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Investigación señala a Sri Lanka, donde más de 9,5 millones de personas pueden caer en pobreza

Categorías: Asia del Sur, Sri Lanka, Derechos humanos, Desarrollo, Desastres, Economía y negocios, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, Protesta, Relaciones internacionales, The Bridge, Sri Lanka en crisis
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Mattu pongal (festival tamil de Año Nuevo) en Deraniyagala, Sri Lanka. Este año, quienes prepararon la comida dijeron que había menos verduras de las que servían siempre por el alza de los precios por las nubes. Imagen vía Instagram por Amalini [1], usada con autorización.

Este artículo del profesor esrilanqués Wasantha Athukoralase y se publicó originalmente en Groundviews [2], galardonado sitio web de medios ciudadanos. Publicamos una versión editada como parte de un acuerdo de contenido compartido con Global Voices.

Sri Lanka está experimentando su peor crisis económica [3] desde la independencia con una tasa de crecimiento económico en rápido declive junto con déficits cada vez mayores en la balanza de pagos, el presupuesto del Gobierno y la inversión y el ahorro. Se informó que el Producto Interno Bruto (PIB) [4] real fue de -3,6 % en 2020 y 3,7 % en 2021. El crecimiento del PIB para la primera mitad de 2022 es de -4,8 %. Según el último South Asia Economic Focus [5] y Sri Lankan Update, se prevé que el PIB real caiga un 9,2 % en 2022 y otro 4,2 % en 2023. La situación política volátil [6], así como el aumento de los desequilibrios fiscales, externos y del sector financiero arrojan significativas dudas sobre las perspectivas económicas. La actual crisis económica ha tenido un impacto negativo en las condiciones de vida y se prevé que la pobreza aumente sustancialmente.

El Departamento de Estadísticas del Censo [7] (DCS) estima la Línea Oficial de Pobreza (OPL) para cada mes en el país; pero la encuesta no se llevará a cabo este año. Por lo tanto, no hay información oficial disponible para entender la situación de pobreza en el país. Mientras tanto, el Banco Mundial argumenta que la recuperación económica en 2021 fue insuficiente para devolver la pobreza a sus niveles previos a la crisis. Sus simulaciones muestran que la crisis financiera actual puede aumentar la pobreza al 25,6 % en 2022, lo que equivale a más de 2,5 millones de personas que caerán en la pobreza entre 2021 y 2022, y que la pobreza volverá a estar cerca de los niveles de 2009 [8] del 57,9 %.

Dado que no hay evidencia científica sobre la situación de pobreza en el país, un equipo de investigación de la Universidad de Peradeniya [9], integrado por el profesor Muditha Karurathna, el profesor  Tilak Bandara, el doctor Shyamantha Subasinha y la señora Lakshika Wiragoda, bajo el liderazgo del profesor Wasantha Athukorala (quien escribe) hicimos un estudio en este rubro. Estima la tasa de recuento de la pobreza para julio de 2022 con datos oficiales de la línea de pobreza del Departamento de Censos y Estadísticas [7] (DCS) de Sri Lanka. La metodología básica adoptada para este estudio tuvo varios pasos. Primero, identificamos la línea oficial de pobreza para julio de 2022, que es 13 138 rupias (35,76 dólares estadounidenses por mes, o 1,19 dólares por día). Esto significa que una familia de cuatro requiere al menos 52 552 rupias (143 dólares) por mes para cumplir con su requisito de consumo mínimo, que fue de 31 652 rupias (86,14 dólares) en 2021 (un aumento del 66 % en siete meses).

Pudimos determinar el número total de hogares bajo la línea de pobreza con este método. Nuestras estimaciones consideraron solo el límite inferior de los grupos de ingresos. Por lo tanto, esto representa el límite inferior de la pobreza en el país.

El ingreso mensual promedio de los hogares disminuyó de 76 390 rupias (207,87 dólares) en 2021 a 72 720 rupias (97,88 dólares) en julio de 2022. Mientras tanto, la inflación aumentó un  52 % [10] entre enero de 2022 y julio de 2022. Durante el mismo período, la inflación de los alimentos aumentó en un 60 %, mientras que la inflación sin alimentos aumentó en un 45 %. La línea de pobreza aumentó en un 60 % [11] o durante el mismo período. Todo esto evidencia que el aumento más pronunciado de los niveles de pobreza se produjo después de enero de 2022.

Al considerar los grupos de deciles (ingresos) en el país, el primer y segundo grupo de deciles (los más bajos) estaban por debajo de la línea de pobreza a finales de 2021 (aproximadamente 1,14 millones de hogares o 4,56 millones de personas). Los grupos del tercer y cuarto decil y más de 140 000 de los hogares que estaban en el grupo del quinto decil han caído bajo la línea de pobreza entre enero y julio de 2022. Esto implica que aproximadamente 1,28 millones de hogares o 5,12 millones de personas han caído bajo la línea de pobreza dentro de este período de siete meses. Según la línea oficial de pobreza, las personas que viven en hogares cuyo gasto de consumo total mensual real per cápita es inferior a 6966 rupias (18,95 dólares) en 2019 se consideran viviendo en la pobreza. Así, el 11,9 % de los hogares se encontraban en situación de pobreza, es decir, 681 800 hogares y 3042 millones (14,3 %) personas. Nuestras nuevas estimaciones utilizando el enfoque de ingresos muestran que el número de hogares cuyo nivel de ingresos es inferior a la línea oficial de pobreza es de aproximadamente 2422 millones, que es el 42 % del total de hogares en el país. Esto incluye aproximadamente 9690 millones (44 %) de personas.

