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Los “Vengadores” se unieron en Twitter para fomentar el voto en Brasil

Categorías: Latinoamérica, Brasil, Activismo digital, Ambiente, Arte y cultura, Elecciones, Juventud, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, Elecciones en Brasil 2022

Ilustración de Giovana Fleck/Global Voices

Todo comenzó con una llamada a las armas del actor Samuel L. Jackson, quien interpreta a Nick Fury [1], en su cuenta de Twitter. El 28 de octubre, dos días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, algunos de sus compañeros “Vengadores” se le unieron para expresar a los brasileños la importancia de votar.

El presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro (Partido Liberal [2]) enfrentaba al expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores [3]) en un elección polarizada [4], que se considera una de las más importantes desde la redemocratización [5]. Luego de 21 años de dictadura militar, el pueblo brasileño recuperó el derecho al voto [6] en 1989.

Jackson publicó un tuit en portugués y etiquetó a algunos de sus compañeros de reparto del universo cinematográfico de Marvel [7] para que lo apoyaran para que los brasileños declaren por qué irán a votar, tras un tuit del comediante brasileño y anfitrión televisivo Fabio Porchat [8]:

¡Miren a los fans! Hasta están llamando a los Vengadores para que ayuden en las elecciones. Los villanos presentes son las bolsas de compras vacías, las armas en las escuelas, la falta de medicinas en las unidades de salud… Es un trabajo para un superhéroe. ¿Alguno que estará escuchando?
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Los escuchamos, Robert Downey Jr, Mark Ruffalo, Chris Hemsworth, Don Cheadle, Benedict Wong, miren esto.

🚨ESTO NO ES UNA PRUEBA🚨

Votantes de 🇧🇷, publiquen sus historias sobre cómo y por qué saldrán a votar. Es hora de que los verdaderos héroes se unan. No todos los héroes llevan capa.

Mark Ruffalo, alias Hulk, quien ya había participado en la campaña a favor de Lula en la primera vuelta, publicó un tuit de Thelma Assis [17], médica que ganó Gran Hermano Brasil 2020, en el que defendía la ciencia. Bolsonaro se mostró contrario a usar mascarillas [18] y retrasó la compra de vacunas [19] durante la pandemia de COVID-19. Se han registrado más de 680 000 muertes [20] relacionadas con la pandemia:

¿Se imaginan que pasemos por otra pandemia? Yo saldré a votar por vacunas este domingo. Y para mí un héroe es alguien que defiende la ciencia.
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¡Así es, Thelminha! Como lo demuestra Bruce Banner: la verdadera ciencia nos fortalece. Por favor, salgan a votar este domingo por mentes más abiertas y valientes, y por familias fuertes y saludables.

No todos los héroes llevan capa.

Robert Downey Jr., “Iron Man”, retuiteó el comentario de un usuario que había salido a hablar con la gente que todavía no se decidía de votar. En la primera vuelta, más de treinta y dos millones [24] de brasileños se abstuvieron a votar, a pesar de que el voto es obligatorio [25] en el país:

Mi estrategia has sido salir a las calles con adhesivos de mi candidato y hablar a quien se me acerque. ¡Funcionó! Todavía hay gente en la calle que no quiere ir a votar. Vale la pena intercambiar ideas con ellos.
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¡Excelente, Debora Pio! La mejor estrategia, así como la mejor tecnología, es simple y eficaz. Es posible cambiar al mundo con tan solo hablar con la gente que te rodea. Se necesita valentía, pero funciona. El mundo está contigo.
No todos los héroes llevan capa.

Chris Hemsworth, “Thor”, retuiteó el mensaje de un usuario que decía que pudo convencer a algunas personas a ir a votar usando el Amazonas como argumento principal. Durante el gobierno de Bolsonaro, se registraron tasas alarmantes de deforestación de la selva tropical [29]:

Pude convencer a tres personas más que no estaban interesadas en ir a votar este año, que estaban cansadas de la misma situación y que iban a abstenerse. La razón fue el Amazonas, nuestro hogar, y sus pueblos que necesitan que los respeten y que los protejan.
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¡Gracias, Cat! ¡Sigue así! Tenemos que salvar el Amazonas; por Brasil, por los niños, por el planeta. Llegó la hora de hacer lo que sea necesario para ir a votar. No todos los héroes llevan capa.

