Undertones: Brasil afronta «milicias digitales» antes de tensas elecciones

Ilustración de Giovana Fleck con la balanza de la justicia y el dispositivo de voto electrónico de Brasil.

Este artículo es parte del boletín Undertones del Observatorio de Medios Cívicos de Global Voices. Esta edición presenta el trabajo de Unfreedom Monitor. Suscríbete a Undertones.

El 30 de octubre, los brasileños votarán en unas elecciones presidenciales que han estado sumidas en la desinformación. Las redes del país se han inundado de acusaciones de fraude electoral y corrupción, y hasta de canibalismo y satanismo. La situación del país pone de manifiesto una interrogante: ¿cómo pueden las instituciones democráticas controlar un Gobierno cada vez más autoritario sin caer en el juego de usar sus mismas reglas despóticas?

La campaña sucia entre el actual presidente de extrema derecha, Jair Messias Bolsonaro, y el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva expone lo complejo que es lidiar con información deliberadamente errónea o descontextualizada. Este tema resulta crucial cuando las noticias falsas intencionales distorsionan la percepción que tiene la gente de la realidad, y así decide su voto en una de las democracias más grandes del mundo.

El juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien ahora lidera la comisión electoral, espera dar solución a este problema investigando al Gobierno de Bolsonaro por la presunta financiación de «milicias digitales».

Cómo llegamos a esto

A comienzos de 2021, la Policía Federal de Brasil informó a la Corte Suprema que había encontrado pruebas de la existencia de «milicias digitales», organización delictiva que operaba en línea para crear información falsa y «atacar las instituciones democráticas».

Se trataba de una elaborada red de funcionarios públicos (desde el gabinete federal hasta las municipalidades) que creaban páginas, publicaciones y comentarios falsos en las redes sociales. Los medios de Brasil lo llaman «el gabinete del odio», ya que sus principales organizadores operaban desde el seno del palacio presidencial. Aún no está claro cuál es el papel de Jair Bolsonaro en este sistema, pero a él y dos de sus hijos los están investigando, y han negado todas las acusaciones.

Para responder a la proliferación de desinformación, la Corte Suprema ha sido tentada a suspender las cuentas no autenticadas sin revelar primero oficialmente las pruebas, lo que la convierte en la principal enemiga del electorado de Bolsonaro. La derecha y algunas voces progresistas acusaron a la Corte de excederse en sus facultades para controlar la información en línea.

Qué dice la Corte Suprema

Alexandre de Moraes. Foto: Isac Nóbrega/Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

Alexandre de Moraes es un juez de la Corte Suprema que también asumió la presidencia de la Corte Suprema Electoral a comienzos de 2022. Lidera las investigaciones contra el círculo de Bolsonaro sobre campañas coordinadas en redes sociales y ataques a la democracia. 

Para muchos de la izquierda, Moraes se ha vuelto un símbolo de la resistencia institucional contra las tendencias autoritarias de Bolsonaro. Moraes también fue objeto de difamación y doxeo [divulgación de datos privados, como domicilio, teléfono, familia, etc.] en línea por parte de simpatizantes de Bolsonaro, que lo acusan de restringir la libertad de expresión.

«Hoy en día, cuando hablamos de combatir la desinformación, no hablamos de un problema aislado, sino de una maquinaria de información fraudulenta, de milicias digitales que socavan la democracia difundiendo discursos de odio y de violencia», declaró Moraes en una excepcional entrevista con el medio.

Según nuestra investigadora Laís Martins, periodista que escribe sobre la desinformación en Brasil, la mayoría de los medios masivos del país apoyan las narrativas de la Corte Suprema.

«Muchos en la izquierda y centro del espectro político apoyan las acciones de la Corte, aunque algunos parecen extrapolar las líneas constitucionales, con tal de bloquear la desinformación y el autoritarismo», comenta Laís Martins.

Noticias recientes sobre las elecciones desinformadas de Brasil

El 20 de octubre, la Corte Suprema Electoral votó ampliar sus poderes, incluso el de suspender temporalmente los servicios de redes sociales en caso de repetidos incumplimientos de la orden judicial de bloquear o eliminar contenidos falsos.

