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Cómo el Gobierno de Venezuela usa redes sociales para cubrir su mayor caso de corrupción

Categorías: Latinoamérica, Venezuela, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, Tecnología, Unfreedom Monitor

Imagen de Caracas Chronicles. Usada con autorización.

Quien no sigue las noticias venezolanas probablemente no conoce el nombre Álex Saab. La historia de sus negocios como operador financiero del presidente Nicolás Maduro es esencial para entender la corrupción, el abuso de poder y la emergencia humanitaria en Venezuela. Sin embargo, Álex Saab es un excelente ejemplo para entender la desinformación propagada por el Gobierno y las dinámicas detrás de la propaganda de Maduro que incluye ataques y persecución contra periodistas y el bloqueo de redes sociales.

¿Quién es Álex Saab?

Álex Saab es un empresario colombiano. Su primera aparición pública en Venezuela fue en 2011 cuando firmó un convenio [1] entre los gobiernos de Juan Manuel Santos y Hugo Chávez. Saab ha estado involucrado en planes de corrupción [2] en proyectos habitacionales y en el programa de alimentación para comunidades empobrecidas en Venezuela durante la crisis humanitaria que comenzó en 2014 y que continúa hasta hoy.

Saab fue arrestado en Cabo Verde [3], África, el 13 de junio de 2020 y fue acusado de ser el mascarón de proa de Nicolás Maduro y de lavar millones de dólares a través del sistema de política cambiaria de Venezuela. Fue extraditado a Estados Unidos a pesar de los esfuerzos de Maduro por evitarlo. En febrero de 2022, salió a la luz que Saab había estado trabajando encubierto para la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) estadounidense desde 2018.

Los periodistas que investigaron a Saab

En 2015, el medio digital investigativo Armando.info fue el primero en dejar al descubierto el plan de corrupción de Saab con el proyecto habitacional gubernamental Gran Misión Vivienda entre 2012 y 2013 [4]. El medio reportó cómo Saab recibió 159 millones de dólares pero solo entregó construcciones avaluadas en tres millones de dólares (esto equivale a cuatro de cada cien casas prometidas). Ese año, su nombre apareció en los Papeles de Panamá porque desviaba fondos para comprar casas en Panamá.

En 2017, Saab se reinventó y comenzó a vender comida a los CLAP [5] (Comités Locales de Abastecimientos y Producción), programa que vende alimentos subsidiados a las comunidades empobrecidas y que apunta a llegar a siete millones de familias y reducir la inseguridad alimentaria provocada por la emergencia humanitaria. La comida que Saab vendió al Gobierno era cara y la administración de Maduro pagó por esta con dólares preferenciales [6], dinero que entregó el Gobierno en tasas favorables en el sistema de políticas cambiarias del país.

Ese año, el medio digital Armando.info también investigó este problema [7] y el equipo recibió una demanda de Saab y Nicolás Maduro. Este fue el comienzo de un ataque sistemático contra el medio y de los cuatro periodistas que llevaron a cabo las investigaciones sobre los casos de corrupción: Roberto Deniz, Alfredo Meza, Ewald Scharfenberg y Joshep Poliszuk. La demanda en su contra los acusa de «difamación continua agravada». El equipo fue declarado culpable, tuvo que dejar el país bajo protección internacional y CONATEL (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) le prohibió continuar las investigaciones contra el CLAP [8] e incluso decir el nombre de Saab.

Desde 2017, Armando.info ha sido sujeto de persistentes bloqueos [9] y ataques digitales [10] que tenían por objetivo censurar al medio investigativo digital más prestigioso de Venezuela.

Respuesta del gobierno de Maduro a la detención de Saab

En 2019, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a Saab después de asegurarle al público que tenían evidencias de su esquema de corrupción en el programa CLAP. Ese mismo año, el fiscal del Distrito Sur de Florida acusó [15] a Saab y a su socio Álvaro Pulido de lavado de más de 350 millones de dólares a través de un plan de cohecho armado en conjunto con el Gobierno venezolano.

