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Extranjeros liberados cuentan sus experiencias de cárcel en Myanmar

Categorías: Asia Oriental, Myanmar (Birmania), Derechos humanos, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales
A crowd greets a bus carrying prisoners released Thursday, November 17, 2022, from Insein Prison in Yangon, Myanmar. [1]

Multitud saluda al vehículo que lleva a los prisiones liberados el jueves 17 de noviembre de 2022 de la prisión Insein en Ragún, Myanmar. Foto y epígrafe [1] de RFA. Copyright © 1998-2020, RFA, usada con autorización de Radio Free Asia, 2025 M St. NW, Suite 300, Washington DC 20036. https://www.rfa.org.

Myanmar liberó [2] a 5774 prisioneros durante su Día Nacional, el 17 de noviembre, que conmemora el comienzo del levantamiento contra el dominio colonial británico en 1920.

Entre quienes recibieron amnistía había varios activistas, escritores, autoridades del ex partido gobernante y cuatro extranjeros: el economista australiano Sean Turnell [3], el documentalista y periodista japonés Kubota Toru, la exembajadora británica Vicky Bowman [4] y el birmano-estadounidense Kyaw Htay Oo [5].

Desde el 18 de noviembre de 2022, la Asociación de Asistencia a Prisioneros Políticos Burma (AAPP) ha registrado [6] la liberación de 72 prisioneros políticos. Sin embargo, alrededor de 13 000 prisioneros continúan languideciendo en las cárceles; la mayoría fueron arrestados por desafiar a la junta militar que tomó el poder [7] en febrero del 2021.

La liberación fue anunciada luego de una sostenida campaña mundial que pedía la libertad de los prisioneros, en especial de quienes se resistieron de manera pacífica al gobierno militar. Esta campaña fue realizada la misma semana en que líderes globales se encontraban en Tailandia, uno de los países vecinos, para la reunión del foro de Cooperación Económica Asia Pacífico.

«Bribones y tontos»

Turnell, quien ejerció como asesor de la líder de Myanmar y premio nobel Aung San Suu Kyi —en ese entonces detenida—, fue arrestado de forma inmediata luego del golpe militar y acusado de infringir la Ley de Secretos de Autoridades de Myanmar. Luego de su regreso a Sydney, escribió en Facebook lo que pensaba sobre los gobernantes militares [8] de Myanmar:

I am, of course, acutely aware that as I experience the joy of my reunion with my wife Ha and all my family, the 53 million people in Myanmar continue to suffer under a regime that is about as unrepresentative of them as is possible to imagine. It is a tragic and terrible thing that the nicest people I have encountered anywhere are ruled over by such knaves and fools.

Por supuesto, estoy sumamente consciente de que mientras vivo la alegría de mi reencuentro con mi esposa Ha y toda mi familia, las 53 millones de personas en Myanmar continúan sufriendo bajo un régimen que los representa tan poco como se puede imaginar. Es algo trágico y horrible que las personas más amables que me he cruzado en el mundo sean gobernadas por tales bribones y tontos.

En una siguiente publicación, escribió sobre su gratitud con la gente de Myanmar [9]:

While appreciated (and characteristic of their kindness and decency) it is not necessary. The people of Myanmar are victims no.1 of the thugs that rule over them. On so many occasions during my 650 days were simple kindnesses extended to me by ‘normal’ Myanmar people (much more vulnerable than me).

I have contempt for Myanmar’s generals, but for the people of Myanmar – nothing but love and respect.

Si bien les agradezco sus disculpas (una característica de su bondad y decencia) no son necesarias. La gente de Myanmar son las víctimas no. 1 de los matones que los gobiernan. En muchas ocasiones, durante mis 650 días allí, fue solo bondad lo que recibí por parte de la gente “normal” de Myanmar (mucho más vulnerable que yo).

Siento desprecio por los generales, pero por la gente de Myanmar solo amor y respeto.

En una entrevista para el diario The Australian narró su dura prueba en prisión [10]:

They didn’t stick electrodes to me, but I was thrown into filthy cells. The food they used to deliver to me [came] in a bucket. For 650 days, I ate out of a bucket.

In the monsoon, the roof would leak and we would sit there all night sometimes with water just pouring down through the roof, clutching your clothes and blanket to try to keep them dry.

No me pegaron electrodos, pero me arrojaron en celdas mugrientas. La comida que me daban venía en balde. Durante 650 días comí de un balde.

Durante el monzón, el techo se filtraba y, a veces, pasábamos toda la noche allí sentados con agua que caía a través del techo mientras nos aferrábamos nuestra ropa y mantas para mantenerlas secas.

«Un lugar como el infierno»

Kubota fue arrestado [11] en julio mientras filmaba una protesta en Rangún. Fue condenado a siete años de prisión por violar la ley de transferencias electrónicas y a tres años por incitación a la violencia y violar la ley inmigratoria.

En una entrevista para la televisora pública TRT World, Kubota habló sobre su arresto, el interrogatorio en la comisaria y las condiciones de las celdas en la prisión:

Hablamos con Toru Kubota, expreso liberado de la cárcel de Insein en Myanmar.

Explica las condiciones de la prisión, incluida la reclusión de 20 personas en una celda.

Ver el episodio completo [15].
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Di una entrevista para TRT World y hablé sobre lo que vi en Rangún y cómo me trataron en la estación policial. Me gustaría enfatizar que los más vulnerables han sido victimizados por los militares, algo que aún continúa.

La entrevista completa está en YouTube

«Gesto cínico»

A pesar de la liberación en masa de prisioneros, analistas y activistas de derechos humanos instan a la comunidad internacional a continuar expresándose por la liberación de los miles de prisioneros que se enfrentan a diversas acusaciones por oponerse a la junta.

El periodista Aung Zaw, editor del medio independiente prohibido The Irrawaddy, advirtió sobre los viejos trucos [16] utilizados por la junta:

…we must also see the amnesty for what it is: a cynical gesture, little more than a worn-out dirty trick from the decades-old playbook used by regimes past and present. We should not be fooled by it.

I have seen this script played out many times over the past 30 years—I have also seen the way it dupes some in the international community into believing that compromise with the junta is possible.

…también debemos ver la amnistía por lo que es: un gesto cínico, ni más ni menos que un antiguo y sucio truco gastado de los libros de tácticas utilizados por décadas por los regímenes del hoy y del ayer. No debemos dejarnos engañar.

He visto cómo este guion fue utilizado muchas veces durante los últimos 30 años. También he visto el modo en que engaña a algunos de la comunidad internacional y les hace creer que es posible llegar a un arreglo con la junta.

Tate Naing, secretario de Asociación de Ayuda a los Presos Políticos, afirmó que la mayoría de los prisioneros políticos liberados ya habían sido condenados por acusaciones sin fundamentos y cargos arbitrarios. Describió la amnistía masiva como una “farsa” [6]:

The whole charade is but an attempt to alleviate domestic and international pressure off the junta, so that it can continue to commit inhumane crimes daily against the people.

Toda esta farsa no es más que un intento para aliviar la presión local e internacional sobre la junta para que puedan continuar cometiendo crímenes inhumanos a diario contra el pueblo.

Mientras tanto, el enviado especial de la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático consideró [17] este acontecimiento en Myanmar como “un gesto importante” para ayudar a crear un ambiente propicio para el diálogo.