El mundo debe oír las voces de las mujeres iraníes

Mujeres se quitan sus hiyabs y los agitan durante el funeral de Mahsa Amini. Saqqez, Kurdistán, 17 de septiembre. Captura de pantalla de BBC News report. Uso legítimo.

El nombre de Mahsa (Jina) Amini se convirtió en el grito de guerra para millones de personas alrededor del mundo para manifestarse por la opresión del Gobierno iraní contra sus propios ciudadanos. La etiqueta #MahsaAmini batió un récord en redes sociales por el número de veces que se difundió, y su muerte provocó un movimiento en Irán liderado por mujeres y generaciones jóvenes de iraníes en redes sociales e internet.

Esta protesta es única porque es la primera vez que los iraníes en todo el país, de diferentes contextos socioeconómicos y edades, tomaron las calles en torno a la demanda principal de justicia para una mujer y los problemas en los derechos de la mujer. La consigna de la protesta, “¡Mujer, Vida, Libertad!”, originalmente un lema kurdo, se tradujo al persa y se difundió en todo Irán y el mundo, y es un testimonio del carácter feminista y centrado en la mujer de estas protestas.

Mahsa, kurda iraní de 22 años que estaba visitando Teherán con su familia, fue hospitalizada en estado de coma, después de que la policía de la “moral” la detuvo por uso “inapropiada” de su hiyab. La detención y la muerte de Mahsa el 16 de septiembre desencadenaron la indignación generalizada en Irán, y muchas mujeres iraníes se sintieron identificadas con la situación.

La periodista iraní Niloofar Hamedi fue una de los primeros en anunciar la noticia. Publicó una fotografía de Mahsa en la cama del hospital con tubos que la conectaban a la máquina que la mantenía con vida, y una fotografía de sus familiares abrazados en un pasillo vacío del hospital después de escuchar la noticia de que estaba en coma. Ambas fotografías se viralizaron, por lo que Niloofar Hamedi fue detenida y permanece bajo custodia.

La muerte de Mahsa repercutió especialmente con las iraníes, que compartieron experiencias similares o miedo de ser detenidas arbitrariamente por la policía de la “moral”. Mahsa fue detenida a la salida de la estación de metro en Teherán con su hermano. Según los informes, tanto a Mahsa como a su hermano los golpearon durante su detención.

Mahsa siguió suplicándole a la Policía que no la detuvieran porque estaba de visita y no sabía moverse por la gran ciudad. También este punto y la inocencia de Mahsa tocaron una fibra sensible en las iraníes, especialmente en las de provincias, que pueden imaginarse a ellas mismas o un ser querido en una aterradora situación similar. Esta sensación de identificación contribuyó a desatar la ira por el asesinato impune de Mahsa cometido por la policía de la “moral”.

Las protestas sobre la muerte de Mahsa y la negativa de los funcionarios a rendir cuentas y asumir las responsabilidades por esta muerte injustificada contribuyó a la ira, a que se desencadenaran las quejas sobre la situación política y la demanda de democracia.

La familia de Mahsa resistió las presiones de las fuerzas de seguridad para sepultarla discretamente y en la noche. Ella fue sepultada en su ciudad natal de Saqez, provincia de Kurdistán. El entierro atrajo a multitudes, incluidas mujeres que se quitaron sus velos y corearon contra la violencia con la que se impuso el hiyab obligatorio. Estas escenas se repitieron a lo largo del país y se viralizaron en Irán y alrededor del mundo.

Las mujeres protestan en Teherán mientras agitan sus velos obligatorios.

Las protestas siguen en Irán a pesar de la violenta represión estatal y las restricciones severas en internet.

Las universitarias y grupos de mujeres también llamaron a protestar, lo que continuó a pesar de las graves medidas de represión e intentos de violencia para retenerlas. Las mujeres enfrentaron a las fuerzas de seguridad sin sus hiyabs, y en algunos casos hasta quemaron sus velos. Las protestas se extendieron hacia al menos 85 ciudades en el país, con mujeres y jóvenes a la vanguardia.

Represivas tácticas del régimen

Por su pares, las autoridades iraníes utilizaron sus tácticas represivas habituales para responder a las protestas en todo el país. Los videos en redes sociales muestran a las fuerzas de seguridad atacando a los manifestantes con munición real, de perdigones, gases lacrimógenos y porras. Detuvieron a gran número de defensores de los derechos humanos, abogados, periodistas y activistas estudiantes. El número de detenidos de los defensores de derechos y activistas estudiantiles está creciendo, por lo que es difícil de documentar.

Dado el carácter centrado en las mujeres de estas protestas, defensoras de derechos humanos, feministas y activistas estudiantes han sido blanco de ataques en particular. Según se informa, al menos 50 defensoras por los derechos humanos y más de 25 activistas estudiantes han sido detenidas. A partir del 12 de octubre, han muerto cerca de 200 personas a manos de ka fuerzas de seguridad en el estallido de las últimas protestas.

