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Poeta ugandesa difunde su mensaje pese a nueva ley que criminaliza la disidencia en Internet

Categorías: África Subsahariana, Alemania, Kenia, Uganda, Activismo digital, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales, Tecnología
Dr. Stella Nyanzi, at a Human Rights Convention in 2018 where she was a panelist. Photo Credit- Chapter Four Uganda. Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.0 Generic (CC BY-NC-ND 2.0)

Doctora Stella Nyanzi en la Convención de Derechos Humanos en 2018 en la que fue panelista. Crédito de la foto: Chapter Four Uganda [1] (Atribución-NoComercial-SinObraDerivada 2.0 Genérico – CC BY-NC-ND 2.0).

Hacia mediados de octubre, el presidente ugandés, Yoweri Museveni, firmó la controvertida ley de uso indebido de la comparación (enmienda) un mes después de su aprobación en el Parlamento. Muchos defensores de derechos humanos han criticado la ley como una medida para amordazar la disidencia en línea pues prohíbe a los ugandeses escribir, enviar o difundir información que pueda ridiculizar, degradar o rebajar a otra persona, tribu, religión o género.

El presidente Museveni firma la controvertida ley de uso indebido de la comparación (enmienda) de 2022, a pesar de que se le ha pedido veladamente que la rechace. La ley penaliza el intercambio de información no solicitada. También penaliza grabar voz o video de otra persona sin su consentimiento.

Esto ocurre apenas una semana después de que el hijo del presidente, el general Muhoozi Kainerugaba, provocó una disputa diplomática en Twitter con su vecina Kenia. Sin embargo, son los críticos más destacados de Museveni y los disidentes en línea, como doctora Stella Nyanzi [4], poetisa, antropóloga médica y activista de los derechos humanos, y el novelista y abogado Kakwenza Rukirabashaija [5], que podrían ser los más afectados por la ley.

Sin duda, la doctora Nyanzi es una de las usuarias de las redes sociales más activas y francas de Uganda, con sus más de 300 000 seguidores en Facebook [6].

A pesar de que la poesía sexualmente explícita [7] de la doctora Nyanzi ha recibido críticas de los puristas de la literatura por no ser lo suficientemente poética, ha seguido cosechando mucha popularidad y seguidores más allá de su país, aunque sigue inquietando al presidente Museveni cada vez que escribe un poema en protesta contra su liderazgo. Por su provocador y explícito poema [8] publicado en su página de Facebook un día después de que Museveni cumplió 74 años, la detuvieron y acusaron de «acoso cibernético y comunicación ofensiva». El poema, que pretendía condenar los 33 años de gobierno de Museveni, decía en parte:

Yoweri, they say it was your birthday yesterday!
How morbidly grave a day!
I wish that Esiteri's cursed genitals had pushed out a monstrously greenish-bluish still-birth.
You should have died at birth, you dirty delinquent dictator…
You should have died in birth, Yoweri Kaguta Museveni.

¡Yoweri, dicen que ayer fue tu cumpleaños!
¡Qué día tan morbosamente grave!
Ojalá los malditos genitales de Esiteri hubieran expulsado un monstruoso muerto al nacer verdoso-azulado.
Deberías haber muerto al nacer, sucio dictador delincuente…
Deberías haber muerto al nacer, Yoweri Kaguta Museveni.

Fue condenada a una pena de 18 meses de cárcel [9], la sentencia fue revocada [10] posteriormente y fue liberada [10] tras haber pasado más de nueve meses [11] en prisión en 2019 por publicar ese poema.

Ese mismo año, la doctora Nyanzi fue detenida y acusada de acoso cibernético por insultar a Museveni después de escribir y publicar un poema sobre la vagina de la madre del presidente en su página de Facebook. Cumplió una condena de 18 meses.

Anteriormente, en 2017, pasó 33 días en la prisión máxima de mujeres por su publicación en Facebook que describía a Museveni como «un par de nalgas».

