Después de una pausa temporal debido a la pandemia del coronavirus, Indonesia continúa con su plan a largo plazo de trasladar su capital de Yakarta a una nueva ubicación en Kalimantan Oriental en la isla de Borneo, también conocido como proyecto IKN. En un movimiento prácticamente sin precedentes, el Gobierno de Indonesia está creando la ciudad completamente desde cero y ha limpiado miles de hectáreas de bosques, campos y praderas para dar paso a la nueva ciudad, que se llamará Nusantara. La primera fase de avances está programada para completarse en 2024.
La reubicación tiene como finalidad aliviar las presiones demográficas sobre la capital, Yakarta, ciudad que ha estado plagada de problemas de congestión de tráfico, hacinamiento y contaminación.
Yakarta también enfrenta inmensas presiones climáticas por el aumento del nivel del mar, ya que el 40 % de la ciudad está situada bajo el nivel del mar. Para empeorar el problema, la ciudad también se está hundiendo a un ritmo de casi 30 centímetros por año en algunas zonas por el uso excesivo de los acuíferos subterráneos debajo de la ciudad. Estos factores se han combinado para generar inundaciones anuales desastrosas que han desplazado a miles de habitantes de Yakarta y obligado a la gente a abandonar algunas aldeas costeras. A medida que la crisis climática empeora, se prevé que la situación se vuelva aún más frágil para los habitanntes costeros.
La idea de trasladar la ciudad capital no es nueva. El presidente Soekarno propuso trasladar la capital a Palangkaraya, ciudad en medio del archipiélago de Indonesia, en 1957. Sin embargo, la idea de Soekarno nunca se llevó a cabo. Luego, durante la administración de Suharto en la década de 1990, se hizo una propuesta para trasladar la capital a Jonggol. Una vez más, este plan no se materializó. Durante la presidencia de Susilo Bambang Yudhoyono (2004-2014), se revivió la propuesta como solución a los atascos e inundaciones en Yakarta. Pero no fue hasta el 29 de abril de 2019 que el presidente Joko Widodo (Jokowi) finalmente dio el paso y aprobó un plan para sacar al Gobierno central de Java.
La nueva capital abarca una superficie terrestre de aproximadamente 256 142 hectáreas y una superficie acuática de unas 68 189 hectáreas.
Jokowi espera que la nueva capital sea algo así como una utopía; una «ciudad inteligente» verde con una fuerza laboral sólida y tecnología de punta. Expresó su visión de la capital:
Energy sources in the new Indonesian capital will come from renewable energy. For transportation, the government will develop electric-based autonomous vehicle technology. Pedestrians and cyclists will appreciate it most. The distance to everywhere can be in ten minutes.
Las fuentes de energía en la nueva capital de Indonesia provendrán de energías renovables. Para el transporte, el Gobierno desarrollará tecnología de vehículos autónomos basados en electricidad. Los peatones y ciclistas lo apreciarán más. La distancia a todas partes puede ser diez minutos.
El jefe de la Autoridad de la Capital de Nusantara, Bambang Susantono, tomó el sentir de Jokowi y agregó que la nueva ciudad podría ser una bendición para la sociedad indonesia:
Building a city is not only about building its physical body but mainly about social cohesion, the interaction between its citizens, how the city becomes a humanist, liveable city. We are pleased for all society to support that the Capital of the Nusantara becomes an inclusive, green city, and sustainable, built for all, a city for all.
Construir una ciudad no es solo construir su cuerpo físico, sino principalmente la cohesión social, la interacción entre sus ciudadanos, cómo la ciudad se convierte en una ciudad humanista, habitable. Nos complace que toda la sociedad apoye que la capital de Nusantara se convierta en una ciudad inclusiva, verde y sostenible, construida para todos, una ciudad para todos.
Oposición indígena y de la sociedad civil
La medida generó muchas críticas de grupos de activistas y activistas indígenas que dicen que el proyecto IKN es solo otro caso en la que el Gobierno toma tierras indígenas. La región de Kalimantan había estado plagada de problemas de robo de tierras, ya que el Gobierno había donado tierras propiedad de indígenas y agricultores a empresas mineras y plantaciones sin el consentimiento de la comunidad.
