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Con intervención de Estados Unidos, Kosovo y Serbia resuelven conflicto de matrículas de autos

Categorías: Europa Central y del Este, Europa Occidental, Kosovo, Serbia, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales, Últimas noticias
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Reunión en Bruselas, 21 de noviembre, de izquierda a derecha: Aleksandar Vučić (presidente de Serbia), Josep Borrell Fontelles (alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad), Miroslav Lajčak (representante especial de la Unión Europea para el Diálogo y otras cuestiones regionales de los Balcanes Occidentales, Eslovaquia), Albin Kurti (primer ministro de Kosovo). Foto [2] de la sala de prensa del Consejo de la Unión Europea, reproducida con autorización [3].

Dos días después de que Kosovo y Serbia no llegaron a un acuerdo [4] sobre la disputa por una decisión [5] del Gobierno kosovar de prohibir las matrículas emitidas por Serbia tras una larga disputa, la Unión Europea anunció [6] el 23 de noviembre que la cuestión está resuelta.

El 21 de noviembre en Bruselas, el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, mantuvo conversaciones infructuosas con el presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, y el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, en un intento de resolver la larga disputa sobre las matrículas de los vehículos [7]. Dos días después parecía entusiasmado al anunciar el acuerdo:

¡Tenemos un acuerdo!

Me complace anunciar que los negociadores principales de Kosovo y Serbia, con asesoría de la Unión Europea, han acordado medidas para evitar una mayor escalada y concentrarse plenamente en la propuesta de normalización de sus relaciones.

Borrell dijo que Kosovo pondrá fin a otras acciones relacionadas con la rematriculación de autos; mientras tanto, Serbia dejará de emitir matrículas de auto con nombres de las ciudades de Kosovo.

El Gobierno de Pristina argumenta que las matrículas anteriores a la guerra de independencia [11] de Kosovo de 1999 ya no pueden ser válidas. Dice que los 50 000 serbios del norte de Kosovo, que solo aceptan las instituciones locales serbias, deben usar ahora las placas de Kosovo.

La cuestión de las matrículas ha sido motivo de disputa por algún tiempo, ya que los serbios locales de Kosovo prefieren usar placas emitidas por Belgrado que Kosovo considera ilegales. La disputa provocó repetidos estallidos a mediados de año [12].

En agosto la Unión Europea negoció un acuerdo para permitir la libre circulación [13] entre Kosovo y Serbia, con el fin de aliviar las tensiones tras una serie de incidentes violentos. Pero la situación se deterioró. A principios de noviembre, los serbokosovares renunciaron [14] de sus cargos de diputados, alcaldes, funcionarios judiciales y policías en una protesta coordinada contra el supuesto incumplimiento de los acuerdos celebrados entre Serbia y Kosovo en Bruselas.

Kosovo agradece a Estados Unidos por la intervención

El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, anunció un retraso [15] en aplicación de multas tras no llegar a un acuerdo el lunes 28 de noviembre, ya que Estados Unidos lo pidió [16]. La intervención de Estados Unidos empujó a Kosovo y a Serbia a encontrar un lenguaje común en el asunto de las matrículas. Esto es lo que dijeron el primer ministro y el presidente de Kosovo:

No hay tiempo para pequeñas ambiciones, es momento de dar grandes pasos. El acuerdo de ayer allana el camino para las conversaciones intensivas sobre la plena normalización de las relaciones con Serbia sobre la base de la propuesta de la Unión Europea apoyada por Francia, Alemania y Estados Unidos. Gracias a Jeff Hovenier, embajador de Estados Unidos en Kosovo, por su papel, apoyo y dedicación.

Quiero agradecer al embajador Jeff Hovenier y al Gobierno de Estados Unidos por su compromiso activo para alcanzar el acuerdo de hoy en Bruselas. Su apoyo al proceso de diálogo entre Kosovo y Serbia es indispensable. La Unión Europea lo agradece.

Washington fue rápido en saludar el acuerdo:

Celebramos el acuerdo entre Kosovo y Serbia.
Estados Unidos se congratula del acuerdo alcanzado entre Kosovo y Serbia sobre medidas para evitar una mayor escalada de tensiones.
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Estados Unidos acoge con satisfacción los acuerdos alcanzados entre Kosovo y Serbia para evitar una mayor escalada de las tensiones y concentrarse plena y urgentemente en la normalización de las relaciones bajo los auspicios del diálogo facilitado por la Unión Europea.

Pero Serbia eligió otra interpretación del acuerdo de Bruselas con Kosovo.

El presidente serbio, Aleksandar Vučić, dijo que las actuales placas de matrícula «KM» emitidas para los serbios de Kosovo en la ciudad norteña de Mitrovica, y que se usan en todo el norte de Kosovo, de mayoría serbia, seguirán en uso a pesar del acuerdo, según BIRN [22].

«En lo que respecta a autos nuevos, hay hasta 90 placas KM al año, y en lo que respecta a las renovaciones, funcionan con normalidad y no hay ninguna obligación en ninguna parte al respecto», dijo Vučić a los medios en Belgrado el jueves 24 de noviembre.

