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Muchos jamaicanos están nerviosos. Es por esta razón.

Categorías: Caribe, Jamaica, Derecho, Derechos humanos, Economía y negocios, Medios ciudadanos, Mujer y género, Política, The Bridge
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Policías de Jamaica inspeccionan el trafico en Runaway Bay Jamaica.Foto [1] de Rab Lawrence en Flickr (CC BY 2.0 [2]).

Una versión de este artículo se publicó [3] originalmente en Petchary's Blog, y se reproduce con la amable autorización de la autora.

Esto no es algo cómodo de escribir, pero debo hacerlo, porque es sobre nuestro estilo de vida; acerca de cómo los jamaicanos se las arreglan, a diario, en esta hermosa isla.

Fue Twitter [4] lo que me puso a pensar. Un tuit recientemente señaló que a pesar de que el COVID-19 [5] quedó firmemente detrás de nosotros (no hemos tenido actualizaciones con respecto a la pandemia de parte del Ministerio de Salud y Bienestar desde el 30 de septiembre); a pesar de la mejora [6] en las cifras de desempleo, especialmente para las mujeres, y a pesar del repunte en la actividad empresarial y la confianza, hay una oscura y pesada [7] atmosfera en el país [8].

¿No deberíamos estar sintiéndonos positivos y felices? Si, pero hay una sombra [9]: la constante atmósfera [10] de delincuencia [11] y violencia [12]. Nuestro sentido fundamental de seguridad y protección se ha visto comprometido [13]. No nos sentimos seguros cuando estamos en público, y en ocasiones ni siquiera en nuestros hogares.

Otra sencilla pregunta la hizo [14] un usuario de Twitter:

It’s hard to realise the impact crime has on your life in Jamaica until you leave. What are some things that put you on high alert here that wouldn’t make sense in other countries?

Es difícil darse cuenta del impacto que tiene en tu vida la delincuencia en Jamaica hasta que te vas. ¿Qué cosas que hacen que aquí te pongas en alerta máxima no tendrían sentido en otros países?

Recibió una avalancha de respuestas. Analizándolas, noté varias situaciones que cada día hacen que nos pongamos nerviosos cuando estamos en público, y algunas de las cosas que hacemos para sentirnos más seguros:

¿Es la lista lo suficientemente larga? Honestamente puedo decir que mi esposo y yo nos podemos identificar con el 90 % de lo antes mencionado. Sentimos ansiedad, con bastante frecuencia. En Twitter, la mayoría, aunque no todas, las respuestas fueron de mujeres, que se sienten cada vez más vulnerables, especialmente cuando están solas.

Como dicen, “Quien lo siente, lo sabe”. Es nuestra vida, y no solamente en Kingston, por cierto. La gente también les teme a los arbustos y a los árboles, y a quien podría estar escondido detrás. Y a los extraños, especialmente si son hombres, y caminos desolados.

Puede haber cierto nivel de paranoia –y quizás hasta histeria– en juego, e incluso muchos argumentan que estas ansiedades aplican de igual manera a otras ciudades y países en el extranjero. Recuerdo haber asistido a una larga conferencia sobre seguridad en Rio de Janeiro años atrás, y sentirme ansiosamente custodiada por un brasileño cuando salí al mercado nocturno, entonces todo es relativo.

Sin embargo, esta es nuestra vida diaria [16]. Estamos agachados. Estamos fuertemente atrapados [17] en nosotros mismos. Estamos al pendiente, solo por si acaso [18]. Cosas que hacíamos y que ya no hacemos.

Entonces, ¿qué hay que hacer [19]?

En un esfuerzo de que vean que está haciendo algo, el Gobierno ha presentado una amnistía de armas [20] que tendrá lugar del 5 al 19 de noviembre. Espera incentivar a quienes posean armas de fuego y municiones ilegales y sin registrar para entregar sus armas sin la amenaza de ser procesados/enjuiciados. Solo el tiempo dirá si eso marcará una diferencia con respecto a los delitos violentos. El problema es mucho más profundo, y necesita ser abordado desde su raíz.

¿Por donde empezar [21]? Como hubiera dicho mi padre, “Respuestas en una postal [22], por favor…”.