A pesar de que Maduro negó su relación financiera con Saab en 2017, su gobierno comenzó una intensa campaña luego de que fue arrestado y convirtió prioridad  detener su extradición a Estados Unidos. Las calles de Caracas estaban cubiertas de grafitis, presuntamente pagados por el Gobierno, que pedían su liberación. Sin embargo, la estrategia de propaganda y política era también algo fascinante.

En primer lugar, el gobierno de Maduro trató de denunciar su detención como la de un preso político luego de que el Gobierno de Venezuela lo nombrara rápidamente embajador plenipotenciario de Venezuela en África. El abogado de Saab, David Rivkin, usó esto en su defensa: «Si Estados Unidos viola la inmunidad diplomática, sienta un antecedente peligroso», explicó a la Revista Semana en una entrevista [16]. Venezuela pudo convertirlo en diplomático porque en secreto le garantizó la ciudadanía venezolana [17].

Saab también emitió una declaración [18] que denunciaba su «secuestro y tortura de parte del Gobierno de Estados Unidos en complicidad con las autoridades de Cabo Verde que arbitrariamente los torturaron y lo mantuvieron prisionero por 491 días sin orden de arresto ni debido proceso».

Ese mismo mes, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, solicitó que Saab participara en las negociaciones en México [19], donde Gobierno y oposición se reunieron para establecer un diálogo para comprender ambos lados.

El rol de las redes sociales

Las redes sociales han jugado un rol crucial en la estrategia del chavismo para mejorar la reputación de Saab. La semana de su detención en Cabo Verde, por ejemplo, Saab estuvo involucrado en todas las conversaciones relevantes en Twitter. «Todas las actualizaciones sobre el caso de Saab crean una gran cantidad de contenido en las redes sociales nacionales e internacionales. Las etiquetas relacionadas con Saab son increíblemente repetitivos y vemos que son tendencia todos los días, y algunas son muy problemáticas, especialmente las promovidos por el gobierno de Maduro», explica María Virginia Marín [20], directora de Probox, equipo enfocado en monitorear y analizar conversaciones a través de redes sociales en Venezuela. Este Este exhaustivo reporte menciona algunas de las narrativas usadas por el gobierno de Maduro [21].

Esa semana, su detención fue tendencia durante cuatro días con las etiquetas #ÁlexNosUnióMás, #ÁlexPresoPolítico y #ÁlexEsDiálogo, promovidos por actores e instituciones políticos chavistas de alto rango y con un 55 % de interacciones de cuentas automáticas o falsas. Probox categoriza las cuentas como automatizadas cuando parecen interactuar con algunas figuras políticas en Venezuela. En este caso, reconocieron que el 55 % de las cuentas solo interactúan con tuits relacionados al chavismo, usan etiquetas promovidas por entidades chavistas, constantemente cambian su usuario y nombre y eliminan tuits antiguos para ocultar actividad inorgánica.

Luego de su extradición a Estados Unidos y el anuncio de su inclusión en las conversaciones en México en septiembre de 2021, las tendencias sobre Saab alcanzaron su popularidad máxima. Fue el mes en que más se mencionó en Twitter con 34 etiquetas sobre él que lograron ser tendencia, promovidas por cuentas chavistas radicales y un 53,75 % de interacciones inorgánicas. Algunas entidades estatales también participaron en la conversación, el Ministerio Público (Oficina de Fiscalía General) promovió la etiqueta #LaVerdadSiempreTriunfa el día después de su extradición.

El caso de Álex Saab se ha vuelto uno de los incidentes más relevantes para comprender la propaganda de Maduro en Venezuela y el efecto que tiene en eventos políticos y sociales. También, destaca el rol fundamental de la prensa digital, especialmente del periodismo investigativo que denuncia prácticas autoritarias. Plataformas como Probox y Armando.info han podido entregar un nivel de transparencia en uno de los casos de corrupción más grandes de Venezuela.

Visita la página del proyecto para más artículos de Unfreedom Monitor [22].