- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Khodanur Lajai: Mártir e ícono revolucionario

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Irán, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Fotografía, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Protesta, Pueblos indígenas, Religión, "Mujeres, vida, libertad": Irán se rebela

Ilustración de Assad Binakhahi [1]. Usada con autorización.

Manifestaciones de proporciones nunca antes vistas se han tomado las calles de Irán en los últimos dos meses; miles de personas salieron de sus hogares [2] para alzar su voz en contra de la República Islámica. El levantamiento que comenzó en respuesta de la muerte de Mahza Zhina Amini se convirtió rápidamente en lo que muchos llaman una revolución, un movimiento que ya ha generado sus propios símbolos de resistencia y esperanza.

Una de las imágenes más representativas de este movimiento es la fotografía que muestra el estado deplorable de Khodanur Lajai, joven baluchí-iraní que fue arrestado y torturado por las autoridades iraníes. La fotografía viral de Lajai lo muestra postrado y exhausto, con los brazos y piernas atadas al poste de una prisión.

Khodanur Lajai durante su encarcelamiento. Fuente: Haalvsh [3]. Usada con autorización.

Según los testimonios [4], Lajai se vio involucrado en un altercado con un hombre afiliado a la guardia revolucionaria de Irán durante el mes de julio del 2022. Poco después, ese hombre utilizó sus conexiones familiares para tramar el arresto y tortura a Lajai. En la fotografía se puede observar un vaso de agua intencionalmente fuera del alcance del joven.

También mencionan [4] que las autoridades habrían dejado el vaso en esa posición para burlarse de su sed. La fotografía fue después publicada por los mismos responsables con el fin de humillarlo, sin saber que la imagen transformaría a Lajai en un ícono de la lucha por la libertad.

Vida y muerte

El joven de 27 años, Khodanur Lajai, era un miembro indocumentado de la comunidad baluchí [5] de Irán. Los baluchíes son un grupo étnico y religioso minoritario de Irán, ubicados principalmente en Sistán-Baluchistán [6], las provincias más pobres del país. La comunidad baluchí ha sido blanco constante de la criminalización sistemática en el país, encabezan de manera desproporcionada las muertes por ejecución [7], especialmente en momentos de inquietud política.

Lajai creció en un entorno pobre y lleno de dificultades, sin embargo, sus conocidos lo recuerdan como alguien positivo y lleno de amor por la vida. También mantenía una gran cantidad de seguidores en redes sociales [8], donde difundía su cariño por el baile y la música.

El joven tuvo que quedarse en prisión durante todo un mes después de su arresto y humillación, tiempo que le tomo a sus amigos recaudar el dinero de su fianza [4].

Sin embargo, después de ser liberado, se unió a las protestas contra el Gobierno en la ciudad de Zahedán el 1 de octubre, el día que ahora se conoce como el «viernes sangriento [7]«. Durante las manifestaciones, las fuerzas de seguridad acribillaron indiscriminadamente a los grupos de protestantes y dejaron una gran cantidad de baluchis muertos o heridos, incluido Lajai. El joven falleció ese mismo día [9], poco después de que intentaron llevarlo a un hospital.

Haalvsh [3], una de las pocas organizaciones de derechos humanos dedicadas al pueblo baluchi-iraní, fue la primera en difundir la historia de Lajai. El activista Shirahmad Shirani-Naroui [10], afiliado de Haalvsh, se contactó con Global Voices para dar a conocer todos los detalles del abuso que sufrió Lajai a manos de los funcionarios de la prisión, y sobre cómo la organización logró divulgar la fotografía al saber de su muerte. «Cuando recibimos las noticias de su muerte en la masacre de Zahedán, yo ya lo conocía por los abusos anteriores que había sufrido».

El baluchi Shirani-Naroui estuvo más de diez años de su vida encarcelado en Irán, y describió la importancia que tienen las organizaciones de derechos humanos en exhibir públicamente las dificultades de su gente. «Como no podemos divulgar la realidad de los derechos humanos en Irán a través de un organismo oficial, la República Islámica utiliza los medios y las noticias para crear propaganda con el fin de antagonizarnos; quieren convertirnos en terroristas, separatistas y criminales ante los demás».

La masacre de Zahedán del 1 de octubre se considera como el día más sangriento de las recientes protestas. De acuerdo Amnistía Internacional [11]: «la mayoría de las víctimas recibieron disparos en la cabeza, el corazón, el cuello y el torso; claramente, la intención era matar o herir de gravedad a los manifestantes».

