«Somos más pobres sin ella»: Muere Hazel Brown, defensora de los derechos humanos en Trinidad y Tobago

Activista trinbagoense Hazel Brown en la sexagésima primera sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en Nueva York, 16 de marzo de 2017. Foto de ONU Mujeres/Ryan Brown en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0).

En la mañana del 22 de septiembre, Hazel Brown, incondicional defensora que dirigía la Red de ONG para el Avance de la Mujer, falleció tranquilamente en su casa. Tenía 80 años.

Hoy lloramos la pérdida de una de las mayores colaboradoras feministas de Trinidad y Tobago, Hazel Brown.

Era conocida por su franqueza, su firme creencia en la participación pública en la democracia y su defensa de la autonomía.

En Facebook, la página Central Beat, le rindió inmediatamente un homenaje cuando se supo de su fallecimiento:

Hazel was a cancer survivor who worked tirelessly to support others going through similar struggles with cancer.
Hazel Brown stood up for women at a time when many were afraid to and she faced the wrath of many governments for her outspoken advocacy. She was indefatigable and fearless, often controversial but always heard. At a time when women's rights are facing challenges worldwide her voice will be missed.

Hazel fue una sobreviviente de cáncer que trabajó incansablemente para apoyar a otras personas que estaban pasando por luchas similares contra el cáncer.
Hazel Brown defendió a las mujeres en una época en la que muchas tenían miedo, y enfrentó la ira de muchos Gobiernos por su franca defensa. Era infatigable e intrépida, a menudo controvertida pero siempre escuchada. En un momento en que los derechos de la mujer enfrentan retos en todo el mundo, su voz se echará de menos.

Las críticas que recibió Brown nunca le impidieron usar su voz: siguió dando la voz de alarma en muchas otras cuestiones relacionadas con los derechos de la mujer, como la salud, los derechos de los consumidores y la seguridad alimentaria.

En Facebook, Nafeesa Mohammed señaló que la defensa de Brown equivalía a una vocación:

Hazel Brown has been a matriarch in this country who has inspired many of us. She was a champion for the rights of women and children. Her advocacy and activism was global and here at home […] Hazel was above the politics. She stood up for justice, fairness, equity and equality.

Hazel Brown ha sido una matriarca de este país que nos ha inspirado a muchos. Fue una defensora de los derechos de las mujeres y los niños. Su defensa y activismo fue global y aquí en casa […]. Hazel estaba por encima de la política. Defendió la justicia, la equidad y la igualdad.

Ken Ali recordó cómo siempre parecía liderar al grupo:

HAZEL BROWN was marching against food prices decades ago when everyone else was meekly accepting the cost of living.
Through the years, Ms. Brown courageously championed consumer rights, like no one else in our society.
She struggled on gender and social justice issues.
Most of all, she fearlessly advocated working class matters.
She was a touchstone of service to her fellowman; an admirable patriot.
We are poorer without her.

HAZEL BROWN marchaba contra los precios de los alimentos hace décadas, cuando todos los demás aceptaban dócilmente el costo de vida.
A lo largo de los años, la señora Brown defendió valientemente los derechos de los consumidores, como nadie más en nuestra sociedad.
Luchó en cuestiones de género y justicia social.
Sobre todo, defendió sin miedo los asuntos de la clase trabajadora.
Fue una piedra de toque del servicio al prójimo; una admirable patriota.
Somos más pobres sin ella.

Renuka N. Kangal, colega de Brown, estaba triste por la noticia de su muerte:

Dr. Hazel Brown was an inspiration. She was a catalyst for change, and her work to our country, especially towards the upliftment of our women and girls was unprecedented. A national hero in every right. […] She had a quiet yet formidable presence that is awe-inspiring and unforgettable. I have so much respect, such high regard for this woman, and I am deeply saddened to hear of her passing.
A great loss for our country.

La doctora Hazel Brown fue una inspiración. Fue un catalizador del cambio, y su labor en nuestro país, especialmente en aras de la mejora de nuestras mujeres y niñas, no tuvo precedentes. Una heroína nacional en toda regla. […] Tenía una presencia silenciosa y a la vez formidable que resulta impresionante e inolvidable. Siento un gran respeto, una gran estima por esta mujer, y me entristece profundamente la noticia de su fallecimiento.
Una gran pérdida para nuestro país.

Safeeya Mohammed agregó:

Saying goodbye to this visionary, this legend will certainly be difficult. […] The voice that led the charge for the recognition of Women's Rights, Women's Empowerment and Food Security in this country, in ALL spheres! […]

Your fierceness, your voice, your words, your stories, your actions will forever be ingrained in our DNA.

Decir adiós a esta visionaria, a esta leyenda, será ciertamente difícil. […] ¡La voz que lideró el reconocimiento de los derechos de la mujer, el empoderamiento de la mujer y la seguridad alimentaria en este país, en TODOS los ámbitos! […]

Tu fiereza, tu voz, tus palabras, tus historias y tus acciones quedarán para siempre grabadas en nuestro ADN.