Tres días después, Roberto Jefferson, aliado de Bolsonaro, hirió a unos policías con un rifle y granadas cuando trataban de arrestarlo por difamar en línea a una integrante de la Corte Suprema. Jefferson cumplía arresto domiciliario en el marco de la investigación sobre las milicias digitales.

Críticas a la Corte Suprema desde la democracia

Los niveles sin precedentes de desinformación en línea en Brasil son nuevos desafíos en desarrollo para experimentados juristas constitucionales. Están quienes piden a la Corte Suprema que no sacrifique lo urgente (frenar el flujo de desinformación) por lo que es importante: salvaguardar los procesos democráticos.

Por ejemplo, a comienzos de 2022, Moraes autorizó órdenes de registro e incautación contra empresarios bolsonaristas que intercambiaban mensajes de WhatsApp en los que debatían sobre un golpe de estado en caso de que Bolsonaro perdiera. El problema fue que Moraes parecía haber actuado según revelaciones filtradas por la prensa en lugar de esperar las pruebas de la Corte, por lo que los abogados aseveraron que Moraes había cruzado una línea. 

Tengo muchas ganas de leer la decisión de Alexandre de Moraes contra los empresarios. Tal vez haya algo en la investigación que no sabemos. Porque si esto fue exclusivamente por unos mensajes en un grupo de WhatsApp, necesitaré mucha buena voluntad para elogiarlo. Esperemos la decisión.

Sin embargo, días después, se divulgó el contenido de la investigación judicial y se revelaron las pruebas de que estos empresarios estaban efectivamente conectados con un grupo criminal más amplio. Aún así, la reputación de la Corte Suprema se vio deteriorada.

«Bolsonaro ha inclinado al país hacia el autoritarismo, y se ha llevado a las instituciones. Los juzgados también contribuyeron con medidas autoritarias porque era la única manera de controlarlo, pero eso genera peligrosos precedentes», asegura Martins.

Desde el lado bolsonarista

Quienes apoyan a Bolsonaro impulsan contranarrativas que ponen a las Cortes como figuras enemigas en lugar de refutar explícitamente las investigaciones. En definitiva, se resume la narrativa dominante así: «El Poder Judicial no quiere que gobierne Bolsonaro».

Ya para 2019, Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro y diputado federal de San Pablo, tuiteó que se trataba injustamente de criminales a quienes apoyaban a Bolsonaro, y se promueve la narrativa de que «manifestarse en línea en apoyo a un líder se considera una conducta criminal«.

Si se apoya a Bolsonaro > milicia virtual.

Si se ataca a Bolsonaro > influencer digital.

La investigadora Laís Martins escribe que Eduardo «omite decir que quienes, según él, ‘apoyan a Bolsonaro’ también se involucran en actividades delictivas, como ataques a las instituciones democráticas, campañas de influencia coordinadas y campañas difamatorias».

Muchos medios digitales de extrema derecha de Brasil aparecieron después del tuit antes citado. La Revista Oeste, fundada en 2020, publicó un editorial en 2022 firmado por su fundador, J.R. Guzzo, en el que se alegaba que la izquierda, la prensa y la Corte Suprema veían a las redes sociales como enemigas. El artículo titulado «A voz dos imbecis» (‘La voz de los imbéciles’) exhibe una foto de Moraes. La narrativa de Guzzo es que «las investigaciones contra las conductas coordinadas en redes sociales son un intento de regular internet«

No son los ‘disparos automáticos’, los ‘robots’ ni los algoritmos lo que molesta a la Corte Suprema. Lo que realmente asusta a todos es lo que las personas tienen para decir.

Los medios de Brasil: fuertes, fracturados y dinámicos

Aún existe libertad de prensa en Brasil. Los medios tradicionales y emergentes han «jugado un papel importante en la resistencia frente a los intentos autoritarios de Bolsonaro», explica Martins. «Las narrativas en favor del Gobierno solo encuentran espacio en medios partidistas alineados con el Gobierno y en sus propios canales de redes sociales. La metodología del Observatorio de Medios Cívicos ha sido de especial utilidad para comprender estas dinámicas».

Encuentra más información sobre la misión y la metodología del Observatorio de Medios Cívicos. Este artículo es ideal para empezar a entender por qué hacemos lo que hacemos.

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