Shirani-Naroui declaró que gran parte de los heridos, incluido Lajai, podrían haber sobrevivido con el tratamiento necesario. «Khodanur pudo haber sobrevivido si hubiese recibido la atención médica apropiada. A él como y a muchos otros baluchíes los presionaron y les dijeron que recibirían tratamiento solamente si aceptaban dar una declaración grabada en las que declaraban que formaban parte de determinadas organizaciones o grupos armados, pero ninguno de accedió».

Símbolo de inocencia

Tras su muerte, la fotografía del arresto y tortura de Lajai volvió a divulgarse en línea, junto a varios videos de su cuenta de medios sociales personal [12] que lo mostraban sonriendo, riendo y bailando.

Lajai llegó a la fama como resultado de cómo era un contraste entre la felicidad y libertad que el ciudadano iraní puede sentir, , con la angustia que muchos iraníes asocian con el Gobierno.

El joven Khodanur Lajai, a quien se ve aquí bailando alegremente, fue acribillado por las fuerzas del régimen durante el 30 de septiembre en la ciudad de Zahedán.
Las fuerzas responsables también prohibieron que el hospital le diera el tratamiento necesario, y lo dejó morir desangrado.
Protestas en Irán por Mahsa Amini.

El 11 de noviembre, durante un partido de la liga de futsal iraní, jugador Hashem Shirali del club Zarand, impresionó al público  cuando recreó la pose de Lajai tras anotar un gol y llegó a los titulares.

Hashem Shirali celebró un gol en memoria de Khodanur Lajai. ¡La gente se unió por una sola persona durante el movimiento de Black Lives Matter! ¿Por qué no podemos unirnos contra el régimen islámico? Por favor, ¡invita a todos a apoyar.

El futbolista Miad Yazdani del club Chooka Talesh, también imitó este simbólico gesto después de anotar un gol el 12 de noviembre.

Otro acto en memoria de Khodanur y de la revolución de Irán 2022, ¡únete a la campaña si puedes hacer lo mismo! ¡Gracias a Miad Yazdani y a su equipo!

Múltiples activistas han recreado [27] la «pose», tanto en las calles de ciudades [28] y en otras localidades [29] del país. Docenas de estudiantes de la universidad kurda de Kurdistán en Sanandaj formaron filas en honor de Khodanur y del pueblo baluchi.

La sangre de los iraníes no se debe derramar libremente… todos somos Khodanur. Los estudiantes de la Universidad de Kurdistán honran a Khodanour Lajai.

Muchos artistas han creado esculturas [35] y publicado sus dibujos [36] e ilustraciones [37] en línea.

Para Khodanur… 💔
Verte bailar hace que me duela el corazón en lo más profundo… mañana, cuando tengamos nuestra libertad, bailaremos al son de tus costumbres (baluchíes).

Al cumplirse 40 días de la muerte de Lajai, iraníes en todo el mundo conmemoraron el día con fotografías [41] que recreaban su pose. Los iraníes se reunieron en una protesta masiva en Los Ángeles, y usaron la pose como parte de una exhibición artística [42]. Una joven con vestimenta baluchi interpretó el icónico baile de Khodanur [43] a los pies de la torre Azadi (torre de la libertad) en Teherán, la capital iraní.

Una de las metas más importantes para activistas derechos humanos, como Shirani-Naroui, es poder humanizar a los baluchíes en Irán. «La vida y muerte de Khodanur puede demostrarle al resto del mundo la humanidad de nuestro pueblo».

A pesar del reconocimiento, a la familia de Lajai les sigue siendo difícil lidiar con su muerte. En un audio publicado en línea [44], su madre habla sobre la relación incomparable que tenía con su hijo. «Mi hijo era único; Dios lo creó como a nadie más». Describió a su hijo como una figura paterna para sus hermanas, que la ayudó para criarlas y actuaba como el hombre de la casa.

Khodanur la abrazaba y le decía que daría su vida por ella. Pero cuando ella le dijo que haría lo mismo por su hijo, él respondió: «le ruego a Dios día y noche que me lleve antes que a mi madre». Cuando le pidió a su hijo que no dijera esas cosas, Lajai le declaró: «no, Dios escuchará mis oraciones».

«Arderé mientras viva», dice. «No hay cura para este dolor. La única cura para este dolor es que mi tumba esté junto a la tumba de mi hijo».