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El el 25 de noviembre, en la provincia turca de Konya hubo fuertes críticas al video viral de un trabajador de un refugio de animales que mató a un perro callejero a golpes en la cabeza con una pala. Dicen los activistas por los derechos de los animales que no fue un caso aislado, y el mal estado de los refugios y maltrato a los animales en el país se ha vuelto a convertir en acalorado tema de discusión. El Estado hasta ahora se ha negado a asumir cualquier responsabilidad. En un comunicado emitido por el Ministerio de Agricultura y Silvicultura el 27 de noviembre, dijo que el refugio fue evaluado e inspeccionado por última vez el 15 de noviembre, pero que no se documentaron violaciones ni deficiencias.

Pero no todos están de acuerdo en que el Estado hace un trabajo adecuado en supervisar y documentar. En una entrevista con la plataforma de noticias en línea Evrensel, Tuğba Gürsoy, director del Centro de Derechos de los Animales del Colegio de Abogados de Ankara, dijo que el Ministerio de Agricultura y Silvicultura no estaba cumpliendo con sus obligaciones de inspección.

Sin embargo, el ministerio no es el único culpable de lo ocurrido en Konya. Gürsoy dijo que los municipios locales también tenían la culpa de no cumplir con sus responsabilidades. Lo que es más importante, dijo Gürsoy, su centro fue alertado sobre las malas condiciones en el refugio en Konya, sin embargo, a sus voluntarios se les impidió viajar allí, por prohibición del gobernador local.

We often heard reports [from the shelter in Konya] that there were too many dogs inside, that the animals were starving and were miserable, and that because the shelter never allowed volunteers, we did not know exactly how bad conditions were.

A menudo escuchamos informes [del refugio en Konya] de que había demasiados perros, que los animales se morían de hambre y estaban muy mal tratado, y que debido a que el refugio nunca permitía voluntarios, no sabíamos exactamente qué tan malas eran las condiciones.

Gürsoy dijo que la situación en los refugios empeoró en diciembre de 2021, cuando el presidente Recep Tayyip Erdoğan ordenó a las municipalidades de todo el país que reunieran a los perros callejeros y los enviaran a los refugios. La posición del presidente ante los perros callejeros se produjo días después de que una niña de cuatro años fue atacada por dos pitbulls sin correa en la provincia turca de Gaziantep. En ese momento, hubo un significativo clamor público por los perros callejeros.

Son pocos los refugios en Turquía que brindan servicios adecuados a los perros callejeros.

Aunque Erdoğan consideró que los los refugios eran entornos limpios y seguros, casi nunca es así. Imágenes y videos que difunden con frecuencia activistas por los derechos de los animales revelan las condiciones abominables en las que se ven obligados a vivir los animales. En muchos casos, los animales mueren de hambre y enfermedades en jaulas diminutas y sucias, mientras que en otras ocasiones los empleados municipales los matan tan pronto como los recogen. de las calles”, informó Gazete Duvar en diciembre de 2021.

Otros, como Mine Vural, activista por los derechos de los animales y técnico veterinario que vive en Estambul, dijo, “en general, en Turquía, los refugios son campos de trauma y muerte para animales”, en entrevista con The Independent.

El abogado Hacer Gizem Karataş del Comité de Vigilancia de los Derechos de los Animales (HAKİM), dijo que enviar perros callejeros a refugios significa efectivamente sacrificarlos.

Dos de los empleados que se ven en el video fueron arrestados, pero según Gürsoy, del Centro de Derechos de los Animales del Colegio de Abogados de Ankara, la responsabilidad del acto cometido no recaía solo en ellos. “Mi observación es que esta es una situación que se ha convertido en norma. Y aunque el alcalde anunció que los empleados fueron detenidos, la responsabilidad también es de la alcaldía, el gerente de asuntos veterinarios municipales, el gerente de empleados de los albergues, todos tienen responsabilidad por lo que pasó».

De acuerdo con el artículo 28/a de la Ley n° 5199, se considera delito el trato cruel a los animales y la matanza deliberada de animales.

El video, cuyo acceso fue bloqueado por la decisión del Tercer Juzgado Penal de Paz de Ankara, también trajo a discusión otras quejas en todo el país, a saber, cómo se trata a las mujeres, la comunidad LGBTQ+ y otros grupos minoritarios y cuán polarizada es la sociedad.

Muchos inundaron Twitter e Instagram con publicaciones sobre lidiar con la realidad de sentirse menos seguros, criar niños en un ambiente de miedo y darse cuenta una vez más de que sus derechos como ciudadano penden de un hilo sin ninguna garantía de protección.

El 25 de noviembre, cuando el mundo conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las imágenes de violencia policial contra las mujeres que tomaron las calles de Turquía volvieron a circular, lo que  destacó uno de los problemas más ignorados pero importantes en Turquía.

En una reciente investigación publicada por SOMDER, organización no gubernamental fundada por un grupo de licenciados en sociología, sobre las percepciones de jóvenes de diversos segmentos sociales sobre la ciudadanía activa y los mecanismos de participación en política, los resultados hablan por sí solos. El 96,3 % de los participantes dijo que la gente en Turquía no estaba contenta y el 27,8 % dijo que cambiaría de país con la pregunta: «¿Qué te gustaría cambiar primero en tu vida si tuvieras la oportunidad de cambiar?».

Según una encuesta de 2020, la mitad de los jóvenes turcos no están contentos y citan las dificultades financieras como la causa principal. Más del 70 % de los encuestados dijo que «definitivamente se mudarían al extranjero temporalmente», mientras que más del 60 % dijo que se mudaría permanentemente. Una encuesta publicada en febrero de 2022 por la fundación política alemana Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS) tuvo hallazgos similares, ya que alrededor del 70 % de los jóvenes encuestados indicaron interés en mudarse y vivir en el extranjero.

Turquía ya sufre una migración masiva debido a circunstancias sociales, políticas y económicas.

¿Turquía puede cambiar?

En un artículo para la plataforma de noticias en línea Politikyol, el académico Tunay Şendal expresó una visión de impulsar un posible cambio en Turquía: poner fin a la polarización política que sigue manifestándose en todos los campos de la sociedad turca, lo que a menudo conduce a rupturas sociales y restaura la paz social. Şendal escribió:

In order to put an end to all forms of violence, regardless of women, animals or creatures, it is imperative that the public order be reconstructed correctly. The indispensable factor for the re-establishment of the public order is social peace. Turkey urgently needs to restore the social peace that it has lost in politics, art, sports and every other field. Otherwise, not only animals but also all living creatures are in danger.

Para poner fin a todas las formas de violencia, independientemente de las mujeres, los animales o las criaturas, es imperativo que se reconstruya correctamente el orden público. El factor indispensable para el restablecimiento del orden público es la paz social. Turquía necesita urgentemente restaurar la paz social que ha perdido en la política, el arte, los deportes y en todos los demás campos. De lo contrario, no solo los animales sino también todos los seres vivos están en peligro.