La lucha por mantener una voz rusa autónoma en Moldavia

Imagen de la página web de Newsmaker y de su equipo de redacción.

En Moldavia, el rumano y la lengua oficial, el ruso, son herramientas fundamentales para comunicarse, sobre todo para los medios informativos nacionales. Global Voices entrevistó a Gala Vasilieva, jefa de redacción de Newsmaker, plataforma de medios en ruso, dirigida en especial a la población que habla ruso en el país, para entender cómo la guerra que mantiene Rusia contra Ucrania repercute en el consumo de los medios en Moldavia. La entrevista se hizo en Chișinău, en ruso.
Global Voices (GV): ¿Cómo afectó la guerra a la política de Moldavia y al entorno de los medios?

Gala Vasilieva: For the first time in years, we have a pro-European, right-leaning and non-coalition government that has stated its position clearly: It condemns Russia's invasion of Ukraine, and does all it can as a small country squeezed between Romania, Ukraine, and a border with Transnistria [A self-declared republic that controls 12 percent of Moldova, and is backed y Moscow but not recognized internationally]. As the war started in Ukraine in February, there was a huge wave of refugees, and we witnessed unprecedented solidarity: Moldovans offered housing, food, and transportation. There was also a huge interest in information about Ukraine. Later, we also saw anti-refugee hate speech campaigns on social media that eventually infiltrated the general media discourse. As a matter of fact, we conducted an investigation about those videos accusing Ukrainian refugees of being ungrateful, and discovered that some of the people making those videos were definitely not from Moldova. We know this because of specific terms they used in Russian in those videos that we don't use here. I have to say that this campaign was successful mostly in areas where people tend to consume media coming from Russia.

Gala Vasilieva: Por primera vez en años, tenemos un gobierno proeuropeo, de derecha y sin coalición que ha manifestado con claridad su posición: condena la invasión rusa a Ucrania y hace todo lo que puede como pequeño país situado entre Rumania, Ucrania y la frontera con Transnistria (república autoproclamada que controla el 12 % de Moldovia y que cuenta con el apoyo de Moscú, pero no está reconocida internacionalmente). En febrero, cuando comenzó la guerra en Ucrania, hubo una gran oleada de refugiados y fuimos testigos de una solidaridad sin precedentes: los moldavos ofrecieron alojamiento, comida y transporte. Asimismo, hubo un gran interés para obtener información sobre Ucrania. Después, también vimos campañas de incitación al odio contra los refugiados en las redes sociales que acabaron por infiltrarse en el contexto periodístico general. Ciertamente, investigamos esos videos en los que se acusaba a los refugiados ucranianos de ser desagradecidos y descubrimos que algunas de las personas que los grababan no eran de Moldavia. Nos consta por la terminología específica rusa que utilizaban y que no usamos aquí. Reconozco que esta campaña tuvo éxito, sobre todo en los lugares donde la gente tiende a consumir noticias procedentes de Rusia.

Según explica Vasilieva, una de las principales preocupaciones de la sociedad moldava es la inflación:

Vasilieva: About 40 percent of people in Moldova justify, to various degrees, Russia's aggression. One of the reasons for such a high figure is the socioeconomic challenge people face here with a 30 percent inflation and jumping energy prices. People blame this inflation rate on the current Moldovan government, and namely on Chișinău ‘s agenda to join the European Union. But in reality inflation is caused mostly by the war, something many refuse to admit, or even consider. People look at Ukraine where the government has put a cap on gas prices, and conclude that, if gas is expensive in Moldova, it is the fault of the government, thus it is better to prioritize relations with Russia for the future.

Vasilieva: Alrededor del 40 % de los habitantes de Moldavia justifican, en mayor o menor medida, la agresión de Rusia. Una de las razones que explican esta cifra tan elevada es la difícil situación socioeconómica que enfrenta la gente aquí, con una inflación del 30 % y el incremento en las tarifas energéticas. La población culpa de este índice al actual gobierno moldavo y, en concreto, a la agenda de Chișinău que pretende entrar en la Unión Europea. Lo cierto es que la inflación se debe ante todo a la guerra, algo que muchos se niegan a admitir o siquiera a considerar. Las personas tienen la mirada puesta en Ucrania, donde el Gobierno fijó un tope a los precios del gas y concluye que si el gas es caro en Moldavia, es culpa del Gobierno, por lo que es mejor priorizar las relaciones con Rusia para el futuro.

Como indica, otro punto vulnerable es la brecha lingüística. Newsmaker se creó para cubrir este gran vacío:

Vasilieva: There are people in Moldova who do not understand Romanian, for them Russian is the gateway to information consumption, mostly through television and the internet. Our ethnic minorities speak predominantly Russian, so do people in Transnistria, yet our government does not have an adequate policy to integrate them, to offer quality teaching of Romanian.  We get into absurd situations when support for teaching Romanian, as for example in Gagauzia [region on Moldova inhabited predominantly by Gagauz, a Turkic and often russophone ethnic group], comes not from our own government, but from grants by foreign donors!

This is why Newsmaker was established, initially in Russian only, because we wanted to have a truly independent source in Russian that would not engage in propaganda. Interestingly, we did a survey and found that half of our audience are native speakers of Romanian, yet they read us because we provide something quite rare in Moldova: analytical content. Based on this, we decided to create a Romanian edition, but the russophone part remains the most read one. The problem in Moldova is not a lack of freedom of expression, unlike what is happening in Russia, but the lack of media literacy. Television content is monitored by different state organs and TV stations are penalized when they break the law, but the internet is free to produce and disseminate anything.

