En Turquía, escándalo de niñas novias pone a cultos religiosos en la mira

Imagen de Kostiantyn Li. Uso libre con licencia Unsplash.

Se autodenominan Hermandad de Ismailağa y son una de las innumerables órdenes y hermandades religiosas de Turquía. Pero aunque estos grupos religiosos suelen pasar desapercibidos, la Hermandad Ismailağa ha saltado a los titulares en los últimos días por un escándalo de esposas infantiles.

Según las noticias locales, uno de los miembros de la cofradía, Yusuf Ziya Gümüşel, fundador de una fundación afiliada a la cofradía, habría casado hace 18 años a su hija de seis años (conocida solo por sus iniciales H.K.G.) con un hombre de 29 años. La noticia fue dada a conocer por los periodistas Timur Soykan y Murat Agirel, que también han aportado pruebas de que la niña fue objeto de abusos sexuales desde los seis años. Los periodistas que destaparon el caso enfrentan ahora una campaña de persecución, en la que algunos incluso instan a las autoridades a iniciar una investigación sobre los reporteros y juzgarlos ante un tribunal.

Hay aproximadamente 30 comunidades religiosas y sectas en Turquía, según el profesor de la Universidad Dokuz Eylül Esergül Balcı, que publicó un trabajo de investigación en 2018 sobre cómo las comunidades religiosas, las sectas religiosas y los cultos influyeron en el sistema educativo de Turquía, con más de 400 ramas y 800 madrasas (escuela religiosa islámica) repartidas por todo el país.

Según las conclusiones de Balci, estas sectas religiosas florecieron bajo el partido gobernante Justicia y Desarrollo (AKP). Del mismo modo, Soykan, en su libro de 2019 sobre la explotación sexual de algunos de los cultos religiosos islámicos en Turquía, examinó algunos de estos grupos, describió su tiempo bajo el AKP como una «edad de oro». En junio de 2022, el presidente Recep Tayyip Erdoğan asistió al funeral del fundador de la Hermandad Ismaila, Mahmut Ustaosmanoğlu, y dijo que era un hombre de «conocimiento y sabiduría de la eternidad». El presidente también publicó un video del funeral a través de su cuenta de Twitter.

Otra investigación de Efrat Aviv de la Universidad Bar-Ilan, profesor titular del Departamento de Historia General, señaló:

The Ismailağ a is one of the most widespread communities representing the Naqshbandi tradition in Turkey, with well over one hundred thousand members and supporters. According to Milliyet, of some 4.5 million people affiliated with the various Naqshbandi communities in Turkey, as many as 7.2 % are attached to the Ismailağa community […] It is also known as “Çarşamba Cemaati,” referring to its main and sacred Çarşamba neighborhood in the Fatih district of Istanbul.

La Ismailağa es una de las comunidades representativas de la tradición Naqshbandi más extendidas en Turquía, con más de 100 000 miembros y simpatizantes. Según Milliyet, de los 4,5 millones de personas afiliadas a las distintas comunidades Naqshbandi de Turquía, el 7,2 % pertenece a la comunidad Ismailağa […]. También se la conoce como «Çarşamba Cemaati», en referencia a su barrio principal y sagrado de Çarşamba, en el distrito de Fatih de Estambul.

La familia de la niña novia vivió primero en el barrio de Çarşamba, según la investigación de Soykan.

La Hermandad İsmailağa no permite que las niñas estudien e impone numerosas restricciones a las mujeres. En 2017, el canal de televisión de la cofradía difuminó imágenes de mujeres que no llevaban velo durante un anuncio de servicio público del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Según un reportaje de la plataforma de noticias en línea Diken, «también existe el requisito de que no haya actrices en sus propias producciones ni en producciones extranjeras. Hasta la fecha, ningún rostro femenino ha aparecido en el canal de televisión».

En declaraciones a un programa de televisión, Soykan afirmó que «hay miles de niños a quienes están adoctrinando en estos cultos […] Queremos justicia y que ningún otro niño viva esta experiencia». Pide el cierre total de todas las cofradías y sectas religiosas del país.

Según el investigador Salim Çevik, el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) «mantiene una relación especial [con estas comunidades] basada en una política de zanahorias y palos». Esta política consiste en gran medida en que el partido gobernante pone «recursos estatales a disposición de estas comunidades religiosas a cambio de apoyo electoral», opina Çevik. Esto suele hacerse con tierras o apoyo financiero a las organizaciones religiosas.