El presupuesto interino [12] presentado por el Ministro de Finanzas ha dado algo de atención a las transferencias directas de efectivo a los hogares pobres. Estos incluyen brindar ayuda inmediata a alrededor de 3,2 millones de personas afectadas por la situación económica actual. Según esto, la asignación mensual de Samurdhi (prosperidad) [13] se ha incrementado [14] a una cantidad que oscila entre 5000 rupias (13,61 dólares) y 7500 rupias (20,42 dólares) por mes para aproximadamente 1,7 millones de familias que reciben Samurdhi. Aparte de eso, se dieron 5000 rupias (13,61 dólares) al mes de forma temporal a unas 726 000 familias que estaban en lista de espera para recibir prestaciones de Samurdhi. El subsidio se pagó a ancianos, discapacitados y pacientes renales, y se incrementó a una cantidad que oscilaba entre 5000 rupias (13,61 dólares) y 7500 rupias (20,42 dólares) por mes. Se organizará una asistencia temporal de 5000 rupias (13,61 dólares) para quienes están en lista de espera. Esto es evidencia de que los programas de protección social están avanzando; sin embargo, deben estar rigurosamente enfocados en los requerimientos de las familias necesitadas. Al considerar la inflación predominante, este tipo de pequeña transferencia de efectivo es aproximadamente el 9 % de su requisito de gasto mínimo y no cubre sus necesidades mínimas.

Nuestra investigación no da suficiente evidencia para explicar la distribución de la pobreza en el país por sector o distrito. Sin embargo, está claro que la mayoría de las personas de bajos ingresos han reducido la cantidad de comidas, han optado por productos básicos de baja calidad y bajo costo, y han reducido el gasto en salud y educación de sus hijos. El Gobierno aumentó recientemente los impuestos directos e indirectos. Esto también ha tenido un impacto negativo en el grupo de ingresos medios del país. Los hogares rurales tratan de sobrevivir recolectando varios artículos de sus propios jardines, pero tales oportunidades no existen en las ciudades. Como resultado, los hogares de las zonas urbanas se ven gravemente afectados por la crisis alimentaria. Los niños y las madres embarazadas, en particular, corrían un alto riesgo de sufrir deficiencias nutricionales porque la cantidad y la calidad de la ingesta de alimentos en los grupos de menores ingresos sufrieron mucho durante este período.

El país está en una situación crítica. Inflación alimentaria [15], pérdida [16] de empleos, suministro limitado de fertilizantes [17] y caída de las remesas [18] han afectado de manera desproporcionada a los hogares más pobres. Los cambios en la estructura tributaria actual (aumento [19] de los impuestos directos e indirectos) han agravado la situación. Es obvio que todos los grupos marginados sufren mucho. Más de tres millones de familias pesqueras, más de un millón de familias del sector plantación y aproximadamente 300 000 jornaleros, por ejemplo, son víctimas directas de la crisis. Aproximadamente el 20 % de la población vive en barrios marginales (como porcentaje de la población urbana). Con el tiempo, este grupo puede volverse más violento y recurrir a medios no éticos o ilegales para ganarse la vida.

Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) representaron más del 75 % de todas las empresas, proporcionaron el 45 % de los puestos de trabajo y contribuyeron con el 52 % del PIB en Sri Lanka. Los establecimientos MIPYME sumaron 1.017 millones (esto incluye 935 000 microempresas y 71 000 pequeñas empresas) y es aproximadamente el 99,7 % del total de establecimientos del sector no agrícola. El sector MIPYME da medios de subsistencia a casi 2,23 millones de personas, lo que representa más del 75 % del empleo total del sector privado en el sector no agrícola (DCS, 2020). Este sector se encuentra severamente afectado por la reciente revisión tributaria, los cambios en las tarifas de teléfono, electricidad y agua, y la inflación, así como la crisis económica imperante.

Sri Lanka debe abordar las debilidades económicas de larga data dentro de un marco sólido de políticas macroeconómicas que aún debe desarrollarse. Actualmente, el Gobierno está renegociando sus deudas con acreedores bilaterales, incluidos China y Japón, y multilaterales, como el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Mundial. Después de establecer la línea de crédito del FMI, se espera que el país estabilice su economía al reducir la inflación, resolver las crisis de balanza de pagos y de tipo de cambio y, esencialmente, presentar un plan de recuperación.

La crisis política del país sigue siendo un impedimento para el proceso en curso. Ciertas medidas esenciales, como la mejora de la gobernabilidad y la eliminación de la corrupción, todavía no reciben la atención adecuada. Por lo tanto, mi expectativa es que la situación empeore sin que haya un punto de inflexión en el sistema.