Kosovo y Serbia iniciaron las negociaciones para la normalización de las relaciones en 2011, con la mediación de la Unión Europea. Se espera que el proceso de negociación termine con acuerdos jurídicamente vinculantes. Aunque Kosovo declara que este acuerdo debe incluir el reconocimiento mutuo, Serbia no acepta, insiste en una «solución de compromiso».

Conflicto de las matrículas como excusa para desinformación belicista

Durante el segundo semestre de 2022, diversos actores políticos y proveedores de propaganda y desinformación de la región de los Balcanes Occidentales y otros lugares han usado conflicto de las matrículas como el tema más visible.

Un análisis de las principales narrativas pro-Kremlin [23] que se propagan por los Balcanes Occidentales, realizado conjuntamente por los miembros de la red del Centro de contra la Desinformación de los Balcanes Occidentales [24], señaló varios casos de falsas analogías que promueven y reciclan la propaganda rusa que justifica la agresión a Ucrania.

Por ejemplo, antes del 31 de julio, fecha límite original fijada por Kosovo para la sustitución de las matrículas, Serbia lanzó una campaña que promovía la falsa narrativa de que «Kosovo está preparando la expulsión de los serbios del país, al igual que Ucrania expulsó a los rusos de las regiones orientales de su territorio». El análisis regional conjunto señaló que, además de la sustitución de las matrículas, «Belgrado informó erróneamente que, según la decisión del primer ministro Albin Kurti, se confiscarían los documentos de identidad de los serbios en la frontera, acción que precedería a la expulsión definitiva de los serbios de Kosovo».

As a result, dozens of Serbian citizens with heavy vehicles blocked the roads leading to the border points in Jarinje and Bërnjak. But according to the decision of the government, those who have Serbian identification documents would only have one document issued to them at the border crossing points, a practice that Serbia applied with the citizens of Kosovo for more than a decade.

Como consecuencia, decenas de ciudadanos serbios con vehículos pesados bloquearon las carreteras que conducen a los puestos fronterizos de Jarinje y Bërnjak. Pero según la decisión del Gobierno, a quienes tienen documentos de identidad serbios solo se les expedirá un documento en los puestos fronterizos, una práctica que Serbia aplicó con los ciudadanos de Kosovo durante más de diez años.

Los políticos de ambos lados de la frontera entre Kosovo y Serbia explotaron las tensiones resultantes para ganar visibilidad difundiendo el miedo a una guerra total. En agosto, los tabloides serbios progubernamentales aumentaron las tensiones a nivel regional cuando afirmaron que era inminente un nuevo conflicto armado, con una campaña continua de belicismo y provocación racial [25]. La campaña trató de señalar al primer ministro Kurti como principal culpable [26] de los problemas y obstáculo clave para encontrar soluciones.

Orhan Dragaš, director del Instituto de Seguridad Internacional con sede en Belgrado, señaló que la explosión de desinformación de los sitios web vinculados a Rusia y las cuentas de los medios sociales en Serbia, que afirmaban que los combates habían estallado en Kosovo el 1 de agosto, «era una agresiva operación híbrida rusa diseñada para provocar otra guerra europea y desviar la atención de Ucrania».

En Kosovo, Artan Abrashi, diputado del partido gobernante Vetëvendosje, difundió una falsa afirmación desmentida [27] de que «tras la movilización en Rusia, también hay movilización en Serbia». Las acusaciones sensacionalistas de Abrashi, que implican una violencia programada para el 24 de septiembre, fueron difundidas por varios medios de Kosovo.

El 26 de septiembre, un tabloide serbio publicó afirmaciones falsas sobre una «incursión» «ilegal» [28] de la Fuerza de Seguridad de Kosovo contra la población de etnia serbia en el municipio de Zubin Potok [29], en el norte de Kosovo, cerca de la frontera con Serbia, lo que sirvió de excusa para las reacciones incendiarias tanto del partido político serbio local como de la oficina del Gobierno serbio para Kosovo [30]. Al día siguiente, el presidente serbio Vučić amenazó [31] con que, en caso de pogromo contra los serbios de Kosovo, el Ejército serbio intervendría si las fuerzas de la OTAN estacionadas en Kosovo [32] no les protegían.

En un artículo para Euroactiv, Antoinette Nikolova, directora de la Iniciativa de Medios Libres de los Balcanes, advirtió [33] que toda esta desinformación y propaganda belicista puede desencadenar una violencia étnica similar a los mortales disturbios de hace 18 años [34]:

In Kosovo, such a threat carries particular weight. In 2004, Serbians were wrongly accused of drowning three ethnic Albanian children. A media storm ensued, leading to an outbreak of ethnic violence that left 19 people dead, and hundreds more injured. According to OSCE [35], ‘without the reckless and sensationalist reporting on 16 and 17 March, events could have taken a different turn.’

En Kosovo, esta amenaza tiene un peso especial. En 2004, los serbios fueron acusados erróneamente de ahogar a tres niños de etnia albanesa. Se produjo una tormenta mediática que condujo a un estallido de violencia étnica que dejó 19 muertos y cientos de heridos. Según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, OSCE [35], «sin la información imprudente y sensacionalista de los días 16 y 17 de marzo, los acontecimientos podrían haber tomado un rumbo diferente».