El activista Jason Jones recordó a Brown como una “legendaria activista feminista»:

She was one of the pioneering voices of the Women’s liberation movement in the Caribbean and fought tirelessly for Women’s equality & liberation from misogyny & patriarchy.

Fue una de las voces pioneras del movimiento de liberación de la mujer en el Caribe y luchó incansablemente por la igualdad de la mujer y su liberación de la misoginia y el patriarcado.

Mientras tanto, la Oficina del Presidente de Trinidad y Tobago recordó que en 2011, Brown fue honrada con la Medalla para el Desarrollo de la Mujer (de oro) por sus dedicados esfuerzos en el avance de los derechos de la mujer en el país.

El Comité de Apoyo a la Emancipación de Trinidad y Tobago (ESCTT) recordó la trayectoria de Brown. Nació el 31 de enero de 1942 en Puerto España, la capital de Trinidad y Tobago, creció en el seno de una familia muy implicada en el trabajo comunitario y que creía en los cambios positivos que podía aportar el activismo. Su educación secundaria, primero en el Bishop Anstey High School de Puerto España y después en el Convento de San José de la ciudad sureña de San Fernando, fomentó esta chispa en su interior.

Se casó a los 20 años y formó su familia, pero su deseo de hacer del mundo un lugar mejor no se limitó a los esfuerzos que hizo dentro del hogar. Se unió a la Asociación de Amas de Casa de Trinidad y Tobago (HATT), creada en 1971 con el objetivo de crear conciencia sobre los derechos de los consumidores. Tres años después, su labor conduciría a la creación de la Oficina de Normas de Trinidad y Tobago, el organismo legal responsable de la calidad de los bienes y servicios. La promoción y la educación de la lactancia materna de HATT también condujeron a la creación del Servicio Informativo de Lactancia Materna (TIBS) en 1977, ahora llamada Asociación de Lactancia Materna de Trinidad y Tobago..

Mi madre (ya fallecida) fue una de las socias fundadoras de la HATT (Asociación de Amas de Casa de TT). Descansa en paz, Hazel Brown.

En 1971, de nuevo dedicada a los derechos de los consumidores, Brown cofundó el Grupo de Usuarios de Telefonía, a través del cual muchos clientes de todo el país participaron en audiencias sobre las tarifas de los servicios públicos, lo que logró cambios más equitativos en las estructuras del agua y la electricidad. El deseo de Brown de marcar la diferencia la llevó a la arena política. En 1976, se presentó como candidata independiente al escaño de Puerto España Este, donde nació, pero no fue elegida.

Sin embargo, su corazón estaba en el activismo. A lo largo de su vida, defendió a los marginados, desde la búsqueda de medios para que las mujeres seropositivas pudieran mantenerse, hasta el anuncio de las ventajas de las cocinas solares como alternativa ecológica y asequible para los hogares, pasando por la defensa de la adopción de una política nacional de género. Creía en el desarrollo sostenible y en la capacidad de las ONG para lograr cambios sobre el terreno. En 2017, la Universidad de las Indias Occidentales concedió a Brown un doctorado honorífico por su incansable labor en el desarrollo de la mujer, los derechos del consumidor y la erradicación de la pobreza.

La doctora Gabrielle Hosein, colega de Brown en la Universidad, trató de procesar todo lo que sentía en una sentida publicación en Facebook:

Hazel Brown was a gift to the Caribbean and the world. She was a world changer. […] Her analysis and advocacy was intersectional before the term became popular, because she was aghast at injustice of any kind. She was unapologetically for the rights and empowerment of women and girls, domestic workers, low-income consumers, breast-feeding mothers, women in local government, housewives, and so many more. She was a pan-Africanist even as she consistently organised against the alienating tide of racial stereotyping and division. […]

With her goes a feminist era in which she lived and which she helped define. Today, the world isn't the same. […] I cannot imagine her, even gone from this life, without her boots on. […]

May we continue to fight in her name, with her spirit and with the sense of power she wanted us to know was ours. Then, I think, her indomitable spirit may agree to rest in peace.

Hazel Brown fue un regalo para el Caribe y el mundo. Fue una persona que cambió el mundo. […] Su análisis y su defensa fueron interseccionales antes de que el término se hiciera popular, porque le horrorizaban todas las injusticias. Defendía sin reparos los derechos y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, de las trabajadoras domésticas, de las consumidoras con bajos ingresos, de las madres lactantes, de las mujeres en el Gobierno local, de las amas de casa y de tantas otras. Fue panafricanista, hasta cuando se organizó sistemáticamente contra la marea alienante de los estereotipos y la división racial. […]

Con ella se va una época feminista en la que vivió y que ayudó a definir. Hoy, el mundo no es el mismo. […] No puedo imaginármela, aún desaparecida de esta vida, sin sus botas puestas. […]

Que sigamos luchando en su nombre, con su espíritu y con el sentido de poder quería que supiéramos que era nuestro. Entonces, creo, su espíritu indomable podrá aceptar descansar en paz.

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