El acceso a internet se vio fuertemente interrumpido para evitar que los manifestantes se organizaran y difundieran videos de las protestas. Hasta se bloquearon  plataformas y aplicaciones en línea como WhatsApp, Instagram e incluso los videojuegos que involucren comunicación en línea.

Las protestas continúan a pesar de la brutal represión del Gobierno. El lema de la protesta, la gran cantidad de mujeres manifestándose en las calles y las demandas, centradas en derechos corporales, así como en el cambio político y la libertad, acapararon la atención mundial, especialmente de las mujeres de todo el mundo que se identifican con la lucha de las mujeres iraníes contra el patriarcado y la demanda por la autónoma corporal.

Las mujeres en Irán toman la iniciativa en la lucha contra el patriarcado

Durante décadas, las mujeres iraníes han defendido la igualdad de género y utilizado redes sociales para que sus actos de resistencia se reflejaran a un público más amplio. Vida Movahed se subió a una caja de servicios públicos en la calle Enghelab (Revolución), ató su velo a un palo y lo agitó ante una multitud en 2017. Su manifestación, que quedó grabada en video y fue viralizada en redes sociales, se convirtió en una inspiración para que muchas otras mujeres en el país hicieran lo mismo. Estas mujeres son conocidas como “las Chicas de Enghelab o Calle de la Revolución”.

Se necesita mucho coraje (o valentía) para hacer esto (o actuar) otra vez.

En julio de 2022, Sepiedeh Rashnoo recibió muchos elogios por enfrentar con valentía a un agente que obligaba a usar el hiyab en el autobús. La imagen en que se ve que la hostigan en el autobús se viralizo y justo después la detuvieron. La televisión estatal emitió vergonzosamente un video de su “confesión” en el que sus ojos aparecían amoratados.

La muerte de Mahsa es solo la última en una larga línea de abusos cometidos por la República Islámica contra las mujeres. Por supuesto, los grupos de mujeres se han organizado en línea por más de diez años para crear conciencia en la población sobre la discriminación contra las mujeres y evitar la violencia de genero. Su uso de internet y las redes sociales, la intención de conseguir apoyo e impulso político para la igualdad de género en el país, ha aumentado continuamente a medida que el espacio cívico se ha ido restringiendo y cerrando.

Instagram, que no estaba bloqueado en el país antes de esta ronda de protestas, fue durante mucho tiempo la plataforma que utilizaron las activistas feministas para dar a conocer a la población el acoso sexual y la discriminación por género, así como para defender los derechos sexuales y reproductivos saludables de las mujeres.

No sorprende que el Gobierno iraní no tolera el activismo en línea, pues ha trabajado incansablemente durante décadas para cerrar y restringir todo espacio público. Como resultado, muchos defensores de derechos humanos utilizan las redes sociales para defender sus causas o expresar sus ideas y han enfrentado las repercusiones.

En este contexto, el Gobierno iraní está intentando silenciar las voces de las mujeres en línea y fuera de línea, y a todos los disidentes a través de una brutal y continua represión.

Necesario apoyo de las grandes empresas tecnológicas

Afortunadamente, la comunidad global puede ayudar a las iraníes en su lucha por un cambio democrático pacífico. Primero, deben llamar a las empresas tecnológicas para que sus herramientas estén disponibles para los iraníes. Estos servicios y plataformas fueron bloqueados en años recientes por las sanciones de Estados Unidos, que irónicamente apoya la campaña de censura en línea del Gobierno iraní , lo que empuja a los iraníes a utilizar plataformas domesticas inseguras.

Sin embargo, una nueva licencia emitida por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos aclara que las exoneraciones a las sanciones existentes lanzaron la pelota a empresas como Google, Meta y Apple, y les ha permitido dar sus herramientas de comunicación a los iraníes.

La respuesta de algunas empresas tecnológicas ha sido lenta. Por ejemplo, los iraníes con iPhone aún no pueden descargar una muy necesaria VPN de la tienda de Apple, que les permitiría acceder a internet durante estos tiempos críticos. Si bien el Gobierno y el Tesoro de Estados Unidos son responsables por asegurar que las empresas tecnológicas conozcan las licencias que les permiten proveer tecnologías de internet a los iraníes, las empresas tecnológicas también deben tener un rol proactivo al respecto.

Los buscadores de la libertad alrededor del mundo también deben decirles a los iraníes que no están solos. Solidaridad, ya sea en forma de declaraciones de Naciones Unidas o de otros organismos internacionales y organizacionales no gubernamentales, serían enormemente apreciados por los activistas que enfrentan la represión de la República Islámica. Finalmente, el cambio en Irán solo puede venir de movimientos populares sostenidos, pero la comunidad internacional puede ayudar a asegurar que las autoridades iraníes rendirán cuentas por sus acciones y violaciones de los derechos.

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