Abusos sin precedentes

Las cofradías y órdenes suelen ser noticia por casos de adoctrinamiento, abuso de menores y violencia. Esta vez, en el caso del matrimonio forzado de menores, se trata de una combinación de las tres cosas y más. Soykan también reveló en su investigación que numerosos agentes y funcionarios supieron de los abusos después de que la víctima fue ingresada en un hospital cuando tenía 14 años. Al darse cuenta de la diferencia de edad, un médico llamó a la Policía, que interrogó a la familia y a la niña. La familia mintió a la Policía, ocultaron la edad real de la víctima y dijeron que tenía 17 años y que se había casado por voluntad propia. En lugar de pedir el certificado de nacimiento de la víctima, la Fiscalía solicitó una evaluación de la edad ósea. La familia usó sus contactos y cambió a su hija por una mujer de 21 años para la prueba. El caso se cerró, y la víctima fue devuelta con su familia para soportar nuevos abusos a manos de su marido.

H.K.G. tiene ahora 24 años. Hace dos años consiguió escapar de su familia y trasladarse a otra ciudad, donde ahora vive en una residencia estudiantil e intenta terminar sus estudios. Su huida se vio precipitada por un incidente de maltrato físico grave, tras el que acudió a la fiscalía el 30 de noviembre de 2020 para presentar una denuncia. Llevó pruebas de los abusos y fotografías de cuando era una niña casada, así como un audio que grabó en secreto con su marido en la que habla de su historia con él, pregunta por qué él y sus padres abusaron de ella. Pero ni los padres ni el marido fueron detenidos. En su lugar, los padres alegan que su hija sufría problemas psicológicos y que está mintiendo. La Fiscalía tardó dos años en completar un escrito de acusación en el que concluía que los padres consintieron la violación y que el marido y los padres de la víctima fueron cómplices de abusos sexuales a una niña. El fiscal pidió al menos 27 años de cárcel para cada uno de los autores y una pena adicional para el marido por el cargo de agresión sexual.

Mientras tanto, la fundación del padre de la víctima publicó un comunicado en su página web en el que afirmaba que las investigaciones sobre la novia menor de edad no tienen nada que ver con el trabajo de la fundación. La fundación también eliminó de su sitio web cualquier mención a Yusuf Ziya Gümüşel, el padre, según informó el periódico Diken.

Ha habido una oleada de críticas sobre el caso. El periodista Ahmet Hakan escribió: «He visto el acta de acusación preparada por la Fiscalía. He leído las grabaciones de audio. He revisado las acusaciones. Me avergüenzo de mi humanidad. Esto es pura pedofilia».

El académico y escritor Fatih Yasli tuiteó:

Cualquiera que no mencione a la comunidad İsmailağa, que no exija el cierre de las «sectas» o que no mencione el laicismo en sus reacciones al matrimonio de una niña de seis años en sus reacciones al «matrimonio» de una niña de seis años, es a la vez un fraude y es cómplice de los delitos cometidos contra esa niña así como contra otros niños.

Asimismo, el alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, expresó su incredulidad ante lo ocurrido. «No entiendo cómo el matrimonio de una niña de seis años puede ser real. Esto no tiene escrúpulos, es inmoral, es abuso de menores. Todos los que están haciendo concesiones y están ignorando este asunto son cómplices de este delito», dijo el alcalde en un comunicado.

En una declaración, Meral Akşener, política presidenta del partido Iyo, se comprometió a investigar el «matrimonio» de una niña de seis años con un seguidor de la secta.

Sera Kadıgil, integrante del partido de los Trabajadores de Turquía y legislador, exigió respuestas a seis ministerios, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Familia y Servicios Sociales, el Ministerio de Educación, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Cultura y Turismo, así como el Ministerio de Ambiente, Urbanización y Cambio Climático.

Por su parte, el portavoz del gobernante Partido Justicia y Desarrollo, Ömer Çelik, declaró que el partido seguía de cerca la investigación. «Condenamos el abuso de menores. El abuso de menores es un delito maldito que nunca será perdonado», tuiteó Çelik en respuesta a las crecientes críticas.

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