Ha pagado un alto precio [12] por su poesía franca y su negativa a disculparse [13], incluyendo la pérdida de su trabajo como profesora, el encarcelamiento, la tortura, un aborto involuntario, el acoso policial constante y, en última instancia, su libertad y su derecho a vivir [14] en su país de nacimiento.

El estilo de protesta de la doctora Nyanzi ha sido criticado por los puristas literarios y los grupos feministas por su vulgaridad. Cuando fue suspendida de su puesto de profesora en la Universidad de Makerere en 2016, protestó por la decisión desnudándose y encadenándose en su despacho.

We talked about writing ourselves to freedom! We talked about being arrested and detained because our writing offends dictator Museveni. While Kakwenza says the dictator is a fool, I say the dictator is a pair of buttocks. Our freedom to write, is not for negotiation. part of the Facebook post read [15].

¡Hablamos de escribir nosotros mismos hacia la libertad! Hablamos de que no arrestan y detienen porque nuestra escritura ofende al dictador Museveni. Mientras Kakwenza dice que el dictador es un tonto, yo digo que el dictador es un par de nalgas. Nuestra libertad de escribir no se negocia. decía [15] parte de la publicación en Facebook.

Se penaliza a un tuitero, se promueve a otro

La doctora Nyanzi vivió en el exilio en Nairobi [16] hasta enero de 2022, cuando fue a Alemania en un programa de escritores en el exilio dirigido por PEN Alemania con sus tres hijos. Huyó de Uganda en febrero de 2021 tras la persecución política del gobierno de Museveni. En septiembre, regresó a Kenia para su gira de libros de un mes por las ciudades de Nairobi, Kisumu y Mombasa para promocionar su último libro «No hay rosas en mi boca».

Semanas después de que la doctora Nyanzi inició su gira por Kenia en Nairobi [17], con lectura de libros y firma de sus tres colecciones de poesía en septiembre de este año, el estallido de Muhoozi en Twitter [18] con amenazas de tomar Nairobi militarmente dio lugar a una disputa diplomática entre Kenia y Uganda [19].

A diferencia de los tuits de Muhoozi sobre Nairobi [18], que suscitaron la ira de los kenianos furiosos [18] en línea, la doctora Nyanzi fue bien recibida por los kenianos, en línea [20] y en los locales donde realizó lecturas y firma de libros.

«En Uganda no se me respeta como poeta ni escritora. No me invitan a lecturas de libros en las que todo el mundo quiere un autógrafo. Cosas así nunca ocurren en mi país», explicó mientras se disculpaba por su arrebato emocional.

Mientras rompía a llorar en la librería Cheche de Nairobi cuando la presentaba la moderadora de la sesión, Nanjala Nyabola, explicó lo abrumada que estaba por el amor y la admiración que los kenianos sentían por ella y su obra.

En Kenia, la gente dice: «¡Wewe ni Mshairi wetu!», que se traduce del kiswahili como «¡Eres nuestra poeta!». En Uganda, el idiota en el poder me encarceló por mis poemas. En Kenia, los periodistas reconocen que soy una poeta que utiliza las palabras como armas. Soy la poeta que lucha con palabras punzantes.

Las anteriores publicaciones de la doctora Nyanzi en Facebook han hecho que se la acuse de ciberacoso e incluso que se la encarcele hasta ocho meses. Sin embargo, el reciente escándalo de tuiplomacia de Muhoozi le valió un ascenso [18] de teniente general a general absoluto, el más alto rango militar.

Ahora Uganda ha criminalizado el uso de las redes sociales con la aprobación de un proyecto de ley sobre el uso indebido de la informática (enmienda) [23] de 2022, que los defensores de los derechos digitales han condenado por ser regresivo. Así que la ironía en la dualidad de cómo Museveni trató con decisión el uso de Twitter de Muhoozi en comparación con el que hizo la doctora Nyanzi no pasó desapercibida para muchos ugandeses.

Mientras hablaba con los medios kenianos [24] tras el movimiento de promoción de su hijo, el presidente Museveni dijo;

This is because this mistake is one aspect where he has acted negatively as a Public officer.