Today, people in Transnistria read us a lot because most of them don't speak Romanian, besides Newsmaker has a special focus on this region and on Gagauzia, so we become de facto the only source of information about Moldova overall in Russian. We also know that people in Transnistria copy our material and share it in groups of Viber, a messenger that is very popular in this region. Within Russia, our website is blocked unless you have a VPN and in Transnistria all media is government-controlled.

Vasilieva: Hay gente en Moldavia que no entiende rumano, para ellos el ruso es la puerta de acceso a la información, sobre todo a través de la televisión y de internet. Las minorías étnicas hablan más ruso, al igual que los habitantes de Transnistria, pero nuestro Gobierno no tiene una política adecuada para integrarlos y darles la enseñanza necesaria de rumano. La situación es más que absurda cuando el apoyo al aprendizaje del idioma, como por ejemplo en Gagauzia (región de Moldavia habitada en su mayoría por gagauz, etnia túrquica y, a menudo, rusohablante), no proviene de nuestro propio Gobierno, ¡sino de subvenciones de donantes extranjeros!

Por eso se creó Newsmaker, al principio solo en ruso, porque queríamos tener una fuente autónoma en ese idioma que no hiciera propaganda. Algo interesante es que hicimos una encuesta y descubrimos que la mitad de nuestro público tiene como lengua materna el rumano y, sin embargo, nos leen porque ofrecemos algo bastante raro en Moldavia: contenido analítico. A partir de ahí, decidimos crear una edición en rumano, pero la versión en ruso sigue siendo la más leída. El problema en Moldavia no es la falta de libertad de expresión, a diferencia de lo que ocurre en Rusia, sino la falta de cultura mediática. Los contenidos de la televisión están controlados por diferentes órganos del Estado y se sanciona a las cadenas de televisión cuando infringen la ley, pero internet es libre de producir y difundir cualquier cosa.

Hoy en día, la gente de Transnistria nos lee mucho porque la mayoría no habla rumano, además Newsmaker se centra mucho en esta región y en Gagauzia, por lo que nos convertimos en la única fuente de información general sobre Moldavia en ruso. También sabemos que la comunidad de Transnistria copia nuestro material y lo difiunde en grupos de Viber, mensajería muy popular en esta región. En Rusia, nuestro sitio web está bloqueado a menos que tengas una red privada virtual (VPN) y en Transnistria todos los medios están controlados por el Gobierno.

Pese a ser necesario, Newsmaker atraviesa un momento difícil como consecuencia de la guerra, señala la jefa de redacción:

Vasilieva: We are a commercial media and we display on our webpage the names of those who support us: grants mostly from Moldovan and foreign organizations. We used to have 20 percent of our budget covered by advertising, but since the beginning of the war, that segment dropped to 10 percent. We don't publish content that is in fact disguised advertizing or lobbying, unlike what is widely practiced in other Moldovan media. Besides, our competitor is the Russian Sputnik [a pro-Kremlin multilingual media platform operating out of Moscow that has been blocked since February 2022] that has a giant budget compared to what we can afford, and who can pay well, and has access to top technology.

Vasilieva: Somos un medio comercial y en nuestra página web publicamos los nombres de quienes nos apoyan: subvenciones de organizaciones moldavas y extranjeras, en su mayoría. El 20 % de nuestro presupuesto se cubría con publicidad, pero desde el comienzo de la guerra se redujo al 10 %. No publicamos contenidos que sean formas encubiertas de promocionar o presionar, a diferencia de lo que se practica mucho en otros medios moldavos. Además, nuestro competidor es la agencia rusa Sputnik (plataforma mediática multilingüe pro-Kremlin que opera desde Moscú y que está bloqueada desde febrero de 2022), que tiene un presupuesto gigantesco comparado con lo que podemos permitirnos y que puede pagar bien, y tiene acceso a la mejor tecnología.

Vasilieva advierte que el futuro sociopolítico sigue siendo incierto:

We have protests led by populist politician and businessman Ilan Shor who has openly declared he pays transportation to the capital and food to those who agree to protest under his banner in front of the government's office. Those protests actually reveal the extent of poverty in Moldova: many people might earn as little as 200 US dollars monthly, and yet can make US dollars 20 per day if they participate in the protest. They do this out of desperation.

At the beginning of the war, people did pack suitcases in case they had to flee. Many still have those suitcases on the ready, and are now replacing summer clothes with winter clothes in case the war in Ukraine escalates and reaches Moldova. Some also await for Russia to come as «liberators.» In the end it will all depends on how the war unfolds in Ukraine. People are tired: we had the pandemic, now a war at the border, and prices of gas are going up. If power cuts happen in winter,  we don't know how people will react.

Existen protestas encabezadas por el político populista y empresario Ilan Shor, que ha declarado en público que les pagará el transporte a la capital y la comida a quienes acepten protestar con su pancarta frente a la oficina del Gobierno. Estas protestas reflejan en realidad la gran pobreza que existe en Moldavia: muchas personas ganan apenas 200 dólares al mes y, en cambio, si participan en la protesta reciben 20 dólares al día. Lo hacen por desesperación.

Cuando comenzó la guerra, la gente preparaba las maletas por si tenían que huir. Muchos todavía las tienen listas y ahora cambian la ropa de verano por la de invierno, ante la posibilidad de que el conflicto en Ucrania se intensifique y llegue a Moldavia. Algunos también esperan que Rusia actúe como «liberadora». En definitiva, todo dependerá de lo que ocurra en Ucrania. La gente está cansada: tuvimos la pandemia, ahora una guerra en la frontera y los precios del gas están en aumento. Si se producen cortes de electricidad en invierno, no sabemos cómo reaccionará la gente.

Manifestación a favor de Ilan Shor contra el gobierno actual. Foto de Filip Noubel, usada con autorización.

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