Una colectiva mexicana que piratea libros para compartir la cultura enfrenta bloqueos

Captura del sitio web pirateca.com

Una conocida colectiva en México que digitaliza libros para después ponerlos en línea y compartirlos en la web, como posición política, lucha frente a una nueva regulación de derechos de autor. El sitio web de Pirateca sigue inaccesible desde los principales operadores de telecomunicaciones en el país desde julio de 2022.

La colectiva se enfrenta contra acciones que califican de persecutorias por parte de las autoridades gubernamentales de derechos de autor, las que arribaron al bloqueo de su sitio web y restricciones para compartir sus contenidos relacionados a su web en redes sociales. Su cuenta en Twitter fue suspendida también.

Pirateca.com es un sitio web que desde 2019 brinda libre acceso a más de 279 títulos en español bajo la consigna “Los libros no se roban ¡se expropian!”. Las personas que administran Pirateca.com son anónimas. Dicen en sus propias palabras a Global Voices que:

A veces, para no centrar la atención en las identidades, preferimos decir que Pirateca no es nada. Pero tal vez, buscando una definición provisional, hoy podríamos decir: Pirateca es una amistad.

Las motivaciones detrás nacen con el deseo de poner en común los libros que les han marcado:

Es nuestra forma de materializar el amor por nuestrxs amigxs, es el deseo de compartir nuestras lecturas con ellxs; pero también es el amor por esa comunidad posible, esa comunidad por venir: esxs otrxs amigxs que aún no conocemos, aquellxs con quienes en secreto, nuestros afectos resuenan.

Hace algunos meses lectores de la Pirateca se percataron que el sitio web no era accesible desde varios operadores de telecomunicaciones en México y lo denunciaron en las redes. También sustentan que Facebook había borrado las publicaciones antiguas a la Pirateca y prohibido la creación de nuevas.

Varias librerías en México en señal de apoyo a Pirateca colocaron alcancías para recibir aportaciones económicas a la Pirateca. Entre ellas la editorial y librería Casa Impronta quienes recibieron una visita de inspectores del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) que requisaron la alcancía el mismo mes que iniciaron los bloqueos.

Los operadores de telecomunicaciones involucrados en el bloqueo son los más grandes de México: Telmex, Megacable y en su momento Izzi, que más tarde dejó de realizar el bloqueo. Las mediciones de red históricas del Observatorio Abierto de Interferencias, espacio dedicado a la documentación de bloqueos en internet, y Ripe Atlas, cuentan con registros que confirman la existencia del bloqueo.

Los operadores de internet de Telmex y Megacable consultados por Global Voices dijeron que las medidas de bloqueo son debido a que recibieron un oficio del IMPI.

Agregó el portavoz de Telmex, Renato Flores Cartas:

Las medidas implementadas por TELMEX tienen como objetivo dar cumplimiento al requerimiento del IMPI y evitar la imposición de cualquiera de las sanciones previstas en el artículo 388 de la Ley.

Consultamos al IMPI y su subdirector de comunicación Alberto Olguin para conocer las causas y fundamentos detrás de este procedimiento. Su respuesta fue que es un tema abierto y en proceso, por lo que no es posible brindar información sobre este caso. Las personas integrantes de la Pirateca por su parte consideran que estas acciones tienen una explicación claramente ideológica que:

[Busca] perpetuar el sistema profundamente clasista y privatizador que dicta que sólo las personas con capital económico pueden acceder a la cultura; para ellos, la cultura se compone de objetos cualquiera, capitalizables y que se pueden poseer, negando así un hecho que a nosotrxs nos parece una realidad ontológica absoluta: que toda creación es siempre colectiva y que el valor de los objetos culturales está en las vidas que transforma, en los corazones que sensibiliza, en las mentes que potencia, y no en los valores monetarios que algún sistema económico pueda poner sobre ellos.

La legislación mexicana tuvo una serie de modificaciones en materia de derechos de autor. En 2020, entre estos cambios se introdujo un procedimiento administrativo que permite solicitar a los operadores de telecomunicaciones que bloquen el acceso a sitios web provisionalmente, sin contar con una resolución judicial sobre el caso.

En este caso las acciones de bloqueo derivan de un procedimiento administrativo y no como resultado de un juicio. Fue iniciado por el IMPI por una denuncia anónima que recibió contra la Pirateca, cuenta Salvador Alcantar quien acompaña legalmente a la colectiva y quien estima que estamos frente al primer caso público con estas características en el país.

Una de las críticas a esta nueva legislación de derechos de autor es que la autoridad no cuenta con registros públicos sobre este tipo de medidas solicitadas a los proveedores de internet, por lo que pueden actuar a discreción y sin rendición de cuentas, agrega Alcantar.

Frente al argumento económico de que compartir libros como lo hace Pirateca afecta a las autoras y autores de estos libros y casas de edición dice la colectiva que:

Los derechos de autor no protegen a nadie más que a los intereses económicos de los dueños de los grandes capitales, o sea, a quienes menos participan en la elaboración de las potencias afectivas de un texto.

Consideran que las instituciones y corporaciones que suelen mencionar este argumento deberían sustentarlo haciendo pública la información sobre cómo se reparten las ganancias que genera toda la industria editorial y así conocer las supuestas afectaciones a las autoras y autores. La Cámara Nacional de la Industrial Editorial Mexicana (CANIEM) reporta que la industria privada del libro generó ingresos económicos por 8 mil 469.9 millones de pesos en 2020 de lo que 368 millones corresponde a libros electrónicos. La fuerza económica de la industria todavía está en el papel.

Hasta el momento la colectiva no fue notificada ni informada por la autoridad sobre los motivos legales o acusaciones que llevaron al bloqueo de su web. Sostienen que los bloqueos se dan en medio de una persecución por parte del IMPI y CANIEM, para conocer los nombres de las personas que operan pirateca.com y castigarlas. Mientras tanto reafirman que siguen gracias al apoyo que reciben con quienes comparten los libros:

Honestamente, hemos llegado a sentir miedo. En más de una ocasión hemos pensado en desistir. Afortunadamente nunca han faltado nuestrxs amigxs para alentarnos y apoyarnos. Por eso, aquí seguimos.

1 comentario

  • María Antonia OviedoMendiola

    En mí comunidad no hay biblioteca ni buena señal de las telecomunicaciones comerciales, para todo hay que pagar,mi pareja y yo nos dedicamos al campo de no tenemos un ingreso fijo y no por ello no vamos a permitir que iniciativas accesibles cómo está se sacrifiquen!

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