There are, however, many other positive contributions the General has made and can still make.

This is a time-tested formula – discourage the negative and encourage the positive.

Esto se debe a que este error es un aspecto en el que ha actuado negativamente como funcionario público.

Sin embargo, hay muchas otras contribuciones positivas que el general ha hecho y puede seguir haciendo.

Se trata de una fórmula probada: desalentar lo negativo y fomentar lo positivo.

Nombrar a Uganda el peor violador de derechos digitales

Dr Nyanzi on a panel at Human Rights Convention, 2018. Photo credits- Chapter Four Uganda. Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.0 Generic (CC BY-NC-ND 2.0)

Doctora Nyanzi en panel en la Convención de Derechos Humanos, 2018. Créditos de la foto: Capítulo Cuatro Uganda (Atribución-NoComercial-SinObraDerivada 2.0 Genérico – CC BY-NC-ND 2.0).

Durante un reciente foro sobre la libertad de internet celebrado en Zambia, varios oradores criticaron a Uganda por sus violaciones, la consideraron un ejemplo mundial [25] del peor violador de los derechos digitales.

El país tiene un pésimo historial de derechos digitales, según un informe de 2020 de Paradigm Initiative [26].

Desde 2017, los cortes de internet han ido en aumento [27]. En 2018, el país implantó un impuesto sobre los medios sociales [28] que dejó de lado tres años después. El país introdujo entonces un nuevo gravamen sobre los datos de internet [29] en su lugar.

En 2021, antes de las elecciones de enero, el Gobierno cerró Facebook [30]. Una semana después, se bloqueó el acceso a todo internet durante casi una semana, mientras que el acceso a otras plataformas de redes sociales se restableció al cabo de un mes.

El Gobierno sigue esgrimiendo la modificada ley de uso indebido de la computación de 2021 para detener, encarcelar e incluso torturar a disidentes, muchos actores como la doctora Nyanzi.

En febrero de 2022, el autor ugandés Kakwenza Rukirabashaija huyó del país [31] tras pasar casi un mes en la cárcel [32]. Kakwenza fue acusado de comunicación ofensiva [32] por una serie de tuits que había publicado y que criticaban al hijo del presidente Museveni, el general Muhoozi.

Con el proyecto de ley aprobado convertido en ley, Bwambale Asiimwe Micheal, abogado de derechos humanos del Proyecto de Derecho de los Refugiados-Centro para Migrantes Forzados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Makerere, considera que se trata de una maniobra [33] del Estado para seguir armando la ley con el fin de silenciar la disidencia.

It is clear that the Ugandan state is weaponizing the law to pave the way for an even more repressive and coercive environment under the guise of ‘preventing misuse of online platforms.’ Laws like this must not be passed at the price of curtailing the public’s bedrock rights to free expression and association. Any such initiatives should be developed in close harmony with prevailing international human rights standards relating to freedom of expression, not used to merely entrench an abusive regime that now seems intent on consolidating its political power at all costs.

Está claro que el Estado ugandés está armando la ley para allanar el camino hacia un entorno aún más represivo y coercitivo con el pretexto de «evitar el mal uso de las plataformas en línea». Este tipo de leyes no deben aprobarse a costa de recortar los derechos fundamentales del público a la libertad de expresión y asociación. Cualquier iniciativa de este tipo debe desarrollarse en estrecha armonía con las normas internacionales de derechos humanos vigentes relativas a la libertad de expresión, y no usarse simplemente para afianzar un régimen abusivo que ahora parece decidido a consolidar su poder político a toda costa.

La doctora Nyanzi, que sigue activa en su página de Facebook a pesar de la nueva ley, se unió recientemente a otros poetas ugandeses y aficionados a la poesía [34] en línea para la presentación de la antología poética titulada «Ebyoya by'enswa: 60 poemas para 60 años de independencia de Uganda», que coeditó junto con Obed Obedgiu Kwokuboth Jalmeo.