Don Cheadle, que interpretó al amigo de Iron Man, James Rhodes (War Machine), respondió a un tuit de la politóloga Nailah Neves sobre la lucha histórica por el derecho al voto de los pueblos negros e indígenas. Más del 50 % [33] de brasileños se identifica como negro, y el país tiene más de 250 pueblos indígenas distintos [34]:

Brasil ha hecho todo lo posible por siglos para que los pueblos negros e indígenas no votaran. Estamos infrarrepresentados por un proyecto de poder de una élite política blanca. Este año incluso los pueblos indígenas están denunciando la represión que vienen sufriendo para que no voten. Tenemos que votar.
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Gracias, Preta Ijimú. Nuestra historia de lucha nos impulsa a reivindicar justicia. Téngase en mente que no se esforzarían tanto para negar nuestro voto si no le tuvieran miedo. Creen que eso nos da poder, y tienen razón. Así que usémoslo.

Benedict Wong, que interpreta a Wong en las películas de Marvel, retuiteó un mensaje para votar contra los altos precios de los alimentos. Brasil volvió al Mapa del Hambre de Naciones Unidas [38] y se estima que treinta y tres millones de personas [39] viven con inseguridad alimentaria, a pesar de que el país es el mayor productor de alimentos del mundo [40]:

Aquí, en João Pessoa (capital del estado de Paraíba), la gente ya no puede aguantar los precios absurdos en los supermercados. Es por eso voy a salir a las calles para hablar con los que no votaron en la primera vuelta y a pegar carteles para que podamos salvar la democracia en la segunda vuelta, y tener comida en la mesa nuevamente.
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¡Espléndido, Thalita! Al final, no se trata de partidos ni de políticos. Se trata de hacer lo posible para que ninguna familia pase hambre. Es igual en todas partes. Es por eso que luchamos y votamos. ¡No te detengas!

Sin salirnos del mundo de las historietas, el escritor Alan Moore [45], autor de “V de Vendetta [46]” y “Watchmen [47]”, publicó una carta en apoyo a Lula, como confirmó su hija:

Querido Brasil:

Se nos están acabando las últimas oportunidades de salvar al planeta y sus pueblos. El mundo está cambiando, más rápido que nunca, y nos obliga a adaptarnos más rápido si queremos sobrevivir. De la sociedad de cazadores-recolectores a la agricultura, de la agricultura a la industria, de la industria a lo que sea que esté tomando forma ahora, esta nueva condición para la que aún no tenemos nombre, la humanidad ha visto este tipo de cambios monumentales antes, aunque no a menudo. Estas transiciones no las causan las fuerzas políticas, sino los imparables movimientos de marea de la historia y la tecnología, podemos aprovechar esta marea con nuestras embarcaciones o dejarnos arrastrar. La Tierra está girando, gira por necesidad hacia un lugar nuevo , y nosotros solo podemos girar también o perder la biosfera que nos sostiene para siempre. La mayoría, creo, lo sabe en su corazón y lo siente en su estómago. Sin embargo, en los últimos cinco años, hemos visto en todo el mundo un feroz resurgimiento de las ideas políticas y económicas que nos llevaron a esta situación claramente desastrosa. La agresividad indisimulada del avance de la extrema derecha me parece tan contundente, y a la vez tan desconectada de la realidad, que solo puede provenir de la desesperación; el miedo histérico que sienten los más arraigados en las estructuras de poder del viejo mundo, que saben que, al final, el nuevo mundo no tiene lugar para ellos. Temen por su propia existencia, por la existencia de la visión del mundo de la que se benefician, han abarrotado el escenario mundial durante esta última década con personajes de pantomima cada vez más ruidosos, exagerados y fanfarrones, para los que ningún procedimiento es demasiado corrupto o inhumano, y ninguna línea de razonamiento demasiado absurda. Descaradamente monstruosos, han perseguido a las minorías étnicas y religiosas, sus pueblos nativos, a los pobres, a las mujeres, a las personas de sexualidad diferente, a todo lo anterior. Durante la pandemia, que aún no termina, dieron prioridad a sus posturas políticas y a sus doctrinas financieras en lugar de la seguridad de sus poblaciones, y son responsables cientos de miles de muertes innecesarias; cientos de miles de familias y comunidades devastadas. Con sus naciones en llamas, o inundadas, o resecas por la sequía, insistieron en que el cambio climático era una patraña de la izquierda para perjudicar a la industria, y calificaron de terroristas a los manifestantes ecologistas y sociales. Adoptando el estilo fascista del italiano Silvio Berlusconi, hemos tenido la peligrosa teatralidad insurreccional de Donald Trump en Estados Unidos y los ultrajes de Boris Johnson y sus subalternos en el (actual) Reino Unido. Y, por supuesto, Brasil ha tenido a Jair Bolsonaro. Aunque nosotros, en los países desarrollados, obviamente contribuimos con mucho más que figuras políticas horripilantes a la situación del mundo, no conozco a nadie con un gramo de conciencia y compasión que no esté horrorizado por lo que Bolsonaro, llegado al cargo con su fanatismo a Trump, le ha hecho a su enorme y hermoso país, junto con lo que sigue haciendo a nuestro relativamente pequeño y de alguna manera todavía hermoso planeta. Hemos observado con desesperación mientras Bolsonaro, copiando del mismo libro que su ídolo estadounidense, ha arremetido contra los pueblos indígenas de Brasil, la comunidad homosexual y el derecho de las mujeres de tener abortos seguros, y alimenta una hoguera de odio sin control como distracción de sus agendas sociales y económicas, y al mismo tiempo llena la cultura con armas. Lo hemos visto tratar de fanfarronear ante la pandemia soltando su idiotez antivacunas, y hemos visto la creciente extensión de cementerios preparados con prisa; esas rejillas de palomas en tierra gris, con flores muertas aquí y allá o marcadores pintados como un detalle de color.

También hemos contemplado cómo respondía a la perspectiva de nuevas leyes ambientales internacionales que simplemente aceleran su destrucción suicida de la selva tropical, ahogan nuestra atmósfera comunitaria con una selva en llamas, desplazan o despachan a personas que habían vivido en estas regiones durante generaciones y aparentemente confabulan o se hacen de la vista gorda con el asesinato de periodistas que investigaban esta brutal limpieza étnica. Una respetada revista científica británica a la que estoy suscrito, “New Scientist”, ha descrito recientemente las inminentes elecciones de Brasil como un punto crucial de no retorno en la batalla de vida o muerte de nuestra especie contra la catástrofe climática que nosotros mismos hemos diseñado. En pocas palabras, Jair Bolsonaro puede seguir, complaciendo con beneficios a los intereses corporativos que lo apoyan o podemos tener un futuro en donde nuestros nietos puedan comer y respirar. Es una cosa o la otra. Como anarquista, hay muy pocos líderes políticos que puedan tolerar completamente, y mucho menos respaldar, pero por todo lo que he oído y leído sobre él, Luiz da Silva, Lula, parece ser una de esas personas adecuadas. Sus políticas parecen ser justas, humanas y prácticas y, según tengo entendido, ha prometido revertir muchas de las decisiones más desastrosas de Bolsonaro. Reparar el daño de estos últimos cinco años no será fácil ni estará exento de costos, Lula da Silva heredará un paisaje político muy desfigurado. Pero al menos, desde esta aquí, parece un candidato que reconoce que la humanidad está pasando por una de sus infrecuentes transformaciones sísmicas y se da cuenta de que debemos cambiar nuestra forma de vivir, si es que queremos vivir. Parece un político comprometido con el futuro, con su trabajo, y sus justas y maravillosas posibilidades; en lugar de los agitados y destructivos llantos de un pasado insostenible. Me han dicho que las próximas elecciones en Brasil están en el filo de la navaja y, como ya se ha dicho, el mundo entero está en juego. Si alguna vez han disfrutado de mi trabajo, o han sentido alguna simpatía por sus inclinaciones humanitarias, entonces por favor salgan a votar por un futuro digno para los seres humanos, por un mundo que sea más que la letrina dorada de sus corporaciones y sus títeres.