El secretario general adjunto de la Alianza de Pueblos Indígenas del Archipiélago (AMAN), organización local de la sociedad civil, Erasmus Cahyadi dijo: «Mucho antes del discurso de IKN, la ubicación del proyecto de IKN no era tierra vacía ni tierra sin dueño, sino tierra con propiedad y controlados por pueblos indígenas y campesinos, pero, luego, las tierras fueron manejadas por empresas mineras y de plantaciones”.
Según las notas de fin de año de AMAN de 2021, 21 comunidades indígenas habitan el área del proyecto de IKN. AMAN estima que al menos 20 000 indígenas serán desplazados por el proyecto IKN. Cahyadi dijo lo que muchos habitantes locales están pensando sobre el proyecto; «El proyecto de IKN es solo para cumplir con las ambiciones de los intereses comerciales y las imágenes políticas».
Los expertos estiman que la construcción de IKN también podría exasperar los conflictos locales y socavar los programas de reforma agraria de la región. El jefe de Promoción de Políticas del Consorcio de Reforma Agraria (KPA), Roni Septian, señaló que durante los últimos cinco años, 30 conflictos agrarios en un área de 64 707 hectáreas se debieron a disputas por la tierra en Kalimantan Oriental. Teniendo en cuenta que muchas personas serán pronto desplazadas para el proyecto de IKN, se espera que estas disputas aumenten.
Preocupaciones políticas y ambientales
El nuevo plan de capital también ha atraído la oposición popular. El presidente del partido opositor Justicia Próspera (PKS), Mardani Ali Sera, sugirió que la administración Jokowi debería centrarse en desarrolloar recursos humanos en los dos años restantes de gobierno.
The most important thing is not building a new State Capital but building intellectual centers, centers for improving human resources, the best universities, and training centers.
Lo más importante no es construir una nueva capital del Estado sino construir centros intelectuales, centros de mejora de los recursos humanos, mejores universidades y centros de formación.
Una petición en línea del Instituto Narasi insta al Gobierno a detener el plan para trasladar la capital del estado a Kalimantan. La declaración afirmó que el Gobierno debería centrarse en asuntos más urgentes, como la pandemia de COVID-19 y la crisis económica emergente. Hasta el 26 de octubre de 2022, la petición ha obtenido 35 971 firmas.
Además, 19 organizaciones de la sociedad civil que integran el Comité Nacional para la Reforma Agraria (KNPA) se opusieron públicamente a la nueva capital del estado en Kalimantan Oriental. El gerente de campaña de Bosques y Plantaciones del Foro para el Ambiente (WALHI), Uli Artha Siagian, señaló que la ubicación de IKN es una fuente de agua estratégica para las comunidades aledañas. Advirtió que la construcción del IKN podría cortar este suministro de agua y destruir el ecosistema de manglar en la bahía de Balikpapan, que cubre una superficie de 2.6 millones de hectáreas. Además, 14 cuencas hidrográficas se verán afectadas por la construcción, lo que podría desencadenar desastres ecológicos futuros.
También podría haber otras consecuencias ambientales. Johan Rosihan, miembro de la Comisión IV de la Cámara de Representantes, enfatizó que, según los resultados de un estudio ambiental estratégico realizado del Ministerio de Ambiente y Silvicultura, había tres regiones dentro del IKN con alto valor de conservación, lo que significa que contienen ecosistemas esenciales o endémicos, flora y fauna que es importante proteger. “Cuestiono los pasos de mitigación y los conceptos de adaptación que hará el Gobierno a las zonas con altos valores de conservación con la existencia de este proyecto IKN”, dijo Rosihan.
Además de los posibles problemas ambientales, éticos y de uso de la tierra, algunos también han cuestionado cómo se financiará el proyecto de 34 000 millones de dólares.
A pesar de la oposición local, la construcción avanza según lo planeado. En los próximos dos años, el plan incluye la construcción de un nuevo palacio presidencial, el edificio del Consejo de los Estados y viviendas para medio millón de habitantes destinadas a funcionarios. El presidente espera celebrar los 79 años de la independencia de Indonesia en IKN el 17 de agosto de 2024.