que se lee y escribe no se usa para mejorar o educar? ¿De qué sirve la alfabetización si no sirve para aprender, comunicarse y avanzar en busca del desarrollo humano básico?

Esta idea de no silo aprender, sino de un aprendizaje inmersivo, fue uno de los puntos centrales de las protestas de Aragalaya. GotaGoGama dio un trampolín para derrocar a un presidente atrincherado en el poder autoritario, e inculcó y animó a quienes se comprometieron con GotaGoGama, o que simplemente lo visitaron, a comprender y contextualizar la situación en la que se encontraba el país, y que ha sido así desde la independencia, en torno al escenario y el propósito del lugar de la protesta..

Los debates y las discusiones eran la norma, al igual que la expresión artística. La lectura de libros se considera a veces como algo del pasado, un hábito en el que muchos de la generación actual no tienen paciencia para profundizar, pero la biblioteca de GotaGoGama fue en gran medida el corazón de la pequeña aldea, creada en los primeros días del movimiento #OccupyGalleFace [ocupa Galle Face] y que se extendió hasta los últimos días de la lucha en Galle Face. La biblioteca surgió gracias a un esfuerzo colectivo de voluntarios y manifestantes. Cuando los manifestantes ocuparon la secretaría presidencial, su vestíbulo albergaba libros que fueron literalmente transmitidos desde la biblioteca GotaGoGama a través de una cadena humana. Fue un momento simbólico en el contexto de Aragalaya, que enfatizó y situó el aprendizaje y el conocimiento en el centro de la lucha del pueblo. Abarcó una especie de despertar político entre los esrilanqueses como personas del país, y como ciudadanos del país. Su mandato no es solo a través del voto en elecciones, sino como parte interesada en un contrato político.

GotaGoGama ofreció educación en ciencias políticas, economía, derechos humanos e historia, y también en conceptos como la comunicación y la aceptación, todo marcado por una experiencia de inmersión, esencial en cualquier espacio educativo.

Así como la educación literaria a través de la biblioteca fue una parte importante, también se tomaron medidas para inculcar y animar a los ciudadanos a pensar críticamente y comprometerse a través de la educación cinematográfica. En el cine TearGas de GotaGoGama se proyectaban con frecuencia clásicos atemporales y cortometrajes y documentales locales. Para muchos, esta era su primera experiencia de ver una película en una pantalla grande, la primera vez que el cine invitaba a la reflexión y suponía un reto en lugar de ser comercial. Fue un espectáculo ver cómo el cine, hasta en una noche lluviosa, atrajo a decenas de espectadores que cuestionaron la superstición y su capacidad para engañar continuamente a la población. La cineasta Nayomi Apsara, en conversación con Groundviews, habló de cómo el medio ofrecía una nueva forma de cuestionar las cuestiones que desgarraban el núcleo de nuestro país a personas que nunca habían visto estas cuestiones con objetividad.

Nada de esto quiere decir que GotaGoGama fuera perfecto y estuviera exento de carencias y defectos ideológicos. Desde la falta de claridad de Aragalaya, subrayada por el tema de la adare aragalaya («la lucha del amor»), que mostraba la solidaridad con las fuerzas armadas, hasta las posturas de unidad, a veces demasiado ansiosas y simbólicas, GotaGoGama carecía de una identidad cohesiva de la que pudiera decirse que se despojaba de lo malo mientras mantenía lo bueno. Sin embargo, se comprometió, provocó, se comunicó y permitió que estas ideas se mezclaran, se impregnaran y se apoderaran de las mentes de la gente. Los esrilanqueses, como se ha escrito y hablado, tienen la costumbre de olvidar. Fue un tema de conversación que acompañó el regreso de Gotabaya Rajapaksa al país. Tal vez incluso subraye las deficiencias educativas que nuestro sistema nos ha inculcado, donde una educación consiste, en el mejor de los casos, en parafrasear lo que se ha memorizado como muestra de aprendizaje, para posteriormente olvidar su uso como examen que ha puesto a prueba el propósito de ese conocimiento.

Hay incluso una cualidad poética en el hecho de que, antes del regreso del expresidente destituido, el partido político Sri Lanka Podujana Peramuna, bajo los auspicios de su futuro rostro, lanzara la Academia de Liderazgo Político para «capacitar a los ciudadanos políticamente conscientes con mejores conocimientos y habilidades».

Ahí está la prueba para Sri Lanka ahora, un mes después del final de GotaGoGama. Cabe preguntarse cómo han arraigado sus ideas en la mente de los miles de personas que participaron en este espacio de aprendizaje y cuánto se ha reflexionado sobre este aprendizaje. Es una pregunta importante para reflexionar cuando celebramos una tasa de alfabetización superior al 90 %. ¿Cómo ha afectado la capacidad de aprendizaje (principalmente a través de la lectura y la escritura) a nuestra visión del compromiso con el país que nos gustaría ver al final de este túnel?

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