Dejemos atrás las iniquidades de los últimos cinco, o quizás de los últimos quinientos años. Con amor y confianza, su amigo,

Alan Moore
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Carta abierta de Alan Moore al pueblo de Brasil. Publicaré la versión en portugués abajo cuando tenga el enlace.

El actor Mark Hamill, que interpretó a Luke Skywalker en las películas de Star Wars, también publicó un tuit en a apoyo a Lula, tanto en la primera [52] como en la segunda [53] vuelta. Igualmente, Neil Gaiman [54], autor de “Sandman”, se unió al apoyo.

Bolsonaro tiene el apoyo del expresidente estadounidense Donald Trump [55], y de la estrella del futbol brasileño Neymar [56], que lo ha apoyado en redes sociales. El atleta incluso le prometió un gol en la Copa Mundial en Qatar [57].

“El día más importante, 30 de octubre”

Otros figuras internacionales también discutieron sobre lo que está en juego en las elecciones de Brasil. La revista de ciencias “Nature [58]” publicó un editorial titulado, “Solo existe una opción en las elecciones de Brasil; para el país y para el mundo”, y añadió que, “un segundo mandato de Jair Bolsonaro significaría una amenaza a la ciencia, la democracia y el ambiente”.

Antes de la primera vuelta, el diario británico “The Guardian” había publicado un editorial que señalaba [59] los riesgos de la reelección de Bolsonaro. Y ahora, lo recalcaron más [60]:

More than 2bn trees have been felled during Mr Bolsonaro’s term in office. He has also fostered an increasingly dangerous culture for environmental defenders – as exposed by the murder of the activist Bruno Pereira and the Guardian contributor Dom Phillips this June. In contrast, analysts suggest a victory for Lula could see an 89% cut in rainforest loss.

A secondary – but still deeply alarming – risk is of a further entrenchment of anti-democratic authoritarianism. If Mr Bolsonaro is re-elected, he will be emboldened, and will benefit from the strengthened rightwing presence in Congress. There are fears that he could undermine institutions and change the constitution to allow himself a third term.

Se han cortado más de dos mil millones de árboles durante el mandato de Bolsonaro. De igual forma, ha fomentado una cultura cada vez más peligrosa para los ambientalistas, como puso en manifiesto el asesinato del activista Bruno Pereira y el colaborador de The Guardian, Dom Philips, en junio. Por otro lado, los analistas indican que la victoria de Lula podría suponer una reducción del 89 % en la perdida de la selva tropical.

Un riesgo secundario, aunque sumamente alarmente, es el de un mayor arraigo del autoritarismo antidemocrático. Si el señor Bolsonaro es reelegido, se sentirá fortalecido y se beneficiará de la presencia fortalecida de la derecha en el Congreso. Se teme que pueda socavar las instituciones y que cambie la Constitución para permitirse un tercer mandato.

El diario “New York Times” publicó un video de seis minutos tres días antes de la votación en el que afirmaba que el 30 de octubre, el día de la segunda vuelva, iba a ser el día más impórtate para el planeta tierra:

El domingo, los brasileños se irán a las urnas para elegir al siguiente presidente. Pero lo que está en juego es más importante que el líder de la economía más grande de Sudamérica.

Las encuestas indicaban que Lula ganará, repitiendo la primera vuelta [24], en la que obtuvo 48,8 % de los votos frente al 43,2 % de Bolsonaro. Los resultados se confirmaron [63] el mismo día de la elección, el 30 de octubre.